Читать книгу El bienestar a través del ayurveda - Kiran Vyas - Страница 10
ОглавлениеAnatomía sutil del cuerpo físico
Muchas personas solo consideran real el cuerpo físico y material, el único que es accesible a la mayoría de nosotros con el desarrollo limitado de nuestros cinco sentidos. Sin embargo, los filósofos orientales nos hablan de niveles más sutiles e invisibles, sobre todo de prana, esa energía vital que se halla detrás de toda acción humana, o de chi o ki, una energía parecida en la terminología china.
El nivel de conciencia de cada cosa, de cada ser vivo, depende de su capacidad de absorber el prana, de almacenarlo para usarlo y sobre todo de hacerlo circular en sí mismo. El prana ayuda a evolucionar elevando el nivel de conciencia, que, por otro lado, no ha dejado de afinarse a lo largo de la evolución, desde el estado unicelular hasta el hombre actual. No es solo la forma física la que ha cambiado a lo largo de los milenios, sino también una dimensión más profunda.
El concepto de energía, muy apreciado en la tradición india, nos conduce a abordar otras nociones y términos particulares de la anatomía sutil, como los nadis, los circuitos de energía, los srotas, canales de circulación, pasando por grandes estaciones denominadas chakras y puntos clave llamados marmas.
Los chakras
El término chakra designa algo que gira sin fin como una rueda. Los chakras son los centros de energía, o centros simbólicos, a menudo representados por lotos. Forman parte del cuerpo físico sutil invisible y constituyen un tema de estudio excepcionalmente amplio.
Los chakras están ligados a las glándulas endocrinas y al sistema nervioso. Además, cada uno de ellos está vinculado a un nadi, a un órgano, a un marma, así como a un color y a un sistema biológico del cuerpo. Los chakras emiten su luz y su color alrededor del cuerpo, en forma de aura.
Muladhara chakra
Mul significa «raíz» y adhara «lo que sostiene», «soporte»; literalmente muladhara es la tierra que es el sostén de las raíces. Muladhara significa, pues, «arraigo», «dar la sustancia a las raíces» o también «dar la estabilidad a las raíces», «dejar que se produzca el arraigo». Está vinculado al Elemento Tierra y al sistema de eliminación. A nivel de los órganos, también está vinculado al olfato. El color que se le asocia es el rojo.
Swadhisthana chakra
Vinculado al elemento agua, por una parte, está asociado al gusto, a la lengua, y por la otra, al sistema urogenital, a la procreación y a la creación, a la creatividad. El color que se le asocia es el naranja.
Manipura chakra
Vinculado al elemento fuego, está asociado al ombligo, a la visión, a los ojos, a los pies (en particular a la planta de los pies) y al sistema digestivo. Es la energía, el poder, la fuerza, la ambición. El color que se le asocia es el amarillo.
Anahata chakra
Está vinculado al elemento aire, al tacto, a la piel y a las manos, y al sistema circulatorio. Anahata chakra es el corazón, el amor y la pasión. El color que se le asocia es el verde.
Vishuddhi chakra
Vinculado al elemento éter, está asociado a la garganta, a la palabra, a los oídos, a la vibración sonora y al sistema respiratorio. Vishuddhi chakra es la purificación: purificación de la palabra, del cuerpo y del espíritu. El color que se le asocia es el azul.
Ajna chakra
Es el tercer ojo, el espíritu, la percepción interior más allá de los cinco elementos. Está vinculado al sistema nervioso y a la columna vertebral. Ajna chakra es la clarividencia, la intuición, la claridad de espíritu. Es entender la verdad y saber dirigirse por el camino del conocimiento y el camino interior. El color que se le asocia es el índigo.
Sahasrara chakra
Está vinculado a la conciencia cósmica, al cerebro, a la conciencia y a la energía sutil. Sahasrara chakra es la evolución, la relación del individuo con el más allá, el encuentro del microcosmos y el macrocosmos. El color que se le asocia es el violeta.
Los chakras se encuentran en el cuerpo físico sutil y están en relación directa con la energía cósmica. En realidad, se considera que en la raíz de la columna vertebral —en la raíz de muladhara chakra— se halla una energía denominada kundalini. Esta energía vital, inagotable y que no puede ser medida, es una necesidad fundamental de nuestra existencia y solo una ínfima parte circula en los chakras. Los yoguis, a través de la práctica de las posturas, de las respiraciones, de las concentraciones y de las meditaciones, se preparan a nivel físico y nervioso para que su cuerpo pueda soportar, a través de los canales de energía, la fuerza de kundalini el día en que se despertará, ya que si esta fuerza se manifiesta y atraviesa un sistema nervioso incorrectamente preparado, provocará múltiples daños.
Según los sabios indios, incluso la cantidad ínfima de kundalini que circula en nosotros es capaz de darnos salud, bienestar y alegría de vivir. El objetivo del yoga y del ayurveda es desarrollarla rodeándose de las protecciones necesarias, para permitir a nuestra fuerza vital que se desarrolle para una vida mejor.
Los srotas
Según Charaka samhita, uno de los grandes tratados de ayurveda (ver p. 13), toda circulación se realiza a través de cierto número de canales visibles o invisibles recorriendo la totalidad de los tejidos y del cuerpo. Así, los shiras son las venas, los dhamanis son las arterias, los rasavahinis son los canales linfáticos y los nadis son los canales de energía, por los que circula prana, la energía de la conciencia.
Los srotas son grandes canales de circulación, grandes ríos en los que circulan varios tipos de fluidos. En función de cada srota, el fluido que circula será, o el de los doshas (ver p. 18), o bien el de los dhatus (ver p. 22-24) o de los malas (ver p. 25-26). En la terapia ayurvédica, el médico buscará qué srota está obstruido o bloqueado y cómo hacer circular de nuevo los fluidos en el interior del cuerpo.
Pranvaha srota es el canal de energía que hace circular el prana, el aliento, la fuente de vida, la energía vital. Vaha significa «que fluye», «que hace circular», «que lleva». Srota significa «camino», «río». Srota también designa las orillas que limitan el río en que el fluido circulante nunca es el mismo, puesto que está en movimiento.
Annavaha srota es el srota del sistema digestivo. Anna significa «alimento». Este srota garantiza la circulación del alimento desde la boca hasta el ano.
Ambudavaha srota (o udakavaha srota) asegura la circulación del agua y de todo tipo de fluidos y de líquidos. Ambuda significa «agua».
Luego vienen los srotas que transportan los siete dhatus (ver p. 22-24): rasavaha srota, donde circula el jugo alimenticio, que sale del corazón y de los diez vasos sanguíneos y del que también forma parte la circulación linfática; raktavaha srota, el srota del sistema circulatorio, que nace en el hígado y el bazo y transporta la sangre por todo el cuerpo; mamsavaha srota, que afecta a todo cuanto es ligamentos, tendones, músculos y piel; medavaha srota, que tiene su origen en los riñones y los tejidos adiposos del abdomen; ashtivaha srota, que empieza en el hueso ilíaco; majjavaha srota, el srota del sistema nervioso, que afecta el cerebro y la médula espinal, y shukravaha srota, cuyo origen se sitúa en el sistema reproductor, los testículos o los ovarios.
Los srotas vinculados a la circulación de los malas (ver p. 25-26) son: purishavaha srota, cuyo origen se halla en el colon y el recto; mutravaha srota, que empieza en los riñones y pasa por la vejiga; swedavaha srota, cuyo origen se encuentra en los tejidos adiposos y en los folículos pilosos.
Otros srotas son propios de la mujer: artavavaha srota (artava significa «menstruación») y stanyavaha srota (stanya significa «lo que viene de los senos», la leche materna).
El último srota descrito por los textos es manovaha srota, la energía mental o del pensamiento, o simplemente el camino recorrido por los pensamientos.
Los nadis
Existen más de 72.000 nadis, que son los meridianos o canales de energía. Doce de ellos —los khostanga nadis— se asocian a los órganos, los mismos que se describen en la medicina china para la acupuntura: hridaya, el corazón; kloman, el pulmón; yakrut, el hígado; sthulantra, el intestino grueso; amashaya, el estómago; vrikkau, los riñones; basti, la vejiga; pittashaya, la vesícula biliar; pliha, el bazo; ksudantra, el intestino delgado; tridosha, el pericardio. También se encuentra amatya, el nadi gobernador, y janma, el nadi de concepción o nacimiento.
Antiguamente, cuando la acupuntura se practicaba en la India, los médicos usaban mucho el conocimiento de estos nadis. Pero con el tiempo, otros nadis, que hacen el enlace entre los órganos, los srotas y los sub-doshas (ver p. 21) se han impuesto en la práctica médica ayurvédica.
Los marmas
Los marmas son puntos clave, lugares de encuentro en los que se reúnen la conciencia y el cuerpo. Los ciento siete marmas principales, cada uno con un nombre y una función, están considerados como sub-chakras. Pero, mientras los chakras se encuentran en el cuerpo físico sutil —y por lo tanto no tienen existencia material—, los marmas son puntos o zonas físicas tangibles, pero en relación con lo sutil. Para entender mejor este concepto, puede realizarse el paralelo con lo que se denomina el centro de gravedad: es real, pero no podemos verlo, no es visible. Es exactamente lo mismo para los marmas.
Fisiológicamente, los marmas son, en su mayoría, puntos de correspondencia entre los músculos, los tendones, los huesos, los nervios, etc., y permanecen en relación con la conciencia. Son los intermediarios entre lo visible y lo invisible, entre lo tangible y lo intangible, entre la energía finita y el infinito.
La ciencia de los marmas se usaba, sobre todo, para la anestesia durante las operaciones, en particular durante los tratamientos dentales, pero también en las ocho ramas del ayurveda. Los marmas son las claves del masaje ayurvédico.