Читать книгу Ordena tu casa, cambia tu vida - María Rosa Pérez - Страница 7
ОглавлениеPrólogo
Cuando María Rosa me llamó para comunicarme que su libro iba a ser publicado, sentí una inmensa alegría. Sé que dar luz a esa clase de creaciones representa toda una aventura, y pensé que al fin el gran público iba a conocer su magnífica labor y su profesionalidad dedicada al mundo del análisis de símbolos. Pero cuando me pidió que prologase su obra, además de ilusión, sentí una enorme responsabilidad. Hablar de una disciplina milenaria como el Feng Shui es un auténtico compromiso porque implica ahondar en el significado de una tradición muy arraigada al génesis de la vida y a la mitología oriental. El Feng Shui describe la interacción de los elementos primordiales de la naturaleza con el estado anímico personal.
Los vocablos «Feng» y «Shui» expresan dos grandes arquetipos, –el viento y el agua–, que facilitan que el flujo de energía o Chi se equilibre, se distribuya armoniosamente y fluya sin oponer resistencia. El viento es expresión; el agua es fecundidad. El Feng Shui es un arte que permite encontrar el justo equilibrio de las fuerzas vitales. La armonía que nos propone es la de la justa medida de todas las cosas, una armonía que existe en la naturaleza exterior y que el ser humano ha alterado provocando una anarquía en su entorno y en su propia vida.
El Feng Shui es un tratado cosmológico que nos conecta con la sabiduría ancestral. Su origen se remonta a unos 300 años antes de Cristo, en la antigua China. Nace del estudio y de la observación de la vida, del cielo, de la armonía de los elementos que se combinan en una equilibrada proporción. Se utilizaba para alinear las viviendas y las tumbas, para orientarlas adecuadamente; la vida y la muerte como todo eje primordial de la existencia. No obstante, como muchas de las ciencias antiguas, su práctica fue desterrada durante muchos siglos. Solo a partir del neoconfucianismo, en la dinastía Ming (1368-1644), las técnicas del Feng Shui volvieron a enfatizarse, y aunque en 1948 la República Popular China lo proscribe, actualmente se han recuperado sus fundamentos y goza de una excelente reputación.
El Feng Shui utiliza un mapa Bagua que consiste en el trazado de un plano que engloba y delimita nueve áreas asociadas a realidades propias de la vida cotidiana. Su orientación está relacionada con las energías de cinco elementos: el Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera. El sistema Bagua busca en nuestro hogar, en nuestro interior, una perfecta interacción entre el cielo y la tierra, y el hombre con la materia mediante la esencia suprema (taiji), creando un entorno armonioso a imagen y sincronía con las leyes que rigen el universo temporal. El Cielo abarca la energía del espíritu, de las estrellas, las estaciones, el tiempo y las fuerzas vivibles e invisibles del cosmos. La Tierra y la Materia describen todas las condiciones de vida, todo lo terrenal, los poderes de la naturaleza, el equilibrio, los contrastes, el día, la noche, la vida de la naturaleza en toda su manifestación. El Hombre representa la humanidad, la mente pensante, y tiene como misión unir todos esos elementos en un perfecto equilibrio.
Entender la filosofía del Feng Shui no es fácil, y en esto consiste este manual, en facilitarnos las cosas. Nos da las claves para que estas leyes de la naturaleza puedan aplicarse y practicarse activamente. La autora nos propone observar nuestra vivienda tomando conciencia de los múltiples espacios que la componen; nos descubre que la distribución del lugar está íntimamente relacionada con nuestro ecosistema interior, con nuestras actitudes. La casa es un «yo» interior que debemos cuidar y mantener en perfectas condiciones si deseamos vivir en armonía y que el resultado de nuestras iniciativas sea satisfactorio. Si todo está en orden, la energía fluye, pero si hay caos, el descontrol genera incoherencia y se reflejará en muchas de nuestras experiencias.
Ordena tu casa, cambia tu vida nos propone un Feng Shui occidental, simplificado, adaptado a nuestras necesidades, pero sin perder un ápice de su identidad; nos ayuda a entender la naturaleza del Feng Shui y su correcta aplicación para que los principios fundamentales de esta disciplina nos permitan encontrar soluciones idóneas, tomando conciencia de que nuestro hogar es un espacio vivo, que late, que se nutre de nuestras percepciones, que se alegra de nuestros éxitos y que sufre con nuestros fracasos. Cada miembro de la familia, cada actividad, cada estancia, cada mueble o cada objeto está íntimamente conectado con nuestra existencia. Con todo ello, podríamos decir: dime cómo es tu casa y te diré quién eres.
María Rosa Pérez nos explica cómo cambiar de vida manejando favorablemente la orientación de las energías de nuestra vivienda para deshacer bloqueos, superar limitaciones; nos ayuda a obtener más abundancia, más amor, más creatividad; nos habla de conocimientos, de triunfos, de valores sutiles y elevados, de salud y de espiritualidad, de desorden y de efectividad. Nos explica cómo evitar el fracaso y centrarnos en el éxito y nos propone prestar atención a los detalles que pasan desapercibidos y que resultan altamente reveladores para optimizar nuestra vida.
Este es un libro bien estructurado, con chispa, ameno, ¡especialmente útil!, con ilustraciones de Eduard Candami, sus viñetas añaden vistosidad y claridad a los ejercicios que se proponen. Es una pequeña gran obra de consulta que llega al lector porque activa no solo su conciencia de hacer las cosas adecuadamente, sino también su imaginación por el diseño, el amor y el respeto que debe sentir por su espacio, por su yo interior, por el refugio de su intimidad. Este libro es valioso porque es una guía para entender mejor nuestro mundo y aprender a distribuir y manejar las energías del lugar donde amamos, donde nos relacionamos, donde cocinamos, comemos, dormimos, trabajamos y soñamos.
Milena Llop