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Prólogo

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La seguridad jurídica es de las más importantes exigencias en los ordenamientos de los estados sociales contemporáneos, porque en ella permite al derecho despojarse de toda duda en su aplicación, y adelantarse en su fijeza y predeterminación. Su reconocimiento constitucional en los estados occidentales se contrapuso al decisionismo de épocas anteriores en las que algunas dictaduras llegaron a aplicar normas sin publicidad o con una escasa taxatividad en sus contenidos. Nuestro ordenamiento constitucional ha construido en torno al art. 9.3 CE una importante doctrina académica y jurisprudencial en relación a las exigencias de la seguridad jurídica en la aplicación del derecho. A este acervo jurídico se incorpora ahora la obra de la profesora Mª Dolores Cabello, con una aportación muy cualificada respecto de las exigencias constitucionales de la seguridad jurídica y su tratamiento dogmático.

Doctora por la Universidad de Málaga, la autora suma esta obra a un curriculum extenso y variado en su tarea investigadora, que inició con su tesis doctoral sobre “El conflicto en defensa de la Autonomía Local”, publicada en 2003 con ese título, y de la que derivaron otras publicaciones sobre la doble sentencia que origina esa figura jurídica y la garantía institucional de la autonomía local.

Los derechos de sufragio y participación política, los estudios feministas en el ámbito de la legislación diferenciada en materia de igualdad, y sus colaboraciones en revistas jurídicas especializadas, se completan con una monografía sobre la “Democracia directa e iniciativa legislativa popular”, más reciente, que nos refiere la versatilidad en su investigación y su amplio espectro científico.

Más allá de estas consideraciones, el plano personal de la profesora Cabello exige adentrarse en el ámbito específico de la Universidad de Málaga y en el área de derecho constitucional al que también pertenezco. Desde las palabras que los poetas ponen a nuestros sentimientos en este caso desde la de J.A. Muñoz Rojas, escritor también de Málaga, “estás más cuando te vas”. Y es desde esa presencia del ausente, como puedo ahora recrear al conjunto de docentes e investigadores que desde 1980 poblamos la disciplina que hoy se llama derecho constitucional. Iniciada por Juan José Ruiz-Rico, maestro de inevitable recuerdo, Francisco Balaguer, hoy constitucionalista reconocido en el más extenso constitucionalismo global.

A la orilla de la playa de El Palo, posiblemente el barrio más típico de Málaga, podía su alumnado elegir entre la asistencia a las clases o al ocio. Pero es claro que de ahí han surgido trabajos y mentes brillantes que hoy pueblan otras universidades e instituciones en España y fuera de ella. Con la excusa que proporciona la exigencia de una cita muy extensa, me detendré sin embargo en los que hoy componemos esa área responsabilizada en el profesor Ángel Rodríguez, junto a Javier Trujillo, Rafael Naranjo, Mª del Mar Navas, Pablo Sánchez-Molina, Gaspar González y José Carlos Nieto.

Y es ese plano personal al que me refiero el que interesa fijar para comprender como se genera un equipo que desde su inicio se basa en el afecto y las consideraciones personales, aislado a veces de ruidos que se producen en las universidades, y centrado exclusivamente en un desarrollo profesional, pero también personal en el que el grupo refuerza siempre a quién en ese momento lo necesita. Y debo resaltar entonces a los dos maestros que iniciaron el derecho constitucional en Málaga y siguieron en Granada, manteniendo aquí su magisterio, y desde luego a Ángel Rodríguez cuyas características personales permiten sostener un grupo de investigación en ese clima de consideración personal e integración de toda perspectiva científica.

El libro que la doctora Cabello presenta aquí sobre la seguridad jurídica se desenvuelve en esa misma consideración de respeto e integración de las diferentes materias desde el que lo aborda. El derecho privado que construye una buena parte de esta exigencia, pero desde el plano constitucional que proporciona el art. 9.3 CE y su estudio minucioso de la doctrina y la jurisprudencia. Si la seguridad jurídica es importante en el derecho penal, y el Tribunal Constitucional ha elaborado una doctrina muy clara sobre esta exigencia normativa, hoy la seguridad jurídica se plantea desde un constitucionalismo multinivel en el que las fuentes del derecho exigen una mayor determinación en relación con la selección de la norma de aplicación en un derecho de múltiples referencias territoriales y competenciales, como el derecho autonómico, el europeo o incluso el del respeto a las autonomías locales.

La virtualidad práctica de una monografía de estas características dará cuenta de la importancia de esta investigadora, de tan variada materia en su obra, pero también del conjunto de una carrera científica en el sosiego y la colaboración de la amistad y los afectos en que se desarrolla.

Maria Luisa Balaguer

Catedrática de derecho constitucional Magistrada del Tribunal Constitucional del Reino de España.

La seguridad jurídica

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