Читать книгу Versos libres encadenados - Ladislao Feder - Страница 7

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Ángel guardián

Te pido, diosito mío, desde ya te doy las gracias por darme el hijo que tengo y por alumbrarle el alma.

Te pido, Dios, un favor que para mí es muy grande, que me mandes el mejor de los que tú tienes, un ángel.

Cuida bien que sea paciente y que actúe con esmero, que sea de la paz guerrero y en la guerra un mediador.

Te pido que me lo entrenes para una ardua tarea, que sea inteligente y también un luchador.

Porque mi hijo es inquieto seguro, pone en aprietos al ángel que toque de oído o no tenga vocación.

Por eso Dios yo te pido que me mandes ese ángel.

El mejor, el más osado, para que esté a su lado, que nunca lo deje solo y que le cuide los pasos.

Que sea almohadón a sus golpes y un hombro para su llanto, que no lo abandone nunca.

Y que lo guíe en la vida, que lo rete y lo aconseje y lo saque de las riñas, que lo siga a sol y a sombra.

Que lo ampare y le dé cobijo, porque no es a cualquiera, él cuidará a mi hijo.

Y te pido por favor que le digas a este ángel que ante cualquier situación que él se encuentre en peligro

me lo saque de las malas y sea su mejor amigo.

Ahora me pregunto yo por qué, Dios, no lo has enviado, solo has dicho que ese ángel

ya debe andar por estos lados, por las dudas mientras tanto dice que ocupe ese lugar

y es así como me siento yo, como un ángel guardián.

Espero que así lo sienta mi hijo, aunque a veces estoy lejos, aunque crea que no lo escucho,

aunque a veces sin querer con los retos lo lastime.

Perdóname si me equivoco, estamos aprendiendo juntos

y ser su ángel de relevo me mantiene ocupado todo el tiempo, me asusta, pero me gusta.

Quisiera que sea por siempre, pero si así no lo fuera, te repito ese favor, que me mandes el mejor.

Versos libres encadenados

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