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Una estrategia de reparación simbólica: el Museo Casa de la Memoria en Medellín

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Como se mencionó anteriormente, derivada de los procesos de paz, se creó una legislación en cuanto al restablecimiento de derechos de las víctimas, en la que se contemplan la restitución de tierras, la atención integral a las víctimas, los procesos de reconciliación y de memoria histórica. En Medellín, mediante la Unidad de Víctimas, se desarrollaron los programas del Museo Casa de la Memoria –MCM-6 y las Unidades Móviles de Prevención y Protección, para evitar la revictimización y para que se generen nuevos procesos de inclusión social y política, transformando el rol de víctima en actor social, conocedor de su historia y constructor de ciudadanía.

La creación del MCM es resultado de un proceso de una década de la administración municipal de Medellín y de la legislación de víctimas y de justicia y paz, significativo en el contexto sociopolítico colombiano, que se destaca como proceso participativo de diversos colectivos de víctimas de la ciudad, en el que se incluyeron a la ciudadanía para edificar no solo con ladrillos sino con ideas, sueños y expectativas el escenario de la memoria histórica del conflicto y sus víctimas, como un potente mecanismo de reparación simbólica.

En el ámbito local, el MCM facilita la dinamización de la memoria colectiva en la resignificación del conflicto y sus víctimas, la articulación de las organizaciones de víctimas en Medellín y la garantía de la no repetición de los hechos victimizantes y el fortalecimiento ciudadano. Es así como la investigación logró la identificación del vínculo del MCM con las mujeres víctimas y sus organizaciones sociales, destacando su función pública de reparación simbólica y de reconfiguración de la memoria colectiva.

El MCM se constituye en un espacio para el reconocimiento, la dignificación y la memoria de las víctimas de la violencia reuniendo y recuperando el material documental, testimonial y artístico que dé cuenta de procesos sociales como estrategias para, como lo nombra Elsa Blair (2002), poner en la escena pública el dolor de la guerra para reparar y no repetir.

En el MCM las puertas están abiertas para que la ciudadanía, las personas individuales y las organizaciones sociales compartan su versión sobre la historia, en la que las experiencias de los hechos victimizantes del conflicto armado colombiano y de la violencia en Medellín se ponen en público para no repetirlos, para tramitar el dolor, para incidir como actores de una ciudadanía activa que participa y revindica su derecho de tener voz, la que otrora fuera silenciada por el miedo, por la violencia.

Entonces el MCM cumple su idea de ser una casa, la casa de todos. Así como también la idea de conservar, transmitir y reinventar la memoria a través del escenario museológico, en el que el arte del no-olvido, en el que, por ejemplo, se le da nombre y rostro a los seres asesinados, desplazados, afectados por las minas antipersonales y los testimonios de los familiares, quedan escritos en placas de acrílico y narrados en audios que se repiten una y otra vez.

La invisibilidad de la población por los grupos del conflicto armado aparece cuando hay ausencia de la ciudadanía, cuando la persona no se siente merecedora o teme al reclamo de sus derechos o al cumplimiento de los deberes. Es por ello de la importancia del MCM, que surge a partir de la necesidad de visibilizar a un grupo de personas que en el trascurso de la historia se ha mantenido bajo todo tipo de vulneración de derechos, daño a su integridad y limitaciones al ejercicio de su ciudadanía.

Actualmente el MCM cuenta con una serie de espacios para el uso de sus visitantes, como la explanada, que sirve de galería estable para la narración de la historia en la voz de sus protagonistas; las salas de exposiciones temporales, la Galería de la Memoria y el auditorio. Así como programas rectores en los que se encuentran actividades relacionadas con investigación, formación, museología o museografía, acuicultura, y otros contenidos en torno al conflicto armado, el perdón, la reconciliación y la paz.

La participación de las lideresas de las distintas organizaciones de víctimas, en los programas propuestos por el MCM, ha sido más activa que la de otros actores. Dice Gabriel Jaime Bustamante, director en el 2014 del Área Social MCM que,

Las mujeres son más organizadas, más comprometidas, las mujeres se preocupan más por lo sustancial, por ejemplo, les preocupa mucho el daño psicológico que ha generado la guerra en los niños y en ellas mismas, por esto, a los grupos psicosociales van más mujeres. La iniciativa hacia los programas y proyectos es de lado y lado, las organizaciones proponen y el museo propone, ya que es una construcción colectiva, una praxis de diálogos y saberes7.

La memoria se convierte en un deber del Estado y en un derecho que debe ser garantizado a través de la implementación de las normas que protegen a las víctimas. Por eso el MCM tiene como una de sus principales funciones, ser el operador de lo expresado en la legislación al respecto. Las víctimas del conflicto armado encuentran en el MCM un escenario de la memoria colectiva, identificando cómo la construcción de dicha memoria les permite, además de comprender por qué pasó lo que pasó, ejercer el derecho a la verdad y a la reparación simbólica.

La población en general, que desconoce la realidad histórica del conflicto armado, tiene la posibilidad de enterarse y entender aquellos acontecimientos que para muchos han quedado en el olvido. Para las víctimas, este ejercicio de la memoria permite dar sentido e importancia a aquello que es causa de mucho dolor, sin quedarse en él, buscando ir más allá del hecho victimizante y generar, junto con los procesos de reconstrucción, recreación y dinamización de la memoria, una movilización eficaz de la ciudadanía activa.

Por lo tanto, el MCM en Medellín se constituye en un modelo nacional como estrategia de reparación simbólica, que evidencia ser un espacio público que facilita la integración, la consolidación y transformación de procesos organizativos, apoyando y potenciando sus intervenciones a partir de la memoria.

Construcción de paz, reflexiones y compromisos después del acuerdo

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