Читать книгу ¿Hay que coger al bebé en brazos cuando llora? Proporcionarle tranquilidad y confianza de 0 a 2 años - Marie Auffret-Pericone - Страница 10
Capítulo 2
Falsas pistas y buenas ideas
¿No es demasiado pequeño para historias de miedo?
ОглавлениеLos cuentos, sin duda alguna, son buenos para los bebés. Los pequeños se adormecen al ritmo de las palabras, de la melodía de las frases, se familiarizan con el lenguaje y con los comienzos típicos de estas historias: «Érase una vez…». Sin duda, al igual que numerosos padres, puede tener la tentación de evitarle las lecturas escalofriantes, bajo el pretexto de que el mundo ya es lo bastante cruel. Pero no sólo leyendo a su hijo de dieciocho meses historias pobladas únicamente de conejitos rosas le evitará las angustias. Aquellas que hablan de la vida cotidiana, de las etapas un poco difíciles de superar (como la entrada en la guardería, la llegada de un nuevo hermanito…) también tienen un papel en el aprendizaje del miedo, de sus emociones y de las de los demás. Los relatos, aunque sean cortos, que abordan temas dolorosos, sugieren al niño mecanismos para superar su miedo: frente a alguien más fuerte, puede demostrar su astucia, desarrollar su agilidad…
Algunos educadores de guarderías dan testimonio de un éxito importante de los cuentos que ponen en escena ogros y brujas, entre los niños de dieciocho meses. Lejos de originar miedos en los pequeños, les permiten materializar sus angustias. Leyendo una historia a su hijo, le presenta una visión del mundo. ¿Esto es espantoso? Si le cuenta una historia de miedo en un ambiente tranquilizador, señalando las imágenes, subrayando las palabras y estrechándolo contra su pecho, cuando el pequeño héroe está triste o cuando el monstruo sea amenazante, la experiencia sólo puede ser positiva. Mientras tanto, el tono que emplee también tiene su importancia. Lo más adecuado es que se exprese vivamente, pero sin excesos, ya que entonces podría desconcertarse: ¡nada de rugir muy fuerte para imitar al ogro que se come a los niños! Tampoco se enfrasque en largas historias complicadas: la capacidad de atención de un niño de año y medio o dos años se limita a menudo a unos minutos. De la misma manera, no se decepcione si todavía parece no compartir su gusto por la lectura… ¡Simplemente no es su prioridad en este momento!
Cuando crezca, se irá enfrentando a miedos reales que asociará a estos miedos imaginarios, lo que es muy positivo. ¡Entonces, verá cómo los relatos de miedo se vuelven a solicitar con mucho énfasis!