Читать книгу Giovanni y Erminia - Juan José Marconi - Страница 10

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Se casaron el 13 de noviembre y se embarcaron el 14 de diciembre. Todo demasiado “de apuro”, ¿no?

En un mes ya no estaban en “la amada ITALIA”.

Y no solo que no estaban, sino que...

¡¡¡NO VOLVERÍAN NUNCA MÁS!!!

Lo de “UNOS AÑOS Y REGRESO”, creo que, por algo que sucedió en esos días, no fue ni considerado por Giovanni.

La “velocidad” con la que se realizó todo (trámites, documentos, pasajes y despedidas, y viaje de muchos kilómetros hasta Génova) hace pensar que “el hecho” es al menos CURIOSO.

Algo RARO hubo.

¿¿¿El MONTESCO Giovanni se “llevó” a la CAPULETO Erminia???

¿¿¿Sería por eso por lo que se fueron tan de prisa???

¿¿¿Hubo alguna “cuestión de familias”???

¡¡¡ALGO PASÓ EN ITALIA!!!

Ahora... ¿¿¿Qué fue lo que pasó???

¡¡¡CHI LO SA!!!

O tal vez tiene algún asidero lo que oí de las tías menores, y que no sé de dónde sacaron; dicho con muchos “susurros”, y como si fuera un “secreto” que había que guardar bajo “siete llaves”, pero que en medio de esta historia rescatada, tiene algún “destello” de realidad.

Contaban, entre suposiciones, que Giovanni se habría enamorado de Gina (la menor de las hermanas), quien sólo tenía 15 años, y por lo tanto, el señor Martelli no habría permitido la “relación”, por la diferencia de edad (9 años menor que “su pretendiente y casi una niña aún”). Olvidándose que él era 14 años mayor que María, su esposa; o... tal vez, por ese mismo motivo.

Como a Giovanni no le gustó “nada” esa decisión; entonces, le respondió casándose con Erminia, ya mayor, casi de 21 años, y llevándosela, lo más rápido posible, con rumbo a la Argentina, para no permitir que regrese nunca más.


Allá tenía los contactos para ir a trabajar en el campo, ya que él y Erminia eran “CONTADINOS” (campesinos). Y que se había comunicado con la gente de Buenos Aires, de acuerdo a lo leído en “el viejo periódico”; y precisamente le exigían solo eso.

A Ottavio le cayó mal la decisión. Se sentía cansado y “viejo”, y presentía que “no lo volvería a ver nunca más”. Iba rumbo a los 62, y con muchos años de trabajo “rudo”, con inviernos muy fríos encima de “su alma”, que lo habían desgastado demasiado. Pero se aferró a la esperanza de “UNOS AÑOS Y REGRESO”, que le había asegurado Giovanni. Y no pronunció palabra alguna. Dejó nomás que se fuera su “HIJO MAYOR”, el que siempre ponía “el pecho” para todo.

En el momento de la despedida, padre e hijo se abrazaron “muy fuerte”, apretaron hasta hacerse doler; ambos presentían “que no habría otro abrazo”... y se instaló en Dell’Industria 17 una tristeza enorme de la que no podrían reponerse.

Sabía “el PATER Marconi” que “il suo figlio” estaba en el camino correcto, pero... ¡¡¡qué bronca!!!, justo ahora, cuando más necesitaba de su “presencia” en la casa, el destino le presentaba esta oportunidad. No quería sentirse “egoísta”, solo que ya no conocería bien, ni a su nuera ni a sus nietos.

A Paolina tampoco le gustó ver que su hijo mayor se iba tan lejos, pero tenía que disimular, y mostrarle “su incondicional apoyo”, es que era la “felicità di suo figlio”; y como toda madre, guardó “sus lágrimas” para cuando nadie la viera.

“Los viejos” MARCONI se sintieron muy solos, a pesar de “la compañía de Stella y Rinaldo”.

Ya nada iba a ser lo mismo, se acababa de ir “EL MÁS GRANDE Y FUERTE”, el que sabía leer y escribir (y no solo firmar como yo, decía Ottavio), el que se encargaba de todo lo importante; y seguramente, se había ido para no volver.

Estaban a diez días de Navidad, y esta sería la primera sin “SU PREFERIDO” sentado a la mesa del 24 en la Nochebuena.

Seguramente la ¡¡¡“MÁS TRISTE NAVIDAD QUE IBAN A VIVIR”!!!

Hasta “la casa” estaría con las luces apagadas, para expresar la tremenda desolación y bronca que los estaba envolviendo.

Y mientras, en el medio del océano, el “joven matrimonio” con sus “sueños a cuestas” esperanzados en “EL PORVENIR”.

Al partir Giovanni, sé que dejó a los padres (Ottavio y Paolina) y dos hermanos (Stella y Rinaldo), porque el otro hermano, Cèsare, ya estaba en la Argentina, desde unos años antes acompañado del primo (Federico Marconi, radicado en La Barrancosa, a 15 kilómetros de Saladillo).

Ottavio, nacido en Polverigi el 10 de agosto de 1849, y fallecido a los 63 años y cinco meses, el 9 de enero de 1913, también en el mismo pueblo.

Paolina Isolani, nacida el 27 de junio de 1856 (mismo día y mes en que está anotado Giovanni) y fallecida a los 75 años y siete meses, el 11 de febrero de 1932, ambos acontecimientos ocurridos en Polverigi también.

Stella, la segunda hija del matrimonio, se quedó soltera, y falleció a los 83 años y seis meses, el 20 de enero de 1972. Había nacido el 11 de julio de 1889 y se encuentra sepultada en Polverigi junto a Ottavio y Paolina.

Cèsare, que era el tercer hijo, cinco años menor que el abuelo, nacido el 25 de junio de 1891, llegó a trabajar al partido de Saladillo y encontró “su lugar” en “Pueblitos”, un paraje a 35 kilómetros de la Ciudad Cabecera, y no muy lejos de “El Parche”, donde se radicarían Giovanni y Erminia; y ahí formó su “familia numerosa”, como lo habían soñado de jóvenes en Polverigi, con ocho hijos (de los que Juan y Anita viven aún hoy en Saladillo), y se afincó hasta su deceso, sin regresar a la “casa paterna”. Falleció el 3 de agosto de 1962 y está sepultado en la misma Saladillo, provincia de Buenos Aires.

Recuerdo que con el abuelo y la abuela íbamos a visitarlo de vez en cuando; y después del fallecimiento de ambos lo hice con Lilo y Aurora.

Rinaldo, el último en nacer (10 de agosto de 1894 y fallecido el 10 de marzo de 1961 a los 66 años y siete meses), se casó con Adele Solustri, y tuvieron 5 hijos, que fueron Gisberto, Mario, María, Edmeo y Quinto.

GISBERTO se casó con María Maiani y nacieron Gabriela, Emanuela (conocida siempre como Paola), Nadia (ya fallecida, en noviembre de 2018) y Loredana.

MARIO (falleció muy joven, apenas 36 años) se casó con Ondina Tarquini (que vive aún) y nacieron Sergio y Stefania. Cuando murió Mario, Sergio tenía 11 años y Stefania 8.

MARÍA se casó con Vilelmo Cappelletti y nacieron Patrizia, Luciana y Adelio.

EDMEO se casó con María Giuliodoro y nació Federica (la prima que conocí en Polverigi y que aún vive ahí) y que además es la que me pasó todos los datos.

Giovanni y Erminia

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