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Capítulo 1.

Inmigrados contra inmigrantes. Los conflictos de la integración

Mariana Vogt Vázquez

Inmigrados contra inmigrantes

Los movimientos migratorios son tan antiguos como la historia de la humanidad; pero en los años recientes se han convertido en un fenómeno masivo que ha modificado la geopolítica internacional. Las migraciones de europeos a América se realizan históricamente a partir del llamado, desde la visión europea, “descubrimiento del nuevo mundo” y la subsiguiente colonización de sus territorios desde el siglo xvi; pero, a partir del xix, ya independizadas las colonias y en camino de conformarse en naciones independientes, las olas migratorias de Europa hacia América se incrementan con nuevos tintes. La gran mayoría de habitantes de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá y Australia son descendientes de inmigrantes, a diferencia de los países europeos, donde hasta hace algunas décadas, quienes llegaban a radicar eran la excepción y se les veía como extraños o “extranjeros”, con desconfianza.

En el siglo xx, tanto en Norteamérica como en Europa, el desarrollo de algunos países requirió mano de obra. Durante el milagro económico alemán de los años sesenta y setenta, los obreros del sur de Europa y Turquía fueron bien recibidos porque pensaban que se quedarían solo unos años y regresarían después a sus países de origen. La industria alemana ofreció contratos de trabajos temporales a obreros italianos y españoles; y poco tiempo después a turcos. Se les consideraba como Gastarbeiter o “trabajadores huéspedes”, sin derecho a integrarse a la sociedad alemana; pero como la mayoría ganaba buenos sueldos y tenía prestaciones como el seguro social y la jubilación, no quisieron regresar. Además, a alguien que pasa más de cinco años viviendo en otro lugar, le resulta muy difícil retornar a su país de origen donde tendría que empezar de nuevo. Las autoridades se negaban a reconocer esta realidad y declararon que Alemania, a diferencia de los países americanos, no era un país de inmigración, una afirmación absurda porque la realidad era otra. Los alemanes tuvieron que aprender a convivir con los musulmanes; se construyeron mezquitas y en las calles se empezaron a ver mujeres con velo. Finalmente, estas familias extranjeras, cuyos hijos nacieron en Alemania, tenían que ser integradas a la sociedad, lo cual, en el caso de los musulmanes, no fue tarea fácil.

Actualmente en toda Europa hay un porcentaje alto de inmigrantes turcos, árabes, asiáticos, etc., entre los cuales se encuentran numerosos asilados políticos. Sin embargo, a diferencia de las generaciones anteriores, muchos de los inmigrantes recientes no tienen la voluntad de identificarse con su nueva patria y adaptarse a sus costumbres. Se trata de un problema que tampoco se resolvió en los casos anteriores, donde jóvenes musulmanes de la tercera generación no lograron hacerlo. Sus ideas ancestrales no siempre son compatibles con la sociedad moderna en que viven y conforman espacios donde reproducen sus costumbres y formas de vida. En los suburbios de París, por ejemplo, hay barrios árabes donde los franceses se sienten como extranjeros; también en Berlín-Kreuzberg el estilo de vida es oriental, porque casi todos sus habitantes son turcos. Muchos hombres jóvenes buscan a sus esposas en los pueblos de Anatolia, donde las muchachas todavía son sumisas y no cuestionan las decisiones de sus maridos, como hacen las turcas influenciadas por el estilo de vida alemán que deja gran libertad a las mujeres. En lugar de adaptarse a la vida occidental, muchas esposas e hijas musulmanas usan pañuelo y velo en la calle para manifestar que son diferentes o para cumplir con las exigencias de su familia.

Para los inmigrados de generaciones anteriores es difícil entender a estos nuevos inmigrantes que, a diferencia de ellos, tienen pocas ganas de convertirse lo más rápido posible en auténticos franceses o alemanes. Durante la primera mitad del siglo xx llegaron trabajadores de Europa oriental a Francia, y lograron integrarse satisfactoriamente en la segunda generación. El expresidente Sarkozy, por ejemplo, es descendiente de inmigrantes húngaros; también el abuelo de Donald Trump llegó a Estados Unidos desde Alemania en busca de un mejor nivel de vida.

A las personas provenientes de países occidentales, debido a que comparten una cultura común, les ha sido menos difícil establecerse en Estados Unidos y Europa occidental, que a los provenientes de países orientales, quienes enfrentan cierta resistencia por motivos raciales y religiosos. Durante la primera mitad del siglo xx, los inmigrantes europeos encontraron limitaciones y a veces gran hostilidad en los países a los cuales se dirigían. Por ejemplo, Francia encerró en campos de concentración a un gran número de refugiados republicanos españoles que cruzaron su frontera; y Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, solo dio asilo a un número limitado de judíos perseguidos por los nazis. Los gobiernos suelen cerrar sus fronteras cuando llegan refugiados en gran cantidad. Así sucedió en los años recientes cuando, al inicio de las migraciones masivas de sirios, Angela Merkel dio la bienvenida a los fugitivos de la guerra civil; pero como el número de solicitantes de asilo creció desmesuradamente, cerró la ruta de los Balcanes.

Estas grandes olas de refugiados pobres causan miedo a los países ricos y surgen grupos políticos que manifiestan abiertamente su rechazo. En Francia, el Frente Nacional de Marie Le Pen, y en Alemania un nuevo partido de extrema derecha, pegida, han logrado seducir a muchos ciudadanos que temen que los refugiados sean una amenaza para su seguridad. Además, si agregamos a los problemas económicos el peligro del terrorismo, la situación se vuelve explosiva. Así se crea el miedo al “extraño” o “extranjero” que tiene otras costumbres y una religión diferente, dirigiendo contra ellos el odio desde un primer momento. El actual presidente de Estados Unidos aprovecha muy bien el miedo de la población blanca de su país, quienes consideran que los hispanos, negros, árabes, etc., constituyen una amenaza para mantener su nivel de vida. Estos descendientes de inmigrantes no quieren que lleguen más porque temen que les quiten sus empleos. La razón por la cual muchos hispanos votaron por Trump es porque quieren frenar la inmigración de mexicanos y centroamericanos pobres. Ahora se sienten ricos y quieren defender sus privilegios económicos y sociales contra los “hispanos pobres”. Así se explica el triunfo de Trump en el estado de Florida, por ejemplo, donde un porcentaje muy alto de la población es de origen cubano, y más recientemente, venezolano. Comúnmente un latino rico de segunda o tercera generación que vive en Estados Unidos se identifica más con un norteamericano de ascendencia anglosajona que con un bracero nicaragüense o mexicano.

Algo similar sucedió en la Alemania nacionalsocialista de los años treinta del siglo pasado, cuando los judíos ricos establecidos allí desde generaciones trataban con desprecio a los judíos orientales pobres recién llegados. No se puede negar que en este momento el mundo pasa por una situación económica difícil desde la crisis de la banca norteamericana en 2008 que sacudió las bolsas de todo el mundo. Estados Unidos sigue siendo la economía global más fuerte, pero teme perder su posición como primera potencia mundial. Según Trump, los culpables de los problemas económicos actuales hay que buscarlos fuera de Estados Unidos; por eso se enfrenta a la Unión Europea, a China y, sobre todo, a México y Centroamérica, cuya mano de obra barata es considerada una amenaza para el nivel de vida de muchos norteamericanos. El muro debe cerrarles el paso a los migrantes hambrientos. Se cobran altos aranceles a los autos producidos de México: America First. Así como la Alemania nazi echó la culpa de sus problemas económicos a los judíos, Trump responsabiliza a las minorías étnicas y religiosas de los problemas norteamericanos. Su primera medida ha sido frenar con un muro la inmigración de mexicanos. Siempre que hay problemas económicos y sociales en un país, se culpa a las minorías étnicas y religiosas, y a los inmigrantes.

Este capítulo analiza la manera en que la Unión Europea ha tratado de solucionar políticamente el problema migratorio a través de tratados y acuerdos que permitan regular y controlar el ingreso de personas en su territorio.

La Unión Europea y la crisis de refugiados (2013-2016)

Con las manifestaciones a favor de la democracia y los derechos populares en el Magreb durante la primavera árabe en 2011, inician los flujos migratorios masivos que impactan principalmente en Turquía, Líbano, Irak, Egipto, Jordania y Europa. La situación del conflicto fue distinta en cada país. En Siria, con Bachar Al Asad, las protestas multitudinarias, que comenzaron el 15 de marzo del mismo año, fueron reprimidas de una manera tan violenta que desencadenó el conflicto armado más grave de la región. A partir de entonces, más de 11 millones de personas de una población de 22.8 millones se han visto obligadas a abandonar la región buscando refugio en algún otro país.6

Europa es uno de los continentes preferidos para buscar asilo, debido a su ubicación geográfica y a las políticas de integración que se ofrecen a inmigrantes, pues están mejor planeadas y ofrecen mayores oportunidades que la de los países de Medio Oriente. No obstante, el incremento migratorio más fuerte que se ve en Europa ocurre en 2014, pues el conflicto sirio se vuelve más intenso y no tiene solución a corto plazo. Europa, que asume una posición de aceptación y ayuda, se declara a favor de aceptar un gran número de inmigrantes en el continente. Alemania ha sido el país dentro de la Unión Europea que más migrantes sirios ha recibido; por ejemplo, en 2014, 173,000 solicitudes de asilo, mientras que países como Grecia, Italia o España actualmente no tienen ni siquiera permitido acoger migrantes debido a sus propios problemas económicos y que dieron una mala calidad de vida a los migrantes acogidos en años anteriores.7

Angela Merkel anunció en 2013 que Alemania estaba dispuesta a aceptar 800 mil inmigrantes en el país, ya que, por un lado, esto sostendría su nivel económico porque se necesitaba mayor fuerza laboral de jóvenes, ya que la mayoría de la población en el país es adulta, y, por otro lado, serviría como ejemplo hacia los demás países europeos para el cumplimiento de los acuerdos y tratados de migración dentro de la Unión Europea.8 A pesar de esta política de apertura, los tratados y acuerdos migratorios se han visto afectados en los últimos años, debido a que no se tenía contemplado que el flujo migratorio sería tan grande.

Alemania, al igual que otros países europeos, comenzó a limitar la entrada de los inmigrantes de diferentes nacionalidades, y finalmente en 2016 se vio obligado a reducir la entrada de sirios, pues no podía regular ya la situación interna debido al flujo excesivo de migrantes que cruzaban las fronteras. Las amenazas y el terrorismo por parte de los grupos islámicos y grupos radicales de derecha en Europa eran cada vez más graves. Comenzaron también a romperse tratados y convenciones con el fin de no acoger a más inmigrantes de los deseados, pues varios países europeos se vieron afectados y, por lo mismo, se empezaron a tomar medidas para retenerlos fuera de Europa, como el pago a Turquía.

Una de las cuestiones centrales que condujo a los países europeos a limitar la entrada de migrantes al continente fue: “¿Quién cambia más, Europa al islam o el islam a Europa?”. El choque cultural vivido va generando una convivencia y una identidad nuevas, donde ambas culturas deben poner de su parte para lograr una integración exitosa. Por otro lado se cuestiona la seguridad. No ayuda el hecho de saber que la mayoría de los migrantes que ingresan al territorio son armoniosos, pues si se habla de aceptar a 1.5 millones de migrantes en el continente y se contempla que de estos un diez por ciento son fanáticos religiosos, criminales o antisemitas, se tendrían entonces 150,000 criminales dentro del continente.9

Desde el último trimestre de 2015, los países con mayor poder dentro de la Unión Europea (ue), como son Alemania y Francia, no han logrado asegurar el cumplimiento de los diversos acuerdos de la ue que tanto han promovido respecto a los refugiados. A partir de 2016 se vieron obligados a limitar su entrada, pues económicamente no podían seguir recibiendo tantos inmigrantes, y les fue difícil controlar su situación política interna. Hubo varios atentados terroristas por parte de grupos islámicos, y los niveles de inseguridad comenzaron a aumentar. En respuesta, se llevaron a cabo grandes manifestaciones en contra de la aceptación de los inmigrantes, promovidas por partidos políticos de derecha y organizaciones extremistas como pegida, exigiendo que no se aceptaran más inmigrantes en Europa y que se integraran los que ya se encontraban allí.10 La situación internacional se ponía en riesgo, ya que en Siria el conflicto se tornaba cada vez más grave y la aceptación en otros países también era menor.

La última reforma en materia de política exterior que llevó a cabo Alemania fue en 2014.11 Pero los diversos problemas y cuestiones migratorias que ocurrieron a partir de entonces, obligan al país a llevar a cabo nuevas medidas políticas para mantener el orden y la unión de los países europeos, y además para que otros tratados y acuerdos, como el de Schengen, no se vean afectados. Los crecientes conflictos en Oriente, y las constantes amenazas de Turquía hacia la Unión Europea de no querer tomar a todos los inmigrantes que llegan a su país, a pesar del acuerdo, ponen en peligro la capacidad de la ue para influir en la política exterior, que se está viendo afectada en gran medida por su debilitamiento.

Rompimiento de los Tratados: Dublín iv

La Convención de Dublín iii prevé que el proceso de asilo se ejecute por el país en el que el refugiado pisó por primera vez Europa. En 2015, cuando la crisis migratoria fue más grave, la canciller alemana Angela Merkel decidió suspender temporalmente este tratado con el fin de agilizar las peticiones de asilo de los migrantes que llegaban a las costas europeas, en su mayoría sirios. Según lo establecido en el tratado de Dublín iii, el país en el cual un migrante pisa tierra europea por primera vez, es el país en el cual debe permanecer; pero se llevaron a cabo “Migraciones secundarias”, gracias a las cuales en el año 2016 muchos migrantes pudieron llegar a países como Alemania, Austria y Suecia, a pesar de haber pisado primeramente tierra en Lituania o Portugal.12

Las regulaciones previas a realizar en el Tratado de Dublín iv planean ordenar este tipo de controversias. En este nuevo documento se plantea establecer que el primer país europeo en el cual un migrante pise tierra no sea el responsable de incorporarlo, sino que los países miembros del acuerdo Schengen deberán dividirse el número de migrantes acogidos por cada uno según sus capacidades. Para esto, según lo dice la diputada sueca de la ue, Cecilia Wikström, deben establecerse ciertas reglas y lineamientos a seguir en el nuevo tratado, tanto para los solicitantes de asilo como para los países de la ue. Además, deberán llevarse a cabo algunas excepciones, donde los solicitantes de asilo puedan elegir el país en el cual desean permanecer, ya sea por cuestiones familiares, porque algún familiar suyo está ahí, o porque dominan ya el idioma del mismo.13

Por otro lado, se siguen discutiendo algunas modificaciones que deberían llevarse a cabo con la entrada en vigor de Dublín iv, como la calidad de vida ofrecida por cada país miembro para los migrantes, ya que su capacidad y posibilidades son diferentes, además de regular otros vacíos observados por Dublín iii. No obstante, estas medidas no han sido contempladas en el nuevo documento. Finalmente, no hay una fecha específica en la cual entrará en vigor el mismo, ya que, primeramente, la comisión, el parlamento y el consejo, deberán ponerse de acuerdo para lograr un compromiso en conjunto.14 La última reforma en materia de política exterior que llevó a cabo Alemania fue en 2014.15 Pero los diversos problemas y cuestiones migratorias que ocurrieron a partir de entonces, obligan actualmente al país a llevar a cabo nuevas medidas políticas para lograr mantener el orden y la unión de los países europeos, y además para que otros tratados y acuerdos, como el de Schengen, no se vean también afectados. Los crecientes conflictos en Oriente y las constantes amenazas de Turquía hacia la Unión Europea de no querer tomar a todos los inmigrantes que llegan a su país, a pesar del acuerdo que tiene con la Unión Europea de esto, ponen en peligro la capacidad de la Unión Europea para influir en la política exterior, que se está viendo afectada en gran medida por su debilitamiento.

La situación migratoria en cada país es distinta. En Croacia, por ejemplo, los migrantes proceden en su mayoría de los Balcanes occidentales, pero el país rechaza este tipo de migración, ya que no cumplen con los estatutos establecidos por el acuerdo de migratorio de la ue. Sin embargo, los inmigrantes acogidos por el país, en su mayoría de origen romaní, critican las dificultades enfrentadas, principalmente en cuanto al acceso a atención médica, asistencia social, vivienda adecuada, o educación. Estonia mantiene una política minimalista en materia de refugiados. El gobierno había reubicado para 2016 únicamente a 66 solicitantes de asilo conforme al plan, según datos de la Comisión Europea.16

Por otro lado, la situación migratoria en Francia se complicó a partir de 2015 con los atentados terroristas llevados a cabo por el Ejército Islámico (isis), lo cual provocó movimientos y medidas racistas en contra de los migrantes musulmanes por parte del gobierno y de la población. Francia aceptó el número estipulado por la ue de inmigrantes para su integración; pero posteriormente el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la onu calificó como “precarias” sus instalaciones de acogida. Además, se han incrementado las muestras de racismo, antisemitismo e islamofobia en este país. Alemania, con la aceptación de 890,000 migrantes en 2015, fue uno de los países de la ue que más migrantes aceptó; pero, así como sucedió en Francia, el aumento de atentados terroristas generó un sentimiento xenófobo y racista por parte de la población alemana, que limitó su aceptación.17

Finalmente, la situación en Grecia, Italia y España es de suma importancia, debido a que, por ser países fronterizos, asumen la llegada de un mayor número de migrantes. España e Italia reciben principalmente población africana. España reforzó sus fronteras para limitar la entrada de migrantes y se negó a aceptar la cantidad a la cual se había comprometido frente a la ue. Italia, al igual que España, se ha limitado a denegar la entrada a los solicitantes de asilo. En Grecia, el número de migrantes provenientes, en su mayoría de Medio Oriente, se redujo a partir de la entrada en vigor del tratado ue-Turquía firmado en 2016. Sin embargo, y debido a sus propias dificultades económicas, la situación de los refugiados en este país no cumple con lo establecido en los tratados migratorios de la ue.18

Las rutas migratorias hacia Europa

Para la Comisión Europea, el asilo se refiere a:

La forma de protección garantizada por un Estado en su territorio basada en el principio de non-refoulement (no devolución), que conlleva el reconocimiento internacional o nacional de los derechos del refugiado. Se concede a toda persona incapaz de ver garantizada tal protección en su país de nacionalidad y/o residencia, por temor a ser perseguida por razón de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política.19

Y establece las siguientes características:

En un contexto global, desplazamiento de una persona o de un grupo de personas, bien a través de una frontera internacional (migración internacional), bien dentro del territorio de un Estado (migración interna). Es un desplazamiento de población que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas migrantes por motivos económicos y personas que se desplazan por otras causas, como la reagrupación familiar.20

La Comisión Europea considera que se puede conceder asilo a toda persona incapaz de obtener protección en su país de origen o residencia, por temor a ser perseguido por razón de raza, religión, nacionalidad, o pertenencia a un determinado grupo social u opinión política. Para obtener el estatuto de refugiado dentro de la ue, tiene que demostrar que está huyendo de persecución y que podría enfrentar incluso la muerte si regresa a su país de origen. En la práctica, debido al gran aumento de migrantes, esta definición se ha ido reinterpretando. En la actualidad se concede asilo principalmente a personas procedentes de países en ­guerra, como Siria o Afganistán. No obstante, personas procedentes de África que emigran en busca de una mejor situación económica están siendo rechazadas.

Principalmente fueron cuatro las rutas migratorias utilizadas para llegar a Europa en 2015, establecidas por las mafias de tráfico de personas, quienes fijan los recorridos, pasos fronterizos, medios y sobornos en aduanas. Por su propia naturaleza, estas rutas son cambiantes y dependen de múltiples factores, como puntos fronterizos vulnerables, acuerdos que alcancen los países de origen con Europa o cambios en la legislación. La primera es a través del mar Mediterráneo. Se estima que alrededor de 680,923 migrantes llegaron ese año a Europa a través de esta ruta y 3,175 perdieron la vida en el intento. Las mafias cobran entre 700 y 1,400 euros por trayecto, mientras que el salario mínimo de los países de origen es de entre 70 y 100 euros mensuales, según datos de la ion y icpm.21

La segunda ruta, la ruta del oeste, va desde Mauritania y Sáhara Occidental y cruza Canarias en lancha. Debido al alto costo del pasaje, la mayoría de los migrantes trabajan uno o dos años en Mauritania para pagarlo. Aproximadamente solo cerca de 200 personas la utilizaron este año debido a los acuerdos entre la ue y Mauritania para cerrar este trayecto. Se trata básicamente de acuerdos bilaterales de cooperación con zonas oscuras donde no hay rendición de cuentas, según un informe realizado por Amnistía Internacional.

La tercera ruta es la del Estrecho de Gibraltar, donde se registraron 3,845 personas y 29 muertos. En esta ruta, los migrantes cruzan el Sáhara dentro de camiones o furgonetas para llegar a Melilla, donde deben enfrentarse al salto de la valla como último paso.22 La “ruta Libia” fue la más utilizada en África durante el 2015, con alrededor de 139,518 personas que la recorrieron, y 2,811 fallecidos en el intento. En esta, parten desde Libia en canoas rumbo a las islas italianas de Lampedusa o Sicilia. Debido a la guerra civil en Libia, no se lograron concretar acuerdos con la ue para cerrarla.

Finalmente, la ruta más utilizada en el mismo año por los refugiados sirios fue la de Turquía-Grecia. Cruzan desde la costa turca hasta llegar a alguna de las islas griegas. En total 537,460 personas la recorrieron y alrededor de 335 fallecieron en el intento. Se estima que alrededor de 7,000 personas cruzaron diariamente desde Turquía a las islas griegas.23

No obstante, a pesar de lograr cruzar la frontera, los inmigrantes deben abogar para obtener su estatuto de refugiados; pero la cifra de personas acogidas en los países europeos es mucho menor en comparación con el número de solicitudes de asilo presentadas cada año. Entre los casos más radicales se encuentran Polonia, Hungría, Austria, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria, Croacia y España, que se han negado a dar el asilo que les correspondía según lo establecido en el tratado de Dublín dentro de la ue. Por otro lado, países como Malta, Finlandia, Irlanda, Noruega, Suiza, Luxemburgo y Lituania han respondido de manera satisfactoria ante lo establecido por la política migratoria.24

El tratado de Dublín ha quedado rebasado para regular la actual situación migratoria, ya que no contempla diversas situaciones que deben ser modificadas, como el hecho de que países como Italia, Grecia o España reciben el mayor número de inmigrantes y no podrían asumir su integración. Tiene además otros inconvenientes, como la poca regulación y control para poder agilizar los estatutos de refugiado de los solicitantes de asilo. Otras medidas a las que ha recurrido la ue para reducir el número de solicitudes de asilo dentro del continente, es la firma de convenios con los países vecinos, para que sean ellos quienes integren al mayor número de migrantes. Entre estos destacan el convenio firmado con Turquía y Marruecos, además de otras alianzas para bloquear el paso a la ue.

La repartición de los migrantes

En contra de lo que podríamos pensar, no es el continente europeo el que ha recibido al mayor número de migrantes. El primer lugar lo ocupa Turquía, que hasta 2015 había acogido aproximadamente a 1.9 millones de personas; esto debido a la cercanía geográfica y a la afinidad religiosa que comparte con Siria, pero además por el tratado firmado con la ue, donde Turquía, a cambio de cierta cantidad económica por parte de Alemania, se compromete a retener el paso de migrantes hacia Europa. El segundo lugar lo ocupa Líbano, que hasta el mismo año había acogido alrededor de 1.1 millones de refugiados sirios. Su situación es similar a la de Turquía, pues también comparte una frontera con Siria. En tercer lugar se tiene a Jordania, que hasta 2015 refugió alrededor de 629,000 migrantes, principalmente de Siria, pero también de Irak, Somalia y Sudán; no obstante, debido al alto ingreso diario de migrantes en el país, las condiciones de vivienda son desfavorables.25

Por otro lado, Irak ha recibido aproximadamente a 249,000 migrantes. Este país facilita los trámites de su integración a pesar de haber sufrido también ataques del grupo islámico isis. El aumento de refugiados en el país le ha generado una gran presión en todos los campos de acogida, incluidos los de servicio de agua, luz, cobijo, alimentación y atención médica, según datos de la acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Otro gran número de sirios opta por cruzar las fronteras de Jordania e Israel hacia el sur y adentrarse en Egipto, que no restringe la entrada de los refugiados, pero su situación allí es desfavorable ya que no existen campamentos de acogida ni planes de asistencia básica para los recién llegados; esto impide tener un control sobre el número de migrantes que ha aceptado el país. Según un estudio realizado por la acnur, el 90% de los refugiados sirios que llegan a Egipto viven en pobreza y no tienen acceso a educación ni al empleo.26

Son pocos los países europeos que han cumplido con el número de refugiados establecido por los tratados de Dublín. Eslovaquia y Hungría han declarado, incluso frente al Tribunal de Justicia de la ue, su rechazo a esta petición.27 Además, los gobiernos de la ue manifiestan muy poco interés en que los solicitantes de asilo se repartan de una manera más equitativa en toda la Unión. Según datos de la Comisión Europea, menos del 20% de los solicitantes de asilo que se encontraban en Grecia e Italia han sido reubicados en otros países de la ue a causa de un plan de emergencia. Malta, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Letonia, Lituania y Suecia son los países europeos que más inmigrantes han recibido, cumpliendo así con lo establecido.

Por otro lado, Polonia, Hungría, República Checa, Austria, Eslovaquia, Bulgaria y Croacia no han aceptado, o han aceptado a menos del dos por ciento del porcentaje que les correspondería. De algún modo esto se debe a posturas de tinte racista que ha asumido una parte de su población. En Polonia, incluso, varias ong obligaron a las autoridades a impedir que solicitantes de asilo en la frontera con Bielorrusia ingresaran en territorio polaco en busca de protección. En Croacia se habla de un aumento en la discriminación, la intolerancia étnica y las expresiones de odio hacia miembros de minorías, en particular, judíos, romaníes y serbios. Las personas de estas etnias enfrentan dificultades para acceder a servicios estatales básicos, como a la atención médica, la vivienda inadecuada y el acceso a la educación. Las cuestiones de rechazo hacia los inmigrantes son similares en estos países. El aumento de los atentados terroristas enfrentados en la ue en los últimos años, el choque cultural y religioso y el miedo de muchos ciudadanos a que disminuya en el número de empleos a causa de la aceptación de migrantes ha generado un aumento xenófobo entre las personas y una negación a recibir migrantes.28

Además, Holanda, Francia y Alemania, que juegan un papel muy importante dentro de la Unión Europea y que son los principales promotores de su integración, no han cumplido tampoco con el número de personas a acoger. En Francia, a partir de 2015, debido a un atentado del grupo islámico isis, el Parlamento dificultó el ingreso de migrantes en su territorio. El crecimiento de la xenofobia entre la población y las medidas en contra de la aceptación de las ideas musulmanas conllevaron a una situación de violación a los derechos de los migrantes, situación que incluso fue criticada por el Comité de la onu, que exigió se realizaran acciones a favor de su integración. Alemania se comprometió en un inicio a recibir 800,000 migrantes. Y aunque presentaba esta apertura como una muestra de solidaridad ante los refugiados, es sabido que debido a la escasez de jóvenes en el país, era necesario emplear una política de este tipo para aumentar la fuerza laboral de la población joven y poder evitar una crisis económica en el largo plazo. Sin embargo, debido a los ataques terroristas del isis en 2016, se ha visto, igual que en Francia, un aumento de la xenofobia que ha impedido cumplir con el número de migrantes que se contemplaba a aceptar en un inicio, y se han llevado a cabo las medidas para desviar los flujos migratorios hacia otros países fuera de la ue, que comentamos anteriormente.

Finalmente, los países europeos más vulnerables ante este fenómeno han sido Italia, España y Grecia, ya que, según lo establecido en Dublín iii, deberían asumir la responsabilidad de acoger a los migrantes que pisan primero tierra en su territorio; claramente estos, por ser países fronterizos, reciben un mayor número de migrantes en comparación con los otros países europeos. Sin embargo, como ya se mencionó antes, debido a esta disyuntiva, los demás países europeos se comprometieron a crear una división justa en cuanto a la integración de estas personas en los países europeos según la capacidad de cada país. No obstante, no se ha cumplido con esto hasta la fecha. La crisis económica en España y Grecia ha generado situaciones degradables en las condiciones de vida de los refugiados, y el mal empleo de la división justa en el número de migrantes ha generado alianzas con los países fronterizos para retener la llegada de migrantes al continente europeo. Italia ha reforzado sus negociaciones con Sudán, Gambia y Libia; España con Marruecos, y Grecia se ha beneficiado de la alianza con Turquía para cerrar la frontera hacia Europa.29

Las dificultades de la integración de los migrantes en la Unión Europea

A pesar de las controversias para acoger a los migrantes que llegan en bus­ca de ayuda a la Unión Europea, y de las discordias enfrentadas en el Tratado de Dublín, se tienen diversos planes establecidos para llevar a cabo la integración de las personas que han logrado recibir el estatuto de refugiado dentro de la Unión Europea. A partir de 2015 se comenzaron a crear políticas de integración más definidas, como una tarea que corresponde a cada gobierno nacional, pero donde la ue puede desempeñar un papel de apoyo. El Parlamento Europeo pretende desempeñar un papel cada vez más activo; ha desarrollado programas de alojamiento, alfabetización, cursos de idioma, diálogo intercultural y formación profesional. Actualmente se busca ejercer políticas para agilizar el proceso de integración de los migrantes, tanto en el mercado laboral como en la sociedad.30

Para el proceso de análisis de las solicitudes de asilo, cada país tiene un sistema diferente. En Alemania, por ejemplo, el bamf (Bundesamt für Migration und Flüchtlinge) examina el contenido de las solicitudes: el solicitante debe hacer creíble la amenaza de una persecución inminente. Al decidir sobre la solicitud de asilo, el bamf aplica el derecho de residencia alemán, las normas de la Convención de Ginebra sobre Refugiados y la legislación de la ue. Luego, los solicitantes de asilo tienen que esperar una respuesta. Los ciudadanos de países como Afganistán, Pakistán, Eritrea y Somalia deben esperar entre 14 y 17 meses para obtener una respuesta. Los provenientes de Siria y el norte de Irak, entre 3 y 4 meses debido al peligro que enfrentan en estos países. Los solicitantes de asilo se distribuyen a través de un sistema en línea, para lograr que la integración en cada región sea posible. Además de que no todos los estados federales están suficientemente preparados para acoger el mismo número de migrantes.31

Una de las controversias más importantes para la integración de los migrantes en Europa es la prohibición del trabajo. El Bundestag redactó una ley en diciembre de 2014: “Mejoramiento de la situación de los solicitantes de asilo y los extranjeros tolerados”. La ley fue aprobada en 2015, con el objetivo de asegurar una distribución justa de los costos sociales entre los países. La ley introduce un soporte de residencia de los solicitantes de asilo y personas toleradas cuyo sustento no está asegurado.

Esta ley ha sido muy criticada por la prohibición del trabajo que implica. Desde que se aprobó, a los solicitantes de asilo no se les permite trabajar durante nueve meses. Incluso los solicitantes calificados se ven obligados a actuar como inactivos. Este es un verdadero problema para los mismos solicitantes, a quienes la inactividad les produce serios problemas de depresión, porque quisieran sentirse útiles en el país de acogida. También es un problema para la propia economía del país y para la situación sociológica, pues los ciudadanos europeos se crean una falsa impresión de los solicitantes de asilo, ya que piensan que son ellos quienes no quieren trabajar. La mayor parte de la población no sabe que a los solicitantes de asilo no se les permite trabajar debido a esta ley. La situación es diferente para cada grupo de edad. El grupo más afectado es el de las personas que han completado su formación profesional en su país de origen, porque sus estudios a menudo no son reconocidos en la Unión Europea, ya que el sistema educativo es diferente. También el idioma suele ser un obstáculo.

La situación con los niños es distinta. En general, la escolaridad obligatoria también se aplica a los niños y adolescentes refugiados, pero sus oportunidades educativas varían según el país de acogida. La educación es obligatoria, no obstante, debido a que el proceso de integración es tardado, se pierde hasta un año para que los niños puedan comenzar con las clases. Además, hay que tomar en cuenta que, debido al idioma, su integración en la escuela es tardada. Por el incremento en el número de refugiados, no hay suficientes plazas escolares, pero el gobierno debe garantizar que los niños se integren lo más pronto posible en las clases regulares.32

El problema con los refugiados no termina cuando obtuvieron un permiso de residencia o después de haber construido su vida en Europa. La reacción de los europeos ante el aumento en el número de inmigrantes es un aspecto importante. Por un lado, hay bastantes organizaciones que apoyan y ayudan a los refugiados para que puedan integrarse adecuadamente a la cultura y a la vida del país. Pero también hay otras que no están a favor. Dado que la cuestión política y económica en Europa ha cambiado notoriamente con estos movimientos de refugiados, se ha incrementado la simpatía a los partidos de ultraderecha y se han creado organizaciones que se oponen a la creciente aceptación de migrantes en el continente, con el argumento de que el choque cultural y las diferentes costumbres crean un problema muy grande.

Una organización importante de mencionar es pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente), que dicen fue formada por “el pueblo”. Sus miembros se encuentran insatisfechos con la política y tienen prejuicios contra los inmigrantes y refugiados, en particular contra la fe musulmana. En diciembre de 2014, pegida describió la inclusión en Alemania de “refugiados de guerra” y “perseguidos política o religiosamente” como injustos, porque pondrían en peligro el nivel de vida económico de los alemanes. La organización extremista de derecha afirmó que los solicitantes de asilo en Alemania no eran verdaderos refugiados este año, por lo que según una encuesta, el 44 por ciento de la población alemana rechazaría a los solicitantes de asilo.33 Esta organización de extrema derecha juega un papel importante en las decisiones políticas de Alemania, lo que, por supuesto, representa un problema serio para la integración de los refugiados.

Por otro lado, Hamed Abdel-Samad, quien nació en Egipto y es hijo de un imán musulmán, realizó sus estudios universitarios en Alemania en ciencias políticas y fue criticado y amenazado de muerte por el análisis que realiza al islam y por la manera en que explica las dificultades de integración que los practicantes de esta religión enfrentan en Europa. Uno de los puntos más importantes que menciona es el religioso. Para los europeos, la religión cada vez tiene menos importancia; sin embargo, para los migrantes, el islam es imprescindible y provoca un choque cultural y religioso dentro del continente al tener ambas posturas. Esto conlleva, por un lado, a una pérdida de identidad de los migrantes que buscan integrarse en el nuevo continente, y por el otro, a un rechazo continuo de los alemanes hacia los migrantes.34

Para la primera generación de migrantes, lo principal era aumentar sus ingresos económicos; para la segunda generación, lo más importante aumentar su nivel de estudios y obtener un mejor puesto laboral; pero para la tercera generación de migrantes, el tema de la identidad se vuelve lo más significativo. Entre más rechazo se genera por parte de los europeos hacia los migrantes, estos suelen aferrarse más a su religión, pues de esta manera logran sentirse parte de algo. Los padres de los niños nacidos en el nuevo país quieren que estos se adapten al mismo y que logren ser exitosos, pero, a la vez, se niegan a que se pierda su cultura y sus tradiciones que suelen ser diferentes a las europeas.35

El rechazo a aceptar migrantes

A pesar de los tratados y acuerdos, en la Unión Europea no logra ponerse en práctica una política común. Países como Grecia, Italia y España, que por su posición geográfica son los que más inmigrantes reciben, sufren una crisis económica interna, por lo que reclaman no estar en condiciones de poder recibir más migrantes en sus territorios. La situación para los refugiados en estos países ha sido también criticada por Dublín iii, pues las condiciones para estas personas en los campos de refugiados son muy malas. Cuestiones de esta índole dirigen a la creación de una nueva política migratoria, donde uno de los puntos más importantes a llevar a cabo será que los inmigrantes no deban permanecer en el primer país europeo en el que pisan territorio, sino que deberán ser repartidos de una manera equitativa según las necesidades y la capacidad política y económica de cada país.

La mayoría de los migrantes que llegan a Italia provienen de África, pues a través de la ruta Libia tienen mayor facilidad para entrar al continente. No obstante, la poca regulación obtenida en cuanto a las rutas migratorias ha generado un aumento en redes criminales para cruzar a los migrantes. Los diversos acuerdos generados con Libia para reducir la entrada de migrantes a territorio italiano no han dado resultados. La situación para los migrantes es muy dura debido a que en su camino son maltratados, violados y torturados. Por otro lado, Italia acusa a la Unión Europea de no apoyar lo suficiente para regular la situación en el país, e incluso en 2017 presentó una amenaza de prohibir la circulación en aguas italianas a las embarcaciones que no fueran de su país. Esto con el fin de que las embarcaciones con migrantes no lograrán arribar.36

El poco apoyo que ha recibido el continente por parte de la Unión Europea y el poco control que tiene sobre la situación, ha generado un descontento en Organizaciones no Gubernamentales y en otras Instituciones Europeas debido a las consecuencias de estos actos. El gobierno italiano pide que la contribución de la Unión Europea no se limite a los rescates, sino que haya una implicación mucho mayor, tanto económica como logística para los recién llegados, pues según datos de la acnur, de los 85,000 migrantes que arribaron por el Mediterráneo durante el primer sexenio de 2017, 78,000 lo hicieron por Italia. Sin embargo, este número sigue creciendo y los campos de refugiados en Italia no tienen ya la capacidad para acoger a tantas personas.37

España recibe un número muy alto de inmigrantes debido a su frontera directa con Marruecos, pero también es uno de los países europeos que menos migrantes asila en su territorio. La mayoría entra por Melilla pero suelen ser rechazados. España emplea “devoluciones en caliente”; es decir, los migrantes eran directamente devueltos a su territorio o enviados a algún otro país fuera de la Unión Europea. Actualmente se critica que este tipo de devoluciones fueron vistas por el Consejo Europeo como una vulneración del Convenio Europeo de Derechos Humanos y por la Convención sobre el estatuto de los refugiados de 1951. No obstante, cada vez más países europeos aplican este modelo.38

Se habla de una violación de los derechos humanos en Melilla, pero también se ve como una manera de deslindarse de las tareas que la ue no quiere asumir. Para reducir el número de inmigrantes se han realizado importantes tratados con Turquía y con Marruecos, donde a cambio de una gran cantidad de dinero ofrecida por el gobierno europeo, ambos países se comprometen a acoger a la mayoría de los migrantes, incluidos aquellos que ya habían obtenido su estatuto de refugiados dentro de Europa.39 Finalmente, no se trata solo de que España no esté dispuesta a recibir un gran número de inmigrantes, sino de que el número de migrantes que ha acogido es mucho menor al establecido en Dublín iii, es decir, España afirma abiertamente que no está dispuesta a recibir migrantes y que cada país debería tener la capacidad de elegir sobre este tema con autonomía.

A partir del Tratado de Retención para Migrantes de 2016 con Turquía, el número de migrantes que llega a Grecia se ha reducido de manera drástica. No obstante, distintas organizaciones internacionales como Human Right Watch (hrw), o Amnistía Internacional, critican principalmente la cuestión de los derechos humanos de las personas en Turquía. Miles de personas esperan durante meses en las islas griegas a ser trasladados o recibir un estatuto de refugiados en el país, pero las situaciones en las residencias de migrantes son terribles y no se cuenta con los recursos primarios para darles una atención digna a todos ellos. Por su parte, Turquía declara una guerra diplomática a la ue y con descontinuar el acuerdo, mientras que con los europeos aumenta el populismo islamofóbico y la fobia migratoria.40

La situación plantea muchos retos en todos los niveles que tanto los gobiernos de la Unión Europea como sus ciudadanos deben enfrentar. Los flujos migratorios crecientes hacia países desarrollados, ya sea por causas de violencia o pobreza, no son un fenómeno que se vaya a detener. Zygmunt Bauman hablaba de estos excedentes de población que las economías capitalistas de los países desarrollados no pueden absorber como de Vidas desperdiciadas.41 Se trata de una situación global que enfrenta el mundo y que encontramos ahora, igual de problemática, con los millones de migrantes centroamericanos que intentan cruzar hacia los Estados Unidos. Las soluciones que la Unión Europea proponga a estas situaciones serán ejemplo, seguramente, de las directrices que los gobiernos de otras latitudes tomarán en cuenta para resolver sus propios conflictos.



6 Ramírez, Felipe. Informe “La primavera árabe y la guerra en Siria: expertos debatieron sobre los orígenes del conflicto”. Prensa U-Chile. Santiago de Chile, 2016.

7 Reimann, Anna. “Wohin die Fluchtlinge wollen und wer sie nimmt”. Spiegel on line, 2015.

8 Wolfgang Grenz, Julian Lehmann, Stefan Kessler. Die Grenzen gehen, die Grenzen kommen, pp. 120-125.

9 Abdel-Samad, Hamed. Integration. Droemer, Múnich 2018, pp. 210-213.

10 Theile, Charlotte. “Wie sich Rechtspopulisten die Schweiz als Vorbild nehmen”, Süddeutsche Zeitung, 11/07/2016.

11 Dimitriadi, Angeliki.” Europa ante los refugiados”. Afkar ideas. Invierno 2015-2016.

12 Scholz, Kay-Alexander. “Dublin iv: Kritik am neuen europäischen Asylrecht”. Deutsche Welle, 11/06/2017.

13 Ibid.

14 Ibid.

15 Dimitriadi, op. cit.

16 Human Rights Watch. European Union: Events of 2016.

17 Ibid.

18 Ibid.

19 Comisión Europea. “Glosario 2.0 sobre migración y asilo”. Enero 2012.

20 Ibid.

21 Carretero, Ignacio. “Así son las cuatro rutas de la inmigración a Europa”. Periódico El Español, 24-10-2015.

22 Ibid.

23 Ibid.

24 Valentín, Lucía. ¿Cuántos migrantes ha acogido cada país de la ue? Euronews, 26-09-2017.

25 Martínez, Michael. Crisis de refugiados: ¿qué países los reciben y cuáles no? cnn, 09/09/2015. http://cnnespanol.cnn.com/2015/09/09/crisis-de-refugiados-que-paises-los-reciben-y-cuales-no/#0

26 acnur “Siria: se duplica el número de refugiados que huyen hacia Jordania”. http://acnur.es/noticias/notas-de-prensa/972-siria-se-duplica-el-numero-de-refugiados-que-huyen-hacia-jordania.

27 Sánchez, Escarlata. El Tribunal de Justicia de la ue rechaza los recursos de Hungría y Eslovaquia contra las cuotas de refugiados. Euronews. 06/09/2017. http://es.euronews.com/2017/09/06/el-tribunal-de-justicia-de-la-ue-rechaza-los-recursos-de-hungria-y-eslovaquia

28 Watch, Human Rights. Informe mundial. 03/10/2016. https://www.hrw.org/es/world-report/country-chapters/298826

29 Ibid.

30 Parlamento Europeo. Integración de los refugiados en Europa. 14/07/2017. http://www.europarl.europa.eu/news/es/headlines/society/20170629sto78628/integracion-de-los-refugiados-en-europa

31 Kessler, op. cit., pp. 125-128.

32 Janke, Carsten. Wann können Flüchtlingskinder zur Schule gehen? https://mediendienst-integration.de/artikel/bildungspolitik-zur-umsetzung-der-schulpflicht-fuer-fluechtlinge.html. 2016.

33 Lehmann, Julian, op. cit., pp. 80-84.

34 Abdel-Samad, op. cit., pp. 187 y ss.

35 Ibid.

36 Verdú, Daniel. La crisis migratoria se agrava y desborda a Italia. El País, 11/05/2017.

37 Ibid.

38 Dolz, Patricia Ortega. Más de diez mil sirios han entrado a España por Melilla. El País, 30/04/2016.

39 Ibid.

40, Carbajosa, Ana. Las llegadas de refugiados a Grecia se desploman al año del pacto con Turquía. El País, 20/03/2017.

41 Bauman, Zygmunt. Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias. Paidós. México 2015.

El islam y la cultura occidental

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