Читать книгу La Maestría del Amor Incondicional - Lucía Mahapremal Devi - Страница 12

No fue el día de la muerte física, de mi hijo biológico el momento de mi despertar. Sino 5 años antes. En marzo de 2011, llegué a un momento de mi vida humana, al que yo llamo el Punto 0.

La muerte del camino del personaje que se había identificado con su rol de persona mundana, le da lugar al nacimiento del camino de autodescubrimiento del Ser, al conectar con el propósito del Alma. Así, sin previa búsqueda. Solo sucedió.

El despertar, mi despertar, el despertar de una maravillosa realidad interior, que fue iluminando poco a poco las memorias de oscuridad interior.

El Ser que Soy en mi verdadera Esencia, pero que en esta vida, camuflado con la máscaras para la representación de los diferentes personajes apropiados para los juegos del destino, en mi experiencia como Ser humano, en mis diferentes roles, madre, hija, hermana, amiga, empleada, novia, esposa, etc..

He transitado por experiencias que para muchos serían experiencias de mucho dolor, tristes o de desgracia. Pero el dolor no tuvo nunca gran trascendencia en mi vida. En una consulta con una terapeuta holística dijo: “sos una semilla estelar”, las semillas Estelares están ocupadas haciendo lo que tienen que hacer, no le dan trascendencia al dolor o al sufrimiento. Y sí, lo que decía tenía sentido. Si bien las experiencias de mi vida fueron fuertes y duras, por las características de mi temperamento, carácter y personalidad nunca les he dado lugar, ni tiempo al sufrimiento. Tiempo después llegué al conocimiento de que esas características estaban ligadas, según la visión de la astrología, al propósito y misión de mi alma en este plano. Cosa que fui descubriendo poco a poco en mi camino de autodescubrimiento y autoobservación, para poder llegar a la comprensión de Mí Misma y transformar aquellos aspectos que no me eran favorables en todo sentido.

De todas maneras el dolor o sufrimiento a veces están camuflados de muchas maneras y simplemente no le di gran trascendencia desde mi interior, porque siempre sentí la presencia de Dios en mi vida, más allá de los acontecimientos y, por más caprichosamente que viviese. Lo cual es un sentimiento liberador. Hoy puedo decir que ese sentimiento liberador es la memoria de Consciencia de nuestra naturaleza original, por lo que sabemos que el dolor o el sufrimiento son estados de Ilusión.

Esa misma Consciencia me sostuvo y contuvo el día que recibí la noticia de la muerte biológica de mi hijo. Así como en los días sucesivos, mientras en el día a día iba aceptando su ausencia en la forma física.

Aceptar la ausencia del Ser Amado en la forma física, en el cotidiano, es otro proceso natural y normal, ya que en este mundo experimentamos la vida física en la forma corporal, y la ausencia Energética física se percibe como dolor. Además porque mientras experimentamos la vida física en la forma corporal, experimentamos los sentimientos y las emociones, que son los que justamente le dan el sentido desde la razón a la Vida en lo material y que son las que nos brindan la energía química que mantiene activo el Flujo de la vida desde la Consciencia, en la salud, la inspiración, la motivación para las acciones cotidianas y el desarrollo de la creatividad interior.

La ausencia física del Ser amado es dolorosa, porque hay una ausencia en nuestro campo de energía electromagnético. Ese desprendimiento es doloroso, porque es parte del ambiente en el cual nos nutrimos y nutrimos las experiencias de las emociones oscuras, mundanas. Oscuro no significa malo, sino solo un nivel de consciencia de la experiencia del alma.

La comprensión del hecho de la muerte física y los aspectos de transformación nos brindan la sabiduría para trascender de una manera ecuánime los sucesos, en la medida en que la energía química que van generando nuestras emociones y sentimientos esté libre de apegos y resistencias.

A su vez también la muerte física, Ser Amado, da lugar a la muerte de un ciclo para el individuo que la experimenta y el cual da lugar al nacimiento de experiencias totalmente nuevas de la consciencia del Ser en su realización como Ser humano.

Ciclos de nacimientos y muertes, que dan lugar a ciclos de nacimientos y muertes, de experiencias entrelazadas unas con otras en las cuales el Ser humano Divino evoluciona en el continuo de la Consciencia Ilimitada, de la Vida Eterna.

Las diferentes múltiples dimensiones donde se cumple la real experiencia de la vida en la Consciencia atemporal, están en esa brecha entre ciclos de muertes y nacimientos…

El espacio temporal entre el nacimiento y la muerte es la experiencia de la forma donde juega la ilusión de la mente dual en el propósito creativo Superior, de la Consciencia Cósmica.

La vida no es solo lo que se manifiesta en el cuerpo físico. Vida es todo lo que Es en constante conocimiento de Sí Mismo.

El conocimiento es el que contiene la expresión creativa de la totalidad y la Creatividad la Viva expresión del Conocimiento, Dios, Diosa, la Fuente Original.

Conocimiento y Creatividad, DIOS, DIOSA como expresión del potencial ilimitado de la Consciencia Solar en el campo de Infinitas posibilidades de Creatividad Continua, Eterna e Infinita.