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ОглавлениеREF LEXIONES SOBRE EL COMBATE
Arte marcial – definición
El arte marcial incluye todas las artes de combate, como el karate, el judo, el gung fu chino o boxeo chino, el aikido, el karate japonés, etc. Pero es una forma combativa de lucha. Con ello quiero decir que algunas se convirtieron en un deporte, pero otras aún no. O sea, en algunas, por ejemplo, se usan las patadas a la ingle, los pinchazos a los ojos con los dedos y cosas semejantes.
Un animal salta con cada ruido… una hoja responde a cada impulso del aire… pero un hombre iluminado en combate sólo se mueve cuando decide –sólo cuando es preciso– moverse antes de que sea necesario. No está tenso, sino preparado; nunca está rígido, sino flexible.
Se me conoce como un maestro notablemente caro. Esto se debe a que cuando se me pide que dedique mi tiempo, mis alumnos pagan su valor. El tiempo significa mucho para mí porque también soy un aprendiz y a menudo me pierdo en el goce que conlleva estar siempre desarrollando.
Lamentablemente, ahora en el boxeo sólo está permitido utilizar los puños. En el judo únicamente se puede derribar. No desprecio este tipo de artes marciales. Lo que quiero decir es que ahora nos encontramos con formas rígidas que crean diferencias entre clanes y, como consecuencia, el mundo del arte marcial está fragmentado.
El otro punto débil radica en que, cuando se forman clanes, los miembros de uno consideran su arte marcial como la única verdad y no se atreven a reformarla ni mejorarla. De este modo se ven confinados en su pequeño mundo y sus estudiantes se convierten en máquinas que imitan formas de artes marciales.
Por supuesto, cada uno tiene puntos fuertes y otros débiles. Todos necesitan ser sometidos a autoevaluación y mejora. Tienen una mentalidad demasiado estrecha, pues solamente son capaces de ver sus puntos fuertes, pero no los débiles ni los fuertes de los otros. Un hombre confinado en su pensamiento y ámbito no puede hablar libremente. Por tanto, si quiere buscar la verdad, no ha de estar confinado por las formas muertas.
El artista marcial de éxito
Es aquel que:
1.Posee una velocidad fluida (la tensión agarrota y ralentiza el tiempo de reacción).
2.Posee una gran seguridad en todo momento.
3.Ataca siempre (tan pronto como aparece una abertura).
4.Confunde al oponente porque nunca hace lo mismo dos veces. Siempre que el oponente se dispone a golpear, se mueve. Cada combatiente tiene sus propias marchas (velocidad, etcétera).
Cualidades
1.Instinto natural primitivo.
2.La técnica debe ser una mezcla natural de inmovilidad y capacidad destructora súbita (y violenta).
Un artista marcial de calidad está siempre preparado para cualquier movimiento y se entrena para ser invencible.
Tener escasos conocimientos es peligroso.
No dar nunca ninguna indicación de cuál va a ser tu movimiento (en artes marciales esto es de sentido común).
Hay que hacer las cosas en el momento justo. Un buen artista marcial tiene siempre los ojos abiertos.
Se ha de interceptar al oponente cuando avanza.
La ira ciega.
Se debe mantener un equilibrio controlado de la velocidad de cambio de la postura de ataque y entrega con la velocidad y la potencia.
Tácticas para hablar
Fingir inferioridad y alentar su arrogancia (técnica de engaño –acción– una o dos ¡abajo!). La arrogancia corrompe.
Si eres de los que son incapaces de comprender los peligros inherentes al combate, entonces, como ellos, o no estás seguro o simplemente no puedes entender los modos ventajosos de luchar.
Todo arte marcial es simplemente una honesta expresión del propio cuerpo con una gran dosis de engaño.
Respuesta a un farol
No he conocido nunca a un hombre vanidoso que no estuviera interiormente turbado.
Lo máximo en utilizar la propia habilidad consiste en no tener una forma discernible. Este vacío no sólo no se puede limitar, sino que además la suavidad no se puede quebrar –acción– ni las armas más potentes pueden penetrar, ni los sagaces pueden hacer planes contra ti.
El hombre que tiene un arma es el que se halla en desventaja
El hombre que te acerca un cuchillo está en desventaja. Claramente perderá la lucha. La razón es muy sencilla. Psicológicamente sólo tiene un arma. Su pensamiento, por tanto, se encuentra limitado a su uso. Tú, en cambio, estás pensando en todas tus armas: manos, codos, rodillas, pies y cabeza. Estás pensando en los 360° que te rodean. Quizás estés considerando algún modo de huida, como correr. Él únicamente cuenta con un asqueroso cuchillo. Puede que lo arroje contra ti. Déjale. Todavía tienes la posibilidad de evitarlo, de bloquearlo o incluso puede que falle. Si lo piensas, tienes toda la ventaja.
Contra un hombre con un palo
Tiene algo sujeto con las dos manos. Quiero decir: ¿qué va a hacer: atacarte trazando con él una semicircunferencia, lanzar una estocada, un pinchazo? Tiene un problema. ¿Qué hará con sus pies? Se desequilibrará si sujeta el palo y trata de golpearte. Ésta es su desventaja.
Sobre el arte marcial y el éxito
Al principio yo no tenía ninguna intención de que lo que practicaba, y lo que todavía estoy practicando hoy, me llevaría a esto. Pero las artes marciales tienen un sentido muy, muy profundo en mi vida porque como actor, como artista marcial y como ser humano, todo lo he aprendido de ellas.
Usa el karate, el judo, el aikido o cualquier estilo para elaborar tu contraataque. Será interesante.
Sparring
Todos los lunes, miércoles y viernes ejercito mis piernas; todos los jueves y sábados, mi puñetazo, y los miércoles y domingos tengo sesiones de sparring.
El mejor modo de aprender a nadar es meterse de verdad en el agua y nadar; el mejor modo de aprender jeet kune do consiste en hacer sparring (practicar las fintas). Sólo en el sparring libre puede el practicante comenzar a aprender el ritmo irregular y la sincronización exacta y a juzgar correctamente las distancias.
En el sparring la mente debe estar tranquila y sosegada; la atención concentrada y la energía reducida. Además, es muy importante erguir la cabeza, bajar los hombros y los codos, soltar la cintura, situar correctamente el sacro y mantener la cintura, las piernas, las manos y otras partes del cuerpo en perfecta armonía. Las posturas han de ser naturales, permitiendo así extenderse y retirarse a voluntad sin hacer ninguna fuerza extraña y responder inmediatamente después de percibir la necesidad de hacerlo.
Indicaciones sobre el sparring
•Requiere individualidad, más que repetición imitadora.
•La eficiencia es todo aquello que sirve (en libertad básica se emplean todos los medios sin limitación alguna y también cualquier técnica o medio que sirva para su propósito).
•Simplicidad de expresión más que complejidad de forma.
•Convierte tu sparring en un juego, pero juega en serio.
•No te tomes tus sesiones de sparring con excesiva seriedad.
•Totalmente mejor que parcialmente.
•Se disuelve como el hielo cuando se funde (tiene forma) y se convierte en agua (sin forma y capaz de amoldarse a cualquier cosa; la nada no se puede confinar…).
•Cuando no tienes forma, todo tú puedes ser forma; cuando no tienes estilo, puedes encajar en cualquier estilo.
•En el sparring no hay respuesta; la verdad no tiene futuro, debe entenderse sobre la marcha. Sabes que en lo estático, fijo o muerto puede haber un camino, un camino determinado, pero no en aquello que se mueve y vive. No hay convicción ni método, sino percepción, una conciencia flexible e indeterminada.
•Para tener una conciencia indeterminada, hay que tener la totalidad, o vacío (todas las líneas, todos los ángulos).
•Si se está aislado, se está congelado y paralizado. Estar vivo es estar relacionado. La acción es nuestra relación con nuestro oponente.
•La acción no es un asunto de bien o mal. Sólo cuando la acción es parcial, no total, hay bien y mal.
Economía de movimiento
Al dar puntapiés y al atacar, especialmente cuando se hace partiendo de la posición de preparado, hay que eliminar todos los movimientos y contracciones musculares innecesarios que nos hacen más lentos y nos fatigan sin alcanzar ningún propósito útil. Se malgasta mucha energía si los músculos opuestos no están relajados y resisten el movimiento; aprende y siente cómo son las contracciones y las recuperaciones correctas (de lo contrario, tu motor estará girando, pero con los frenos apretados).
Desarrolla tu percepción cinética en las situaciones creadoras de tensión; distingue entre los estados relajados y tensos. Practica el control de las respuestas del cuerpo y a voluntad. Usa solamente aquellos músculos necesarios para la ejecución del acto, con la mayor economía posible, y sin emplear los demás músculos para efectuar movimientos que no contribuyen a la ejecución del acto o que interfieren en él. Gasta de forma constructiva tanto la energía mental como la física (movimientos económicos, neuromusculares y perceptivos). En los movimientos coordinados, ágiles y eficientes, los músculos opuestos deben estar relajados y alargarse con prontitud y facilidad.
Se necesita percepción, práctica y disposición para entrenar la mente en nuevos hábitos de pensamiento, y el cuerpo en nuevos hábitos de acción. Campeón es aquel que hace que cada movimiento cuente y que logra resultados máximos con el mínimo gasto de energía.
Tú y tu oponente sois uno. Hay una relación de coexistencia entre ambos. Coexistes con tu oponente y te conviertes en su complemento absorbiendo su ataque y usando su fuerza para superarlo.
Las formas y las katas no son la respuesta
Creo que limitarse a practicar formas de gung fu y katas de karate no es un buen camino. Además, supone una pérdida de tiempo y no se reproduce la verdadera situación de lucha. Algunas personas son altas, otras bajas, otras robustas y otras delgadas. Hay varias clases de personas. Si todas aprenden la misma forma de boxeo (es decir, arte marcial), entonces ¿quién lo hace adecuadamente?
El estado más elevado no es la forma
Creo que el estado más elevado del arte marcial, en aplicación, no debe tener una forma absoluta. Creo que el arte marcial no ha de estar limitado en el interior de un círculo. Esto produciría en los estudiantes una idea equivocada, al creer que con cierto modelo se logra el mismo resultado tanto en la lucha como en la práctica.
Sobre cuál es el «mejor» arte marcial
No existen segmentos efectivos de una totalidad. Con ello quiero decir que no creo en la palabra estilo. ¿Por qué? Porque, a menos que haya seres humanos con tres brazos y cuatro piernas, a menos que tengamos otro grupo de seres en la tierra estructuralmente diferentes de nosotros, no puede haber un estilo diferente de lucha. ¿Por qué? Porque tenemos dos manos y dos piernas. Pero desgraciadamente tenemos el boxeo, en el que se usan las manos, y el judo, en el que se usan los derribos. No los estoy desechando, ¡cuidado!, pero por culpa de los estilos, la gente está separada. No está unida porque los estilos se convierten en ley. El fundador del estilo comenzó con hipótesis. Pero ahora se ha convertido en el verdadero evangelio, y las personas que lo siguen se convierten en su producto. No importa cómo seas, quién seas, cómo estés estructurado, qué estructura física poseas o qué carácter tengas… no parece que tenga trascendencia alguna. Simplemente te metes en ello y devienes su producto. Y esto, para mí, no está bien.
La nacionalidad no importa
Muchas personas acuden a un instructor, pero la mayoría le preguntan: «¿cuál es el modo verdaderamente correcto de hacerlo?». Un instructor responde: «Te enseñaré el modo japonés de hacerlo». Y otro dice: «Te enseñaré la manera china de hacerlo». Pero para mí todo esto son tonterías porque, a menos que existan hombres con tres manos o con cuatro piernas, no puede haber un modo diferente de hacerlo. Por ello, dado que solamente tenemos dos manos y dos piernas, la nacionalidad no significa nada.
Un proceso constante de relación
Cuando veo a un artista marcial japonés, por ejemplo, puedo ver las ventajas y las desventajas. En este sentido, mantengo una relación con él. El hombre vive relacionándose, y en las relaciones crecemos.
Puesto que las artes marciales son mi carrera, quiero usarlas como una manera de expresar mis ideales. Un verdadero luchador debe luchar por la justicia. Además, cuando decide luchar, ha de ser sincero y luchar de corazón hasta el final. Sólo así podrá desarrollar un buen carácter y una total honestidad y sinceridad.
Entiende.
Participar en un combate es simplemente poner a prueba la «esencia» personal.
No estar encasillado mentalmente y no encerrarse en uno mismo es la base de la vida.
Estrategia para distraer la atención
Concéntrate en el movimiento, en una mayor velocidad; dicho de otra manera: no concentres toda la atención en la señal, aunque un poco es necesario. Así se puede tomar la medida del ritmo de la señal o del modelo del movimiento de arranque del contrario.
Señales auditivas y tiempo de reacción
Los experimentos indican que si se puede tomar como indicación para actuar una señal sonora en lugar de visual, la respuesta del atleta es más rápida. Aprovéchate de la primera junto con la visual, si es posible.
Estrategia para distraer la atención
Repite, para que la percepción sea lo más rápida posible; la atención debe concentrarse al máximo en lo que hay que percibir.
Factores de conciencia de la visión que todo artista marcial debe considerar
1.Conciencia en el ataque.
2.Conciencia en el contraataque.
3.Conciencia en combinación.
Como sabes, las patadas y los puñetazos son armas necesarias dirigidas hacia oponentes invasores. Estas herramientas pueden ir dirigidas a nuestros miedos, frustaciones y todo eso. Las artes marciales pueden ayudarnos en nuestro proceso de crecimiento.
La verdad es hija de la inspiración; el análisis intelectual y el debate parcial apartan a la gente de la verdad. Es como un dedo indicando un camino hacia la luna; no te concentres en el dedo, ya que si lo haces no verás toda esa gloria celestial.
Puedes ser un esclavo en forma de mente santa. No vivimos para nada, simplemente vivimos.
La cabeza es una parte unida del cuerpo humano.
Si te preparas hacia el frente, tu retaguardia será débil; si te preparas hacia la izquierda, tu derecha será vulnerable; y cuando te preparas en todas partes, él será débil en todas partes.
Un temperamento vivo te convertirá rápidamente en un tonto.
Un cobarde será capturado fácilmente. También a un temerario se le puede matar.
El verdadero poder de nuestra técnica es como autoconocimiento (la liberación del yo), no como arma.
No se trata del orgullo; la cuestión es la autosuficiencia.
Tu técnica instintiva debe estar bien templada con el estudio y la valoración de uno mismo.
Creía que habíamos descubierto que los campeonatos son lugares en los que los seres humanos juegan a un juego protector del orgullo.
Eliminemos las amenazas verbales. Ser un verdadero artista marcial no es tratar de evitar tu destino.
Diálogo de engaño (basado en el Arte de la Guerra, de Sun Tzu)
1.Pretender inferioridad tras un movimiento evasivo para alentar la arrogancia del oponente a tu favor.
2.Tu cerebro es el general de tu cabeza; si el general se enfada, su autoridad puede verse fácilmente mermada.
En el combate entendemos y conversamos usando una potencia normal para iniciarlo y empleamos una extraordinaria para vencer.
Desafíos
Cuando aprendía artes marciales por primera vez, yo también desafié a muchos instructores establecidos y, por supuesto, otros me desafiaron a mí. Pero he aprendido que, si los desafíos significan algo para mí, «¿cuál es mi reacción ante ellos? ¿A dónde me lleva esta reacción?». Ahora bien, si me siento seguro internamente, me lo tomaré muy a la ligera porque me haré la siguiente pregunta: «¿estoy realmente asustado de este hombre? ¿Temo que vaya a poder conmigo?». Y si no tengo tales dudas ni temores, me lo tomaré muy a la ligera, ya que, si hoy llueve intensamente, mañana el sol volverá a salir. Es así como van estas cosas.
Bien, admitámoslo, hoy en Hong Kong, ¿se puede luchar? Quiero decir, ¿puede darse una lucha en la que no estén prohibidos los agarres? ¿Es legal este tipo de lucha? No, ¿verdad? Y yo, en muchas cosas, como los «desafíos» y todo eso, soy el último en enterarme. Siempre soy el último en enterarme. Me entero siempre por la prensa, por reporteros, antes de saber personalmente qué demonios está ocurriendo.
Sobre mi capacidad de lucha
La gente viene a verme continuamente y me dice: «Bruce, ¿realmente eres tan bueno?». Y yo le digo: «Bien, si os digo que soy bueno, probablemente diréis que estoy fanfarroneando. Pero si os digo que no lo soy, sabréis que estoy mintiendo».
No tengo miedo del oponente que tengo delante. Soy muy autosuficiente y no me molesta. Y si tengo que luchar y quiero hacer algo, he tomado antes la decisión de que lo mejor que puede hacer el oponente es matarme antes de que yo le alcance.
A decir verdad, puedo batir a cualquier persona del mundo.
Alguien me preguntó una vez qué iba a hacer cuando tuviera cincuenta o sesenta años. Contesté: «No habrá nadie de cincuenta o sesenta años que pueda hacerme sombra».
Sobre por qué la élite de Hollywood quiere aprender artes marciales
Del modo que los enseño, todos los tipos de conocimiento significan en última instancia autoconocimiento. Por tanto, esta gente acude a mí y me pide que le enseñe, no tanto a «defenderse» o la manera de acabar con alguien, sino más bien a aprender a expresarse a través de algún movimiento, tanto si se trata de ira como de determinación o de cualquier otra cosa. En otras palabras: me pagan para enseñarles, en forma de combate, el arte de expresar el cuerpo humano.
No busques maniobras ni movimientos secretos. Si estás siempre a la caza de técnicas secretas, fracasarás. Se trata de ti. La clave está en tu cuerpo.
Completa determinación – la marca del verdadero luchador
Debes ser fiero, pero al mismo tiempo tener paciencia. Y, sobre todo, has de poseer una determinación completa. El peor oponente con el que te puedes cruzar es aquel cuyo objetivo se ha convertido en una obsesión. Por ejemplo, si un hombre ha decidido que te va a arrancar la nariz de un mordisco sin importarle las consecuencias, lo más probable es que lo logre. Puede que sufra un duro castigo, pero esto no le detendrá en la persecución de su objetivo. Ése es el verdadero luchador.
Lección sobre la actitud
Supón que llegas a casa y descubres que unos tipos han pegado una paliza a un amigo. En primer lugar, pensarás en lo que debes hacer. Luego lo ensayarás e imaginarás cómo. Pero supón que al llegar a casa ves que ha sido tu madre en lugar de un amigo la víctima de la paliza. Estarás preparado al instante. Ésta es una actitud pura.
Sobre wu-shin (sin mente) en las artes marciales
Lo que hay que superar es la conciencia, la conciencia de uno mismo.
La historia del ciempiés
La mejor manera de describir la fluidez que busca un artista marcial es con la historia del ciempiés. Le preguntaron a este animal de tantos pies cómo conseguía andar con todos ellos. Cuando se paró a pensar cómo lograba llevar a cabo aquella función cotidiana, tropezó y se cayó. Por tanto, la vida debe ser un proceso natural en el que al desarrollo de la mente no se le permita desequilibrar el flujo natural de la vida.
Sobre ser un todo
Cuando un hombre está pensando permanece fuera de lo que está tratando de entender. El sentir existe aquí y ahora cuando no se halla interrumpido ni diseccionado por ideas o conceptos. En el momento en el que dejamos de analizar y nos dejamos ir, podemos comenzar realmente a ver y a sentir como un todo. No hay un actor ni un ser sobre el que se actúa, sino la acción en sí misma. Me quedé entonces con mis sensaciones, y lo sentí todo completamente sin darle este nombre. Al final el yo y las sensaciones se fundieron para convertirse en una sola cosa. El yo ya no lo sentía separado del tú y la idea de aprovecharme u obtener algo de alguna cosa se volvía absurda. Por lo que a mí respecta, no tengo otro yo (por no decir pensamiento) aparte de la unidad de las cosas de las que soy consciente en ese momento.
No puedo percibir un modelo definido conceptualmente, y la cualidad esencial de la vida radica simplemente en las sensaciones. Cuando lo estés pasando bien, no te apartes ni un momento para examinarte si ya estás obteniendo lo máximo de la ocasión ni, no contentándote con sentirte feliz, quieras percibir que estás sintiéndote feliz.
Longstreet: Espera un momento. Déjame pensar.
Lee: Si tienes que pensar, es que todavía no lo entiendes.
Cuando actúas con una percepción inconsciente, tan sólo actúas. Al igual que cuando me lanzas una pelota y, sin pensarlo, mis manos se levantan y la atrapan. O cuando un animal o un niño corren delante de tu automóvil y automáticamente pisas el freno. Cuando me lanzas un puñetazo, lo intercepto y te ataco a mi vez, pero sin pensarlo. Simplemente sucede.
Sobre armas de fuego contra artistas marciales
Hoy en día nadie va por la calle dando patadas o puñetazos a la gente, pues si lo hiciera se sacarían un arma de fuego de su chaqueta y dispararían. Punto final. O sea que no me importa lo bueno que seas en artes marciales.
Sobre mis orígenes en las artes marciales
Cuando comencé a estudiar artes marciales tenía trece años. Estudié bajo la dirección de Yip Man. Se trataba de un arte chino. La forma del arte marcial que estudié era el wing chun. Algunos dicen del gung fu que es «una forma china de karate», pero en realidad no se le puede clasificar así, ya que el karate proviene del gung fu chino. Quiero decir que el karate y todas estas cosas vinieron después.