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Tras la Huella Indeleble del Egresado de la Normal Superior Santiago de Tunja en 147 años

María Patricia Arévalo Camargo

Leisly del Socorro García Baños

Lidia Esperanza Zipa Casas

Introducción

La Escuela Normal Superior Santiago de Tunja, cuenta con un registro histórico valioso que es necesario compilar y dar a conocer con el fin de visibilizar su trayectoria formativa. La investigación realizada permitió documentar el impacto pedagógico formativo, académico y describió el perfil del egresado de esta institución en la formación de maestros en el país, lo cual constituye un registro para las generaciones actuales y futuras, sobre todo, su impronta en la educación de calidad ofertada y en su misión de ser formadora de maestros en los siglos XIX, XX y XXI.

Esta investigación parte de los lineamientos dados por el Ministerio de Educación Nacional a las Escuelas Normales, en cuanto a los cuatro ejes fundamentales del Programa de Formación Complementaria: Investigación Educativa, Formación, Evaluación y Extensión, pues, cumplen un papel fundamental en su misión; por lo anterior, es necesario dar cuenta de los procesos que competen a estos aspectos esenciales de su quehacer pedagógico en los cuales se proyecta la Escuela Normal a la comunidad y así reconocer su impacto social en el contexto local, regional, nacional e internacional.

Se utilizó una metodología de investigación con enfoque mixto, que combina el método cuantitativo y cualitativo. Este diseño metodológico es de gran importancia en el proyecto de implementación de un análisis cualitativo a partir de registros de matrículas, aplicación y tabulación de encuestas a egresados (cuantitativo), que permitieron guiar las etapas consecutivas hasta lograr el objetivo esperado, identificar la incidencia del legado histórico del egresado normalista.

De la misma manera, es importante resaltar el estudio propuesto para rastrear las raíces de la Educación Superior en Colombia y analizar cómo los egresados de la Escuela Normal, a través de 147 años, han contribuido a educar niños y jóvenes, durante distintas generaciones constituyéndose en sujetos útiles a la sociedad. Además, aporta evidencias de la educación en los siglos XIX, XX y XXI, como la primera institución formadora de maestros en el país, que cumple un papel importante en su transformación. Por otra parte, en el ámbito académico, se realiza este análisis documental para reconstruir la memoria histórica de un centro del saber que cuenta con un pasado de impacto histórico-social, tendiente a favorecer el sentido de identidad de los estudiantes normalistas en las nuevas generaciones.

En todas las épocas, conforme a los requerimientos y necesidades educativas, la Escuela Normal Nacional de Varones, hoy ENSST, se ha destacado por la renovación pedagógica y al interior de su organización administrativa y académica surgiendo modificaciones, adaptaciones y cambios necesarios establecidos por el Ministerio de Educación Nacional, en pro de la calidad educativa, la proyección a la comunidad, la extensión cultural a nivel local, regional y nacional, con miras a lograr la formación integral de los educandos.

Con el fin de dar a conocer y mostrar la huella que han dejado los egresados de la ENSST, la investigación es fundamental para resaltar a las personas que, a través de la historia, han contribuido al progreso de esta Institución; también, está proyectada a las futuras generaciones con el fin de fortalecer el sentido de identidad y pertenencia al valorar la trayectoria de la ENSST.

Por otro lado, en función de conmemorar el bicentenario de independencia, como comunidad educativa, impera la necesidad de reflexionar sobre la trayectoria que en estos 147 años ha tenido la ENSST. Es importante destacar el legado histórico de los egresados que han contribuido a ubicar a la ENSST, como una de las primeras instituciones formadora de maestros del país.

Se hace necesario analizar documentos históricos y testimonios de los protagonistas que dan cuenta de la trayectoria en educación de esta institución, para resaltar que, a pesar de todos los avatares sociales, políticos y económicos, la ENSST, ha permanecido incólume como centro de enseñanza y referente pedagógico de la región boyacense y ejemplo para el país, lo que permite a sus egresados cumplir un rol de extremada importancia en el contexto social en el que se han desempeñado.

Al iniciar la investigación surgió la pregunta problema: ¿Cuál ha sido la huella que el egresado normalista de la ENSST ha dejado como maestro durante sus 147 años? Para dar respuesta a este interrogante se plantea como objetivo principal: identificar la incidencia del legado histórico del egresado normalista de la Escuela Normal Superior Santiago de Tunja en la educación durante el bicentenario, a través de la compilación documental.

Discusión Teórica

La Formación de Formadores. La formación inicial de maestros en Colombia a lo largo de la historia se ha venido desarrollando en instituciones específicas, como universidades y Escuelas Normales, por un personal especializado y mediante un currículo que establece la secuencia y contenidos del programa formativo para la carrera docente.

En lo que se refiere al impacto de la formación de maestros, Vaillant, afirma que “la formación que reciben los docentes en estos países suele ser de baja calidad, con demasiado énfasis en la teoría, poca importancia en la práctica de aula y una insuficiente preparación en conocimientos específicos como matemática y ciencias” (2002, p.8). Y es una afirmación verdadera, porque la preparación de los maestros colombianos en las diferentes Escuelas Normales, no se aleja de esta realidad; actualmente, se evidencia deficiencia en cuanto a dominio de contenidos, metodologías, y en las estrategias de evaluación, lo que se evidencia en el momento de la ejecución de las diferentes Prácticas Docentes desarrolladas en los Centros Escolares.

En el artículo titulado Las Escuelas Normales Colombianas y la formación de Maestros en siglo XIX (Báez, 2005), también resalta la importancia del rol docente, explicitando el surgimiento de las Escuelas Normales en Colombia, las interacciones pedagógicas y políticas que se llevaron a cabo y que organizaron la formación de maestros en el país. A partir del momento en el que se produjo la independencia, la autora menciona que los dirigentes se preocuparon por la educación de la población, por lo que pensaron en la creación de instituciones que prepararan a la población y es este el momento en el que aparecen las Escuelas Normales en las Constituciones Políticas y en diversas leyes.

Las instituciones se crearon y organizaron como las encargadas de la formación de los maestros para la enseñanza primaria, el artículo afirma, que, en 1822, se abrió la primera Escuela Normal, utilizando el método Lancasteriano, en Santafé de Bogotá, bajo la dirección de Fray Sebastián Mora (Báez, 2005). A partir de este momento, y de acuerdo con el recorrido histórico, las Normales, en especial, la Normal objeto de estudio en este trabajo, implementa según cada etapa, fundamentos pedagógicos acordes a las actualizaciones que se venían dando en materia educativa, como se evidencia en la siguiente línea de tiempo:


Figura 1. Línea de tiempo fundamentos pedagógicos implementados en la ENSST durante 147 años.

Fuente: elaboración propia

Según Báez (2005), la Escuela Normal que se creó en 1822. No duró más de un año, pero dejó una gran huella en la formación de maestros, contribuyendo a la apertura de las Escuelas Primarias en diferentes lugares del país. En 1844, nuevamente, la Escuela Normal aparece en el panorama educativo colombiano, debido a la necesidad de maestros, con capital mixto, con recursos provenientes del gobierno de la época y capital particular, este sistema duró más de veinte años y posteriormente desapareció. En los años setenta del siglo XIX, surge una Reforma Educativa en los Estados Unidos de Colombia, que da inicio nuevamente a la formación de las Escuelas Normales que, a pesar de sus avances, se caracterizaron por tener una variedad de conflictos sociopolíticos que afectaban significativamente su normal desarrollo.

En el estudio mencionado (Baez, 2005), la autora afirma que en la fundamentación pedagógica de las Escuela Normales en Colombia hubo bastante influencia de ideólogos como Juan Enrique Pestalozzi, Herbert Spencer, Lancaster, Bloom, entre otros; así como también sucedió con las Escuelas Normales de los Estados Unidos de Norte América, pues sus aportes a las Normales de Colombia fueron significativos.

Método

El trabajo aplicó una metodología de investigación de tipo mixto, porque se realiza el análisis de documentos históricos y se utiliza el instrumento de una encuesta, aplicada para determinar algunos aspectos con mayor precisión. Es necesario utilizar este tipo de investigación porque como Sampieri, Collado y Lucio (2003) señalan, los diseños mixtos:

(...) representan el más alto grado de integración o combinación entre los enfoques cualitativo y cuantitativo. Ambos se entremezclan o combinan en todo el proceso de investigación, o, al menos, en la mayoría de sus etapas (...) agrega complejidad al diseño de estudio; pero contempla todas las ventajas de cada uno de los enfoques (p.21).

La ruta metodológica que se siguió, fue, en primer lugar, sistematizar la documentación de fuentes como registro de matrícula y evidencia de encuentro de egresados normalistas que brindan un balance de su trayectoria. Más adelante, se relaciona la evidencia documental encontrada con hechos históricos, sociales, políticos y económicos del país, para establecer la importancia del legado del egresado normalista y procurar así que, las futuras generaciones se apropien del legado pedagógico del egresado, reafirmando el panorama educativo regional y nacional. Finalmente, mediante la aplicación de encuestas a una muestra significativa de egresados, se procura reconocer el impacto regional, nacional e internacional que ha tenido el egresado normalista durante 147 años de trayectoria de la Escuela Normal Superior Santiago de Tunja.

Resultados

Análisis de Registro de Matrículas (1872-2019)

El presente análisis se ha desarrollado partiendo del registro de matrícula de la Escuela Normal Superior Santiago de Tunja, desde el año 1872, cuando inicia como Escuela Normal de Varones, hasta la actualidad, primer semestre del año 2019. Primero, se describe y analiza por género y posteriormente, se divide por la titulación recibida (elemental y superior). Pico más bajo: 1999-2002.

Al analizar la matrícula teniendo en cuenta el género, se registraron dos hechos preponderantes, se encuentra la primera mujer graduada en 1932 y el pico más alto en lo que se refiere al registro de matriculados de género femenino en 1972, según lo muestra la Figura 2., en la que se evidencia, que es hasta el año de 1972, cuando se empieza a registrar con frecuencia matrículas de mujeres en la Normal de Varones. Esto se constituye en un indicio del papel femenino durante la época, pues según la historia, las mujeres de ese tiempo cumplían solo labores domésticas, sin voz ni voto, porque eran representadas legalmente por el esposo o el padre. Este hecho se relaciona con lo encontrado en los registros institucionales; las mujeres no acudían masivamente a los centros de enseñanza en la ciudad de Tunja, lo cual muestra una realidad social en la que la profesionalización de la mujer no era preponderante.


Figura 2. Mujeres egresadas de la ENSST 1932-2019.

Fuente: elaboración propia.

Como se mencionó al inicio, en 1932, se gradúa la primera mujer egresada de la Escuela Normal, en compañía de 32 hombres. Este hecho evidencia las primeras manifestaciones de emancipación de la mujer en la sociedad boyacense, porque hasta ese momento, solo habían cumplido con su rol de ama de casa.

En 1975, se evidencia el pico más alto en el registro de matrícula de mujeres, y la razón principal, es que se presenta una reestructuración general de la Escuela Normal, en la que se efectúa el primer convenio con la Universidad Pedagógica y Tecnológica, con el cual se facilitó el ingreso a la educación en carreras de licenciatura a los egresados del ciclo complementario, lo cual motivó a un buen número de mujeres a seguir la formación de maestras.

Se considera entonces que, en la historia de egresados de la ENSST, se visibiliza la importancia de destacar a las mujeres maestras. Tanto así que: “en la enseñanza normalista se fortalecieron instituciones femeninas que proporcionaron el personal docente para las escuelas primarias; aspecto que se dio en virtud del rol formador y familiar que ofrecían las mujeres para atender a los infantes” (Herrera, 1997, citado en Tamayo, et al, 2015. p.24). La anterior aseveración permite inferir que, a lo largo del tiempo no solo se feminiza al Magisterio, sino que también se consolida una reescritura de la historia de la educación, al ser considerada la mujer en todo su potencial profesional.


Figura 3. Hombres egresados de la ENSST 1872-2019.

Fuente: elaboración propia

Pico más alto: 1938-1942

Pico más bajo: 1998-2019

En el caso de los hombres, en 1887 se inaugura la Escuela Normal de Profesores. Es importante señalar, que esta escuela inicialmente sería exclusivamente para varones, a quienes se les ofrecían becas por estudiar en la escuela, resultando atractiva la oferta.

Del análisis de los registros, se puede establecer que el 7 de mayo de 1887 se inscribieron 60 alumnos en la ENSST; sin embargo, la institución no cumplió con sus objetivos: en catorce años (1891 a 1905) se titularon solo 60 maestros de Primaria. Veintiséis años después, en 1926, siendo rector el pedagogo alemán Julius Sieber, se llevó a cabo una reestructuración de la Escuela Normal de Varones, consiguiendo el incremento de la matrícula de la época, y como se registra:

Interesado en la Escuela Normal de Varones de Tunja, porque habría de formar los precursores de la educación nueva y la enseñanza activa en Boyacá, el Secretario de Educación de Boyacá, Rafael Bernal Jiménez, contrató los servicios del pedagogo alemán Julius Sieber, quien debía realizar una reforma a fondo del nivel educativo especialmente el normalista. Era necesario y así lo planteó el Dr. Sieber “iniciar los primeros cursos de profundidad y prácticas docentes con los mejores egresados de la Normal” Su meta: la formación de profesionales en el magisterio de acuerdo con la enseñanza activa, la disciplina de confianza y el espíritu de investigación y superación (UPTC. s.f. Licenciatura en Matemáticas).

Por otra parte, el perfil sociodemográfico de las y los estudiantes normalistas difería: para la mayoría de los hombres, ingresar la Escuela Normal a formarse como maestros implicaba un ascenso social en un contexto dominado por hombres. En el caso de las mujeres de finales del siglo XIX, la realidad difería un poco:

Las mujeres institutoras eran formadas en principio como maestras, no como bachilleres, es decir, se buscó en principio limitar los conocimientos al plano meramente funcional para poder profundizar en los aspectos pedagógicos que tendrían que aplicar en las diferentes escuelas primarias. En este sentido, se consideró que lo primero que tendría que aprender una joven para ser maestra era “la virtud cristiana” y “el buen ejemplo”. Sin embargo, hay que resaltar que esta era una metodología propuesta tanto para los jóvenes hombres como para las mujeres que eran formados en las escuelas normales (González, 2015).

No obstante, las mujeres debían acatar estas disposiciones, de lo contrario, se les trataba con mayor severidad, todo producto del momento histórico, social y cultural de la época. Poco a poco, el Estado va desligándose de la iglesia y la instrucción para los maestros se orienta hacia un tipo de enseñanza laica; sin embargo, el enfrentamiento con la iglesia católica, que no deseaba perder su hegemonía, incide significativamente en la formación de las maestras en esa época.

En lo referido al hombre, este necesita una educación viril, ideas de progreso de cierto orden y nociones científicas; mientras que, a la mujer, por considerarse débil y con el cerebro más pequeño, debe dársele una educación más diversa y diferente de los fines a los que se encamina la de los varones.

Análisis del Registro de Matrículas en la ENSST por Titulación Durante 147 años

La institución desde su fundación se proyecta el propósito de formar maestros, por ello, la primera promoción de graduados recibió el título de Maestro(a). El primer graduado en recibirlo fue Demetrio Cifuentes en 1873.

Las titulaciones del egresado normalista son diversas. Desde 1925, en adelante, la titulación recibida fue la de Normalistas Superiores, posteriormente, desde mediados la década de los ochenta se inicia el Ciclo Complementario, y a estos estudiantes después de dos años, se les otorgaba el título de Bachilleres Pedagógicos. Desde inicios del año 2000, la ENSST, cambia el título de formación según los lineamientos establecidos por el MEN, recibiendo el nombre de Programa de Formación Complementaria y a partir de esa fecha el título recibido es el de Normalista Superior.

Mientras que, en las Escuelas Normales Superiores a nivel mundial se presenta una transformación enfocada hacia lo específico, el salario y el trabajo siguen siendo el mismo. Por lo anterior, se puede determinar que, según las necesidades que había y, teniendo en cuenta las distintas etapas que se vivieron durante 147 años, los egresados recibieron su título (maestro, normalista elemental, superior, bachiller pedagógico, normalista superior), que fue cambiando con el paso del tiempo. Es importante mencionar, que dicha titulación se tuvo en cuenta para realizar la clasificación y desarrollar el análisis de los resultados producto de la revisión de los libros de matrículas consultados.


Figura 4. Egresados con título SUPERIOR 1872-2019.

Fuente: elaboración propia

Inicio: se mantiene en 10% 1873 a 1885

Pico más alto: 1977. Se mantiene entre el 10% y el 30%: 2001-2017

En la anterior gráfica se muestra que en la década de 1940 baja el flujo de estudiantes, época en la que hubo una decadencia en las Escuelas Normales a nivel nacional. Según los registros, la primera de las Escuelas Normales, ubicada en la ciudad de Bogotá, sufrió las consecuencias de ese hecho histórico coyuntural, que se presentó debido a huelgas que exigían el pago de salarios y presupuesto para estas instituciones educativas. En Bogotá, esta huelga fue utilizada como excusa para que el gobierno cerrara la Escuela y durante los hechos del 9 de abril de 1948, se acusó a los normalistas de subversivos y responsables de las vicisitudes, porque adujeron que allí se estudiaban ideas de izquierda, que estos estudiantes estaban involucrados o eran instigadores de las revueltas. El Estado, entonces, desarticula la Escuela Normal en Bogotá, lo que significó una gran pérdida para el horizonte educativo de la época, porque así mismo, desaparecieron varias de las Normales en el país.

Reyes (2012), quien retoma el estudio de Herrera y Low de 1994, manifiesta que “Julius Sieber, quien retornó al país junto con Rafael Azurra, culminaron el proceso de desmonte de la Escuela en Bogotá llevando la sección masculina a la Normal de Varones de Tunja y la femenina al Instituto Pedagógico Nacional” (Reyes, 2012, p.44). Pero debido a la situación política del país, la Normal de Varones, hoy ENSST, empezó así un proceso de reorganización tanto a nivel administrativo como a nivel de la pedagogía implementada.

Más adelante, y como se observa en la Figura 4., el registro confirma que se incrementó el número de egresados en el año de 1975. Una de las razones es que “las transformaciones educativas sólo empezaron a ocurrir desde la década de los cincuenta, cuando se presentó un rápido y sostenido crecimiento económico y un cambio significativo en la estructura económica y demográfica del país” (Ramírez y Téllez, 2006, p.3). Otra razón, para obtener estos resultados, es que, desde 1950 y hasta mediados de los setenta, los indicadores educativos crecieron a un ritmo nunca antes visto. Sin embargo, la expansión de los indicadores educativos se frenó desde mediados de los sesenta y hasta principios de los ochenta. Entretanto, en la década de los noventa crece nuevamente, y permanece en un buen nivel hasta finales de siglo.

A pesar de que se evidencian grandes avances durante la segunda mitad del siglo XX, al finalizar los noventa, el sector educativo colombiano continuaba presentando bajos niveles de cobertura, eficiencia y calidad; así, como vaguedad en las competencias y obligaciones en términos administrativos y financieros de los diferentes niveles gubernamentales; pero el hecho de que la sociedad colombiana se estuviera educando, se puede ver claramente en el registro de los egresados durante ese tiempo en la ENSST, ya que se mantiene estable hasta la actualidad (2006, p.25).


Figura 5. Egresados con título ELEMENTAL 1872-2019.

Fuente: elaboración propia.

Pico más alto: 1941

Pico más bajo: 1873-1885

En 1870, por medio del Decreto Federal Orgánico de la instrucción pública, se ordenó que la educación primaria pública fuese gratuita, obligatoria y laica (Jaramillo, 1980). De la misma manera, este decreto establece que el sistema educativo debe estar supervisado por el Gobierno Nacional.

Posteriormente, con la Constitución de 1886 y el Concordato de 1887, el conflicto entre la iglesia y el Estado mermó. Los conservadores dispusieron que la Educación Primaria, aunque debía ser gratuita, no debía ser obligatoria, y que, además, la educación en el país se debería regir por los preceptos de la Iglesia Católica, la cual la orientaría y supervisaría.

Fue tal el impacto que tuvo la Escuela Normal de Varones en las primeras décadas del siglo XX, especialmente en la década de los cuarenta, que el registro histórico confirma que egresados de esta institución fungieron como maestros en la Escuela Normal Superior en Bogotá: “Inicialmente el cuerpo docente de la Escuela estuvo compuesto por los egresados de la Normal de Varones de Tunja que fueron formados por Sieber, aunque también se vincularon otras personas como intelectuales, políticos, escritores, profesionales liberales y algunos sacerdotes” (Reyes, 2012. p.51). Es evidente que la historia de Colombia registra desde varios estudios e investigaciones, que los maestros capacitados en la Normal Superior de Tunja, lideraron los cambios en la educación colombiana, y el servicio a la población estudiantil transmitiendo los conocimientos adquiridos a sus discípulos, convirtiéndose en agentes transformadores de la sociedad.


Figura 6. Línea de tiempo: hechos históricos en relación con número de egresados de la ENSST.

Fuente: elaboración propia

Hechos históricos (social, político, económico) que marcaron el registro de matrícula y graduación durante 147 años en la ENSST

En el siglo XIX, la Escuela Normal de Varones se vio afectada positivamente por hechos históricos-sociales relevantes en el progreso de nación, teniendo en cuenta que hay registro del incremento en el número de matriculados al programa de formación inicial de maestros. Con la introducción de ideas liberales, por parte de los políticos, se impulsó la construcción de espacios de formación con el objeto de encarrilar a la patria chica en los rieles del progreso.

Posteriormente, a inicios del siglo XX, la Escuela Normal de Varones debe sostenerse incólume a pesar de los hechos convulsivos del país, como la Guerra de los Mil días (1899-1902); aunque, en toda esa historia la institución educativa cerró únicamente por un año, debido a que sirvió de fortín militar y vivienda para los soldados de la patria. En la segunda mitad del siglo XX, la hoy Escuela Normal Superior Santiago de Tunja es permeada por los cambios que se dieron a raíz de las luchas sindicales y alianzas políticas, lo que redundó en reformas gobiernistas que, en el ámbito educativo, se traduce en tendencias educativas que afectaron los procesos pedagógicos y el rol de los maestros en las Escuelas Normales.

Se puede observar en el registro de alumnos egresados que entre 1972-1975 hubo un alto número de egresados, y la matrícula para este período fue mayor. Una de las principales razones del anterior hecho mencionado, se presentó por la necesidad apremiante de formar maestros para atender la población de Básica Primaria (1º a 5º) y la percepción social generalizada, de que ser maestro era una buena oportunidad para lograr la profesionalización y, por ende, estabilidad económica en la vida al trabajar para el Estado.

En los últimos años de esta segunda mitad del siglo XX, surgen políticas educativas tendientes a mejorar, en todos los aspectos, la educación en Colombia. Además, las luchas sindicales de FECODE (el sindicato de maestros) posibilitarían mejores condiciones salariales para los maestros, lo cual se ve reflejado en que la oferta educativa de las Escuelas Normales se convierte en una opción atractiva para los futuros formadores. De esta forma, es con la Ley 115 de 1991, que se ofrece un panorama más claro en el ámbito educativo.

Pero, es a inicios del siglo XXI, cuando las Escuelas Normales se ven directamente beneficiadas en el aspecto normativo y organizacional, por las políticas educativas, pues para el año 2008, se establece el Decreto 4790, con 13 condiciones básicas de calidad que repercuten significativamente en la Escuela Normal Superior Santiago de Tunja. Dicha repercusión no solo tiene que ver con el tema relacionado con la evaluación de la formación de educadores, sino también, con el número de estudiantes que ingresan al Programa de Formación Complementaria, pues al ser evaluadas y auto evaluadas de acuerdo a su contexto o entorno social, incide en el número de estudiantes que ingresan a esta institución, debido a que las condiciones de calidad se amplían. Estas condiciones de calidad permiten a la ENSST y al estudiante, un buen acondicionamiento frente a los procesos de mejoramiento. Logrando, en el año 2010, la acreditación, después de una evaluación rigurosa, según el Decreto 4790 de 2008, donde la ENSST, cumple con las condiciones básicas de calidad y organización del Programa de Formación Complementaria, para el nivel de Preescolar y el ciclo de Básica Primaria, que puede ofrecer una Escuela Normal Superior en Colombia.

En el 2011, surge el documento orientaciones para la apropiación del Decreto del 4790 de 2008, el cual complementa considerablemente el Decreto 4790 de 2008, en el que se insiste por la mejora en calidad en la formación del maestro normalista, repercutiendo en lo relacionado con el aspecto de matrículas en la ENSST, pues, se deben establecer serios compromisos con el estudiante que ingresa al Programa de Formación Complementaria, como lo enuncia el MEN (2011), en el documento Orientaciones para la apropiación del Decreto del 4790 de 2008:

La política educativa durante los próximos años está orientada a mejorar la calidad de la educación en todos los niveles. La meta es una educación de calidad con la cual sea posible hacer la diferencia en materia de oportunidades para todos los colombianos y generar las ventajas que necesitan no solo los individuos sino la sociedad colombiana en su conjunto para alcanzar la prosperidad y el sueño común de vivir en paz (p.4).

Como se evidencia, el documento busca una mejor orientación en lo que respecta a la formación de maestros, permitiendo, además, una mejor comprensión y apropiación de los elementos importantes que debe tener el maestro normalista.

Otro de los documentos que repercute en el trabajo de la ENSST, es el titulado Naturaleza y Retos de las Escuelas Normales, en el cual se describe a los maestros normalistas como actores importantes en el desarrollo de una formación con calidad, lo que equivale a decir que se debe mejorar de forma considerable el desempeño de los estudiantes, con el objeto de que sean lo suficientemente capaces de responder a las necesidades del entorno o contexto social en cuanto a la formación en Preescolar y Básica Primaria, lo anterior, en concordancia con los cuatro ejes que comprometen la misión de las escuelas normales en Colombia como son: formación, investigación educativa, evaluación y extensión (MEN 2015).

El Decreto 1075 de 2015, correspondiente al sector educativo, es un documento que, además, integra y reglamenta la organización y el funcionamiento de las Escuelas Normales Superiores, incluyendo todo lo relacionado con la formación de maestros con calidad y con capacidades para el desarrollo de aprendizajes de los niños y niñas. Lo anterior incide directamente en el proyecto educativa de la ENSST, desde el momento de la matrícula, cuando se establecen las condiciones de interacción pedagógica con el maestro en formación.

Los anteriores planteamientos conllevan a que la institución, sus directivas y comunidad académica realicen un proceso de autoevaluación en el que se dé cuenta del cumplimiento de los propósitos misionales de la Escuela Normal, para la formación de maestros con calidad. Estas acciones permitieron que la ENSST, acatara el 2018 cada una de las condiciones referidas en el Decreto 4790, y de esta forma acceder a una nueva acreditación. La mencionada acreditación permite establecer variados compromisos con los nuevos estudiantes que ingresan a la ENSST, para formarse como maestros normalistas, a partir de un diálogo, en el que se dan a conocer la importancia y las responsabilidades que tiene el futuro normalista superior, lo que hace que algunos estudiantes ingresen y otros no lo hagan, debido a la responsabilidad, compromiso, retos y desafíos que debe tener el nuevo maestro normalista.

Análisis de Encuesta a Egresados

La encuesta se aplicó a 40 egresados. Se trató de un instrumento que constaba de cinco preguntas. Se aplicó en forma de entrevista personal con cada egresado, teniendo como factor principal de selección el contacto que los egresados mantenían con los actuales maestros y directivos de la institución. A continuación, se presentan los resultados (Figura 7.):


Figura 7. Participación de graduados por género.

Fuente: elaboración propia

Se evidencia en este primer resultado, que, la encuesta fue respondida en su mayoría por hombres, lo cual puede interpretarse como una tendencia a que este género ha estado mayormente vinculado con la Normal, en su calidad de egresado. Que se trata de una población que visita la institución, está en contacto con sus exmaestros y se manifiestan dispuestos a colaborar en actividades de tipo académico o para servir de puente con las instituciones de educación superior y entidades con las que laboran o donde están adscritos.


Figura 8. ¿Conoce el impacto de la ENSST en la educación en Colombia?

Fuente: elaboración propia

Según se observa en la Figura 8., el 91 % de los encuestados son conscientes del impacto que la ENSST, tiene en la educación en Colombia; el 9% restante no conoce o no respondió la pregunta. Para los egresados encuestados, la ENSST es una institución de alto nivel académico, reconocida en el país por su compromiso en la formación de maestros, y a nivel local, uno de los mejores colegios públicos en sus resultados de pruebas de estado. Razón por la cual, están orgullosos de ser normalistas, tienen un alto sentido de pertenencia y desean siempre colaborar en los procesos de mejoramientos de la Institución.

Los egresados han aplicado los conocimientos adquiridos en la ENSST, como se observa en la Figura 8., mayormente en el ejercicio de su labor académica impartida en diferentes niveles (55%); seguidamente, el 45% afirma que la aplicación de los conocimientos adquiridos en los procesos de investigación ha sido preponderante en su vida académica. Estos resultados confirman la excelencia en la teoría y práctica pedagógica, y su fortaleza como eje fundamental del PFC, fundamentado en la investigación. Se hace necesaria la renovación continua de contenidos, ajustes al currículo y seguir mejorando todo el procedimiento investigativo, para beneficio de los estudiantes del PFC y la calidad de la educación impartida en la ENSST.


Figura 9. ¿Cómo ha aplicado los conocimientos adquiridos

en la E. N. S. Santiago de Tunja?

Fuente: elaboración propia


Figura 10. ¿Cuáles son las evidencias del impacto que ha tenido la ENSST

en la educación colombiana?

Fuente: Elaboración propia

Para el análisis del ítem representado en la Figura 10., es necesario resaltar que un mismo egresado podría mencionar más de una evidencia, lo que se refleja en los porcentajes presentados. Ha sido evidente el impacto que ha tenido la ENSST en la educación colombiana, en lo que se refiere a la experiencia de ser exalumnos, porque al ser egresados normalista, ha facilitado el ingreso a la universidad a semestres avanzados. Lo que ha permitido que el PFC actualmente sea considerado un trampolín para iniciar estudios de pregrado en la universidad. En este sentido, el 18% de los encuestados hacen mención a la facilidad para ingresar a programas universitarios, específicamente en la UPTC, debido a que los maestros de esta universidad resaltan sus conocimientos en pedagogía y en investigación, además de su creatividad, responsabilidad y constancia, en comparación con los estudiantes que se titulan de otro tipo de educación secundaria.

Para los egresados, es positiva la trayectoria de la Normal en la formación de maestros de calidad, que laboran a nivel regional y nacional. El 36% de los encuestados manifiesta, como evidencia de haber sido egresado de esta Normal, la calidad de su formación como maestro y que sus años de estudio les proporcionaron las herramientas pedagógicas para laborar en diferentes escenarios del país.

Adicional a lo anterior, la formación recibida les ha permitido continuar con sus estudios profesionales y hoy algunos laboran en la UPTC, en la Universidad Santo Tomás, en el exterior o en colegios de primaria, secundaria, media a nivel regional y nacional y con diferentes tipos de poblaciones, a esta última evidencia del impacto generado, hacen referencia el 45% de los encuestados, siendo la que más se resalta.

En conclusión, se puede establecer que la ENSST cuenta con un prestigio institucional, avalado por los egresados, que se convierten en la evidencia de su alto grado de compromiso a la hora de formar maestros de calidad. Esos mismos egresados son los maestros contemporáneos que están proyectándose al futuro, liderando procesos investigativos, gestionando recursos para apoyar el proceso educativo, destacándose en este ámbito, por el amor a su profesión y su espíritu de servicio.

Aportes en el aspecto social, económico y político de los egresados de la ENSST

La institución cuenta en su Programa de Formación Complementaria con un plan de seguimiento a egresados, con el fin de vincularlos a las actividades académicas sociales y culturales organizadas en la Escuela Normal, en aras de establecer y consolidar una relación profesional entre la institución y el normalista superior, que permita el intercambio de experiencias (pedagógicas e investigativas) entre el maestro en formación y el egresado, el aporte o retribución académica, cultural o deportiva a su institución formadora y la promoción laboral del mismo.

Este plan está constituido por cinco etapas, que son: identificación, planeación y desarrollo de actividades, registro de experiencias, oferta de empleo para los egresados y evaluación del desempeño del egresado; para que, por intermedio de estos, fluya la interacción entre institución y egresado, de manera dinámica y provechosa.


Figura 11. Proyección profesional y social del egresado normalista.

Fuente: documentos institucionales

Estos resultados (Figura 11) permiten identificar que los egresados normalistas se desempeñan con la titulación obtenida en el Programa de Formación Complementaria, teniendo en cuenta que estos son contratados al terminar sus estudios, mayormente en colegios privados. En menor medida, los normalistas siguen su proyecto de vida y terminan la Licenciatura en Educación Básica, lo que generalmente se debe a los convenios que esta institución educativa tiene con la Universidad pública local.


Figura 12. Cargos desempeñados por egresados de la ENSST.

Fuente: documentos institucionales

Por otro lado, como se observa en la Figura 12, los cargos desempeñados por los egresados de la ENSST, están relacionados con su formación docente en mayor medida. Así: en un 77% laboran como maestros, en un 7% son agentes educativos, 4% tutor, 4% otras profesiones, y el 2% coordinador. Igualmente, se puede evidenciar que el impacto generado por sus estudios realizados en la ENSST, les ha permitido tener orientación hacia las labores de tipo educativo, lo que genera una percepción positiva del Programa de Formación Complementaria.


Figura 13. Nivel de desempeño de los egresados de la ENSST.

Fuente: documentos institucionales

En cuanto al nivel de desempeño en el que laboran los egresados de la ENSST (Figura 13), dedicándose al ejercicio de la docencia, como se puede observar en la gráfica, un 34% enseña en los niveles de Básica Secundaria; en su orden, y muy cercano, con un 33% trabajan con primera infancia en Educación Preescolar; le sigue un 7% en secundaria y 3% en media. En menor medida, hay egresados que trabajan en la Educación Superior con universidades. El porcentaje restante de esta población de egresados se desempeña en trabajos no relacionados con la educación.


Figura 14. Tipo de vinculación.

Fuente: documentos institucionales


Figura 15. Lugar de desempeño.

Fuente: documentos institucionales

En la Figura 14., se observa que en su mayoría los egresados están vinculados laboralmente con el sector privado y en un 20% están trabajando con el sector público, en propiedad. Los demás están laborando en provisionalidad en este mismo sector. En el mismo sentido, la Figura 15 señala los datos del lugar en el que desempeñan su labor docente, encontrando que mayormente se ubican en la zona urbana, mientras que solo el 13% trabaja en la zona rural, algunos de ellos en lugares distantes de ciudades y cabeceras municipales.

Participación de Egresados en Eventos de la ENSST

Los egresados de la ENSST han estado siempre vinculados a los procesos pedagógicos de la Institución, formando una asociación de egresados en décadas pasadas, que aún se encuentra vigente a pesar de las distancias. La EN ha procurado mantener activas las vías de comunicación con sus exalumnos. Para lo correspondiente, cuenta con una base de datos en la que están registrados los egresados y su quehacer actual. Así mismo, se preocupa por resaltar, mediante actos protocolarios, la labor del egresado normalista, cuando se destaca en lo social y en lo pedagógico. Se han desarrollado varios encuentros de egresados, en los que se brindan homenajes y se fortalecen los lazos que los unen. Es mediante este seguimiento que se ha podido establecer que existen actualmente egresados normalistas ejerciendo su rol docente en España, Estados Unidos y en todo el territorio colombiano, especialmente, en algunas regiones apartadas de Boyacá y Meta.

La ENSST también ha realizado eventos como El III Encuentro de Escuelas Normales, cuyo lema fue “La incidencia del egresado normalista durante el Bicentenario”, teniendo como propósito, conocer sus experiencias docentes, e invitándolos a estar en actualización constante, en todo lo concerniente a la educación, facilitando los procesos para que reciban capacitación desde su institución formadora.

El tema central del encuentro permitió que se escuchara la conferencia intitulada “Investigación e Innovación Educativa en los campos colombianos”, emitida por Edilson Soler (egresado normalista), quien hablaó sobre su experiencia y estudios en la educación rural e invitó, a su vez, a los maestros en formación a ser líderes, investigadores e innovadores en las comunidades a las que lleguen a ejercer su labor como docentes. De la misma manera, se facilitó un espacio para que tres egresados ilustres de la ENSST, contaran sus experiencias significativas en su recorrido por la vida docente.

El egresado Ferney Soler, compartió aspectos relacionados con su trabajo de investigación, que inició cuando era estudiante de quinto semestre del PFC, llamado “Construcción de una ludoteca en el jardín de la ENSST”, y el cual llevó posteriormente a plantear un estudio más avanzado en el doctorado, sobre cómo la lúdica se puede utilizar para construir pensamiento filosófico desde edades tempranas. Su aporte a las comunidades en las que ha trabajado se traduce en una transformación del entorno desde lo rural hasta lo urbano, desde lo local hasta lo mundial. Su propuesta, hoy, cuenta con el apoyo de convenios con la Universidad de Madrid en España, la Universidad de la Plata en Argentina, el Ministerio de Educación Nacional, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

El maestro egresado, Germán Preciado, expone cómo su labor docente contribuyó a formar maestros comprometidos y cómo su orientación permitió a sus estudiantes del PFC, consolidar sus propuestas de investigación. Así mismo, invitó a los futuros maestros a perseverar, amar su profesión, liderar y gestionar para suplir necesidades en el lugar en el que les corresponda trabajar.

La maestra egresada, Gisela Lagos, quién hoy es funcionaria de la Secretaria de Educación de Tunja; expuso su historia de vida basada en su compromiso y deseo de servir. Destacó la huella indeleble que dejó en su vida el Programa de Formación Complementaria de la ENSST, pues como egresada, esta formación le ha servido para desempeñarse como maestra innovadora, creativa, perseverante, paciente y arriesgada. También afirma que la labor docente debe ser integral y concluye, indicando, que el maestro en formación debe ser propositivo y líder. Finaliza brindando un consejo a los estudiantes presentes: “Un maestro debe ser crítico en vez de criticón, ser propositivo, líder, con capacidad de gestión”.

Conclusiones

El impacto del legado histórico del egresado normalista en la ENSST ha sido de extremada importancia a nivel regional, porque ha proporcionado una educación proyectada hacia el bienestar social.

Los egresados han podido aplicar todas las actividades, conocimientos de investigación y prácticas pedagógicas en su vida personal, laboral y profesional con herramientas fundamentales pedagógicas para su vida cotidiana. La incidencia de los egresados en la Escuela Normal, ha sido evidente desde el eje de extensión; eje que permite ver el crecimiento personal y laboral al ser egresado de la institución, desarrollándose en la docencia u otra profesión, y mostrando la aplicación de la pedagogía en su diario vivir.

El egresado normalista manifiesta el alto impacto que genera la investigación y la pedagogía aprendidas en la Normal a nivel personal y profesional, evidenciados en el reconocimiento de las instituciones en las que desempeñan su trabajo. Pese a las reformas que han existido en la educación la ENSST, el prestigio y la continuidad ha sido favorable en el momento de hablar de un incremento en el número de egresados.

Los egresados se destacan en el ámbito educativo en los campos de tutor, rector, educador y en las áreas de la salud, en las instituciones o entidades en las que se desempeñan. Igualmente, se destacan por su liderazgo en los ejes de didáctica y pedagogía. A nivel personal, se caracterizan por ser poseedores de un alto perfil profesional y humanista en el cual la exigencia, el compromiso y la responsabilidad son valores agregados a su formación. De igual forma, reconocen que los principios éticos y comportamentales, aunados a la exigencia en la calidad académica han sido factores clave en su desempeño personal y laboral.

Para los egresados encuestados los conocimientos brindados en el PFC han resultado funcionales en su labor como maestros, puesto que, los procesos investigativos transversales y las didácticas, son acertadas y aportan una mejor calidad a la práctica pedagógica en su desempeño como maestros y en el trato con los estudiantes.

Cuando, por circunstancias de la vida, algunos egresados no ejercen la labor docente, las bases del PFC, han servido para desempeñarse mejor: en la universidad, como líder social, como gestor, como administrador, entre otras; pues se aplica lo aprendido en investigación, creatividad y facilidad de expresión.

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Trayectorias y Aprendizajes.

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