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Creciendo

Siento que tus pasos cada vez son más largos,

que tu voz deja de ser angelical, pero igual me encanta escucharla.

Siento que mis retos ya son una conversación de igual a igual

y que negocias a cada instante tus ratos de ocio.

Siento que te me vas de mis ojos y me da miedo,

también sé que en la punta de la rama no puedes seguir

y deberé echarte el empujón para que empieces a volar,

aun sabiendo que el golpe puede ser muy fuerte,

pero de volar o no está en lo que yo te he enseñado

y en lo que tú has aprendido.

Siento que pasan los años y que si cierro los ojos

podré volver a verte gatear a mis brazos,

pero estás creciendo y es lo más natural del mundo,

solo que a veces los padres nos negamos que así sea.

Deberé ser paciente y dejarte en las mejores manos, las de Dios,

deberé dejar que empieces a conocer el mundo sin mí o sin tu mamá al lado.

Deberé dejarte crecer, soltar mi mano,

pero para mí es un dolor muy grande, aunque un orgullo inmenso.

Te amo, hijo, Dios te bendiga siempre.

Te amamos, disfruta el paseo,

verte bien nos hace felices.