Читать книгу Mis Personajes de Películas y Televisión y Yo - Jesús Amancio Jáquez Hernández - Страница 10

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CAPÍTULO 5.

CONGELADO

Todo pasó demasiado rápido. Un momento estaba admirado contemplando a los pingüinos, y al otro bajo el océano congelado, formando parte de un bloque de hielo. No sentía nada, ni siquiera frío. Se fue adormilando casi al instante, pero por su cabeza pasaban cientos de escenas e imágenes sin sentido, revueltas cada una con algún recuerdo de su vida. No sintió que le faltara el aire, no tuvo tiempo ni de manotear para intentar salir, su cuerpo no lo obedecía. Se fue quedando dormido en lo que a él le pareció una eternidad, pero en realidad solo fue una fracción de segundo, convirtiéndose en parte del paisaje marino del antártico, ese que solo pueden mirar las focas y los pingüinos pues ningún humano puede entrar ahí por voluntad propia.

El sol inmutable y la luna siguieron girando sin parar y fueron silenciosos y lejanos testigos de su vida. El tiempo pasó a gran velocidad, olvidándose de la existencia de Jesús. Él no sentía nada, no era consiente de cosa alguna, dormía. Había caído en un estado involuntario de hibernación; su corazón disminuyó sus pulsaciones hasta casi detenerse y su cuerpo entero entró en pausa mientras los años pasaban y el mundo se transformaba en algo muy distinto a lo que él conoció.

Los presagios fatalistas del calentamiento global y el cambio climático poco a poco se fueron cumpliendo, derritiendo los hielos perpetuos y, al cabo de muchas décadas, la gran masa congelada de la que ahora formaba parte se desprendió del continente y empezó a flotar por los océanos lenta y constantemente. Algunas veces los animales se acercaban a ver la extraña figura que estaba dentro del hielo y hasta intentaban alcanzarla, pero después se volvió como parte del panorama. Con el tiempo, ya ni sentían curiosidad, era solo algo un poco extraño que flotaba en el agua del mar.

Pasaron muchos veranos para que el iceberg empezara a deshacerse. Perdía algo de masa cada día y se fue volviendo tan delgado como una lente de cristal, como uno de esos llaveros que guardan dentro una mariposa. Pero él no era una mariposa y no tenía alas para volar lejos de ahí y volver a su vida.

Mis Personajes de Películas y Televisión y Yo

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