Читать книгу Cómo construir matrimonios felices - Mario Pereyra - Страница 8
Tipos de relaciones
ОглавлениеPara considerar cómo opera la violencia en los vínculos conyugales y cuáles son las formas más adecuadas de intervención, es necesario conocer los distintos tipos de relaciones existentes. Los especialistas distinguen dos tipos básicos, a saber: las relaciones simétricas y las complementarias. La relación simétrica es cuando ambos hacen lo mismo, responden de la misma manera; la complementaria es cuando hacen lo opuesto. Un ejemplo de simetría en una pareja es cuando él demuestra cortesía y ella responde con actitudes cariñosas, o él grita y ella reacciona gritando, a su vez. En la forma complementaria, él grita y ella se calla, o viceversa. La primera se basa en la igualdad; la otra, en la diferencia. En la simetría hay reciprocidad e imitación, tanto en comportamientos fuertes como en débiles, en la bondad o en el maltrato; actúan a semejanza de la imagen reflejada en un espejo, en que el uno reproduce lo que hace el otro. En las relaciones complementarias, uno de los participantes complementa al otro: alguien asume una posición superior y el otro la inferior, como son las relaciones madre-hijo, médico-paciente, o maestro-alumno. En las interrelaciones simétricas, los dos suelen tener personalidades semejantes, a diferencia de las complementarias, en la que los dos son “polos opuestos”.
La simetría o la complementariedad no son en sí mismas “buenas” o “malas”, “normales” o “anormales”: son dos modalidades diferentes de darse los intercambios comunicacionales. Ambas cumplen funciones útiles en la relación, según las situaciones y las circunstancias del caso. Por eso, en los vínculos sanos, ambos estilos deben estar presentes, en alternancia mutua o funcionando en sus áreas de competencia. Por ejemplo, quizás en temas gastronómicos la esposa sea la experta y el esposo asuma el rol complementario de someterse a su opinión, a diferencia de los temas políticos, en los que, quizás, el esposo sea la autoridad y entonces la esposa acate su dictamen.
El problema aparece cuando las relaciones entran en “escalada simétrica” o en “complementariedad rígida”. Estas son las formas disfuncionales de las interrelaciones. La escalada simétrica es cuando se compite, disputa o lucha por doblegar al otro. Así, por ejemplo, en los conflictos matrimoniales los cónyuges en escalada pelean con agresiones mutuas, sin que ninguno ceda, aumentando las hostilidades hasta el agotamiento o hasta que la violencia genera actos que los detienen. Hacen “más de lo mismo”, como esa célebre película protagonizada por Michael Douglas y Kathleen Turner, La guerra de los Rose, que representan un matrimonio en divorcio, que discute por los bienes, entrando en una espiral de violencia, con insultos, amenazas, agresiones, abusos hasta buscar sádicamente destruir al otro, destruyendo la casa y terminando los dos muertos. Este tipo de violencia simétrica se denomina “violencia-agresión”. “Se genera en situaciones de desafío en el que uno trata de imponerse al otro; la mujer es la que suele llevar los golpes, pero no se somete, se las arregla para continuar la lucha. La agresión es abierta”.14
Por otra parte, la complementariedad rígida es cuando ambas partes conservan sus roles de superior e inferior sin cambios, de modo que uno siempre manda y el otro siempre obedece, uno decide y el otro acata. Cuando se impone la violencia, se perpetúa la desigualdad, por la cual uno siempre castiga y el otro es la víctima. Se cree en el derecho de castigar al débil. Es la modalidad de la “violencia-castigo”. Aquí los riesgos son muy altos para la víctima. Por lo tanto, en estos casos, hay que presentar la denuncia para salvaguardar a la parte desfavorecida y más vulnerable.
¿Cuáles son las intervenciones que deben realizarse en situaciones de violencia? La fórmula más simple es: en las relaciones simétricas, introducir algo de complementariedad; y en las relaciones complementarias, algo de simetría. Esto significa que en las confrontaciones simétricas haya que instruir a los contendientes para que una de las partes renuncie a su posición, aunque sea transitoriamente, para ceder y aceptar los planteamientos de su interlocutor. Se puede sugerir que vayan alternando sistemáticamente el rol de aceptación, para conservar la igualdad. ¿Cómo hacer en la violencia-castigo de las relaciones complementarias? Es más difícil, por la resistencia a la intervención externa del agresor. Cuando la víctima pide ayuda, hay que orientarla para que pueda asumir comportamientos simétricos, no aceptar la violencia, reforzando su posición con el respaldo de redes de apoyo dentro de la familia, del contexto social, o hasta del sistema judicial o policial. Muchas veces, la presencia de algún familiar, vecino o amigo basta para neutralizar la aparición de comportamientos violentos. De modo que se hace necesario instruir a la víctima para que no entre en situaciones de riesgo de confrontación sin la presencia de quienes puedan ayudarla a contrarrestar el peligro.
Cuadro 2 - Estilos relacionales simétricos y complementarios
Relaciones simétricasRelaciones de igualdad basadas en la reciprocidad.Lo sano es la simetría positiva y flexible.Lo disfuncional es la escalada simétrica negativa.La violencia es “agresión” mutua, abierta y con culpa.Lo conveniente es introducir cierta complementariedad. | Relaciones complementariasRelaciones de diferencias, en que uno complementa al otro.Lo sano es la complementariedad flexible.Lo disfuncional es la complementariedad rígida.La violencia es “castigo” a la víctima, oculta y sin culpa.Lo conveniente es introducir cierta simetría en la relación. |