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Sujetadores de nueva generación

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Muchas empresas se obsesionan por sacar al mercado nuevos sujetadores, calzoncillos, slips, boxers, bragas, etcétera, que llamen la atención del consumidor. La presentación en sociedad del sujetador Firming Bra supuso una revolución en el campo de la industria textil. Según se lee en la publicidad de la empresa responsable, las personas que empleen este sujetador tendrán unos pechos con una piel más suave, tersa e hidratada. Además, el pecho estará más firme y tonificado, y podrán lucir un escote más cuidado y atractivo. Los fabricantes afirman que todas estas maravillosas propiedades se consiguen mediante la técnica de microencapsulación molecular.

Este sujetador está compuesto de un 24 % de elastano, un 76 % de poliamida y una serie de compuestos bioactivos. Analizando la química de estos materiales entenderemos el mecanismo de actuación de esta sorprendente prenda. Además nos ayudará a comprender de qué están fabricados otros tejidos. El spandex o elastano es una fibra sintética conocida por su excepcional elasticidad. Se trata de un copolímero —macromolécula compuesta por dos o más monómeros, o unidades repetitivas distintas, unidos por enlaces químicos— uretano-urea que, cuando se introdujo por primera vez, significó una revolución en muchos ámbitos de la industria textil. Para producir fibras de spandex se emplea una gran variedad de materias primas entre las que se encuentran prepolímeros —macromolécula capaz de polimerización adicional— que producen la columna vertebral de la fibra, estabilizantes que protegen la integridad del polímero, y colorantes.

Uno de los prepolímeros a los que nos referimos es un macroglicol flexible, mientras que el otro es un diisocianato rígido. El macroglicol puede ser un poliéster, poliéter, policarbonato, policaprolactona o alguna combinación de estos. Se trata de polímeros de cadena larga, que tienen grupos hidroxilo (-OH) en ambos extremos. La característica importante de estas moléculas es que son largas y flexibles. Esta parte de la fibra de spandex es responsable de su característica de estiramiento.

El otro prepolímero que se utiliza para producir spandex es un diisocianato polimérico. Este es de cadena más corta y tiene un grupo isocianato (-NCO) en ambos extremos. La característica principal de esta molécula es su rigidez. En la fibra, proporciona fuerza.

Las principales propiedades del elastano son su capacidad para ser estirado sin que se rompa, la cantidad de veces que puede estirarse, su rápido secado y que es un tejido muy duradero. Se emplea en la elaboración de medias, leggings, calcetines, ropa interior, ropa de deporte, ropa de baño y, como vemos hoy, sujetadores inteligentes. Hay mucha gente que cree que el elastano y la licra son lo mismo, pero no es así. El primero ha sido comercializado en el sector textil desde su invención bajo diferentes nombres comerciales como Numa®, Unei®, Dorlastan® y Lycra®. Por lo que la licra es un elastano con gran elasticidad, flexibilidad y ligereza, pero no todos los elastanos son licra.

Otro de los materiales que componen el revolucionario sujetador Firming Bra es la poliamida, un tipo de polímero que contiene enlaces de tipo amida (el grupo funcional de las amidas es del tipo RCONR’R’’, donde CO es un carbonilo, N un átomo de nitrógeno, y R, R’ y R’’ radicales orgánicos o átomos de hidrógeno).

Las poliamidas se pueden encontrar en la naturaleza, como la lana o la seda, y también ser sintéticas, como el nailon o el Kevlar. Por su capacidad para formar hilos, se utiliza en la industria textil y en la cordelería para fabricar medias, cuerdas, tejidos y otros elementos flexibles.

Llegamos a un momento clave, la síntesis de la poliamida, aunque no será hasta dentro de un rato cuando les desvele por qué este momento es crucial. Uno de los procesos de formación de las poliamidas es la polimerización interfacial. En esta técnica el polímero se forma a partir de dos monómeros, un cloruro de diácido y una diamina. Debido a su distinta solubilidad, estos monómeros se encuentran en dos fases separadas con distinta polaridad (concepto que representa la uniformidad de distribución de las cargas eléctricas en una molécula).

El cloruro de diácido se sitúa en la fase orgánica y la diamina en la fase acuosa. Cuando se ponen en contacto ambas fases se produce la polimerización pero solamente en la interfase (o zona de contacto entre ambas fases), ya que ambas son inmiscibles. Esta actúa como un minirreactor local que se pone en marcha cuando se unen los dos monómeros. El resto de las fases acuosa y orgánica actúan como simple reserva de monómeros para alimentar al minirreactor de la interfase. La polimerización cesa cuando todo el ácido ha reaccionado y de esta forma se sintetiza la poliamida.

Posiblemente piensen que, por lo que he ido contando hasta ahora, este sujetador no tiene nada de cosmética inteligente, y es verdad. Tanto el elastano como las poliamidas son empleadas en la mayoría de los sujetadores, por lo que hasta aquí no hay nada de especial. Sin embargo, los creadores de Firming Bra han utilizado en esta ocasión unos compuestos bioactivos de naturaleza hidrofóbica (retinol, ácido oleico, ceramidas, aloe vera y ácidos grasos) que no se encuentran en la composición de otros sujetadores y que son los presuntos responsables de las particulares propiedades de esta prenda. ¿A qué propiedades me refiero? Según la empresa responsable, la presencia de estos compuestos bioactivos estimula la síntesis de colágeno rejuveneciendo la piel, restaura la barrera de la piel aportando un efecto tensor inmediato, proporciona elasticidad y flexibilidad, elimina arrugas prematuras y manchas seniles, previene y suprime las estrías, y mil cosas más.

Antes de entrar a averiguar si estos principios activos cumplen lo que prometen, es el momento de preguntarnos cómo se introducen en la estructura de esta prenda y qué tiene que ver todo esto con la microencapsulación. En la composición de nuestro sujetador estrella no existen ciclodextrinas como en los perfumes de Shiseido, ni maltodextrinas como en el desodorante. Entonces, ¿cómo se encapsula al retinol, al ácido oleico, a las ceramidas, al aloe vera y a los ácidos grasos? Veamos.

Con anterioridad ya se comentó que el proceso de síntesis de la poliamida era clave en la comprensión de este apartado del capítulo dedicado a la cosmética inteligente. Aunque la propiedad más estudiada de las poliamidas es su capacidad para ser empleadas como fibra en la elaboración de prendas textiles, poca gente sabe que también pueden utilizarse como agentes encapsulantes.

La polimerización interfacial usada para sintetizar la poliamida de los sujetadores es también una buena técnica de microencapsulación que da lugar a rendimientos muy elevados. Como ya se ha comentado, en el proceso de polimerización intervienen dos fases, una orgánica y otra acuosa. La cosmética inteligente consiste en introducir en la fase orgánica no solo el monómero hidrofóbico (no soluble en agua) que dará lugar al material que buscamos, sino toda la serie de compuestos bioactivos hidrófobos que se han mostrado anteriormente (retinol, ácido oleico, ceramidas, aloe vera y ácidos grasos). Al acabar el proceso de polimerización, la poliamida actuará de cubierta de estos compuestos, que quedan atrapados en su interior y forman microcápsulas que son incorporadas a las fibras del tejido durante el proceso de hilado, de modo que cada filamento contiene miles de microcápsulas.

¿Qué ocurre después? Pues que de una forma similar a la que emplean el perfume y el desodorante de nuestros ejemplos anteriores, a medida que las usuarias del sujetador inteligente Firming Bra van desarrollando su actividad diaria, las microcápsulas que se encuentran en él se van rompiendo por la fricción con la piel y los compuestos bioactivos se liberan de forma constante y gradual, de forma que su acción fisiológica y sensorial sobre sus pechos perdure en el tiempo. En el caso del perfume el material encapsulante eran ciclodextrinas; en el del desodorante, las maltodextrinas; y en el sujetador, la poliamida.

Llega el momento de hacernos la gran pregunta. ¿Cumple este sujetador las promesas que se brindan en su publicidad? Según la empresa, existen estudios científicos que avalan que el uso prolongado durante 28 días y 8 horas al día de esta prenda consigue que el 91 % de la piel de los pechos de la usuaria sea más suave, el 96 % más firme, el 81 % más elástica y lisa, y el 76 % más tonificada, y, según dicen, todo ello sin cremas, masajes ni ejercicio. Además promete que las propiedades persisten hasta después de cien lavados. ¿Y esto es cierto? No se sabe. No se han hallado evidencias publicadas en fuentes científicas serias de que esto sea cierto. La tecnología de liberación controlada de compuestos bioactivos está respaldada científicamente, pero otra cosa muy distinta es la efectividad de esos compuestos. En el caso del sujetador son necesarias evidencias científicas que justifiquen todos los efectos que prometen dentro de esa matriz, y es que una cosa es que funcione la tecnología de encapsulación y su posterior liberación de sustancias bioactivas, y otra muy distinta que el agente encapsulado y liberado cumpla la función que promete la publicidad del producto.

Además, ¿cuál es el «tiempo de caducidad» de la efectividad del sujetador en cuestión? Si se supone que los principios activos van liberándose poco a poco de las microcápsulas, llegará un momento en el que dichos principios se agoten. Debido a estas incógnitas sería muy aventurado por nuestra parte evaluar la funcionalidad de este producto.


Las dos fases del proceso de polimerización. Fuente: Web Ingeniería Textil BUOP.

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