Читать книгу Saltar al buen vivir - Mario Massaccesi - Страница 21
¿QUÉ HACER CON
LA INCERTIDUMBRE?
ОглавлениеNo existe una guía perfecta para atravesar ese período de dudas, de marchas y contramarchas, esa zona donde abundan las preguntas y faltan las respuestas, donde todo parece difuso y poco concreto. No hay un plan exacto para caminar el trayecto de lo incierto. Pero tenemos algunas sugerencias que pueden ayudarte.
—Dejar de catalogar como “oscura” o “negra” esa zona de incertidumbre que alguna vez transitamos. Reinterpretarla como una maravillosa hoja en blanco donde podemos escribir una nueva página aprendiendo de nuestra historia y planteándonos desde el presente lo que queremos que nos pase en el futuro.
—Ocuparse para no preocuparse. La toma de decisiones es lo que nos permite movernos hacia donde necesitamos o queremos ir. Es el gran poder que tenemos para no quedarnos estancados en la angustia. Si no accionas, el mundo continúa. Si te mueves, el mundo acompañará tus movimientos. El accionar baja la angustia más allá del resultado.
—Encontrar ratos de ocio que sean tan placenteros que te permitan tomar un respiro de la rutina, las obligaciones, la vorágine diaria. El esparcimiento es una pasarela al descanso corporal, al relax emocional, al alivio mental. Un oasis que nos permite relajarnos por completo, recargar energías, vernos desde otro lugar, disfrutarnos en la inactividad. ¡Cuidado! Hacer nada es también hacer algo y esto puede ser muy productivo para nuestra vida.
—Conectarnos con el mundo creativo. Es muy simple darte cuenta cuándo estás en el camino de la creatividad ya que pierdes la noción del tiempo y del espacio. La creatividad es muy importante porque necesita y no le teme a la incertidumbre. Por el contrario, se atreve a ella con las mejores herramientas.
—Alejarse de la rutina. Hacer siempre lo mismo, en los mismos horarios, con las mismas personas, del mismo modo. Basta preguntarse como Bugs Bunny, ¿qué hay de nuevo, viejo? para convertirse en una especie de cazador de nuevas aventuras. La rutina no hace más que acentuar el miedo a la incertidumbre. Desafiarse cada día a hacer, al menos, algo diferente es una gran fuente de aprendizaje que contribuye a nuestro conocimiento y alimenta nuestra sabiduría.
Ya es tiempo de tu propio desafío
—¿Hay algo más que estés necesitando para disfrutar de la incertidumbre?
—¿Qué necesitas?
—¿Con qué recursos cuentas?
—¿Hacia dónde quieres ir?
—¿Estás dispuesto/a?
—¿Cuándo?
Hay una última buena noticia que queremos compartir con ustedes. Nuestra experiencia de escribir el libro juntos, a orillas del mar, fue un éxito. La tercera noche preparamos una cena especial para disfrutar con amigos. Entre charlas y bocados nos preguntamos: ¿De qué nos hubiéramos perdido si no nos hubiéramos animado a esta aventura?
Prueba superada.
— PATRICIA