Читать книгу La Maestría del Amor Incondicional - Lucía Mahapremal Devi - Страница 11
¿Por qué escribir sobre la muerte?
Оглавление“La muerte no es lo contrario de la vida, la vida no tiene opuesto. Lo opuesto de la muerte es el nacimiento. La Vida es Eterna”.
ECKHART TOLLE.
La Vida es un Estado de Consciencia y Conocimiento de Totalidad. Es la experiencia y el conocimiento de la Esencia en la atemporalidad, más allá de la expresión de la Vida en el cuerpo Físico, Biológico.
La experiencia de la Vida, que se da en el espacio temporal en la asociación de un Cuerpo físico, con funciones orgánicas, biológicas y fisiológicas para cumplir un propósito en la Naturaleza comienza en el Útero Materno cuando se unen un óvulo y un espermatozoide para darle la estructura y forma física material, lo cual está limitado por el tiempo, es decir las funciones biológicas y el propósito del cuerpo físico finalizan con la muerte. Pero lo que le da verdadero sentido a la vida en el cuerpo físico, es el Espíritu y el Espíritu es Eterno, el Espíritu es la Fuente de Vida Eterna, el Espíritu le da Propósito al Alma para la Experiencia en el Cuerpo físico, como SER HUMANO. Quien Muere entonces no es el alma.
El Alma finaliza el propósito en el cuerpo y en el cuerpo humano muere. El alma, en Unidad con EL espíritu continúa su expresión acorde al Estado de Evolución del Alma, quien seguirá avanzando en otro propósito asignado por El Espíritu Divino. El Espíritu Divino es la Expresión del Espíritu Santo en todo lo que Es.
Comprender el concepto de Vida Eterna es esencial para que el alma pueda disfrutar del propósito en la Tierra en el cuerpo físico, comprendiendo además que del disfrute, el placer y el goce depende además el óptimo funcionamiento orgánico, biológico y fisiológico del cuerpo humano.
Cada una de las experiencias observadas desde la moderación moderar laacción–acciones conscientes en la vida cotidiana lleva al Estado de Plenitud, física, mental, emocional y espiritual. Cuando nos aceptamos atemporales. Aceptando nuestra identidad Original Podemos gozar de la experiencia en la vida en el cuerpo Humano, sabiéndonos Eternos, entonces la experiencia de la muerte deja de ser motivo de temor o preocupación.
La mejor forma de prepararnos para la muerte es aprender disfrutar de la vi da en el cuerpo Físico en Paz. Descubriéndonos en el transitar continuo, más allá de las sensaciones de placer o dolor la experiencia de Plenitud, alegría y goce en presente continuo, atendiendo además aquellos momentos de depresión, desanimo. Tristeza o agobio que son propios de la pérdida de consciencia de la verdadera identidad, Yo Soy, o de la sensación de separación, sentimiento dual.
“Siempre digo que la muerte puede ser una de las experiencias más grandiosas de la vida. Si se vive bien cada día. Entonces no hay nada que temer”. Elizabeth Kübler–Ross. La rueda de la vida.
Si nos sentimos a Gusto con nosotros mismos, más allá de nuestros vínculos o relaciones, con el aparente otro, si nos sentimos encauzados y orientados desde el amor en nuestros propósitos sabiéndonos en el cumplimiento de nuestra misión superior, estamos en plena armonía con la fuente, sin ser esta una metáfora. Es una sensación inexplicable, que va más allá de las situaciones, hechos, circunstancias o creencias.
Al Sentirnos en el día a día, en el cotidiano, en el hacer, descubriendo la diversidad de las expresiones de Amor en el hacer, llega un momento en que simplemente transitas la vida, fluyendo en las esferas del Amor, por lo que esa dicha se irradia, natural y simplemente como la Sabiduría del Sol. Entonces podemos comprender el propósito de la Muerte.
La muerte: en el camino al despertar del amor incondicional.” Yo Soy La Resurrección y La Vida. Maestro Jesús.”
Si podemos llegar a la comprensión del sentido profundo de la palabra muerte, dejamos de percibirlo como algo malo, y podemos percibirlo como algo que nos unifica a la consciencia de la Vida Eterna.
Y mediante esa Consciencia, entendemos el proceso de transición del Alma, del aspecto físico que finaliza, para que esta fluya hacia otra Dimensión de Consciencia, que dependerá de la común Unión con su Divinidad, deL Estado de Consciencia Individual y del Estado Evolutivo del ALMA –SER.
El grado de apego a las experiencias de la vida terrenal, va a marcar la diferencia en esa transición, y el grado de dolor o sufrimiento asociado al hecho de la muerte física, tanto de los seres “queridos”, como la experiencia individual.
El apego y el desconocimiento de nuestra Identidad Original o la ausencia de CONSCIENCIA “YO SOY”, “YO SOY TÚ”, “YO SOY TODO LO QUE ES” son los que nos mantienen atrapados en las dimensiones oscuras de la mente, EL BARDO o PURGATORIO, la confusión, después de la muerte física.
Desde mi entendimiento, el miedo no surge por el hecho de la muerte, el miedo surge por las memorias de sufrimiento de haber quedado atrapados en la oscuridad del apego emocional, después de la muerte física, porque se ha llevado una vida en la tierra sometido a los ideales de exceso de placeres o culpa o castigo por los pecados o aparentes errores terrenales.
“Tenemos miedo de la muerte porque no nos damos cuenta de la verdad de que somos Uno con el Todo, y de que sufrimos como consecuencia de esa ignorancia.” Dr. Amit Goswami. La física del alma. pag. 217
“Una de las grandes paradojas de la muerte es el tema del miedo a la muerte. Hablando en términos generales. La gente cree que la muerte es algo penosa, algo malo. La gente teme a la muerte y de ahí esa tendencia a evitar su inevitabilidad.” Dr. Amit Goswami. La Física del Alma. EL YOGA DE LA MUERTE (cap. 10, pág. 213).
En la medida que vamos clarificando los pensamientos desde el conocimiento, esos pensamientos luminosos iluminan la mente y los sentimientos, otorgando luz al camino. Pensamientos oscuros crean abismo y separación de la consciencia. En estos últimos radica el miedo, la sensación de ausencia, de escasez, de pena, de sufrimiento profundo.
Por ello, los miedos son los productos de los pensamientos que se han alimentado en el trascurso de la vida y de las tendencias emocionales de apego. El grado de autovaloración individual, la autonomía y soberanía interior y la sabiduría son el potencial natural para gestionar congruentemente el poder creativo interno Divino.
Así, cuando guiados por la sabiduría natural de la consciencia despierta experimentamos la Vida en el aspecto terrenal, como individuos, emprendemos el camino de la experiencia, enfocada en el Amor Incondicional.
El amor incondicional no es el amor que carga con las aparentes desgracias del aparente otro. El Amor Incondicional es el la Fuente de Amor genuino, que fluye naturalmente del Interior de cada Uno, permitiendo que todo proceso se desarrolle naturalmente en un orden Divino Inteligente Superior.
La comprensión de la experiencia sagrada de cada alma y su propósito único, unificado a la expansión de su propia consciencia, es la expresión Pura del Amor Incondicional. Para lo cual requiere de un cúmulo de experiencias que necesita trascender para su aprendizaje y evolución. Y nadie tiene el poder para intervenir.
Cuando intervenimos en la experiencia del aparente otro (digo aparente otro, porque el otro solo refleja aspectos de nuestro propio estado de consciencia) desde nuestro deseo personal o porque al sentir empatía con su lado de carencia, no solo obstaculizamos su camino, sino que además nos hacemos cargo de su karma. Es decir sufrimos por una experiencia que no nos corresponde, por una debilidad emocional, aferrada a la imagen, no por Amor real. El Amor Real es una fuerza que expande sin límites, ni limitaciones, otorgando libertad, comprendiendo la grandeza del alma y su experiencia.
La imagen es lo que percibimos del aparente otro, asociado a la identificación con las máscaras, la idealización ilusoria, o nuestra resonancia interior con respecto a su aspecto externo, y a las características de la personalidad humana.
La Identidad, es lo que percibimos al sabernos uno con el aparente otro. Es sentirnos en la consciencia de atemporalidad, que nos Unifica en una sensación de Amor profundo, más allá de la aparente imagen.
Esa sensación de amor profundo que no se identifica con una máscara o con una forma, es la expresión del Amor Incondicional.
El amor incondicional comprende la individualidad del Alma. Comprende la relación santa del Ser con la Totalidad, Dios. Entiende los procesos naturales.
Entiende la experiencia sagrada del alma y su camino de evolución. Comprende la atemporalidad del flujo de amor, en los vínculos y las relaciones. El amor incondicional Sabe que no existe separación.
El amor incondicional responde a la Sabiduría de la Propia Consciencia, la Consciencia Solar, porque está libre de apegos y necesidad control o manipulación.
Para vivenciar los procesos de la muerte de una manera armónica y natural es esencial el entendimiento del flujo de energía de Amor incondicional.
El amor incondicional es la Consciencia de la naturaleza Original del Alma, que se libera en la muerte de un ciclo en la forma corporal. La energía contenida para dar forma al cuerpo físico, en la forma humana, vuelve a unificarse a la tierra en diferente aspecto de energía. La esencia del alma se unifica a la totalidad en otra dimensión de Consciencia, en otro nivel de aprendizaje, en una forma diferente de Energía.
El sufrimiento es el resultado de la incomprensión, cuando se lo observa desde los sentidos físicos, que crean la realidad temporal ilusoria.
Cuando asumimos la consciencia de atemporalidad en la vida física, la mente y el corazón se expanden en la Consciencia de Totalidad, donde el flujo natural de Amor Incondicional mantiene la unidad y armonía de todo lo que Es.
El camino de la Maestría del Amor Incondicional implica soltar a veces con dolor aquello que nos gusta mucho o abrir el corazón con generosa sonrisa para la aceptación de lo incomprensible, lo que nos disgusta o provoca al desaliento.
Mediante la aceptación, la entrega y la rendición del personaje, el Ser fluye en los procesos de transformación y transición de la experiencia en la vida continua, la Vida Interna y Eterna.
La muerte es un proceso que libera la energía que despierta la conexión más profunda con la Vida. Tiene el poder de tocarnos en profundidad el alma y de guiarnos hacia el amor más sublime.
La Muerte, el gran amante de la vida, su solo susurro puede elevarnos a las alturas o arrastrarnos a la más triste locura, cuando en la ignorancia y el desconocimiento sucumbimos a la emoción del apego.