Читать книгу Aportes de la biología del suelo a la agroecología - Marina Sánchez de Prager - Страница 10
Agradecimientos
ОглавлениеA la maravillosa familia con quien comparto la cotidianidad les agradezco por su cariño, paciencia, espíritu alegre, en especial a Martín, mi compañero de vida, por todas sus diarias enseñanzas, y a mis hijos Andrea y Martín, quienes nos acogen y aman dentro de nuestras diferencias.
A la Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira le doy gracias por acogerme y brindarme múltiples oportunidades de avance académico, permitirme expresar ideas con libertad y generar espacios de discusión, argumentación y reflexión con académicos, estudiantes y diversas personas de instituciones públicas y privadas que nos enriquecen con sus inquietudes. Es allí donde se construye nuevo pensamiento, ideas, innovación. Esta es una de las cualidades más importantes de la universidad pública.
Doy gracias a los campesinos agroecológicos y a sus familias porque su trabajo cotidiano mantiene el suelo vivo, nos proveen el alimento y dan ejemplo de solidaridad, de inteligencia, de ciencia en construcción permanente cuando observan y ensayan, y de desprendimiento, pues todo su trabajo lo realizan y nos lo ofrecen en ambiente, agua y suelo.
A los académicos de la U.N. Sede Palmira, mi otra familia, les agradezco porque a través de espacios de discusión nos ayudan a avanzar cada día desde la investigación, pero también desde lo humano mediante su amistad sincera y permanente. También doy gracias a los investigadores nacionales e internacionales que me han permitido compartir muchos espacios de aprendizaje.
A los estudiantes que toman los cursos que ofrecemos, que deciden realizar investigación y extensión con nosotros dentro del Grupo de Investigación en Agroecología (GIA-UN) les agradezco el estar allí siempre apoyándonos con su quehacer. A la Sociedad Latinoamericana de Agroecología les agradezco por mostrarnos el camino que debemos recorrer como académicos comprometidos.
Debo mencionar con nombre propio por el apoyo incondicional para hacer posible esta obra: Erika Perea Morera, ingeniera ambiental que me ha acompañado durante este tiempo. Su trabajo comprometido ha permitido que el camino sea más fácil. Ojalá que haya logrado sembrar en su corazón y en su memoria el amor por el suelo vivo y su conocimiento.
Igualmente debo agradecer a Elsa María Guetocue, asistente de GIA-UN, siempre dispuesta a brindar su apoyo incondicional; al M. Sc. Nelson Bravo Otero, quien sin pensarlo dos veces aceptó la invitación a hacer algunas ilustraciones para esta obra; y a Laura de la Cruz, Miguel Beltrán, Alexander Pereira Mosquera, Carlos Eduardo Agudelo Morales, Fredy Corredor y Luis Eduardo Forero Pinto. Presento excusas a todos aquellos a quienes dejé de mencionar.