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C
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Pequeños geniecillos de la mitología griega, que suelen representarse prestando ayuda a Hefesto. Para algunos, eran sus hijos y poseían su misma habilidad para forjar armas y trabajar todos los metales. Eran también, al parecer, genios marinos, que desencadenaban y calmaban las tempestades. Posiblemente fueron también divinidades de los nacimientos, que contribuyeron al desarrollo del género humano en sus comienzos. En cualquier caso, su culto se remonta a los tiempos más remotos y estaba difundido también por diversos lugares de la Italia meridional. En Samotracia se creía que custodiaban los misterios de la fecundación. Durante sus fiestas, el iniciado se sometía a terribles pruebas, luego se le revestía con vestiduras suntuosas, después se le colocaba sobre un trono con una corona de ramas de olivo en la cabeza y un cinturón de púrpura, mientras se ejecutaban ante él danzas rituales y propiciatorias.
CACA
Antigua divinidad romana del fuego que, como Vesta, tenía un templo en Roma. Con ella está relacionado Caco, considerado también como divinidad del fuego.
CACO
Gigante mítico, considerado hijo de Hefesto, que habitaba en las grutas del Aventino y vivía de la rapiña. Al pasar un día Heracles por aquellos parajes con su rebaño, Caco le robó algunas cabezas de ganado, cuatro toros y cuatro terneras, y los ocultó en su propia cueva, arrastrándolos por la cola para que sus huellas indicasen una dirección falsa. Sin embargo, una de las terneras mugió y Heracles se dio cuenta del hurto. Enfurecido, empuñó la clava y, penetrando por la fuerza en la guarida del monstruo, lo mató. Virgilio en el libro VIII de la Eneida rememora este episodio. En agradecimiento a Zeus, que le hizo descubrir el engaño, Heracles levantó un altar en aquel mismo lugar e inmoló dos de los toros recuperados. Los latinos rindieron a Heracles un culto especial por haberles liberado de las rapiñas de Caco. Según algunos, Caco fue considerado como divinidad del fuego, porque vomitaba llamas y humo, y está relacionado con Caca. Del nombre de este ladrón mitológico deriva nuestro vocablo caco («ladrón»).
CADMO
REYES DE TEBAS HASTA LA GUERRA DE TROYA
CADMO
PENTEO
POLIDORO
NICTEO
LÁBDACO
LICO
ANFIÓN Y ZETOS
LAYO
EDIPO
ETEOCLES
CREONTE
LAOMEDONTE
TERSANDRO
Mítico fundador de Tebas, hijo de Agenor, rey de los fenicios, y hermano de Europa; cuando esta fue raptada por Zeus transformado en toro, el padre de Cadmo le encargó que la recuperase, bajo pena de exilio. Al final, desesperando de triunfar por sí solo en la empresa, se decidió a consultar al oráculo de Delfos, que le indujo a suspender la infructuosa búsqueda para seguir, en cambio, a una ternera que tenía como distintivo una mancha en el costado en forma de medio lunar y fundar una ciudad en el lugar donde el animal se detuviese. Encontró a la novilla en Fócida y la siguió hasta Beocia; al fin, esta se dejó caer exhausta al suelo en el lugar donde debía alzarse la ciudad de Tebas. En las cercanías se encontraba una fuente consagrada a Ares y custodiada por un terrible dragón. Cadmo envió a sus compañeros a buscar agua para las libaciones y para ofrecer un sacrificio a Zeus en acción de gracias, pero el dragón los mató. Preocupado por su tardanza, Cadmo fue a ver qué ocurría y después de entablar una furiosa lucha con el guardián de la fuente, consiguió vencerlo y matarlo. Por consejo de Atenea, sembró entonces los dientes del dragón, de los que surgió una multitud de guerreros, que empezaron a luchar entre sí, matándose unos a otros. Quedaron sólo cinco supervivientes: Equión, Udeo, Ctonio, Peloro e Hiperenor, que ayudaron a Cadmo en la creación de la ciudad, convirtiéndose en fundadores de las más nobles familias tebanas. Estos cinco guerreros fueron llamados, a causa de su nacimiento, Espartoi («los sembrados»). Para purificarse de la muerte del dragón, Cadmo tuvo que servir a Ares como esclavo por espacio de siete años. Al terminar dicho periodo, Ares lo liberó y le dio por esposa a su hija Harmonía, nacida de Afrodita. Tuvieron cuatro hijas, Autónoe, Ino, Sémele y Ágave, y un hijo varón, Polidoro, padre de Lábdaco. Hacia el final de su vida, Cadmo y Harmonía, fatigados a causa de las muchas desgracias acaecidas a su familia, abandonaron Tebas y se retiraron a Iliria, donde Cadmo reinó durante algunos años. Más tarde fueron transformados en serpientes por Zeus y con esta forma se vieron acogidos en los Campos Elíseos. A Cadmo se le atribuye el haber importado el alfabeto de Fenicia a Grecia.
CADUCEO
Símbolo que consistía en una varita de laurel o mirto, con alas en la parte superior y con dos serpientes enroscadas. Además de ser el símbolo del Hermes griego – que separó con su bastón a dos serpientes que luchaban entre sí–, de la prosperidad y de la paz, fue también la enseña de los heraldos y pregoneros, y además el símbolo de la salud.
Todavía en la actualidad, en las farmacias se puede comprobar la vigencia de este emblema.
CALAIS
Boréada («hijo del viento Bóreas»). Según una tradición, este, uno de los vientos más poderosos y venerados, raptó en cierta correría a Oritía, hija de Erecteo, que quedó embarazada de dos gemelos, Calais y Zetes.
Encontramos a estas dos divinidades menores en la empresa de los Argonautas.
CALCANTE
Célebre adivino y sacerdote, hijo de Testor, que acompañó la expedición griega a Troya. Entre sus predicciones más célebres figura la que hizo antes de que zarpasen las naves, pues reveló que los vientos no serían favorables hasta que se sacrificase a Ifigenia, hija de Agamenón. Predijo, además, que el asedio duraría diez años. Interrogado sobre las causas de la terrible epidemia de peste que diezmaba el ejército griego, reveló que se trataba de un castigo de Apolo y que cesaría cuando Agamenón restituyese la esclava Criseida al dios.
El destino había dispuesto que moriría cuando apareciese un adivino mejor que él. Compitió con Mopso en la interpretación de enigmas y, al verse derrotado, se suicidó a causa del dolor y de la envidia.
CALCÍOPE
Hija de Eetes, rey de la Cólquida, e Idía, se casó con Frixo, cuando este se retiró a aquel país después de la aventura del vellocino de oro.
CALCO
Rey de los daunos y enamorado de la maga Circe. Esta, cansada de escuchar los requerimientos amorosos de Calco, y enamorada a su vez de Ulises, transformó al rey en un puerco.
CALIDÓN
Antigua ciudad de Etolia, cerca del río Emeno, frente a la entrada del puerto de Corinto.
El nombre de la ciudad va unido a la leyenda de Meleagro y el jabalí de Calidón.
CALIDÓN, JABALÍ DE
Enorme jabalí de ferocidad inaudita, al que la diosa Ártemis envió a devastar los campos y bosques próximos a la ciudad de Calidón, en Etolia, donde reinaba Oineo. El castigo se debía a que un año este se olvidó de ofrecer a la diosa las primicias de la cosecha que le correspondían.
La caza del famoso jabalí de Calidón reunió a los más valerosos héroes griegos, entre ellos a Meleagro, que tuvo el honor de matar a la fiera, después de que la bella Atalanta la hubiera herido en un primer momento.
CALÍNICOS
Epíteto de Heracles, «el de la hermosa victoria».
CALÍOPE
Una de las nueve Musas, hija de Zeus y Mnemósine, madre de Orfeo y de las Sirenas. Alentaba la poesía épica y elegíaca. Su nombre significa «la de hermosa voz» y se representaba como una joven coronada de laurel, con una pluma en la mano derecha y un poema en la izquierda.
Se conservan célebres estatuas griegas que representan a Calíope en el Museo Clementino de Roma, así como en Nápoles, Madrid y Berlín.
CALIPSO
Calipso y Ulises
Según Hesíodo es una de las Oceánidas, hijas de Océano y de Tetis, y según Homero, una de las Atlántides, es decir, hijas de Atlante.
Su figura fascina en el relato de la Odisea. Cuando Ulises, empujado por las olas, desembarcó en la isla de Ogigia, donde Calipso habitaba solitaria, esta se enamoró profundamente de él. Quería hacerlo su esposo para tenerlo siempre consigo. Ulises, al principio, cedió a sus seducciones, exhausto por las fatigas de su peregrinar, encontrando consuelo y aliento en la dulce ninfa. Sin embargo, el amor a su querida patria, y el recuerdo de Penélope y de sus amados familiares eran demasiado fuertes, y empezó a suspirar de nostalgia. Ni siquiera la promesa de convertirse en inmortal le disuadió de su propósito de regresar a su país. No obstante, su deseo resultó irrealizable durante mucho tiempo y tuvo que permanecer en la isla durante siete largos años. Por último, los dioses se conmovieron ante sus plegarias y súplicas, enviando a Hermes para que ordenase a Calipso dejar partir al héroe; la ninfa se vio obligada a obedecer, aunque atormentada por el dolor. Ulises le dio dos hijos: Nausínoo y Nausítoo.
CALÍRROE
1. Hija de Océano, esposa de Crisaor y madre de Gerión, el famoso monstruo de tres cuerpos, contra quien se enfrentó Heracles durante una de sus legendarias empresas.
2. Hija de Icamandro, fue esposa de Tros y, por lo tanto, la fundadora de la estirpe troyana. Dio a luz a Asáraco, Ganimedes e Ilo. Este último fundó la ciudad de Ilión o Troya, inmortalizada por el poeta Homero en su Ilíada.
CALISTO
Hija del rey de Arcadia, Licaón, fue una de las ninfas del séquito de Ártemis y la más querida entre las favoritas de la diosa. Zeus, enamorado de ella, recurrió para seducirla a una estratagema; adoptó la figura de la diosa de la caza y se unió a la ninfa, que dio a luz a un hijo, llamado Arcade. Cuando Ártemis se dio cuenta de que Calisto había quebrantado el voto de virginidad, la expulsó. Sin embargo, intervino también la celosa Hera, que transformó a la ninfa en osa. Así comenzó a vagar por los bosques y un día se encontró con su hijo Arcade, convertido ya en un joven y valiente cazador. Este, por ignorancia, estaba a punto de herir a la madre, quien, al reconocerlo, se había detenido gimiendo; intervino Zeus, que transformó a Arcade en oso y transportó a la madre y al hijo al cielo, donde formaron las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa menor. Hera, que consideraba fallida su venganza, obtuvo del dios del mar Poseidón que no permitiese a estos astros acostarse en el océano al atardecer, condenándolos a permanecer siempre por encima del horizonte como castigo por su pecado. De esta manera, Hera, la esposa de Zeus, se vengó de la infidelidad de su marido, el padre de los dioses.
CAMENAS
Divinidades de las fuentes, veneradas por los romanos; la más celebrada fue la ninfa Egeria. Poseían el don de la profecía y se las suponía amantes del canto. Más tarde fueron identificadas con las ninfas Carméntidas, que formaban el cortejo de Carmenta.
Cuando la mitología griega se propagó por Roma, las ninfas Camenas eran parangonadas con las Musas, a pesar de la evidente diferencia entre el canto de los vaticinios y el poético. En honor de Carmenta celebraban las fiestas Carmentalia, donde se ofrecían sacrificios incruentos.
CAMILA
Heroína itálica, hija de Metabo y de Casmila. Como reina de los volscios, al morir su padre combatió con los latinos del rey Turno contra Eneas y sus compañeros. Fue valerosísima en el campo de batalla, pero, finalmente, cayó muerta ante el troyano Aruntes. Sin embargo, la ninfa Opis, enviada rápidamente por Ártemis, vengó la muerte de Camila, matando a Aruntes con una flecha. El episodio es mencionado por Virgilio en la Eneida, libro XI.
CAMPOS ELÍSEOS
Región ultraterrena pagana, donde habitaban después de la muerte las almas de los bienaventurados y de los justos. Eran imaginados como una gran extensión en la que crecían abundantes asfódelos y otras flores, y reinaba una eterna primavera. Virgilio, en la Eneida, describe el Elíseo, otra denominación con que se designaba a los Campos Elíseos, a los que descendió Eneas, acompañado por la Sibila, para encontrar a su padre Anquises.
CAOS
Una de las divinidades más antiguas de la mitología griega. Constituía la fuerza primigenia e indiferenciada de la cual derivan todas las cosas y también todas las divinidades, supremo y primer origen de todo. En él coexistían las dos caras de las tinieblas, la Noche en la tierra y el Erebo en el subsuelo. Se hallaba relacionado con la idea del «vacío», no el negativo de los físicos y de los poetas, sino el que lo es por desorganización y no por falta de energía eterna; vacío precisamente por ser indiferenciado y, por lo tanto, indefinible, e inalcanzable. Según otra fuente, el Caos engendró al Erebo, al Hado y a la Noche, la cual a su vez alumbró el Éter, luz en su estado puro, fuego indestructible. Sin la intervención de Eros, dios del amor, según la concepción mitológico-filosófica griega, la fuerza primigenia del Caos no hubiese podido dar vida a ninguna otra esencia.
CAPANEO
Uno de los siete reyes que asediaron Tebas. Descendía de Preto. Se dice que inventó la escalera con la cual remontó las murallas de Tebas durante el asalto. Mientras realizaba esta hazaña, llevado por su desmesurado orgullo, osó vanagloriarse de poder resistir incluso los rayos de Zeus y de que ningún poder le impediría conquistar la ciudad. Zeus lo fulminó al instante, derribándolo desde lo alto de las murallas. Su esposa Evadne se arrojó a la hoguera donde ardía el cuerpo de su marido. (Véase el episodio en la Divina comedia, Infierno, canto XIV.)
CAPIS
1. Rey de la estirpe de los Dardánidas. Era hijo de Asáraco y, por lo tanto, sobrino de Ilo y Ganimedes; engendró a Anquises, padre de Eneas.
2. En el libro I de la Eneida se cita a Capis, compañero de Eneas, del cual tomó nombre la ciudad de Capua.
CARDEA
Diosa de los goznes, protectora de los umbrales, era una virgen poseída más tarde por Jano, el dios de las puertas y de los pasadizos, que le regaló el espino con el cual alejaba de los umbrales las influencias malignas y, en particular, los terribles vampiros que iban a chupar la sangre de los niños.
CARIBDIS
Hija de Poseidón y de la Tierra. Robó los bueyes a Heracles, Zeus la castigó con uno de sus rayos y la transformó en un monstruo. Vivió en una roca de la costa siciliana, junto al estrecho de Mesina. Tres veces al día aspiraba las aguas del mar y otras tantas las expulsaba por su inmensa boca. Enfrente se encontraba otro monstruo marino, Escila, por lo que atravesar el estrecho resultaba muy peligroso y temido por todos los navegantes.
CÁRITES (GRACIAS)
Hijas de Zeus y de Hera. Representaban las cualidades y virtudes que hacen amables a los hombres, así como la belleza existente en la naturaleza y en todas las cosas. Según Hesíodo eran tres y se llamaban Aglaia o Aglae, Enfrosine y Talía. Simbolizaban, respectivamente, el esplendor, la alegría y la prosperidad. En Esparta eran tan sólo dos, Cleta y Faena, y también dos en Atenas, Auxo y Hegemone. Dispensadoras de la belleza que alegra la vida, protegían las artes y, a menudo, se las veneraba junto con Apolo y las Musas, con quienes organizaban danzas y coros. Sin embargo, su misión específica consistía en formar parte del séquito de la diosa de la belleza y del amor, Afrodita. Desde los tiempos más antiguos, la sede principal de su culto fue Orcómeno, en Beocia, donde se alzaba un templo a ellas dedicado. Se las veneraba también en Esparta y en Atenas, en la isla de Paros y en otros muchos sitios. Las fiestas celebradas en su honor se llamaban Caritesias y se caracterizaban por la costumbre de organizar certámenes poéticos y musicales. Se representaba a las Cárites como jóvenes bellísimas, llenas de encanto y delicadeza, generalmente desnudas y adornadas tan sólo con guirnaldas de flores. Entre los romanos eran veneradas con el nombre de Gracias y conservaban todos los atributos de las divinidades griegas.
CARMENTA
Según la leyenda, esta ninfa, una de las Camenas, fue esposa, hija o madre de Evandro y profetisa de Arcadia. Antigua divinidad de Lacio, que poseía, como sus compañeras, el don de profecía y que, conocedora del pasado y del futuro, fijaba el destino de los recién nacidos. Las madres la invocaban en el momento del parto, llamándola Antevorta si el niño nacía por la cabeza, y Postvorta cuando lo hacía por los pies. Más tarde se la consideró una doble divinidad y posteriormente triple, confundiéndola con las Parcas. Carmenta tenía en Roma un antiguo altar cerca de la puerta Carmentalis, donde ofrecía sacrificios un sacerdote (flamen). Se celebraban también en su honor dos fiestas, llamadas Carmentalia, una el once de enero y otra el quince del mismo mes; en ambas se ofrecían sacrificios incruentos. La tradición refiere que estas fiestas se instituyeron porque el Senado prohibió que las matronas fuesen transportadas en coche (carpentum) a través de la ciudad y estas se rebelaron, negándose a tener más hijos; las Carmentalia conmemoraban precisamente la reconciliación entre el Senado y las matronas romanas.
Se solía representar a Carmenta con el aspecto de una muchacha jovencita con cabellos sueltos rubios y muy rizados, coronada con una rama de habas y llevando en las manos el símbolo de las profetisas.
CARNA
Divinidad romana, protectora de la salud de los hombres. Carna era invocada también por las madres para proteger la salud de sus hijos. Su fiesta, de carácter meramente popular, tenía lugar el primer día de las calendas de junio. En honor de la diosa se comía tocino y habas, de donde deriva el nombre de Calendas de las habas o fiestas Carnarias.
CARONTE
Hijo de Erebo y de la Noche, vivía en el Hades, donde, como barquero infernal, le correspondía la misión de transportar las almas de los difuntos a la otra orilla del Aqueronte. Era el primer demonio y el primer obstáculo con que estas se encontraban. Representado como un anciano con barba blanca, ojos luminosos y penetrantes, y aspecto sombrío y amenazador, Caronte no dejaba subir a su barca a las almas de aquellos cuyos cuerpos todavía no habían recibido sepultura o no podían pagar el pasaje, cuyo coste era un óbolo. Esta creencia dio origen a la costumbre de meter en la boca del difunto, antes de quemarlo en la hoguera o de enterrarlo, una moneda destinada a Caronte. Sin embargo, se admitía en la barca a los que llevaban una rama de oro para Perséfone. La llevó consigo Eneas cuando descendió al Infierno para visitar a su padre.
La literatura evoca con frecuencia a Caronte. Virgilio en la Eneida, libro VI, nos ofrece una descripción magnífica, en la que se inspira, superándola en vigor, Dante, al presentarnos al «Nocchier della livida palude» en el canto III del Infierno. Caronte es recordado también por el poeta griego Luciano, por los latinos Séneca y Estacio, y más tarde por Boccaccio, Tassoni y Alfonso de Valdés.
CARPO
Una de las Horas. Simbolizaba la germinación otoñal.
CASANDRA
Casandra y Áyax
Hija de Príamo y de Hécuba, profetisa troyana. Amada por Apolo, a quien no correspondió, se atrajo el resentimiento y la venganza del dios. Para seducirla, este le concedió el don de la profecía, pero cuando Casandra se negó a unirse con él, hizo que no fuese creída. Así se reían de sus predicciones sobre las terribles desdichas de Troya, y no la tomaron en consideración. Impotente, vio aproximarse la destrucción de su ciudad. En vano intentó por todos los medios que no dejasen penetrar en el interior de las murallas el caballo de madera. De nuevo la hicieron callar. Después de la ocupación de Troya, durante la cual fue forzada por Áyax de Oileo en el templo de Atenea, Agamenón la condujo a Argos como esclava, siendo víctima de la matanza llevada a cabo por Clitemnestra cuando asesinó a su marido.
CASIOPEA
1. Esposa de Cefeo, rey de Etiopía, y madre de Andrómeda, la bellísima muchacha salvada por Perseo del terrible monstruo. De ella tomó nombre la constelación boreal.
2. Mujer de Enero y madre de Tideo.
CASTALIA
Célebre fuente del monte Parnaso entre Beocia y Fócida, consagrada especialmente a Apolo y a las Musas. La fuente se encontraba a poca distancia del celebérrimo santuario de Apolo en Delfos. Antes de consultar al oráculo, la Pitia tenía que llevar a cabo algunas abluciones especiales en la fuente de Castalia a fin de purificarse para poder acercarse al dios e interpretar su voluntad.
CÁSTOR
Uno de los Dioscuros, era hermano gemelo de Pólux.
CATARSIS
La catarsis (término griego que significa «purificación») era una condición indispensable para el vaticinio; en muchos oráculos se preceptuaba que los sacerdotes, antes de entrar en contacto con la divinidad, se lavasen, ayunasen y se untasen con aceites perfumados; se necesitaba, además, una auténtica preparación espiritual para prepararse a recibir el mensaje divino (véase Oráculo).
CATREO
Rey de Creta, hijo de Minos y de Pasífae, sucedió a su padre en el trono de la isla. Tuvo tres hijas, una de las cuales, Erope, se casó dos veces, primero con Plístenes y luego con Atreo, con quien tuvo dos hijos: Menelao y Agamenón. Casada con Nauplio, dio a luz a Éaco y a Palamedes. De acuerdo con la sentencia de un oráculo, Catreo murió a manos de su único hijo varón, Altemenes.
CÉCROPE
Primer rey de Ática. Según las más antiguas tradiciones mitológicas, Cécrope, como fundador de la estirpe, nació directamente de la tierra. Con frecuencia se le representaba con figura humana en la parte superior del cuerpo y de serpiente en la parte inferior. Según tradiciones más recientes, llegó procedente de Egipto, y concretamente de Sais, una ciudad del actual Sudán. En todo caso, las fuentes concuerdan en considerarle el primer rey, el primer legislador y el primer sacerdote. Se le atribuye la construcción de Atenas, llamada también Cecropia; introdujo los antiquísimos cultos de Zeus Hypatos y de Atenea Políade. Durante la famosa disputa entre Atenea y Poseidón por la posesión de Ática, se inclinó a favor de la diosa de la sabiduría, contribuyendo a su victoria. Esta leyenda tiene una interpretación naturalística. En Ática la estación más favorable a los cultivos era la seca, que hacía posible cultivar el olivo; Poseidón, dios de los mares, era, en cambio, protector de la estación húmeda, perjudicial para los atenienses si se prolongaba demasiado. Podemos dar también una interpretación naturalística al hecho de que Cécrope tuviese tres hijas, Herse, Aglauro y Pándroso, cuyos nombres unidos significan rocío, muy benéfico para la tierra durante la estación seca. Teniendo en cuenta esta interpretación, se comprende que se le atribuyera el cultivo del olivo y la elaboración del aceite.
REYES DE ÁTICA HASTA LA GUERRA DE TROYA
CÉCROPE
CRÁNAO
ANFICTIÓN
ERICTONIO
PANDIÓN
ERECTEO
CÉCROPE II
PANDIÓN II
EGEO
TESEO
MENESTEO
CÉFALO
Valeroso cazador, Céfalo era hijo de Hermes y muy feliz en su matrimonio con Procris, hija de Erecteo, y bastante hábil también en el lanzamiento de la jabalina. Sin embargo, Eos se enamoró de él y trató de infundirle celos. Sugestionado por sus insinuaciones, Céfalo se disfrazó de hombre rico y cortejó a su mujer, que cedió a sus requerimientos sin reconocerlo. Avergonzada, la infeliz Procris huyó a Creta, donde pasó a formar parte del séquito de Ártemis, pero Céfalo, arrepentido de haberle tendido aquel vil engaño, la buscó por los bosques de la isla. Encontró a su esposa sin reconocerla y se enamoró perdidamente; Procris no quería continuar el engaño y le reveló su verdadera identidad, dejándolo confundido y humillado, tal como se había sentido ella anteriormente. Sin embargo, Eros hizo que se reconciliasen; así queda interrumpida la fábula mitológica. Otra versión nos da un desenlace más amargo, según el cual su turbulenta pasión les ocasionó la muerte. La celosa Procris, escondida en un matorral, espiaba a Céfalo mientras cazaba. Cuando este oyó el crujido de las hojas, creyó que allí se ocultaba un jabalí o un ciervo y, arrojando con violencia su lanza, mató a su amada. El enamorado no pudo sobrevivir; enloquecido de dolor, anduvo errante por tierras extranjeras, hasta que se arrojó al mar desde el promontorio de Leuca. Según algunos autores, se retiró a una isla que de él tomó el nombre de Cefalenia (actualmente Cefalonia).
CEFEO
Rey de Etiopía, estaba casado con Casiopea y tenía una hija muy hermosa llamada Andrómeda, que Perseo salvó cuando estaba a punto de ser sacrificada a Poseidón; luego se casó con ella. Cefeo participó en la expedición de los Argonautas y regresó de ella. Después de su muerte, subió al cielo, transformándose en una constelación, al igual que su esposa Casiopea, su hija Andrómeda y también su yerno Perseo. Como rey de Tegea, ayudó a Heracles en una de sus numerosas guerras. El héroe tuvo amores con su bella hija Auge, que le dio un vástago, Télefo, el cual llegó a ser rey de Misia y luchó contra los griegos en Troya. Herido por la lanza de Aquiles, sanó con el óxido de la misma lanza.
En astronomía, esta constelación boreal que se halla situada cerca de la Osa Menor da nombre a un tipo de estrellas, las llamadas cefeidas.
CÉFIRO
Hijo de Eos y de Astreo, era la divinidad del viento de Poniente. Se le veneraba como divinidad benéfica, ya que a su soplo mutaban los meses. Los latinos le llamaban Favonius, porque anunciaba la primavera.
CEFISO
Divinidad fluvial. Es conocido en el mundo mitológico, principalmente, por haber engendrado a Narciso.
CEIX
Hijo de Héspero y de la ninfa Filónide, tuvo por esposa a la bella Alcíone. En un acto de soberbia osó parangonarse a sí mismo con Zeus y a Alcíone con Hera. La venganza de los dioses ofendidos no tardó en llegar; él y su esposa fueron transformados en ruidosas gaviotas.
CELENO
Una de las Arpías.
CÉLEO
Rey de Eleusis en Ática; acogió con benevolencia a Deméter cuando la diosa iba desesperada en busca de su hija Perséfone. Agradecida a Céleo por su hospitalidad, la diosa eligió a Eleusis como sede principal de su culto, escogiendo al propio rey y a sus hijos como sus sacerdotes.
CENEO
Héroe de la tribu salvaje de los Lapitas. Participó en la expedición de los Argonautas, en la caza del jabalí de Calidón, y en la lucha entre Lapitas y Centauros. Había nacido hembra y fue transformado en varón por Poseidón, que le hizo invulnerable a los golpes de espada, por lo que los Centauros no consiguieron matarlo. Cuenta la leyenda que, para acabar con él, estos tuvieron que enterrarlo bajo un montón de árboles. Quedó transformado en pájaro.
CENTAUROMAQUIA
Véase Centauros.
CENTAUROS
Descendientes de Ixión y de Néfele, la nube a la cual Zeus hizo tomar la figura de Hera. De esta unión nació Centauro, el cual, uniéndose con algunas yeguas, las tan célebres de Magnesia, engendró a los Centauros, medio hombres y medio caballos. Estos son una transfiguración mítica de los salvajes habitantes de Tesalia, muy expertos en el arte de cabalgar, hasta el punto de que la fantasía popular los imaginó como seres con busto de hombre y cuerpo equino, que hablaban en vez de relinchar y galopaban en vez de caminar. Aunque Homero no los conociese en este aspecto, habló de ellos como de hombres bárbaros y rudos, de tupidas y largas cabelleras. Aproximadamente en la época de Píndaro entraron con su forma peculiar en la tradición legendaria de Tesalia. Eran feroces, aficionados al vino y expertísimos en el uso del arco y de la clava. Habiendo sido invitados a las nupcias de Pirítoo, rey de los Lapitas, con Hipodamía, uno de ellos, Euribión, embriagado, intentó raptar a la novia empleando la violencia. Se desencadenó una lucha furiosa, recordada con el nombre de centauromaquia, en la que los Centauros llevaron las de perder.
Intervinieron en favor de los Lapitas, Teseo y Néstor, amigos de Pirítoo. Los Centauros tuvieron que huir del lugar donde habitaban, las selvas del Pelión, refugiándose en el monte Pindo. Fueron expulsados definitivamente de Tesalia por Heracles. La centauromaquia viene a simbolizar la lucha entre la civilización griega y la barbarie que todavía subsistía en algunas poblaciones. En efecto, más tarde los Centauros fueron representados, como Quirón, más amables y pacíficos por haber entrado en contacto con dicha civilización. Se les consideró como Genios y, junto con los Sátiros y los Silenos, formaban el séquito de Dioniso, cuyo carro acompañaban tocando el cuerno o la lira.
La centauromaquia llegó a ser un motivo escultórico ornamental frecuente en los monumentos griegos. Entre las obras más famosas, figura la del frontón occidental del templo de Zeus en Olimpia, obra al parecer de Alcamene.
CENTÍMANOS
Otro nombre con que se designaba a los Hecatonquiros.
CEO
Divinidad primitiva, nacida de la unión de Urano y de Gea, que representaba el polo celeste.
CERBERO
Hijo de Tifón y de Equidna. Mítico monstruo, perro inmundo rodeado de serpientes, con tres cabezas y tres bocas que emitían continuos y terribles ladridos, aterrorizando y ensordeciendo a las almas de los difuntos. Era, en realidad, el guardián de la entrada de los Infiernos y despedazaba al que intentaba salir. Fue encadenado por Heracles, que lo llevó a la tierra devolviéndolo enseguida a su primitiva procedencia. Orfeo lo amansó con su dulce música, y consiguió así penetrar en los Infiernos y llevarse a Eurídice. Eneas, que también descendió al Hades, después de atravesar la laguna se detuvo ante Cerbero, pero la Sibila aplacó y adormeció al monstruo de las triples fauces dándole a beber un brebaje encantado (Virgilio, Eneida, libro VI).
Dante nos presenta a Cerbero como guardián del tercer círculo del Infierno y cruel atormentador de los golosos allí castigados.
CERCIÓN
Véase Sinis.
CERES
Véase Deméter.
CETO
Divinidad marina, que representa la extensión de las aguas. Esposa de Forcis e hija de Nereo.
CHIPRE
La mayor de las islas del Mediterráneo oriental, de costas altas y escarpadas. Se caracteriza por dos cadenas montañosas, separadas entre sí por la llanura de Mesaria.
Fue colonizada por fenicios y griegos. Centro del culto tributado a Afrodita, llamada por lo mismo Ciprina, pasó a ser más tarde provincia romana.
CIBELES
Divinidad frigia, símbolo de la fecundidad de la tierra. Los griegos y los romanos la veneraron como la Gran Madre (véase Rea Cibeles).
CÍCLADAS
Islas del Egeo. Se llamaban así porque formaban un círculo en torno a la famosa isla de Delos.
CÍCLOPES
Monstruos fabulosos de la mitología griega, cuyo nombre se debe a que te nían un solo ojo, redondo, en medio de la frente. Eran seres gigantescos, hijos de Urano y de Gea, o, según otras versiones, de Poseidón y Anfítrite. Hesíodo en su Teogonía menciona a tres: Brontes, Estéropes y Arges, personificación de fenómenos atmosféricos como el trueno, el relámpago y el rayo. Otras versiones añaden también a Piracmón. Fabricaban las flechas utilizadas por Zeus para castigar a los mortales o a todo aquel que lo ofendiese. Zeus recurrió a los Cíclopes por primera vez durante la lucha contra los Titanes. Tras colocar sobre el yunque brillantes lingotes de cobre ardiente, los gigantes forjaron con terribles y poderosos golpes, para el rey de los dioses, las fulgurantes armas que debían sembrar la confusión entre sus enemigos, concediéndole la victoria. Como herreros, los Cíclopes eran ayudantes de Hefesto, y su taller se suponía situado generalmente en el Etna, en las islas Lípari o en los Escollos de los Cíclopes, al norte de Catania. Según algunas leyendas los Cíclopes construyeron las colosales murallas de algunas ciudades de la Argólida, llamadas precisamente murallas ciclópeas por su grandiosidad. Los mató Apolo, que quería vengar a su hijo Asclepio, porque ellos habían facilitado a Zeus el rayo que le ocasionó la muerte.
Inspiraron a Eurípides un drama satírico titulado precisamente El cíclope.
Homero los describe como un pueblo de pastores (véase el episodio de Polifemo en la Odisea).
CICNO
1. Hijo de Ares. Heracles, en una de sus últimas empresas, se enfrentó con él en singular combate junto al golfo de Págasos, en Itone, y el héroe no sólo mató a Cicno (transformado más tarde por Ares en cisne), sino que hirió también al dios de la guerra, que había acudido en socorro de su hijo.
2. Rey de la Tróade, hijo de Poseidón, que se casó con Procleina, con quien tuvo a Tenes y Hemítea. Se le menciona en el ciclo troyano. Envalentonado por su invulnerabilidad ante las armas de los mortales, se opuso al desembarco de los griegos frente a Troya; mató a más de mil hombres, hasta que él mismo halló la muerte a manos de Aquiles, que lo estranguló con la correa de su yelmo. Poseidón, movido por su amor paternal, se compadeció de aquella triste suerte de su hijo y lo transformó en cisne.
CICONES
Pueblo de Tracia, donde Ulises desembarcó durante la primera etapa de su largo peregrinar. Eran gentes inciviles, que no quisieron prestar ayuda a Ulises y sus compañeros, y lucharon contra ellos, siendo derrotados. La noche que siguió a la batalla, atacaron a los de Ítaca mientras dormían. Mataron a setenta y dos de ellos, y Ulises tuvo que huir de la inhóspita región.
CICREO
Rey de Salamina. Era hijo de Poseidón y acogió a Telamón, hermano de Peleo, que huía de Egina. Le dio por esposa a su hija Glauca y le cedió el reino. De Telamón y Glauca nació el famoso héroe griego Áyax.
CÍDIPE
Muchacha ateniense que, al hallarse un día en el templo de Ártemis, recibió como regalo de su enamorado Aconcio una manzana en la que estaban inscritas las palabras: «Juro que me casaré con Aconcio». Cídipe, al leer la frase en presencia de la diosa, se vio atada por un juramento involuntario. Sin embargo, la muchacha no se preocupó, tiró la manzana y olvidó lo sucedido. Poco después, enfermó, y el oráculo, al ser interrogado, respondió que Ártemis castigaba a Cídipe por no cumplir su juramento. Para sanar, la muchacha tuvo que acceder al matrimonio.
CILICIA
Circe y Ulises
Región de las costas del Asia Menor, la actual Turquía, al occidente de Siria. Su nombre deriva de Cílice, uno de los hermanos de Cadmo, que se estableció allí.
CÍNIRAS
Rey de Chipre, hijo de Apolo y de Pafos. En honor de su madre fundó la ciudad de dicho nombre. Una leyenda dice que su hija Mirra se enamoró de él y que de dicha unión nació Adonis. Cíniras, al reconocer el involuntario incesto, desesperado, se suicidó.
CIPARISO
Bellísimo adolescente amado por Apolo. Por error, mató a la cierva del dios, que lo transformó en ciprés.
CIRCE
Hija de Helios y de la ninfa Perseida, hermana de Eetes, rey de Cólquide, era una famosísima maga. Tuvo que abandonar su patria, expulsada por haber envenenado al rey de los sármatas y cometido otros crímenes. Huyó a Italia, donde se estableció en un palacio encantado en la isla de Eea, posiblemente en el actual promontorio Circeo. Allí continuó ejerciendo el arte de la magia. Celosa de Glauco, envenenó las aguas donde solía bañarse Escila, hija de Forco y Poseidón, que se transformó de cintura para abajo en un terrible monstruo. Pico, rey de los latinos, la despreció por su esposa Carmenta y la maga lo transformó en el pájaro llamado carpintero. Solía transformar en animales a todos los forasteros que desembarcaban en la isla. Cuando Ulises envió a sus compañeros a explorarla no los vio regresar, ya que Circe los había convertido en puercos. Ulises consiguió escapar del encantamiento por haber ingerido unas hierbas que le hacían invulnerable a cualquier sortilegio y que Hermes le había aconsejado. Después de liberar a todos sus compañeros, Ulises convivió casi un año con la maga, que se había enamorado de él. Leyendas posteriores hacen nacer de esta unión a Telégono, que, llegado a la edad madura, fue en busca de su padre. Ulises no lo reconoció y lo rechazó. Telégono, utilizando como arma el espolón de un pez espada, lo mató.
CIRIS
Nombre del pájaro marino en el que fue transformada Escila, hija de Niso, después de haber causado la muerte de su padre.
CITERÓN
Cadena montañosa de Grecia, que se extiende desde Ática hasta Beocia. En la Antigüedad clásica, el Citerón era famoso por el culto a Dioniso y por las fiestas que allí se organizaban.
CÍZICO
Rey de los doliones. Según la leyenda de los Argonautas, este rey concedió benigna hospitalidad a los intrépidos héroes que acababan de atravesar el Helesponto. Sin embargo, cuando salieron de ese país, por la noche fueron empujados de nuevo hacia la costa por vientos contrarios: al desembarcar por segunda vez no fueron reconocidos por los doliones, que los creyeron invasores. Los dos bandos lucharon entre sí, y en la encarnizada batalla, ganada por los Argonautas, Jasón mató a Cízico.
CLEITO
Esposa de Cízico, rey de los doliones. Cuando este, por una trágica fatalidad murió a manos de los Argonautas, enloqueció de dolor y se suicidó.
Las ninfas del bosque lloraron tanto, que de sus lágrimas nació un manantial al que se dio el nombre de Cleito.
CLEOBIS
Véase Bitón.
CLEOPATRA
1. Esposa de Meleagro, convenció a su marido para que tomase las armas en defensa de su patria amenazada. Cuando este murió, Cleopatra, llena de dolor, se ahorcó. Los dioses la transformaron en una gallina de Guinea.
2. Hija del viento Bóreas y hermana de Calais y Zetes. Se casó con Fineo, rey de Salmideso, en Tracia, que la repudió y encarceló. Sus dos hermanos la liberaron. Sus dos hijos fueron cegados por su propio padre Fineo, que como castigo fue, a su vez, cegado y perseguido por las Arpías.
CLÍMENE
La mitología tradicional menciona a diversas mujeres con el mismo nombre. Una de ellas es la esposa de Helios (el dios Sol) y la madre del infeliz Faetón. Otra, la hija de Catreo y nieta de Minos. Esta se casó con Nauplio y dio a luz a Éaco y Palamedes. Otra Clímene fue hija de Océano y de Tetis, y esposa de Jápeto, uno de los Titanes, del cual tuvo un hijo. Otra versión nos presenta a Clímene como esposa de Prometeo y madre de Heleno y de Deucalión.
CLÍO
Hija de Zeus y Mnemósine. Una de las nueve Musas, la de la Historia.
CLITEMNESTRA
Clitemnestra
Hija de Tindáreo, rey de Esparta, y de Leda, hermana de Helena y de los Dioscuros, Cástor y Pólux. Se casó con Agamenón, a quien dio tres hijos, Orestes, Electra e Ifigenia.
Cuando Agamenón aceptó sacrificar a esta última para que soplasen vientos favorables y la flota aquea pudiese zarpar felizmente en dirección a Troya, Clitemnestra concibió un odio terrible contra él. Siendo amante de Egisto, hijo de Tiestes y primo de Agamenón, con la complicidad de su amante, mató a su marido junto con la esclava Casandra, cuando este regresó terminada la guerra de Troya. Su hijo Orestes, salvado por su hermana Electra de las insidias de Egisto, regresó años después a Micenas con el propósito de vengar a su padre y mató a su madre y a Egisto.
CLORIS
Primogénita de las hijas de Níobe, que se salvó de la matanza llevada a cabo por Ártemis por ser ya esposa de Neleo, rey de Pilos. Su verdadero nombre era Hetosea y se la llamó después Cloris («pálida»), por la palidez de su rostro al conocer el trágico fin de sus hermanas y hermanos. Digna hija de Níobe, fue madre de doce hijos, once de los cuales mató Heracles. Quedó como único superviviente Néstor.
CLOTO
Una de las tres Moiras o Parcas, hijas de Zeus y Temis. La más joven de ellas, la que asistía a los nacimientos y sostenía la rueca, de la que sacaba copos de una lana multicolor y desigual, la cual, hilada por Láquesis, su hermana, representaba la variedad y el azar en la vida del hombre.
CÓCALO
Rey de Sicilia. Acogió benévolamente a Dédalo, que había huido del laberinto de Creta volando con unas alas y, más prudente y afortunado que su hijo Ícaro, sobrevivió a la empresa. Sin embargo, Minos no cejó en su propósito de venganza y pidió a Cócalo la restitución del fugitivo, presentándose en persona ante el rey. Este, cumpliendo sus deberes de hospitalidad, lo acogió dignamente, pero luego, de acuerdo con sus propias hijas, lo mató.
COCITO
Uno de los ríos infernales (viene del griego y significa «el río del llanto») cuyo curso impetuoso transcurría por entre lúgubres y negras rocas. Circundaba el Tártaro y, de acuerdo con su significado etimológico, era el río de los lamentos, formado con las lágrimas de los que recibían su castigo en aquel mismo llanto.
Junto con el Aqueronte y el Piriflegethon era uno de los tres ríos infernales que formaban la laguna Estigia. (Odisea, libro X; Eneida, libro VI; Divina comedia, Infierno, XIV.)
CÓLQUIDA
Antigua región situada en la costa sudoriental del Ponto Euxino en el Mar Negro, atravesada por el río Fasi, el actual Rión.
En épocas primitivas fue habitada por varios pueblos bárbaros (abaseas, coraxos, lacios y suanos). Corresponde, aproximadamente, a la actual región de Georgia llamada Mingrelia. Los griegos habían fundado allí varias colonias y, a pesar de la distancia, mantenían un activo intercambio comercial. Precisamente a causa de su situación adquirió un carácter mitológico. Se localizó allí la leyenda de los Argonautas, que fueron a la Cólquida para arrebatar el vellocino de oro al rey Eetes.
CONCORDIA
Diosa romana que personificaba precisamente la concordia, dispensadora de paz y de bienestar. Se la representaba como una matrona que sostenía en una mano una ramita de olivo, y en la otra, el cuerno de la abundancia.
CONSO
Divinidad romana, protectora de la agricultura. Le estaban dedicadas las fiestas llamadas Consualia que tenían lugar el veintiuno de agosto, después de la cosecha, y el quince de septiembre, al terminar la siembra. Se organizaban carreras ecuestres y por esto, a partir del siglo III a. de C., el dios Conso se identificó con Neptuno, que llevaba el sobrenombre de Ecuestre por haber creado el caballo.
CORCIRA O CORFÚ
La más septentrional e importante de las islas Jónicas. Se la llamó antiguamente Drepane y también Asqueria. En ella reinó Alcínoo, rey de los Feacios.
CORE
Otro nombre de Perséfone.
CORESO
Sacerdote de Dioniso, estaba enamorado de la oceánida Calírroe. Al no verse correspondido, pidió al dios que castigase a la ninfa, pero luego, arrepentido, renunció a su venganza y prefirió matarse antes que ver muerta a la mujer amada.
CORIBANTES
Pequeños geniecillos tutelares de la mitología griega, sacerdotes de Cibeles, divinidad de la tierra, venerada especialmente en Frigia y en la isla de Creta, donde los Coribantes pertenecieron también al culto de Zeus. En sus fiestas se tocaban los timbales y las flautas. Se los ha situado siempre en compañía de los Curetes.
CORINETES
Otro nombre de Peifetes, hijo de Hefisto. Era una criatura ruda e insensible como su padre. Habitaba en las cercanías de Epidauro y solía agredir y matar a los viandantes con una maza de hierro. Corinetes encontró su justo castigo a manos de Teseo.
CORÓNIDES
Hija del rey de Tesalia, Flegias. Amada por Apolo, estaba embarazada del dios cuando, sin que este lo supiera, se casó con el joven Isquis. Un cuervo reveló a Apolo lo sucedido y el dios, para vengarse, atravesó con sus dardos a Corónides y a Isquis. Ella al morir reveló su maternidad. Apolo, entonces, después de haber castigado al cuervo por su delación transformando en negras sus blancas plumas, extrajo del seno de Corónides al niño que aún no había nacido. Este fue Asclepio, que tuvo por preceptor al centauro Quirón y llegó a ser el dios de la medicina.
COTO
Era uno de los tres Hecatonquiros, junto con Briareo y Gies, que simbolizaban las fuerzas perturbadoras de la tierra.
CRÁNAO
Hijo de Cécrope, a quien sucedió en el trono de Ática. Según una tradición, bajo su reinado tuvo lugar el famoso diluvio de Deucalión. Su sucesor fue probablemente Anfictión, hijo del propio Decaulión.
CREONTE
1. Hijo de Liceto, fue rey de Corinto. En su corte hospedó a Jasón y a Medea, prometiendo al héroe por esposa a su propia hija Creúsa. Esto suscitó los celos de Medea, que envió a la muchacha una túnica y una corona que había impregnado de veneno con sus artes mágicas y le causó la muerte. Creonte, que acudió en auxilio de su hija, murió con esta en el incendio del palacio, provocado por dicha túnica.
2. Hermano de Yocasta, ocupó el trono de Tebas, sucediendo a Layo, y lo recuperó a la muerte de sus sobrinos Eteocles y Polinice. Fue un rey despótico y cruel, que condenó a Antígona a ser enterrada viva, por haber desobedecido sus órdenes al enterrar el cadáver de su hermano Polinice. Teseo lo mató algún tiempo después. Sus hijos fueron Meneceo y Hemón.
CRETA
La mayor de las islas griegas, situada a la entrada meridional del mar Egeo. Junto con las islas de Cerigo, Cerigoto, Caso, Escarpanto y Rodas formaba parte del arqueado puente que unía en otro tiempo Morea con Anatolia. Durante el III y II milenios a. de C. fue sede de una espléndida civilización, cuyos ecos se conservan en las leyendas mitológicas. En ella se crió Zeus, allí reinó Minos, el sabio legislador. A comienzos del i milenio a. de C. fue invadida y dominada por los dorios, que fundaron de cincuenta a cien ciudades independientes, Cnosos, Gortina y Cidonia, entre las más destacadas. Dichas ciudades se confederaron hacia finales del siglo III. En el siglo II los cretenses se entregaron a la piratería, convirtiéndose, de aliados, en enemigos de los romanos. Entre el año 69 y el 67, Q. Metelo, que recibió el sobrenombre de Crético, conquistó, tras una larga y durísima guerra, la isla, que pasó a ser provincia romana.
CRETEO
Hermano de Atamante. Cuando este enloqueció, gobernó a las Minias. Se casó con Tiro, que le dio tres hijos, el más famoso de los cuales fue Amitaón.
CREÚSA
1. Llamada también Glauca, era hija de Creonte, rey de Corinto. De ella se enamoró Jasón cuando fue acogido en Corinto con Medea. Por consentir Creonte las nupcias de Jasón y de Creúsa, Medea, celosa, mató a esta regalándole una diadema y una túnica envenenadas.
2. Mujer de Eneas e hija de Príamo y Hécuba. Cuando el héroe troyano huyó de su ciudad incendiándola, llevando consigo a su hijo Ascanio, a su padre Anquises y las sagradas imágenes de los Penates troyanos, Creúsa los siguió durante un largo tiempo, pero murió en esa fatigosa huida. Su sombra se apareció a Eneas, que la buscaba afanosamente, persuadiéndole de que debía proseguir la fuga y asegurándole que se había convertido en una ninfa de la diosa Cibeles.
3. Hija de Erecto y esposa de Juto, fue madre de Aqueo y de Ión, dos de los fundadores del pueblo griego.
CRÍO
Uno de los Titanes. Junto con Temis y Mnemósine era uno de los gigantes que no encarnaban la fuerza física sino la espiritual. Crío simbolizaba precisamente la potencia moral.
CRISAOR
Hijo de Medusa y de Poseidón. Nació, como su hermano el caballo alado Pegaso, de la sangre de su madre muerta.
Uniéndose con Calírroe, engendró a los monstruos Equidna y Gerión, protagonista el último de una de los trabajos de Heracles.
CRISEIDA
Hija de Crises y esclava predilecta de Agamenón.
CRISES
Sacerdote de Apolo, padre de Criseida, la muchacha convertida en esclava por los aqueos y asignada a Agamenón. Para recuperarla, su padre se trasladó al campo griego y ofreció un elevado rescate, pero fue rechazado por Agamenón. Crises acudió entonces a Apolo, quien envió una grave epidemia de peste al campo aqueo, por lo cual Criseida fue restituida. Agamenón pretendió, sin embargo, que a cambio se le entregase a Briseida, la esclava de Aquiles, provocando así la retirada de este último de la lucha.
CRISIPO
Hermanastro de Atreo y Tiestes. Estos eran hijos de Pélope y de Hipodamía, en tanto que Crisipo había nacido de los amores de Pélope con la ninfa Asíoque. Víctimas de la maldición divina que pesaba sobre su familia, Atreo y Tiestes realizaron toda suerte de acciones nefandas. Una de sus primeras desdichadas hazañas fue el asesinato, por instigación de Hipodamía, de su hermanastro Crisipo.
CRONIDA
Apelativo de Zeus, hijo de Crono (Saturno).
CRONO (SATURNO)
Crono
Su origen como divinidad parece remontarse a una época prehelénica. Era hijo de Urano y Gea, es decir, del Cielo y de la Tierra, y el más joven de los Titanes. Se rebeló contra su padre, lo mutiló y destronó para vengar a sus propios hermanos, que Urano ocultaba en el seno de la tierra, temiendo que pudiesen arrebatarle el dominio del mundo. Siendo a su vez rey del Olimpo y habiéndose casado con su hermana Rea, engendró las divinidades mayores. Al temer el cumplimiento de la profecía de su padre Urano, que le había predicho que uno de sus hijos le arrebataría el poder, acostumbraba a tragárselos. Tal fue la suerte de Hera, Deméter, Hades, Poseidón y Hestia, pero cuando le tocó el turno a Zeus, el más joven, su madre Rea recurrió a una estratagema para sustraerlo a la ferocidad del padre. Le presentó envuelta en pañales una piedra que Crono se tragó sin advertir la diferencia, mientras encomendó a Zeus a la custodia de los Coribantes y de los Curetes. Así se salvó Zeus. Adulto, destronó a su padre, obligándole a restituir los hijos que había devorado, y que, por ser inmortales, seguían con vida. Los romanos identificaron a Crono con Saturno, que originariamente era el dios de la siembra, venerado como fundador y protector de la agricultura itálica. Cuando la mitología griega penetró en Roma, surgió la leyenda de que Crono-Saturno, expulsado por Zeus, se ocultó en Lacio, siendo acogido piadosamente por Jano, rey de Itálica, y estableciendo su morada sobre el Capitolino. Allí se edificó un templo en su honor, en cuya cripta se custodiaba el tesoro del Estado (aerarium). Se identificó con el reinado de Saturno la Edad de Oro del género humano, ya que se decía que fue el primero en hacer vivir a los hombres de forma sedentaria, gobernándolos con sabiduría. Para conmemorar este periodo feliz, se introdujeron fiestas en honor de Saturno, las Saturnalia, que tenían lugar del diecisiete al veintitrés de diciembre. Eran fiestas turbulentas, en las que el pueblo se entregaba a manifestaciones de alegría desenfrenada. Se olvidaban las diferencias sociales, mientras que los tribunales, tiendas y escuelas cerraban en señal de júbilo
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CTÉATO
Uno de los Moliónidas. Su nombre aparece en el ciclo de leyendas referentes a Heracles, concretamente en la hazaña de los establos de Augias. Cuando Augias, de quien eran sobrinos, se negó a dar a Heracles el pago convenido por su trabajo, este envió contra él un ejército. Pero los Moliónidas, Ctéato y Éurito, sorprendieron al ejército en un desfiladero y lo destruyeron. Heracles, indignado, mató a los Moliónidas y a Augias.
CTONIO
Héroe griego, cuyo nombre figura en la gesta de Cadmo al fundar la ciudad de Tebas. Cuando este último mató al dragón consagrado a Ares, aconsejado por Atenea sembró los dientes de dicho dragón y vio surgir por encanto una tropa de hombres armados, que comenzaron a luchar entre sí ferozmente. Cinco fueron los supervivientes de aquella épica y extraña lucha: Equión, Udeo, Peloro, Hiperenor y Ctonio. Ayudaron a Cadmo en la edificación de Tebas y fueron también los fundadores de otras tantas familias nobles.
CUADRIGA
Carro tirado por cuatro caballos, usado por Zeus, Poseidón y Plutón.
CUERNO DE LA ABUNDANCIA O CORNUCOPIA
El mítico cuerno de la abundancia es considerado todavía como portador de la fortuna. La leyenda lo describe como un cuerno roto de toro, cuya figura tomó Aqueloo para combatir a Heracles por la posesión de Deyanira. Las Náyades recogieron el cuerno después del combate, llenándolo de flores y frutas, y, desde entonces, quedó convertido en símbolo de la abundancia. Según otra narración, se trata de uno de los cuernos de la cabra Amaltea, recogido por la ninfa Melisa. La palabra cornucopia deriva del latín cornu copiae, literalmente «cuerno de la abundancia».
CUPIDO
Nombre que los latinos daban a Eros.
CURETES
Genios tutelares que, según se decía, inventaron el arco, la espada y el yelmo. Pausanias les atribuye la institución de los juegos olímpicos. Posteriormente se convirtieron en sacerdotes de la diosa Cibeles. Durante las fiestas a ella dedicadas, danzaban con frenesí al son de flautas y címbalos, cayendo luego al suelo presas de un delirio profético. Los Curetes, junto con los Coribantes, desempeñaron un papel importante en la mitología griega, pues fueron ellos quienes salvaron a Zeus de la voracidad de Crono e impidieron a este último oír los vagidos del recién nacido, bailando una salvaje danza guerrera y, al mismo tiempo, lanzando gritos espantosos.