Читать книгу El cerebro ilusionista - Jordi Camí - Страница 25

La memoria a corto plazo nos permite retener una cantidad limitada de información durante un corto periodo de tiempo.

Se trata de una memoria transitoria, y como han aprendido muy bien los magos, es muy frágil y vulnerable a cualquier tipo de interferencias.

Por otra parte, la memoria a corto plazo es la que genera el «flujo de consciencia», la percepción del presente, el concepto del «ahora». Por tal motivo podemos retener simultáneamente unas siete cosas o conceptos distintos, pero no mucho más.

Es decir, que la práctica mayoría de las cosas o conceptos que se retienen en esta memoria se olvidan, y solo algunas se fijan o se consolidan en un nuevo tipo de memorias, que serán las memorias a largo plazo.

Si es tan breve, ¿cuánto puede durar la memoria a corto plazo?

Se estima que se sitúa entre unos segundos y varios minutos, un periodo de tiempo que depende del significado y la calidad de la información, así como también de la motivación para su recuerdo.

Existen distintos sistemas de memoria a corto plazo especializados para los diferentes sistemas sensoriales, para la comprensión del lenguaje y para diversos tipos de razonamiento.

Una forma muy importante de memoria a corto plazo es la denominada memoria de trabajo, que es aquella que nos permite retener y, a su vez, operar o manipular temporalmente información tal como recordar el contenido de una oración mientras la escribimos, efectuar mentalmente un cálculo aritmético y, en general, pensar y discurrir.22

La memoria de trabajo forma parte de las estructuras y sistemas claves del cerebro que permiten organizarnos, convertir instrucciones en planes, tomar decisiones y razonar en general. Por ello, una de sus funciones es mantener la atención ante las distracciones, aunque la memoria de trabajo también es clave para la creatividad y para encontrar relaciones entre elementos aparentemente dispares.

Por otra parte, además de la información del momento, la memoria de trabajo también procesa información de la memoria a largo plazo, es decir, de nuestros conocimientos y experiencias pasadas. Por este motivo, la memoria de trabajo no solamente opera en el presente, sino que también lo hace con carácter prospectivo, anticipando objetivos, planes y acontecimientos.

La memoria de trabajo también es capaz de resolver situaciones presentes gracias a que efectúa inferencias basadas en las experiencias pasadas. Esta polivalencia es la razón por la cual pueden detectarse diferencias individuales en la capacidad de la memoria de trabajo. Algunos estudios incluso la han relacionado con ciertas dimensiones del concepto de inteligencia.23