Читать книгу Mejora Tus Habilidades Interpersonales - Jayden Navarro - Страница 3

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Introducción

No fue hace mucho cuando me encontraba teniendo problemas de ansiedad social. Hablar con otras personas me hacían sentir bastante incómodo y asustado. Al principio pensé que solo era tímido – o al menos esto es lo que mis padres me dijeron al ir creciendo. Ser conocido como el “chico tímido” me dio una excusa para evitar enfrentar mis problemas y temores. Sin embargo, llegué a un punto donde decidí cambiar para mejor, había tenido suficiente de temblar cada vez que ordenada algo de beber en un club o al comprar un periódico. Supe que podía cambiar y que quería hacerlo.

Esta es la razón por la que comencé a investigar sobre habilidades interpersonales y cómo aplicarlas en el día a día. Pasé horas y horas leyendo libros y viendo vídeos, tratando de descubrir el secreto de aquellos que tenían una vida social exitosa.

Los siguientes capítulos discutirán sobre los principios que necesitarás seguir si de verdad esperas estar listo para enfrentar una situación social sin problema alguno. Aquí hay algunas cosas para considerar y tener en mente antes de comenzar y sumergirse en el tema. Una de las principales cosas que harán una gran diferencia es la cantidad de tiempo que se practica. No subestimes esta parte, justo como con cualquier otra habilidad, ser capaz de socializar apropiadamente toma tiempo y de prueba y error. La última cosa antes de comenzar es la habilidad de intentar hacer pequeños cambios todos los días; cada día es una nueva oportunidad de obtener un poco más de confianza en uno mismo y ser mejor en este juego social, así que asegúrate de practicar a diario.

Hay varios libros sobre este tema en el mercado, ¡gracias por escoger este! Se hizo mucho esfuerzo para asegurarse que contenga la mayor cantidad posible de información útil. ¡Disfrútalo!

Capítulo 1: Somos animales sociales

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Como dijo Aristóteles, los humanos somos animales sociales. Esta fue la primera idea con la que me encontré cuando inicié mi viaje para convertirme en un mejor jugador social y mejorar mis habilidades sociales. Sin embargo, una pregunta seguía surgiendo en mi cabeza: si de verdad somos animales sociales, ¿por qué a tantas personas les resulta difícil expresarse sin sonrojarse o temblar? Decidí que la “timidez” no era una respuesta satisfactoria, así que comencé a investigar a profundidad. Descubrí que, con el pasar del tiempo, varios factores pueden justificar la dificultad en esta área; aquí están las más comunes:

1 El aprendizaje inadecuado de habilidades sociales puede ser determinado por la imposibilidad de observar a los adultos que nos rodean – apenas suficiente y por períodos de tiempo prolongados – o quienes nos rodean y le dan forma a nuestra educación también tienen dificultad para enfrentar situaciones sociales. ¿Por qué afecta esto? Pues debido a que aprendemos al imitar a los demás, y si no tenemos ejemplos prácticos, tampoco tenemos manera de obtener esa práctica social.

1 Falta de apoyo positivo de nuestro alrededor. Esto puede estar vinculado con la falta de contacto social aceptable y retroalimentación positiva necesaria para el desarrollo y consolidación de las habilidades sociales.

1 Un síntoma caracterizado por la ansiedad social que puede alcanzar tal intensidad que puede impedir a la persona usar todas o algunas de sus habilidades. Este es el por qué tener problemas sociales no corresponde con ser ignorante o no tener nada que decir. Hay algo ahí, pero solamente es difícil dejarlo salir.

1 La presencia de efectos secundarios de drogas que vuelven difícil abordar situaciones sociales. De hecho, aunque la mayoría de personas piensen que el alcohol les ayuda a ser mejores jugadores sociales, es un efecto que no dura demasiado tiempo. Puede que sea verdad que el beber vuelve a quien sea más sociable, pero también es verdad que la inseguridad aumenta luego que se disipa el efecto del alcohol. Fuertemente recomiendo mantenerse alejado del alcohol y las drogas, especialmente cuando se trabaja en las habilidades sociales.

Llegado a este punto me preguntaba: ¿Qué puedo hacer para mejorar mis habilidades sociales? Sabía que había una manera, tan solo no la había encontrado; pero entonces algo cambió.

Comencé a tomar cursos sobre cómo salir con mujeres y para conocer a más personas. Día tras día, mes tras mes. Comencé a notar el progreso y pronto me convertí en un mejor jugador social. En los siguientes capítulos discutiré las principales estrategias que empleé para transformarme en quien soy ahora.

Capítulo 2: ¿Qué son las habilidades sociales?

Las habilidades sociales son aquellas habilidades que usamos en nuestro día a día para comunicarnos e interactuar con otras personas, ya sea individualmente o en grupos.

Las personas con mejores habilidades sociales suelen tener más éxito tanto en su vida profesional como personal, gracias a que se desenvuelven bien en un equipo y son capaces de comunicarse eficazmente con los demás. Después de haber sufrido de ansiedad social, sé que duele, pero es la verdad.

Una persona (o lector o lectora) con buen manejo de estas habilidades es básicamente un excelente comunicador.

Las habilidades sociales son la cúspide de otra dimensión de la inteligencia emocional; pueden mover a las personas para que vayan en una dirección deseada, con la fuerte percepción que las cosas importantes no se hacen individualmente, sino que el esfuerzo en equipo es esencial.

Lo que descubrí es que las habilidades sociales se pueden dividir en dos grupos:

1 las habilidades que influencian a las personas, tal como la influencia, comunicación, resolución de conflictos, inspiración y el cambio;

1 las habilidades que crean colaboración, tal como el conocimiento para crear vínculos, cooperación y saber cómo trabajar en un equipo.

Nunca es demasiado tarde para mejorar tus habilidades sociales (yo comencé a los 40 años). El primer paso examinarte a ti mismo de forma honesta y admitir que necesitas mejorar tus áreas deficientes.

Descubramos algunos consejos que te ayudarán con eso.

Capítulo 3: Nueve estrategias para mejorar tus habilidades sociales

Durante mi investigación descubrí que básicamente existían nueve estrategias que las personas exitosas emplearon para ser mejores jugadores sociales; comencé a practicarlas todas, una tras otra. Soy un creedor acérrimo de que cualquiera puede convertirse en un buen actor social, pero solo si es guiado correctamente. Incluso si al principio parece una lucha, una vez que comienzas a ver cambios en todos los aspectos de tu vida, una fuerte motivación hará efecto y te impulsará a seguir. De hecho, descubrí que hay una relación relevante entre la habilidad para socializar y el éxito en otros ámbitos de la vida. Por ejemplo, buenas habilidades sociales vuelven simple el influenciar a las personas y hacer nuevos amigos, forjar relaciones fuertes y duraderas, y ascender en la escalera corporativa.

Si sientes, o sabes, que no eres una persona demasiado social, entonces es esencial estudiar cómo construir este aspecto de tu carácter. Aquí te presento las nueve estrategias que te ayudarán a comenzar en este viaje.

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1. Aprende a escuchar

Las personas suelen centrarse en ellas mismas, y gracias a esto, muchas de esas personas están acostumbradas a no permitir que la otra persona tenga su turno para hablar. Esto puede resultar en una situación frustrante, donde el otro interlocutor te percibe como grosero.

Yo también lo he hecho, y puede que lo haga de nuevo en el futuro, pero desde que comencé a intentar concentrar mi atención en la otra persona, olvidándome de mí mismo y siendo capaz de entender mejor lo que la otra persona dice, o quiere decir, todo empezó a cambiar a mejor. De repente era capaz de dar mejores consejos, de disfrutar mucho más de las conversaciones, y de construir relaciones más sólidas. Un truco que usaba era mirar hacia la boca de la otra persona; de este modo concentraba toda mi energía hacia el lugar de donde provenía su voz. Esto me permitía ignorar cualquier distracción y comprender mejor su punto de vista. Es una excelente práctica que recomiendo intentar.

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2. Muestra interés honesto en la otra persona

Si comienzas a poner más atención en la otra persona, es natural que se te perciba como un mejor individuo; es más, esto te permitirá ser un mejor oyente, ya que te dará una mejor percepción de los sentimientos y puntos de vista de la otra persona.

Solamente el abrir tu corazón y escuchar honestamente a lo que otros individuos quieren decirte te permitirá descubrir que todos tienen algo interesante que decir. Con frecuencia somos quisquillosos sobre los temas de los que disfrutamos hablar y los que evitamos tocar en una conversación cotidiana; sin embargo, al confrontar esos temas puedes estar seguro que mejorarás tus habilidades sociales.

No comprendí bien esta táctica la primera vez que aprendí de su existencia. De hecho, la mayoría de las personas muestran interés falso hacia otros, lo cual no lleva muy lejos. Solo al preocuparte sinceramente por otros podrás convertirte en un mejor oyente. Claro, no puedes preocuparte por todos de la misma manera, así que empieza por conocer personas con tus mismos intereses: esto hará que la práctica sea más fácil.

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3. Trata a los demás de la forma cómo te gustaría que te trataran

La ley de la reciprocidad es una expresión paradigmática de cómo trabaja el mundo. De hecho, el modo en el que tratas a alguien más será el modo en el que estará obligado a tratarte. El karma puede tomar algún tiempo en llegar, pero ten por seguro que recibirás tu recompensa por tus buenas acciones. Además, ser gentil es un increíble impacto social en otras personas.

“Ser uno con” es uno de los aspectos más importantes cuando nos referimos a habilidades sociales; solo al estar en harmonía con todo lo que haces hará que seas un mejor jugador social.

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4. Mantén una actitud positiva

Tener una actitud positiva es una decisión, no una coincidencia. De hecho, puede que hayas notado que hay personas que siempre están tranquilas, mientras que otros tienden a quedarse estancados en situaciones. Puede que no seas capaz de hacerlo todo el tiempo, pero el tener una actitud positiva es algo que puede ser aprendido e “instalado” en tu sistema mental. A todos les gustan las personas positivas, así que no por alto esta importante característica social. Cuando un problema surge, antes de enfocarte en lo malo, si has practicado bien, comenzarás a ver oportunidades y lo bueno en cada persona o situación.

Obviamente esto no significa que debas evadir conversaciones difíciles o ignorar problemas cuando las personas hablan de ello; sin embargo, puedes influenciar el curso de la conversación al compartir puntos de vista positivos y ayudando a otros a que no se rindan. Al hacer esto te convertirás en “el sujeto positivo”, el cual es un fabuloso rol social que desempeñar.

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5. Guarda silencio y habla menos

En un inicio, cuando trataba de mejorar mis habilidades sociales, pensé que tenía que hablar todo el tiempo, para así poder practicar. Sin embargo, descubrí que hay ciertas ventajas interesantes en ser una persona callada. Por ejemplo, guardar silencio es un grandioso modo de pulir tus habilidades como oyente y evitar peleas innecesarias que puedan surgir si criticas a la otra persona (aun si fue sin intención). Es recomendable, especialmente si se abarca un tema del que no conozcas mucho, dejar que la otra persona lidere la conversación y tú solo sigas el flujo, aportando comentarios apropiados y valiosos de vez en cuando.

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6. Comunica más que solo palabras

Para convertirte en un mejor comunicador, tienes que mejorar el modo en que dices algo, poniendo emoción física y pasión real en tus palabras.

Como dije antes, tu actitud puede afectar físicamente a tu cuerpo, haciéndote ver más abierto o cerrado, dependiendo de tus emociones. Por ejemplo, si te sientes calmado y abierto, tu cuerpo lo expresará y viceversa. Cuando escuchas, puedes mantener contacto visual con el otro interlocutor para transmitir la sensación que de verdad lo estás escuchando.

Aprender y comprender lenguaje corporal es una herramienta excepcional en tu arsenal, y una que te animo a desarrollar.

7. Rompe el hielo eficazmente

Cuando conoces a una persona por primera vez, te sugiero que comiences con un tema genérico en vez de uno personal. Puedes hablar de eventos actuales, sobre el clima, incluso un cumplido. Conversar no siempre es fácil; de hecho, puede ser que entres en pánico y no sepas qué decir. Aquí hay algunas ideas prácticas que me han ayudado a mí en varias situaciones:

• “Me gusta tu gorra, ¿dónde la compraste?”

• “Vaya que el clima está terrible, ¿qué crees que esté sucediendo?”

• “Pero que buena vista, ¿no estás de acuerdo?”

• “Estas clases ciertamente son interesantes, ¿no lo crees?”

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1 Encuentra maneras de prolongar la conversación

Después de romper el hielo con temas generales, como eventos actuales o el clima, intenta un poco con temas más personales; pregunta sobre su familia, su trabajo o ideas personales que puedan estimular el diálogo. Recuerda que se necesitan dos personas en una conversación, así que no hables demasiado o muy poco. Has preguntas abiertas en vez de cerradas, por ejemplo, las que comienzan con “¿Qué?”, “¿Cómo?”, y “¿Por qué?”. Aquí hay algunas ideas para estimular una conversación:

• “Así que, ¿de qué trabajas?”

• “Cuéntame un poco más sobre tu familia”.

• “¿Cómo conociste a tu casera?”

• “¿Hace cuánto asistes a X lugar? / ¿Prácticas X actividad?”

Al hacer preguntas permites que la otra persona “haga el trabajo”, mientras que tú puedes practicar tu escucha activa (¿recuerdas la estrategia número uno?).

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9. Evita los temas delicados con extraños

Al principio pensaba que al hablar de “temas fuertes” me verían como a alguien inteligente; sin embargo, llegué a escuchar que al romper el hielo con alguien que no conoces bien, lo mejor es evitar ciertos asuntos, tales como debates sobre religión, preferencia política, raza u orientación sexual. Por ejemplo:

• Puedes hacer una pregunta general sobre las elecciones, pero se considera inapropiado preguntarle a alguien por quien votará.

• Puedes hacer una pregunta genérica sobre la religión de una persona, pero no hay necesidad de profundizar en la postura que una religión tiene en asuntos como el sexo.

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Estas son las nueve estrategias que me permitieron trabajar en mis habilidades sociales y convertirme en un mejor comunicador. Como dije antes, la práctica es el secreto; involúcrate en situaciones sociales y empieza a emplear estas estrategias. Te sorprenderás con el rápido progreso que serás capaz de lograr.

PARTE II

Mejora Tus Habilidades Interpersonales

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