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Historia del ayurveda

La palabra ayur, en sánscrito, significa «vida» o «fuerza vital». La palabra veda se traduce por «conocimiento». Ayurveda significa «conocimiento de la vida» (de la fuerza vital, o incluso del aliento vital). Por lo tanto, el ayurveda es la ciencia de la vida.

El término ciencia se toma aquí en su sentido más noble, no solo «técnica» o «racionalidad», sino también «arte de vivir» y «filosofía». El ayurveda aporta elementos para mejorar la longevidad y la calidad de vida. También en este caso, «vida» no designa solamente un proceso metabólico y biológico, sino un estado vital y una apertura hacia una perspectiva más profunda.

El ayurveda, surgida de la civilización del valle del Indo, existe desde hace unos 5.000 años: su origen data de los años 2500 aC y conoce su auge entre los años 1000 y 500 aC. A pesar de los vaivenes de la historia, esta civilización y tradición ayurvédicas permanecen vivas en nuestros días, del mismo modo que la medicina tradicional en China. Fueron transmitidas por la lengua sánscrita, lengua antigua (pero no lengua muerta, ya que el sánscrito todavía se usa), y los vedas, textos sagrados del hinduismo. Las bases del ayurveda se hallan esencialmente en Atharvaveda, el cuarto de los vedas.

Los vedas y otros textos sagrados de la India

Los vedas son los textos fundadores de la cultura india, según la cual son textos eternos, que no pueden ser de origen humano y habrían sido revelados a grandes sabios, los rishis. Según los historiadores, su revelación dataría de 30.000 a 10.000 años aC, y su escritura aproximadamente de 1.500 a 1.000 años aC. Para algunos, se trata de los textos sagrados del hinduismo, los escritos religiosos más antiguos. Para otros, son recopilaciones de conocimiento y de sabiduría, y para otros, simples obras poéticas.

Primero los vedas eran cantados o leídos en voz alta y transmitidos de generación en generación a lo largo de siglos de tradición oral. Varios autores están en el origen de los vedas, pero, según la tradición, los textos fueron recopilados, codificados y compilados por Vyasa, que también es el autor y uno de los protagonistas de la epopeya del Mahabharata. Alrededor de Vyasa existe un aspecto al mismo tiempo mítico e histórico, y resulta muy difícil hallar fuentes, fechas precisas u otros elementos referentes a este personaje histórico.

Ante la amplitud del trabajo de redacción de los textos sagrados de la India, a veces se dice que Vyasa designaría una función, más allá de la existencia muy probable de un escritor. Los cuatro grandes vedas eran, y aún son, libros de base de la civilización india.

EL GAYATRI MANTRA

El Gayatri Mantra, dado por el sabio Vishwamitra (Rig-veda III: 62: 10) se canta al alba.

Om bhur, bhuvah, svah tat savitur varéĐyam bhargo dévasya dhĐmahi dhiyo yo nah prachodayĐt

¡Tierra, aire, cielo! Que meditemos sobre el creador-Sol, Sobre el esplendor de su luz divina. Que nos inspire y nos conduzca hacia la inteligencia justa.

Rig-veda, o «alabanza de los dioses», el más antiguo, contiene lo esencial del conocimiento (y ya algunos conceptos fundamentalmente ayurvédicos). Rig significa «versículo». Antiguamente el Rig-veda era recitado por el bramán de élite, o sacerdote principal. Cuenta con 1.028 himnos repartidos en 10.462 estancias.

Iáyur-veda contiene las prácticas rituales. Iáyur significa «forma sacrificial». Iáyur-veda era cantado y recitado por otros sacerdotes, con motivo de ceremonias de matrimonio o de bendiciones de todo tipo (compra de una tierra, construcción de una casa, demanda de éxito, de riqueza, de amor, etc.).

Sama-veda es un libro de cantos que se abre al campo del sonido y de sus vibraciones. Sama significa «himno», «melodía». Sama-veda contenía mantras (término sánscrito que significa «herramienta del espíritu»), fórmulas sagradas cantadas. Los sonidos y el ritmo, creados por la alternancia de las vocales y las consonantes, tienen así la capacidad de suscitar energías sutiles.

Átharva-veda, del nombre del sabio Átharvan, contiene sobre todo los conocimientos de las ciencias físicas y ocultas: por ejemplo, astronomía y astrología, química y alquimia, física, ciencia del hábitat, matemáticas, ciencia del combate, dietética, cocina y, por último, ayurveda, ciencia de la vida. Átharva-veda también contiene diferentes fórmulas sagradas para buscar el soma, o néctar de la inmortalidad, hechizos mágicos para alargar la vida o para luchar contra las posesiones demoníacas y las enfermedades.

Para entender mejor los vedas, hubo enseguida los upanishads. El término proviene del sánscrito upa, que significa «cerca de»; de ni, que significa «en el lugar preciso»; y de sad, «sentado». Upanishad significa, por lo tanto, «estar sentado en un lugar preciso», junto a su maestro que indica y revela los conocimientos ocultos de los vedas. En las escuelas de upanishads, ello implicaba no solo que los alumnos escuchaban lo que sus maestros les enseñaban oralmente, sino también que estos últimos transmitían la luz del conocimiento y de la sabiduría mediante su simple presencia. Los alumnos, a su vez, devenían aptos para compartir todo aquello con otros.

EL MANTRA «OM»

Al principio era el verbo, al principio era un mantra.

Un mantra es una combinación de sílabas místicas. El sortilegio de esta fórmula extiende la conciencia, pacifica la mente, la conduce a la calma e induce un estado de meditación.

El sonido «Om» es un mantra, un sonido que posee una cierta energía de calma, de paz, de estabilidad y de creatividad. Es el mantra de los mantras. Está formado por tres sonidos: el sonido A, el sonido U y el sonido M, nasal, que sigue resonando.

Esos tres sonidos simbolizan las tres dimensiones del más allá: las dimensiones del espacio (la longitud, la amplitud, la altura) y las dimensiones del tiempo (el pasado, el presente, el futuro). Observemos que el concepto de trinidad se halla en la mayor parte de las mitologías, tanto occidentales como orientales. En la mitología india, la trinidad queda representada por Brahma, el creador; Visnú, el conservador, y Shivá, el destructor, el que permite reiniciar un nuevo ciclo.

El sonido «Om» se repite desde hace miles de años, desde la época de los vedas e incluso antes, es decir desde hace por lo menos 10.000 años.

Los rishis, los grandes sabios indios, supieron darle su propia energía a los diferentes mantras, y sobre todo al sonido «Om». Unos sonidos parecidos, en los cantos gregorianos u otros cantos religiosos, crean igualmente una energía particular.


Más adelante aparecieron los puranas, que contienen una narración de la historia del universo, la genealogía de los reyes y héroes de la cosmología hinduista y una descripción detallada de la geografía de los subcontinentes indios. En aquellos momentos la India se extendía hasta Indonesia al este, Afganistán al oeste, Sri Lanka al sur y el Tíbet al norte. Los conocimientos sobre la creación del universo se transmitían a través de historias épicas: Mahabharata, Ramayana y las Panca Tantras, que se parecen un poco a las Fábulas de La Fontaine.

La etimología de la palabra druida procede del sánscrito: dru significa «profundo», «esencial», y vid, que tiene la misma raíz que veda, designa el conocimiento. En la India antigua, los grupos de sabios tenían la misión de abandonar la India e irse a sitios lejanos para extender el conocimiento. La historia dice que esos sabios tenían también la capacidad de comunicarse por telepatía y que así estaban en contacto permanente con sus maestros y con sus contemporáneos investigadores, que se habían quedado en la India.

Los grandes tratados de ayurveda

Los tratados antiguos mejor formulados referentes en particular al ayurveda son seis. Llevan el nombre de los seis grandes médicos que pusieron por escrito conocimientos ancestrales, basándose asimismo en su experiencia práctica. Uno de ellos, Sushruta, por ejemplo, había estudiado a partir de la observación de cadáveres.

La Tríada Mayor, o Tríada de los Antiguos, está constituida por Charaka, o Caraka, samhita (de 400 a 200 aC), Sushruta samhita (600 aC) y Ashtanga Hrydayam de Vagbhata (siglo v dC). El primero es un tratado de medicina general, escrito en versículos, que incluye lo esencial de los conocimientos teóricos del ayurveda. Se describen en el mismo los ámbitos de la fisiología, de la etiología, de la embriología, del metabolismo y de la genética, entre otros. Sushruta samhita es un tratado de cirugía, también redactado en versículos. Aborda la anatomía física y sutil (sobre todo los marmas, ver p. 37). La Ashtanga Hrydayam de Vagbhata es una síntesis de los dos primeros y reúne información acerca de la medicina y la cirugía.

La Tríada Menor es más reciente (800 aC-100 dC). Reúne los escritos de Kasyapa, que tratan esencialmente de la maternidad y de la infancia; los de Sharangdhara, que estudiaron en particular las plantas, las formulaciones farmacéuticas y su preparación; y por último los textos de Madhava Nidana, que abordan las causas de las enfermedades, los síntomas, las complicaciones. Aún hoy en día podría usarse su metodología para tener una idea muy precisa y muy completa de los orígenes de la enfermedad, de su evolución, según cada individuo. Por ejemplo, Madhava sugería que el diagnóstico de un enfermo se verificara en distintas horas del día y fuera confirmado por diferentes practicantes con el fin de garantizar la mejor interpretación posible.

Las ochos ramas del ayurveda

Hace ya 5.000 años, el ayurveda definía ocho ramas o disciplinas médicas. Están más o menos explicadas en todas las obras citadas anteriormente; algunas de ellas les dan un mayor espacio, pero nunca se da separación entre ellas.

Estas ocho ramas son las siguientes: Kaya chikitsa, la medicina general; Shalya chikitsa, la cirugía, incluyendo la cirugía plástica y las prácticas que requieren, entre otros, los combates o las guerras; Shalakya chikitsa, la otorrinolaringología, la oftalmología y todo cuanto concierne a las partes del cuerpo por encima de las clavículas; Agada chikitsa, la toxicología; Bhuta vidya, la psiquiatría; Kaumara bhritya, la pediatría, campo en el que por desgracia se han perdido muchos conocimientos; Rasayana chikitsa, la geriatría y las terapias de rejuvenecimiento, y Vajikarana chikitsa, la ciencia de la energía y los afrodisíacos, y la sexología.

El ayurveda en la actualidad

Durante la colonización inglesa de la India, el ayurveda era una medicina ilegal. Sin embargo, la alopatía, que ganaba terreno poco a poco, no bastaba para curar a la totalidad de la población. Así pues, el ayurveda seguía siendo practicada en los rincones más apartados del país. Médicos ayurvédicos y eruditos, de este modo, pudieron conservar con esmero esos conocimientos. Desde la Independencia, en 1947, el ayurveda se convirtió en una medicina legal y reconocida. En la actualidad, la formación de un médico ayurvédico requiere seis años de estudios superiores, dos años de internado y dos años de especialización. Por último, dos años de práctica bajo la dirección de un médico experimentado ponen fin a un recorrido de doce años en total. Y aunque, hoy en día, la medicina alopática es dominante en la India, muchas personas recurren regularmente al ayurveda.

Actualmente, en la India, en el seno de la University of Health and Family Welfare, una comisión denominada AYUSH (término que significa «duración de vida» o «longevidad») reúne varios enfoques.

A por Ayurveda, Y por Yoga, U por Unani (técnica de origen iraní, próxima a la homeopatía), S por Sidha (tratamientos por los marmas —ver p. 37—, los mantras…) y H por Homeopatía.

El ayurveda se practica en Sri Lanka, Nepal, Bhután, la isla Mauricio, etc. Los países del este, como Hungría, Rumania y Rusia, empiezan a interesarse por él de forma seria. En Gran Bretaña, en la Universidad de Londres, el ayurveda se enseña como una medicina alternativa y puede practicarse legalmente, aunque los cuidados no quedan cubiertos por los seguros médicos.

El bienestar a través del ayurveda

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