Читать книгу A todo ritmo - Jessa James - Страница 9

5

Оглавление

Había pasado una semana y no había cambiado mucho. Josh le había ofrecido amablemente que se mudara con él por ahora, diciendo que podría pagarle lo que pudiera para la renta. Serena había aceptado la oferta, ya que no tenía otro lugar dónde ir.

Sin el apoyo de sus padres, la escuela de diseño estaba fuera de los planes hasta que ella pudiera ahorrar lo suficiente para matricularse y tal vez pedir un préstamo.

Katie había estado sacando sus cosas a escondidas durante sus visitas a la casa, así que su pequeña habitación en casa de Josh ya estaba bastante llena. Serena le pidió a su hermana que no le siguiera trayendo cosas.

Serena decidió que definitivamente iba a seguir una carrera en la moda. Su orgullo no le permitiría rendirse después de todo lo que había sucedido. Pero la única forma que podía hacerlo ahora era consiguiendo un trabajo en una tienda. Así que ella se pasó la última semana postulando a cada posición que encontrara y limpiando el apartamento.

Serena no tenía mucho, pero tenía algunos ahorros, sus gastos personales nunca habían sido un problema cuando vivía en casa. Así que insistió en pagarle algo a Josh por la renta y compró algo de comida. Serena fue lo suficiente consciente para reemplazar las dos botellas de vino que había tomado durante sus dos mini quiebres emocionales.

Serena pensó que estaría bien por un tiempo, siempre y cuando dejara de ir de compras y gastar bien su dinero, a pesar de lo difícil que sería eso. Aun así, no tenía suficiente dinero ahorrado para la escuela de diseño y ese objetivo sería imposible si no conseguía un trabajo.

Mary había llegado ayer de su viaje, estaba furiosa de que Serena no la hubiera llamado de inmediato e hizo la misión de su vida animar a Serena. Al menos por esta semana.

La noche anterior había venido y habían mirado películas para chicas, seguidas de películas malas de acción mientras comían palomitas, helados y muchos otros snacks hasta que se quedaron dormidas en el sofá.

Mary le había escrito hace un rato para decirle que se arreglara. “¡Vamos a ir a bailar!” le había dicho triunfante por alguna razón y ella se rehusó a recibir un no por respuesta.

“Vas a dejar de sentarte en ese apartamento y esperar que la vida te suceda. Vamos a hacer que funcione esta noche. Al menos por esta noche, tu vida será tomar demasiados cócteles, mover tu precioso trasero con la música y tal vez tomar algunas malas decisiones de las que podremos arrepentirnos la mañana siguiente.” El entusiasmo de Mary era imparable, así que aceptó.

A ella no le gustaba ir mucho a los clubs, y definitivamente era algo que no hacía muy seguido, pero Mary tenía razón. Serena lo necesitaba, necesitaba salir de este lugar.

Además, ya se le acabaron los snacks después de su pequeña fiesta con Mary la noche anterior y había consumido suficiente azúcar para varias vidas, así que repetir lo mismo no sonaba muy atractivo. Además, si ella no aparecía en el club para encontrarse con Mary y varios amigos, Serena sabía que Mary aparecería y la arrastraría fuera del apartamento. Así que, con un último vistazo en el espejo, ella agarró su cartera y tomó un taxi hacia el club.

Serena vio a Mary y a dos de sus amigas esperando en la línea para entrar. Ella había conocido a las amigas de la universidad de Mary una o dos veces y parecían agradables. Pero el sonido que salía del club era demasiado. Se preguntó si tal vez vendían tapones para los oídos adentro...

“¡Me encanta esta canción! ¿No te gusta esta canción?” Exclamó Mary y comenzó a hacer un pequeño baile en la acera.

“Uhm, ¿quién la canta?” Serena escogió la opción segura; estaba segura de que no la había escuchado antes y por lo que podía escuchar, no le gustaba.

Las tres chicas a su alrededor la miraron como si le hubieran salido un par de cuernos. Serena consideró tocarse la frente para revisar antes de que ellas gritaran, “¡Misery, amiga!” gritaron casi al mismo tiempo.

“Claro, por supuesto.” Todavía no tenía idea de quién estaban hablando. Pensó que tal vez había escuchado el nombre en la radio, pero este tipo de música no era del tipo que se escuchaba en la casa de sus padres.

Clásica, sí. Pop en raras ocasiones. ¿Pero rock? Si es eso lo que era. Por supuesto que no.

Hablaron un poco antes de que la rubia, Ashley, chillara “ahí está” y las llevara hasta el frente de la línea. Un nuevo guardia había tomado la posición en la puerta y pareció reconocerla, así que removió la cuerda cuando se acercaron, pero les dijo que se apresuraran.

“¡Su hermano es un bartender aquí!” Grito Mary por encima de su nombro a Serena mientras entraban al club, su voz ya estaba casi completamente ahogada por la música ensordecedora.

“¡Ella debió haberle pedido al guardia que nos dejara entrar!” gritó ella mientras levantaba sus manos por encima de su cabeza y comenzaba a bailar camino al bar.

Solo habían estado ahí algunos minutos, pero Serena esperaba poder comprar tapones para los oídos en algún lugar. Aunque ella estaba segura de que quedaría sorda en cualquier momento y luego no importaría.

Ashley ya estaba en el bar y le dio una cerveza a cada una antes de arrastrarlas hacia la pista de baile. Al principio, Serena se sintió un poco incómoda, pero luego se perdió en la música y la atmósfera eléctrica y comenzó a disfrutar el momento. Serena cerró sus ojos y permitió que su cuerpo se moviera como quisiera, su largo cabello negro bailando en su espalda.

El tiempo se detuvo para ella. Serena había bebido más lento que las otras chicas, pero sintió que solo habían pasado unos segundos mientras sus ojos se abrían y Ashley le quitaba de la mano su tercera cerveza con una mirada alocada.

“¡Chicas!” Ella apenas podía escuchar a Ashley por encima de la música, pero logró descifrar lo que estaba diciendo mientras mostraba un pedazo de papel en su mano con una dirección escrita. “¡Nos han invitado a una maldita fiesta de misterio!” Las chicas parecían que se iban a desmayar.

Serena no tenía idea lo que era una “fiesta de misterio”, pero las siguió fuera del club. No había forma de que se quedara sola ahí dentro.

Sus oídos estaban retumbando mientras salían del club hacia la acera, aunque estaba segura de que sus oídos habían sufrido daños. Serena pensó que tal vez debería resignarse a que nunca dejaran de vibrar, juzgando por cómo se sentía.

“¿Qué es una fiesta de misterio?” le preguntó a Mary en lo que ella deseaba fuera una voz baja.

Mary conocía a sus padres y sabía lo sobreprotectores que eran, así que esperaba que Mary no la juzgara por su ignorancia. Estaba preocupada por lo que podrían pensar las otras chicas, ya que no las conocía tan bien, pero estaban tan ocupadas celebrando que dudaba que hubieran escuchado su pregunta, aunque su voz no había sido tan baja como ella hubiera querido.

“¡No una fiesta de misterio, una fiesta de Misery! ¿La banda, Misery? ¿De la que estábamos hablando antes, las canciones que estábamos bailando dentro? ¿La banda de rock más grande del planeta ahora mismo? ¿Nada de esto te suena?”

Para nada, pero ella no iba a permitir que Mary supiera eso.

Serena pensó que Mary comprendería que ella no supiera lo que era una fiesta de misterio, pero dudaba que Mary comprendiera que ella no conocía a Misery o por qué estaban yendo a su fiesta. “¡Oh, wow! ¡Increíble!” exclamó ella, esperando que esa fuera la respuesta apropiada. Ella entró en el taxi que Ashley había pedido.

Ahora, mirando la enorme mansión que estaba ante ellas, Serena no estaba tan segura de querer estar aquí. Sin embargo, Mary y las otras chicas estaban prácticamente corriendo hacia la casa y no había forma de que ella se quedara sola ahí, de tal forma que las siguió dentro.

A todo ritmo

Подняться наверх