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PODAGRO (DON GOTOSO )-CORO -GOTA -MENSAJERO MÉDICO -DOLORES
ОглавлениеPODAGRO (DON GOTOSO ) 1
¡Oh nombre abominable, aborrecido de los dioses,
Gota, plagada de gemidos, hija del Cocito,
a quien en los profundos antros del Tártaro
de su vientre parió la Erinis Megera
[5] y amamantó a sus pechos, y a ti amargo retoño
a tus labios leche destiló Alecto!
¿Quién de los dioses te trajo a ti, demonio de nombre,
hasta la luz? Llegaste, azote para los hombres.
[10] Pues si a mortales acompaña cuando mueren
pago por los errores que cometieron en la luz,
no debería haberse castigado en la mansión de Hades
a Tántalo con manjares, ni a Ixión con una rueda giratoria
ni a Sísifo con su roca 2 ;
bastaba pura y simplemente con acoplar a todos los que [15] males cometieron
a tus dolores articulados
como esta piltrafa pobre y miserable: mi cuerpo;
desde las puntas de las manos hastas las plantas de los pies
con un hilo de linfa y agrio flujo de bilis está inmovilizado,
después que un soplo violento obstruyera sus conductos,
y luego de obstruirlos, extiende los dolores. [20]
Por las entrañas mismas corre dañina fiebre
abrasando mis carnes con hogueras de llamas
como cráter del Etna lleno de fuego
o estrecho siciliano con su paso de corriente marina
donde da vueltas torvo remolino de olas en las cavernas de [25] las rocas.
Oh final difícil de prever para los hombres todos
¡qué en vano todos te vamos halagando
alimentándonos de vaciedades con vanas esperanzas!
CORO 3
Sobre el Díndimo monte de Cibeles 4 [30]
y por su tierno Atis
los frigios lanzan frenético lamento
y por las laderas del Tmolo
al son del corno frigio
los lidios gritan su canto festivo; [35]
y golpeando con furia al ritmo cretense
sus panderos, a gritos entonan
un canto ritual los Coribantes.
Resuena la trompeta en grave son
haciendo vibrar el canto de guerra
[40] en honor al violento Ares.
Nosotros, Gota, a ti
de primavera en las primeras horas
cual «mistas» iniciamos los lamentos
[45] cuando todo prado está ya en flor
con hierbas y céspedes nacientes,
y cuando con las suaves del Céfiro brisas
se pueblan de pétalos las copas de los tallos;
presumen de sus hojas los árboles
[50] y la golondrina de infausto matrimonio
se deja oír en los hogares de los hombres de voz articulada
y nochero por el bosque
llorando a Isis gime entre sollozos
Atis el ruiseñor.
PODRAGO (DON GOTOSO )
Ay de mí; de dolores ayuda, ay tercer pie,
bastón por el destino deparado, apoya
[55] mi paso tembloroso y endereza mi senda,
para que plasme sólida huella sobre el suelo;
levanta, desdichado, los miembros de la cama
y abandona el techo cobijante del hogar.
[60] Disipa de los ojos la inmensidad nocturna del cielo
viniendo hasta la puerta y ya a la luz del sol
aspira un aura despejada con brisa luminosa.
Han pasado diez soles y cinco además
desde que encerrado en tinieblas al margen del sol
[65] consumo mi cuerpo en mi cama desecha;
mi ánimo y mi impulso es dar pasos lentos
tendiendo hacia la puerta,
mas mi cuerpo indolente no se somete a mis deseos.
Sin embargo, ¡arriba, corazón! aún a sabiendas de
que un pobre enfermo de gota, si quiere pasear [70]
y no puede, se cuenta ya entre el cupo de los muertos.
Pero, ¡vamos!
¿Quiénes son éstos que con sus manos manejan bastones
con las cabezas coronadas de hojas de saúco? 5
¿A quién de las deidades llevan en procesión festiva? [75]
¿Honran tu culto acaso, Febo Peán?
No, pues no son sus coronas hechas de hojas de laurel de Delfos
Mas ¿no será un himno a Baco el que se entona?
No, pues sobre sus melenas no se asienta el sello de la yedra.
¿Quiénes sois extrajeros, y de dónde habéis venido? [80]
Hablad y explicaros con palabra franca;
decid, ¿quién es, amigos, aquel a quien con himnos celebráis?
CORO
¿ Quién eres tú y de qué familia, que te diriges a nosotros?
Tu bastón y tu paso, no hay duda, te delatan,
y vemos en ti a un «mista» de la invencible diosa. [85]
PODAGRO (DON GOTOSO )
¿Que soy yo uno de los «dignos» de la diosa?
CORO
A la cipria Afrodita
que de gotas del cielo cayó,
una belleza airosa entre marinas olas
[90] le procuró Nereo.
Junto a las fuentes del Océano,
a la esposa de Zeus Olímpico,
a Hera de blancos brazos en su amplio regazo
amamantóla Tetis.
[95] Y en la coronilla de su inmortal cabeza
el Cronida, el más excelso de los Olímpicos,
alumbró a una doncella de casta indomeñable,
a la alborotadora Atenea.
[100] Y a nuestra diosa dichosa
entre sus brazos fornidos
la dio primero a luz el anciano Ofión 6 ;
cuando cesó el caos tenebroso
y se levantó la luminosa aurora
y el deslumbrante resplandor del sol,
[105] entonces se dio a ver la fuerza de la Gota.
Cuando de sus entrañas te engendró Cloto
y te lavó la Moira,
se puso radiante con deslumbrante resplandor el cielo
y retumbó con trueno el firmamento despejado.
[110] y la próspera Pluto la crió
entre sus pechos de rica leche.
PODAGRO (DON GOTOSO )
¿Y con qué ritos excita a sus devotos?
CORO
No derramamos sangre impetuosa por cortes de hierro;
no contonean nuestro cuello vaivenes de la melena suelta,
ni nuestra espalda es golpeada por huesos ruidosos, [115]
ni nos alimentamos de carnes crudas de toros despiezados.
Cuando brota la tierna flor del olmo en primavera
y canta sobre las ramas el canoro mirlo,
entonces a los «mistas» nos traspasa aguda flecha por los miembros,
oculta, escondida, sumergida bajo lo más hondo de los [120] miembros;
pie, rodilla, articulación, huesos, caderas, muslos,
manos, homoplatos, brazos, codos, frutos suyos... los
come, devora, abrasa, domina, enciende, debilita
hasta que la diosa ordena retirarse al dolor 7 .
PODAGRO (DON GOTOSO )
¿Resulta, pues, que yo sin darme cuenta soy también uno [125]
de los iniciados? Muéstrate entonces, diosa,
propicia a un suplicante, que yo junto a tus fieles
voy a entonar tus himnos cantando la canción de los gotosos.
CORO
Calle el firmamento y cese el viento,
guarde todo gotoso silencio religioso 8 . [130]
¡ Vamos! Hacia su altar avanza paso a paso la diosa
que se complace en las camillas, en bastón apoyada.
¡Salve, la más afable de los dioses;
ojalá que con rostro radiante
[135] te muestres propicia a tus fieles
y des rápido alivio a sus dolores
en estas épocas primaverales.
GOTA
¿Quién de los mortales sobre la faz de la tierra,
no me conoce a mí, la Gota, señora de dolores, invencible?
[140] A mí, a quien no aplaca ni el humo del incienso,
ni la sangre derramada junto a altares con víctimas quemadas
ni templo de riqueza con estatuas en derredor colgadas;
a mí, a quien ni con fármacos es capaz de vencer Peán,
médico de todos los dioses que habitan en el cielo,
[145] ni el hijo de Febo, el docto Asclepio.
Desde que por primera vez apareció la raza de los hombres
se atreven todos a echar fuera mi fuerza,
sin dejar de hacer experimentos con fármacos,
cada uno intenta un procedimiento contra mí 9 :
contra mí frotan lengua de carnero y apio [150]
y hojas de lechugas y verdolaga del prado;
otros musgos, y otros algas de charca;
otros muelen ortigas, otros consuelda;
otros traen lentejas que sacan de los morteros,
zanahoria cocida, otros hojas de melocotón, [155]
beleño, adormidera, bulbos de azafrán, granadas,
zaragotona, incienso, raíz de eléboro, sodio,
alholva con vino, masa de croquetas, puré de lentejas,
resina de ciprés, granos de cebada,
hojas de repollo cocido, yeso de Paros, [160]
cagarrutas de cabra montesa, excremento humano,
puré de habichuelas, flor de piedra de Aso;
cuecen sapos, ratones de campo, lagartos, comadrejas,
ranas, hienas, antílopes, zorros.
¿Y qué metal no han probado los mortales? [165]
¿Y qué jugo no han probado? ¿Qué lágrimas de árbol?
De todos los animales, huesos, nervios, pieles,
grasa, sangre, médula, orina, excremento, leche.
Remedios beben unos de cuatro ingredientes,
otros de ocho, pero los más, de siete. [170]
Se purifican otros al beber la sagrada (medicina)
y a otros los engatusan hechizos de impostores;
a otros tontos los cautiva «El Judío»
y otros buscan la curación en Cirrane 10 .
Mas yo prefiero que todos se lamenten [175]
y suelo plantar cara con más irritación
a quienes así actúan y me ponen a prueba.
Pero con los sensatos que no me plantan cara
tengo una mente suave y soy tranquila.
Pues el que toma parte en mis rituales [180]
lo primero que aprende es a moderar su boca
a todos deleitando, diciendo palabras ingeniosas.
Y por todos es visto con sonrisas y aplauso
cuando agarrado lo llevan al baño.
[185] Porque la Ate que Homero cantó, esa soy yo,
que camino sobre las cabezas de los hombres
y tengo blandas las plantas de los pies;
entre la mayoría de los hombres soy conocida con el nombre de Gota,
porque resulto ser cazadora que atenaza sus pies.
[190] ¡Pero vamos devotos todos de mi ritual, a la invencible diosa
honrad con himnos!
CORO
Muchacha que tiene temple de acero,
bienfornida, imponente de ánimo, diosa,
escucha el griterío de tus sacerdotes de voz articulada;
grande es tu poder, próspera Gota,
[195] ante quien se eriza la rápida flecha de Zeus;
y te temen las olas del abismo marino
y te teme el rey de los de bajo tierra, Hades;
«amiga-de-vendajes», «andariega-en-camilla» 11
«impide-la-carrera», «quebranta-los-huesos»,
[200] «abrasa-tobillos», «anda-de-puntillas»,
«mete-miedo-a-los-pisones», «quema-rodillas-en-vela»,
«ama-piedras-en-nudillos»,
«dobla-rodillas», «¡Gota!».
MENSAJERO
¡Señora! Saliste al encuentro con pie oportuno.
Escucha, que traigo un mensaje no vanal [205]
pues se trata de un hecho compañero de viaje de mis palabras 12 .
Pues yo, como ordenaste, con sosegado pie
rastreando todas las ciudades, investigando las casas todas
ansioso de saber si hay alguien que no estima tu poderío,
vi el porte resignado de los demás, señora, [210]
de ambas manos por tu fuerza vencidos,
pero estos dos mortales, con atrevida audacia
a las gentes decían e incluso les juraban
que tu poder no es venerable ya
y que por el contrario te expulsarán de la vida de los [215] hombres,
por lo que yo precisamente apretando su pie con poderosa argolla
al quinto día llego tras recorrer un par de estadios.
GOTA
¡Qué rápido volaste, mi veloz mensajero!
¿De qué tierra inaccesible, cuyos límites dejaste, vienes?
Indícalo con claridad para que lo sepa enseguida. [220]
MENSAJERO
Primero dejé una escalera de cinco peldaños
que temblaba por las junturas sueltas de las maderas
de donde me recibe un suelo machacado a golpes de pisón,
resistente a las ásperas plantas de mis pies.
[225] Luego de atravesarlo con dolorosas huellas yo
anduve camino cubierto de gravillas
difícil de cruzar por las agudas aristas de las piedras,
después del cual cayendo en lo resbaladizo de un camino liso
seguí rápido hacia adelante, pero el barro pringoso
[230] tiraba hacia atrás de mis tobillos sin fuerza;
al cruzar por él, un sudor húmedo de mis miembros
empapaba mi paso agotando mis fuerzas ya menguadas;
de donde me recibe, todo el cuerpo agotado,
un sendero liso pero no seguro.
[235] A toda prisa carruajes por aquí y por allá
me obligaban, me impulsaban a correr,
pero yo, aligerando airosamente mi pie perezoso,
andaba de lado hacia la franja estrecha del camino
hasta que pasara a la carrera un vehículo de ruedas,
[240] pues como soy un «mista» tuyo no tenía fuerza para correr deprisa.
GOTA
No en balde, hombre; esta acción está muy bien ejecutada;
por tu interés te concederé el privilegio de honores iguales a los míos
y que este don sea una satisfacción moral para ti:
[245] durante tres años seguidos tendrás dolores leves.
Y vosotros, miserables y los más odiosos a los dioses,
¿quiénes sois?, ¿por quiénes habéis sido engendrados,
que os atrevéis a plantar cara al poder de la Gota,
cuya fuerza ni el Cronida ha podido vencer?
[250] Hablad, miserables. Que yo domeñé a la mayoría
de los héroes, según saben los sabios:
Príamo se llamaba Podarces porque era gotoso 13 ;
y murió Aquiles que era gotoso, el hijo de Peleo;
Belerofonte, que era gotoso, intentaba resistir;
y el señor de Tebas, Edipo, era gotoso. [255]
De los Pelópidas era gotoso Plístenes
y el hijo de Peante que mandaba la expedición era gotoso.
Otro Podarces era caudillo de los Tesalios,
el cual, cuando cayó Protesilao en la batalla,
gotoso sin embargo y en medio de dolores, dirigía la expedición. [260]
Y al rey de Ítaca, al hijo de Laertes, a Odiseo,
lo maté yo y no una espina de lenguado.
Así que por muy felices que os las prometáis, desgraciados,
sufriréis un castigo acorde con vuestro comportamiento.
MÉDICO
Somos sirios, linaje de Damasco; [265]
forzados por un hambre espantosa y por pobreza
vamos errantes dando tumbos por mar y tierra.
Tenemos este ungüento, regalo de los padres,
con el cual aliviamos los dolores de los pacientes.
GOTA
[270] ¿Qué ungüento es ese y cuál es su fórmula?
MÉDICO
Juramento de «mista» me obliga a callar; no puedo hablar;
y el último encargo de mi padre al morir,
que me ordenó ocultar el gran poder del fármaco,
que incluso puede curarte a ti cuando estés irritada.
GOTA
[275] Entonces, malditos que vais a perecer de mala muerte,
¿hay en la tierra alguna acción de fármaco tan potente
que aplicada como ungüento sea capaz de detener mi fuerza?
Pero vamos; concedamos que sea así
y probemos a ver si es más poderosa la fuerza del fármaco [280] o mis llamas.
Venga, vosotros que tenéis aspecto taciturno, volando por doquier;
tormentos, compañeros de mis rituales frenéticos,
[285] ¡acercaos! ¡Y tú inflámales los pies desde la planta
hasta la punta de los dedos; tú métete en los tobillos; tú
desde los muslos hasta las rodillas derrama amarga inmensidad de linfa,
y vosotros, quebradles los dedos de las manos!
DOLORES
¡Mira! Acabamos de hacer lo que nos ordenaste.
Yacen, los desdichados, dando gritos enormes
[290] con todos los miembros asaeteados por nuestro ataque.
GOTA
Vamos, extranjeros; aprendamos con toda exactitud
si este medicinal ungüento os sirve de algo.
Pues si de forma clara es capaz de contrarrestarme,
dejando la tierra me iré hasta lo más hondo de sus profundidades,
aniquilada, sin que me vean, a los confines abismales del [295] Tártaro.
Venga; aplicaos el ungüento. ¡Que remita el dolor de las llamas!
MÉDICO
¡Ay de mí, ay, ay, ay! Me atormento, me muero.
Todo miembro atravesado por un mal invisible;
ni Zeus agita flecha tal de rayo,
ningún remolino del mar causa tales furias [300]
ni es tan grande la violencia arremolinada del huracán;
¿acaso me devasta el mordisco lacerante del Cerbero?;
¿acaso me está devorando el veneno de Equidna
o el peplo de Centauro empapado en linfa? 14 .
Ten compasión, señora, ni mi fármaco [305]
ni ningún otro puede detener tu carrera;
por unanimidad vences a toda raza de hombres.
GOTA
Parad, tormentos, aminorad los dolores de quienes
ahora se arrepienten de competir conmigo.
Que sepan todos que soy la única de las diosas [310]
que siendo inflexible no me dejo vencer por los fármacos.
Ni la fuerza de Salmoneo compitió con los truenos de Zeus,
sino que murió, domeñada por flecha humeante su mente impía;
ni se alegró de haber competido con Apolo el sátiro Marsias,
[315] sino que un pino susurra un canto triste por su piel.
Sufrimiento de perpetuo recuerdo tuvo Níobe, fecunda ella, por enfrentarse a Leto,
que aún bañada en lágrimas vierte copioso llanto en Sípilo.
Y Aracne, la doncella Meonia, entró a disputar con la Tritónida,
pero perdió su forma y aún hoy teje sus redes 15 .
[320] Osadía de mortales no es igual a las cóleras de los bienaventurados;
como Zeus, como Leto, como Palas, como Apolo.
Ojalá que tú, oh diosa universal, oh Gota, nos concedas también un dolor
suave, ligero, ágil, no punzante, de corto daño, anodino,
llevadero, cómodo, desmayado, bien pasable.
[325] Muchas son las formas del infortunio.
Y a quienes tienen gota sírvanles de consuelo
ejercitarse y acostumbrarse a los dolores;
de esa forma, con buen ánimo, compañeros de fatigas,
olvidaréis dolores;
así lo que se esperaba no se llevó a cabo [330]
y un dios halló solución para lo inesperado 16 .
Que todos los que sufren aguanten ser objeto de burlas y de insultos.
Éste ha sido el desenlace de esta obra.
1 Lo ideal será traducir los nombres, pues producirían un efecto cómico mucho mayor. Podagra sería la GOTA y Podagro , DON GOTOSO —añado el «Don» por los años y el prototipo del personaje—.
2 Alusión a los tres castigos más ejemplares; Tántalo, que había robado néctar y ambrosía de los dioses para entregarlos a los hombres, estaba condenado a pasar hambre y sed de por vida, pese a tener ante su boca líquidos y manjares exquisitos en abundancia; cuando se disponía a alcanzarlos se apartaban de él y jamás podía conseguirlos. Sísifo, por su parte, debía empujar cuesta arriba una enorme roca que al llegar a la cima volvía a caer, teniendo él que repetir la misma operación una y otra vez. A Ixión lo ató Zeus a una rueda encendida que giraba sin cesar por haber intentado seducir a su esposa, la diosa Hera.
3 Comienza aquí el canto del coro con versos anacreónticos cuyo esquema métrico produce impacto especial, pues descansa sobre el metro jónico de poco uso entre los trágicos.
4 El coro alude a los rituales orgiásticos de Cibeles, la diosa frigia, a quien amaba el joven Atis. El final del canto hace mención de la historia de Procne y Filomela, dos hermanas metamorfoseadas en ruiseñor y golondrina, respectivamente.
5 El coro de gotosos lleva la cabeza coronada de saúco, con cuyas flores hacían los antiguos infusiones para combatir procesos febriles. También se aprovechaban sus frutos para obtener miel y realizar cocimientos en cuyas aguas, si hemos de hacer caso a TEOFRASTO , Historia de las plantas III 13, 4, lavaban sus manos y cabezas los iniciados en los misterios.
6 Ofión reinaba sobre los Titanes en compañía de Eurínome, hija de Océano, en época anterior a Crono y Rea, quienes precisamente los precipitaron en el Tártaro. Nótese el contraste con los nacimientos de las restantes divinidades aludidas en el canto anapéstico del coro (versos paremíacos para más exactitud:
7 Se ha preferido mantener tal cual la secuencia de nombres en acusativo y la de verbos que los rigen, aun a riesgo de perder algún matiz difícil de expresar traduciendo una palabra griega por una castellana.
8 Imposible no traer a colación numerosos pasajes tanto de tragedia como de comedia en los que se pide a los miembros del coro euphemeîn esto es, guardar el silencio religioso propio de los fieles iniciados en los misterios. A modo de ejemplo véase ARISTÓFANES , Tesm . 298, o EURÍPIDES , Ifigenia Taur . 123.
9 No podemos entrar a comentar uno por uno todos los remedios que aplicaban los antiguos para remediar las dolencias de gota. Obviamente están aquí parodiadas hasta la exageración. Pero no está de más ver los diferentes remedios citados por CELSO , 4, 32, o PLINIO , Hist. Nat . XXXVI 131-133, y los aludidos por el propio LUCIANO , Afic. Ment . 7 (quien desee consultar este último puede acudir al volumen 113 de esta misma colección, págs. 201 y 202; allí se habla nada menos que de dientes de musaraña envueltos en piel de león o en piel de cierva virgen).
10 Cirrane es el nombre de una divinidad femenina de la que tenemos noticias a través de Hesiquio que pone este nombre en boca de Menandro.
11 Imposible dar una traducción a unos compuestos tan inteligibles y gráficos como intraducibles con un mínimo de corrección. Nos ha parecido que lo fundamental es dar a entender que el texto griego presenta ahí unos términos novedosos compuestos de dos o tres elementos.
12 Las primeras palabras del mensajero son parodia descarada de las entradas típicas en escena de estos personajes tan secundarios como importantes de las diversas tragedias griegas.
13 La Gota hace gala de su poderío aludiendo a una serie de personajes de la leyenda cuyos nombres o cuyas sagas tienen que ver con algún tipo de anomalía o de peculiaridad referida a los pies. Comienza la relación con Príamo, llamado «Podarces», esto es, de «pie decidido»; la historia de Aquiles y el vulnerable talón de su pie es de todos conocida, al igual que la de Edipo, «pie hinchado». Belerofonte sólo puede incluirse en esta referencia si pensamos que al caer del caballo alado Pegaso se lesionó o sufrió un duro golpe en alguna de sus extremidades inferiores. Por su parte, Plístenes —«plenitud de fuerza»— era según la saga y en notable paradoja con su nombre de naturaleza enfermiza, si bien no se tiene constancia de ninguna dolencia de sus pies. Sí se conoce en cambio la tragedia del hijo de Peante, Filoctetes, abandonado a su suerte en la isla de Lemnos, donde quedó cojo de resultas de la mordedura de una serpiente en el pie. Las hazañas del Podarces, «de pies ágiles», auténtico se mencionan en Ilíada II 704 y XIII 693, y con respecto a la muerte de Ulises no hay razón que explique las pretensiones de la Gota como no sea —y no tendría tampoco mucho sentido— que la lanza que le disparó Telégono con espinas de lenguado fuera a clavarse en las extremidades inferiores provocando su caída y su posterior muerte. Si en la mayoría de los personajes la alusión de Gota tiene una cierta justificación en el caso de Ulises se ha traído la alusión con alfileres.
14 Alusión a la historia del centauro Neso que entregó alevosamente a Deyanira, esposa de Heracles, una túnica impregnada de sangre y veneno con la que sin saberlo causó ésta la muerte del héroe.
15 Nadie puede luchar contra la Gota; esa partida está perdida de antemano. Para demostrarlo se traen a colación leyendas de mortales que intentaron rivalizar con divinidades. Perdieron en la lid y fueron inexorable y duramente castigados. Salmoneo intentaba provocar el trueno y el rayo, por procedimientos un tanto artesanales, hasta que Zeus, irritado, le fulminó con su rayo. El sátiro Marsias, que desafió a Apolo a un certamen musical, fue colgado de un pino y desollado vivo. Níobe se jactó de su prole ante Leto y declaró que era superior a ella que sólo tenía dos hijos, los gemelos Apolo y Ártemis; quedó convertida en roca de la que fluía un manantial. Aracne desafió a Atenea a tejer y bordar y se ahorcó antes de ser convertida en araña condenada a tejer su tela perpetuamente.
16 El final es un verso colocado prácticamente al término de al menos cinco tragedias de Eurípides: Helena, Bacantes, Alcestis, Medea y Andrómaca .