Читать книгу Metodología y técnicas de atletismo - Joan Rius Sant - Страница 5
ОглавлениеIntroducción
Desde la publicación de la primera edición de Metodología del atletismo han pasado quince años. Durante este lapso de tiempo el atletismo español ha experimentado importantes cambios. El más importante, quizás, ha sido los efectos derivados de los JJ.OO., de Barcelona 92. Estos juegos han supuesto un punto de inflexión del proceso ascendente del atletismo español; un atletismo que ha dejado de ser comparsa para convertirse en protagonista de los grandes acontecimientos atléticos mundiales.
Además de los JJ.OO. durante estos 15 años se han producido importantes cambios sociales que han incidido significativamente en el ocio infantil y juvenil. Como notas positivas hay que destacar la esperada normalización de la educación física escolar desde la enseñanza primaria. Otro hecho alentador es el incremento de instalaciones para la práctica del atletismo. Como contrapunto negativo observamos un importante descenso del número de practicantes de deporte extraescolar entre nuestra juventud. Esta pérdida de practicantes entre los 12 y 25 años no está provocada exclusivamente por el descenso de la natalidad; tiene otras causas como es el cambio de actitudes de los jóvenes frente al tiempo de ocio.
Las ofertas de ocio son cada vez mayores. Muchas están promovidas desde colosos económicos que salen al mercado apoyados por campañas publicitarias exquisitamente orquestadas cuya difusión corre a cargo de equipos de publicitarios profesionales. Desde los videojuegos y sus derivados informáticos hasta los deportes macroespectáculos de todo tipo donde el joven vive una emoción intensa y satisfacción inmediata sin apenas esfuerzo.
En el ámbito deportivo, el fútbol y los deportes de gran proyección mediática y social captan el mayor número de practicantes del deporte infantil. Estos deportes encuentran su altavoz y reclamo en las constantes retransmisiones deportivas y en la cultura mediática del éxito social y económico. Cuántos sueñan jugar en la Liga de las Estrellas o ser ganadores de la copa Davies; muchos más que ser finalistas olímpicos de los 100 metros lisos.
El atletismo no está situado en la cúspide de esta vanguardia deportiva del éxito social (fútbol, tenis, golf o motor); tampoco está integrado dentro del grupo de actividades mediáticas que giran en torno al culto al cuerpo (el mundo de los gimnasios y el fitness). El atletismo es ante todo voluntad, esfuerzo, resultados a medio plazo y pocas perspectivas de éxito económico y popularidad. Pero no todo es negativo para el futuro de este deporte. El atletismo es aún el deporte individual más prestigiado (individuo frente al reto, salud, juego limpio) y está cargado de valores positivos y una cierta épica (las finales olímpicas de los 100 metros lisos o de los 1.500 metros lisos gozan de unos índices de audiencia televisiva máximos en todo el mundo) que debemos explotar.
¿Cómo ofertar el atletismo a la sociedad actual? ¿Cómo ser más eficaces con los jóvenes que se acercan a las pistas? Ante todo la oferta de atletismo se debe adaptar a las demandas de la sociedad del siglo XXI, inmersa en una nueva cultura del ocio y del deporte. Pero para ello debemos considerar algunos datos, un tanto alarmantes, que nos aportan los sociólogos: el deporte de competición pierde adeptos frente al deporte recreativo, y la práctica deportiva adolescente desciende mientras que la de los adultos aumenta.
En este texto no se pretende hacer un juicio de valor de las ofertas de ocio ni proponer alternativas utópicas de difusión mediática del atletismo. Es un objetivo tan modesto como plantearse si se puede mejorar la forma de presentar (ofertar) el atletismo y optimizar el trabajo cotidiano. ¿Son los más adecuados los canales de difusión que hacemos de este deporte entre la población escolar? Quizás sea necesario plantear nuevas estrategias de promoción de este deporte que estén más acordes con los tiempos. En segundo lugar, en el eje central del texto, en el apartado técnico, se expone una propuesta integral de iniciación al atletismo con vistas a optimizar el trabajo de promoción entre los niños y niñas que voluntariamente practican atletismo.
No comparto la opinión de que para mejorar el nivel del atletismo sea válido un modelo de promoción basado, fundamentalmente, en la estructura de pirámide: de una gran cantidad sale la calidad. Fundamentalmente porque carecemos de esta gran base y de medios para conseguirla. Este modelo funciona en deportes como el fútbol donde la masa de practicantes es mucho mayor de la que la sociedad puede absorber (¿cuántos niños españoles pelean cada año por integrarse en los cadetes de los equipos de primera y segunda división?). En atletismo se debe cuidar exquisitamente la formación de los niños que se inician, tanto desde el punto de vista técnico como emocional y motivacional. No podemos permitirnos el lujo de perder eficacia con la poca base (comparados con el fútbol o baloncesto) de practicantes que llegan a las pistas.
Los contenidos de esta nueva metodología miran en las dos direcciones: en la forma, es decir, en cómo y dónde presentar el atletismo en un formato más atractivo y acorde con las demandas a la sociedad actual; y en el fondo, esto es, en la manera de intervenir técnica y didácticamente sobre los clientes captados. Saber iniciar en el atletismo y entrenar muy bien a los jóvenes de poco sirve si no disponemos de atletas. Por el contrario, si disponemos de pocos atletas y no trabajamos con precisión, perderemos parte de los escasos recursos que nos llegan.
El modelo del atletismo de promoción no es un modelo jerarquizado ni programado institucionalmente. Cada club, cada escuela de atletismo e incluso cada técnico hace las cosas a su manera. Esto tiene como aspecto positivo la dinámica tan abierta que adquiere la promoción del atletismo; en cualquier rincón del mapa donde coincida un técnico con interés y un talento deportivo puede surgir la figura; pero también tiene su parte negativa, la ausencia de estructura y programa, la imposibilidad de evaluar los programas y los métodos de trabajo, y, finalmente, no hace fácil el trabajo en equipos estables.
Cuando un joven talento de 16 años llega a un centro de tecnificación o a un entrenador experto, los límites ya están muy marcados. Un buen trabajo de base o un trabajo inadecuado en la infancia lo pueden elevar a la cumbre o relegarlo a ser, en términos ciclistas, un gregario más. Debemos intentar que todo niño o niña que se inicie en el atletismo y tenga capacidad para acceder a la elite no se quede en el pelotón. Y quien su genética no le permita grandes gestas, debemos procurar que alcance su máxima capacidad potencial y prolongue muchos años su vida atlética.
En esta metodología me he centrado mucho en la enseñanza de la técnica durante las primeras edades. Uno de los mayores problemas detectados en la enseñanza de la técnica del atletismo está en que los jóvenes atletas repiten muchas veces los ejercicios pero no siempre lo hacen de la forma correcta, con la intensidad adecuada y con la atención debida. Sobre este aspecto coincido totalmente con Jesús Durán, quien, cuando le pedí su opinión y consejo respecto un tema de lanzamientos, insistió mucho en este punto: no es igual repetir mucho que repetir bien un ejercicio. Esta atención hacia los aspectos técnicos se materializa en este libro en el importante número de fotografías y secuencias que se han tomado en competiciones y entrenamientos de atletas, jóvenes y adultos.
En este libro han colaborado otros entrenadores y profesionales que han tratado los aspectos en los que son especialistas. Sin su colaboración este libro habría quedado desequilibrado. Josep Ma Padullés, además de haber realizado gran parte de las fotos, es el autor del capítulo relativo a la biomecánica. Rafael Sánchez ha escrito todo lo referente a la marcha y a los 3000 metros obstáculos. Miguel Escalona expone la importancia de la fuerza y de la técnica de carrera en la formación de los futuros mediofondistas. José Luis López ha hecho un excelente trabajo estadístico que nos permitirá comprender mejor la evolución y el progreso del atletismo a través de los récords mundiales. Mercè Rosich, entrenadora y psicóloga del deporte, aborda la iniciación en el atletismo desde la perspectiva de la psicología. Lourdes Sánchez, médico deportivo, plantea los aspectos médicos que consideramos que debe conocer el entrenador de jóvenes en forma de preguntas y respuestas. Por último, los dibujos y el diseño del “personaje o muñeco” son obra de Maite Górriz, exatleta, pintora y matemática. El criterio de contar con estos colaboradores ha sido triple: profesionalidad, amistad y disposición de tiempo. Son todos los que están pero no están todos los que son.
A lo largo del libro aparecen muchas referencias a otros textos y autores, la mayoría citados y comentados en la bibliografía final. Pero sería injusto si no explicitase que muchas de las informaciones que aparecen en el texto son el resultado de reuniones, tertulias, conferencias, lecturas, observaciones, etc., de muchos profesionales (muchas no publicadas) que han influido en mi conocimiento y puntos de vista sobre el atletismo. Posiblemente haya omitido por olvido alguna referencia explícita y, si así fuera, pido disculpas.
Este texto ha sido posible gracias a los atletas a quienes en las competiciones oficiales hemos podido fotografiar en pleno esfuerzo y a la paciencia de quienes han posado desinteresadamente para el texto, especialmente los alumnos del INEFC de Barcelona, los del IES Calípolis de Tarragona y muy en particular a María Vasco, Cira, Cristian, Marc, Gerard, David, Jorge, Jordi, Ainoa Cabré, Apolo, Pau, Guillem, Asun, María, Joan Anna y Ana. Igualmente, doy las gracias a quienes me han facilitado sus fotografías particulares.
Considero necesario reseñar en esta introducción que el trabajo de campo sobre el que se ha basado este libro tiene tres grupos de personas que considero los “culpables remotos” de que este libro haya visto la luz.
El libro no se habría escrito sin que un grupo de personas, en los años 1970, creyeran en un proyecto. En primer lugar los miembros de la Asociación de Padres de Alumnos (entonces era APA y no AMPA) del colegio Los Ángeles de Tarragona, quienes financiaron un proyecto que incluía la educación física escolar (años en que la educación física en los centros públicos de primaria brillaba por su ausencia) y el atletismo extraescolar.
El segundo grupo de responsables lo ubico en la Federació Catalana d’Atletisme y está personalizado en dos personas, Cloti Valero y Josep Ma Estruch, responsables y dinamizadores durante muchos años del atletismo de menores. Creo que sin su aliento, empuje y eficacia no habrían surgido muchos núcleos atléticos; seguro que el atletismo de menores en Cataluña no habría alcanzado y mantenido el excelente nivel de este último cuarto de siglo.
El tercer grupo lo forman los jóvenes atletas que entrené desde muy pequeños. Con ellos pude aplicar, modificar, probar, equivocarme muchas veces, rectificar y confirmar que muchas de las propuestas que aquí aparecen no son fruto de una especulación teórica. Algunos de estos atletas, hoy entrenadores (Miguel, Santa y Nando) en activo, han conseguido que sus atletas alcancen resultados atléticos mucho mejores de los que consiguieron ellos entrenando conmigo.
Antes de finalizar esta introducción quiero dedicar este libro a la memoria de ocho amigos, algunos íntimos, todos técnicos de atletismo, que nos han dejado durante estos nueve años que ha durado la confección de este libro: Lluís Uribe, Paco Aguila, Pep Vilà, Roberto Cabrejas, Enric Coy, Miquel Consegal, Miguel Larroy, y especialmente Montse Llaveria, mi compañera durante 19 años. En este texto están presentes muchas de sus opiniones, conocimientos, actitudes y sentimientos, que tanto me han aportado en el conocimiento del atletismo y de la vida.