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LOS TRÁMITES

Hoy tuve que ir al centro a hacer un trámite. Mientras abría la puerta de mi casa pensé: ¿Hay algo peor para el alma que hacer un trámite? ¿Hay algo que nos aplaste más la cabeza que la burocracia, los papeleríos, los sellos, los bancos, los mostradores y los turnos?

Sí, que te digan que no funciona el sistema.

Cuando me dicen eso yo lo tomo de manera literal. No me imagino un software que dejó de funcionar. Me imagino que hay un verdadero problema con el sistema general, con el sistema en el que vivimos. Se cayó EL SISTEMA.

Año 2019 y todavía no pudimos terminar con un montón de cosas: las rutas doble mano, la corrupción, los fitfluencers, las guerras, los gimnasios de crossfit y los despertadores... Pero fundamentalmente no pudimos terminar con la burocracia.

Hacer trámites (por más que ya existan el home banking, las aplicaciones y el 4G) sigue siendo una poronga. Se nos va un pedacito de vida, de alma, de salud y de esperanza, en cada pantalla que emite un pitido para pasar del turno 324 al 325.

Hacer trámites es lo que nos recuerda de un sopapo que somos humildes servidores... humildes servidores tratando de hacer un mundo menos peor.

Por eso, para compensar tanta frustración, se me ocurrió una idea, una solución. Hice un cuadrito sinóptico muy básico, casi de escuela primaria.

En la columna de la izquierda pongo esas situaciones que hacen que nuestra vida sea una poronga. Y en la de la derecha, pequeñas cosas que la compensan.

Y mi sistema funciona así: si logro juntar más cosas en la columna derecha que en la izquierda, mi día es un éxito. Por ejemplo:

– Despertarse con despertador (a la izquierda) se compensa con desayuno nutritivo a la derecha: café con leche y 7 medialunas.

– Pagar impuestos (a la izquierda) se compensa con ver Toy Story por vez número 154 (a la derecha).

– Ir a cobrar un cheque sin fondos se compensa con descorchar

un vino.

– Tener jefe se compensa con mearle el café una vez por semana.

– Viajar en un bondi lleno se compensa con clavar auriculares, poner el volumen al palo y escuchar una linda canción.

– Pisar mierda se compensa con acariciar un perrito en la calle. (Chicos... no compren perros. Compren dólares, es mejor inversión).

Pero lo más importante es que cualquier cosa que pongas en la columna de la izquierda, se compensa si a la 1 de la tarde sintonizás este programa.

Para eso fue diseñado. Para eso fue inventado.

Bienvenidos a Últimos Cartuchos.

Esta carta la escribí sentado, en mi celular, frente a un mostrador, con un numerito en mi mano que decía TURNO 688.

Y adivinen si el sistema finalmente anduvo... OF COURSE QUE NO, SEÑOR...

Un día más en el Universo

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