Читать книгу Congreso Educativo Ambiental-CEA - Laura E. Hernández - Страница 4
Prólogo Por Walter Daniel Trusoni
ОглавлениеObservar la naturaleza implica para todo ser humano una responsabilidad, dado que nos valemos de ella instante a instante. Cada acción humana tiene un efecto, por imperceptible que parezca, a los sentidos del ser humano. Los primeros en habitar el planeta tenían una percepción intuitiva del efecto de cada acción diaria para subsistir, pues el alimento debía buscarse y no era fácil conservarlo en buen estado si las condiciones del lugar no acompañaban. La tecnología fue mejorando estas condiciones a tal punto que hoy un alimento comprado en un comercio tiene fecha de vencimiento para varios días, meses o años con la incorporación de conservantes. Este es solo un aspecto del grado de simplificación en la obtención y mantenimiento de alimentos y de la pérdida de esa intuición que nuestros antepasados utilizaron y desarrollaron para subsistir. El no intuir ni conocer los procesos de transformación de la naturaleza para lograr fabricar bienes de uso cotidiano nos encuentra desconectados y con escasa conciencia de los procesos por los que atraviesa el planeta que habitamos. No conocemos como habitantes del planeta el efecto del impacto ambiental que se genera desde la transformación de la materia prima de un producto hasta que lo adquirimos en el comercio. Esta situación nos ha convertido en personas que no vemos la degradación del ambiente. Observando desde los años 80 estas situaciones, miembros del CEA (Congreso Educativo Ambiental) hemos trabajado para generar relaciones entre la educación-medioambiente y tecnología aplicada. Hoy la tecnología ha llegado a tal evolución que la inteligencia artificial junto a la mecanización de dicha tecnología han logrado que la ética-robótica para el medioambiente sea una gran aliada como lo fue para los astronautas oportunamente la conquista del espacio. Pensamos que la educación en temas de medioambiente como la sostenibilidad tiene un rol clave para que personas de todas las edades y niveles educativos intercambien sus conocimientos en la materia para lo cual educación, medioambiente y robótica (como una aplicación de la tecnología) pueden y deben confluir en una suerte de taller virtual, mientras la pandemia así lo amerite, y presencial cuando sea posible, como lo hacíamos antes. Hoy el desafío es que los cascos polares no se recalienten generando inundaciones incontrolables en las costas del mundo o los incendios por altas temperaturas destruyan los pulmones del planeta. Cada acción cotidiana impacta en gran medida en el presente y en el futuro. Los protagonistas hoy somos todos quienes habitamos la Tierra y nuestras acciones impactan positiva o negativamente. Tuvimos la prueba desde el inicio de la pandemia con el regreso de animales a las ciudades o poblados. Tuvimos la prueba con los incendios catastróficos en diversos países e inundaciones muchas veces insospechadas en algunos territorios. Nuestro planeta pide que seamos conscientes de cada acto, cada pensamiento. Muchos objetivos como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) son ya nuestra responsabilidad para cumplir y esto es lo que nos puede salvar de catástrofes. Solo es necesario pensar en la acción correcta y ponerla en práctica. Para esto quienes han aportado sus conocimientos en este libro quieren sentirse acompañados por quien lea y difunda este desafío en donde lo heroico es no fallarle a nuestro planeta (por ahora el único que habitamos masivamente). Este camino del ambiente da muchas satisfacciones y hay infinidad de personas a quienes agradecer en este preciso momento todo lo que hacen e hicieron por esta nave de la que somos pasajeros privilegiados llamada planeta Tierra. Es tiempo de cuidar la nave y a quienes viajan en ella. Pues manos a la obra, seamos protagonistas estudiando, actuando en conjunto y con conciencia.