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Prólogo

Conocí Kimi a través de un círculo de sanación con Ho’oponopono. Pudimos hablar poco rato, pero me explicó que, a pesar de que vivía en Banyoles y tenía mucho trabajo, estaba muy decidida a participar en otras actividades que yo organizaba para profundizar en la práctica del Ho’oponopono. A partir de aquel día, su sonrisa expresiva y su cabellera roja pasaron a formar parte de mi vida profesional y, con el tiempo, cuando la pude conocer más a fondo, en parte de mi familia del alma.

Kimi es una mujer extraordinaria, con una inmensa capacidad de amar y una alegría contagiosa que sorprende cuando conoces la dolorosa pérdida que ha sufrido. Este libro es una crónica detallada del negro transitar por el duelo, escrito desde el dolor más profundo de un corazón destrozado por la pérdida hasta el renacimiento del amor y el gozo de vivir. Es un canto a la vida, a la amistad y, sobre todo, a la aceptación humilde de aquello que no podemos cambiar, para entregarnos humildemente a la voluntad delo más sagrado que hay en nosotros. Y es entonces cuando encontramos, en cada paso, las personas, las oportunidades y las certezas que nos conducen a recuperar la serenidad y la paz interior desde las cuales podemos dar un sentido nuevo y más profundo a nuestra existencia.

Con un gran saber hacer, Kimi nos señala los pasos que hacen falta para conseguirlo. Ha sabido transformar el dolor en amor, ha recorrido la negra noche del alma que supone perder un hijo para despertar a una nueva vida. Afrontando cada día con valentía y determinación, ha superado el reto tan difícil que es recomponer un corazón destrozado para volver a vivir con amor, alegría y gratitud a pesar del dolor. Y no solo ha sido capaz de hacerlo, sino que además ha escrito estas páginas para compartir su experiencia con personas que, como ella, han pasado por el mismo trance.

Para mí es un honor participar en este proyecto, que estoy segura de que iluminará muchos corazones que viven en la oscuridad esperando encontrar ese faro de luz que nos señala Kimi, para recorrer el camino de regreso a vivir con amor, alegría y gratitud.

Gracias, gracias, gracias.

M.ª Carmen Martínez Tomás