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Capítulo Cinco
El Entendimiento de la Esposa
acerca del Matrimonio

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El Propósito de Dios

Recientemente, asistí a la reunión de treinta años de mi escuela secundaria. Allí tuve la oportunidad de reencontrar a algunos compañeros de clase, incluyendo uno con el que iba en el mismo carro cada día. ¡Los dos habíamos cambiado mucho desde el octavo grado! Él me contó acerca de una experiencia que tuvo con el consejero de la escuela mientras todavía estábamos en la secundaria. El consejero le dijo a mi amigo que jamás sería aceptado en una escuela prestigiosa de ingeniería de nuestra ciudad. Además, le dijo que aun si la escuela lo aceptaba, nunca se graduaría. Yo recuerdo el día en que fue aceptado. ¡Él y su familia estaban tan emocionados! Él tenía una meta, la persiguió diligentemente y cuatro años más tarde se graduó. Treinta años después, ¡todavía disfrutaba del fruto de su carrera y vino a la reunión en su Mercedes Benz con una etiqueta mostrando la insignia del Instituto de Tecnología de Georgia!

Así como mi amigo del colegio tenía una meta y la persiguió, los esposos y esposas deben tener una meta bíblica para sus relaciones, y deben procurarla. Ya vimos el modelo de Dios para la unidad en el matrimonio – la Trinidad. Ahora vamos a aprender cómo ambos, el esposo y la esposa, deben servirse mutuamente a través de la búsqueda del propósito de Dios para el matrimonio.

La meta de Dios para el matrimonio

La meta del marido y la esposa cristiana en su matrimonio es tener una unidad caracterizada por una amorosa comunión espiritual y física, la cual glorifique a Dios y aumente el crecimiento personal y espiritual (Génesis 2:24; Efesios 5:22-33; Gálatas 6:1; Hebreos 13:4). La unidad y el crecimiento espiritual se alcanzan cuando cada uno ayuda al otro a crecer más a la imagen del Señor Jesucristo.

Este crecimiento y unidad espiritual en el matrimonio no ocurre por casualidad, sino en proporción a la diligencia con la cual la pareja lo busque.

Crecer en unidad y espiritualmente toma lugar en formas medibles, concretas y prácticas. Por ejemplo, podemos verlo cuando una esposa deja de ser sarcástica y áspera en su tono de voz con su esposo y empieza a responder de manera bondadosa, tierna y paciente. Este tipo de cambio no solamente promueve la unidad, sino también glorifica a Dios, porque ella obedece la Palabra de Dios. Así también, el Espíritu Santo muestra el poder y gracia de Dios por la habilidad que le da a la esposa para cambiar. Rara vez se alcanza una meta por casualidad, y, llegar a tener la unidad que Dios desea, demanda compromiso, perseverancia, diligencia y la gracia de Dios.

No hay una fórmula instantánea por la cual una pareja cristiana pueda llegar a tener el crecimiento espiritual y el tipo de unidad amorosa que verdaderamente glorifique a Dios; pero hay, por lo menos, cuatro formas específicas por las cuales la meta se puede alcanzar:

Formas bíblicas para alcanzar la unidad y el crecimiento espiritual

1 Haga de su matrimonio un asunto de oración fiel.

2 Comprométase a un plan de acción que sea bíblico.

3 Tome responsabilidad personal por sus fallas y arrepiéntase.

4 Sométase a y participe en el proceso de “santificación mutua.”

Veamos cada uno de estos puntos más a fondo.

#1 y #2 – Ore fielmente y comprométase a una plan de acción bíblico

Empiece orando frecuente y fielmente que su matrimonio glorifique y agrade a Dios. Sea específica en sus peticiones a Dios, humíllese delante de Él, reconozca sus debilidades, confiese su pecado y pida a Dios que cambie sus debilidades y las de su esposo por habilidades. No pierda la esperanza, sino reconozca que Dios la oye y que Él va a responderle. Cuando ore, comprométase con el Señor a seguir un plan de acción que sea bíblico. Un plan de acción bíblico es simplemente un plan basado en las Escrituras. Empiece tomando responsabilidad personal por sus propias fallas.

#3 – Tome responsabilidad personal por sus propias fallas y arrepiéntase

En sus testimonios, muchos esposos cristianos expresan su gratitud por la influencia que sus esposas han tenido sobre ellos. Si su esposo es incrédulo o no tiene interés en su crecimiento espiritual, usted todavía puede glorificar a Dios y tener un efecto positivo sobre él. Empiece orando y pidiendo a Dios que le muestre el pecado en su propia vida, la de usted. Lograr el propósito de Dios en el matrimonio empieza cuando uno de los esposos quita “la viga que está en su propio ojo” (Mateo 7:3). El Señor Jesucristo lo explicó de esta manera:

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.Mateo 7:3-5, (énfasis añadido)

El Señor Jesucristo no está diciendo que usted nunca debe ir tras la paja en el ojo de su esposo, sino que, primero, usted tiene que asegurarse de que su propia vida esté en orden. Entonces, va a poder ver claramente al confrontar a su esposo con su pecado.

Cuando ora, “Señor, saca la viga de mi ojo para mostrarme el pecado en mi propia vida,” Dios va a contestar esa oración porque es una oración humilde y por tanto le glorifica. Prepárese para a las respuestas que Dios le dará, buscando discernir las formas en las que Dios conteste tal oración.

Cómo Dios le muestra su pecado

1. Al convencerla cuando oye o lee la Palabra de Dios.

Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante

que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma

y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los

pensamientos y las intenciones del corazón.Hebreos 4:12, (énfasis añadido)

2. Cuando trae a alguien que le confronte.

Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos

del que aborrece. / Proverbios 27:6

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a

la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,

habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la

Palabra… / Efesios 5:25,26

Cuando se encuentra con alguien que piensa que usted tiene un problema de pecado, usted puede escoger cómo responder. Puede responder con un corazón agradecido, confesando su pecado y desechando el pecado en particular o puede responder con un corazón egoísta, que se siente avergonzado, enojado, defensivo, resentido o vengativo. Si responde de la última manera, usted tiene un orgullo pecaminoso. El orgullo pecaminoso causa contienda y vergüenza porque “ciertamente la soberbia concebirá contienda (Proverbios 13:10). Además, la Escritura dice que “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18). Nunca es agradable ver nuestros errores, pero responder de una manera pecaminosa sólo complica su pecado. Sacar la viga de su propio ojo es donde tiene que empezar el trabajo práctico de la santificación mutua.

#4 – Sométase y participe en el proceso de santificación mutua

La santificación mutua en el matrimonio es el proceso bíblico por el cual se ayudan mutuamente a ser conformados a la imagen del Señor Jesucristo.

El esposo, como el líder espiritual de la familia y tratando a la esposa como “coheredera de la gracia de la vida”, debe ayudarla a crecer y madurar como creyente (1 Pedro 3:7). La esposa, como “ayuda idónea”, debe ayudar a su esposo a crecer y madurar como cristiano (Génesis 2:18).

Para entender bien el concepto de santificación mutua, empezaremos explicando la santificación. La palabra santificación en la Biblia viene de la raíz hagios que quiere decir ser santo. Hay tres tipos principales de santificación que se enseñan en las Escrituras: posicional, progresiva y futura.

El primer tipo es la santificación posicional. La santificación posicional se obtiene en el momento de la salvación de la persona y es, totalmente, la obra de Dios. Dios llama al pecador, le da el deseo de buscarle, lo convence de su pecado, lo limpia de su pecado y salva su alma.

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto

a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os

haya escogido desde el principio para salvación, mediante la

santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.2 Tesalonicenses 2:13 (énfasis añadido)

El último tipo de santificación es la santificación futura, la cual también es, completamente, la obra de Dios. Esta se manifestará cuando el Señor Jesucristo venga por Su iglesia y la lleve para estar con Él y, durante el proceso, dará a cada miembro un cuerpo nuevo, santificado, puro y santo.

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría…Judas 1:24 (énfasis añadido)

El otro tipo de santificación es la santificación progresiva. Vamos a verla en más detalle. Este aspecto de la santificación empieza en el momento de la salvación y termina cuando usted entra en la presencia del Señor. En este proceso, usted crece y madura como cristiano, llegando a ser más conformado a la imagen del Señor Jesucristo. No es sólo una obra de Dios cuando Él lo convence, lo disciplina y lo ayuda, sino también es una obra del hombre por la cual usted es responsable de crecer según el mandato “creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18. Nota: “crecer” está en forma imperativa, lo cual indica que es un mandato.) También usted es responsable de “seguir el amor” (1 Corintios 14:1), de pensar en “las cosas del Espíritu” (Romanos 8:5, las “cosas del Espíritu” son las cosas que Dios desea), de “huir de la fornicación” (1 Corintios 6:18), y de ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7; énfasis añadido). Hay mucho que hacer para llegar a ser más como Cristo. Dios le ayudará a crecer espiritualmente por el poder del Espíritu Santo. Él la moldeará conforme a Su imagen a través de las pruebas. De hecho, las Escrituras nos muestran muchas maneras en las que podemos crecer.

Maneras por las cuales Dios nos ayuda a llegar a ser más como Cristo

PRUEBAS O PRESIONES CITAS EN LAS ESCRITURAS CUALIDADES POTENCIALES DE CARÁCTER
1. Llevarse bien con su esposo Efesios 4:1-3 Filipenses 4:2,3 Humildad, mansedumbre, amor, diligencia, paciencia Vivir en armonía
2. Sufrir por el Señor 1 Pedro 4:12,13 Gozo, gratitud, una confianza más profunda en Dios
3. El pecado de otros (posiblemente de su esposo) 1 Pedro 3:8,9 Armonía, compasión, hermandad, bondad, humildad
4. Presiones financieras Filipenses 4:11,12 Contentamiento
5. Trabajo diario Colosenses 3:23 1 Tesalonicenses 4:11,12 Trabajo de corazón Portarse apropiadamente, responsable en cuanto a las finanzas
6. Enfermedad (por causa del pecado) Santiago 5:14,15 Arrepentimiento
7. Pruebas (tentaciones tribulaciones) Santiago 1:2,3,12 Gozo, paciencia
8. Providencialmente estorbada Santiago 4:13-16 Consciente de la soberanía de Dios
9. La muerte de un ser querido 1 Tesalonicenses 4:13-18 Tener esperanza en el Señor
10. Sobrellevar los unos las cargas de los otros Gálatas 6:2 El amor
11. Ser amonestada por Dios Romanos 15:14 1 Tesalonicenses 5:14 Colosenses 1:28,29 Colosenses 3:16 Perseverancia, paciencia, sabiduría, diligencia, gratitud, humildad

Así como Dios nos ayuda como individuos a crecer a la imagen Cristo, Él también ayuda a las parejas a crecer, madurar y ayudarse mutuamente para ser más como Cristo. Este proceso se llama la “santificación mutua” y está bajo la categoría de la “amonestación por otros” en el cuadro previo. Como resultado, ambos, esposo y esposa, deben aprender cómo recibir y dar una amonestación de manera apropiada.

Una amonestación es una expresión de censura o reprensión. Una amonestación bíblica es decirle a alguien lo que está haciendo mal, con el objeto de restaurarle en su relación con Dios. Cuando un esposo o esposa cristiana amonesta a su pareja, está señalando el pecado en la vida de esa persona, por lo cual hay ciertas reglas bíblicas que uno debe seguir al amonestar a alguien.

Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

Mateo 18:15 (énfasis añadido)

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Gálatas 6:1 (énfasis añadido)

Cuando una amonestación se hace en privado, con gentileza y con el motivo de restaurar a la otra persona, entonces es hecha con amor. Cuando alguien no quiere amonestar a su pareja, de seguro está más preocupado por “¿Qué efecto tendrá esto sobre mí?” que por ayudar a su pareja. Éste tipo de reacción es egoísta y no muestra amor. Si aman a Dios y a su pareja, entonces se amonestarán mutuamente en amor, de manera bíblica.

La manera en que usted responde a la amonestación de su esposo es reflejo de su deseo de ser como Cristo. Empiece considerando que la amonestación, por lo menos, posiblemente sea válida. Luego, considere las siguientes maneras apropiadas de responder a una amonestación.

La manera correcta de responder a la amonestación 5

1. Tome tiempo para reflexionar sobre lo que le han dicho.

El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas. / Proverbios 15:28

2. Escudriñe las Escrituras para determinar cuál es el pecado y cómo “despojarse de él”.

…despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre… / Efesios 4:22-24

3. Pídale a su esposo que le dé algunos ejemplos específicos de cómo usted podría haber respondido mejor a su amonestación.

La ciencia del prudente está en entender su camino; mas la indiscreción de los necios es engaño. / Proverbios 14:8

4. Confiese su pecado.

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. / 1 Juan 1:9

5. Muestre el fruto de arrepentimiento. Deje de cometer el pecado y empiece a hacer lo correcto.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. / Hebreos 12:11

6. No se justifique o defienda.

La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra Él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; Él me sacará a luz; veré su justicia. Miqueas 7:9

Si usted sabe que su esposo tiene razón en corregirle o tiene razón en parte, entonces escuche su consejo y cambie su pecaminoso camino. Quizás le ayude el meditar en los siguientes beneficios de una respuesta correcta a la amonestación:

El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.Proverbios 15:5 (énfasis añadido)

Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra.Proverbios 13:18 (énfasis añadido)

El oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará. / Proverbios 15:31 (énfasis añadido)

El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.Proverbios 15:32 (énfasis añadido)

Escuche y aprenda de la corrección. Piense, “¿Qué me está tratando de enseñar Dios?” Aprenda a ver su corrección mutua desde la perspectiva de Dios, y esté agradecida de que su esposo le está diciendo su queja en vez de quedarse callado y amargarse a causa de su pecado. Vea la corrección desde este punto de vista: “Fieles son las heridas del que ama…” (Proverbios 27:6) y “Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto” (Proverbios 27:5). Tome un momento y piense acerca de lo que Dios tal vez esté tratando de comunicarle a usted. Escuche la corrección de su esposo y aprenda de ella. Los resultados serán el crecimiento y la madurez como cristiana. Sea sabia en vez de ser necia. Haga que el glorificar a Dios sea el deseo más precioso de su corazón y si tiene que sufrir alguna humillación en el proceso, que así sea. Será incómodo y hasta doloroso en el momento; pero si aprende de la poda de Dios, después producirá fruto para Él (Juan 15). La forma en que usted responde marca la diferencia entre un cristiano que crece y madura y un cristiano inmaduro. De hecho, probablemente es la evidencia más profunda de la madurez.

Pero, ¿qué pasa si es su esposo el que necesita la amonestación?

Directrices para amonestar a su esposo6

1. Escoja el tiempo apropiado.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora… tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar. / Eclesiastés 3:1,7

Los tiempos inapropiados son cuando están ante otras personas, cuando usted tiene una actitud pecaminosa o cuando él no le puede dar su atención completa. Los tiempos correctos son cuando están a solas, se sientan bien y descansados, cuando hay suficiente tiempo para conversar y usted está en control de sí misma y confía en el Espíritu Santo y la Palabra de Dios para dirigir sus pensamientos y acciones.

2. Escoja las palabras apropiadas.

El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas.Proverbios 15:28

Empiece pensando sobre lo que quiere decir. Quizás sería bueno escribirlo y practicarlo en voz alta. Si está en duda acerca del contenido de la amonestación o cómo la va a expresar, pida un punto de vista objetivo a una persona piadosa, como una mujer madura y confiable de su iglesia, que lo lea y le dé su opinión.

3. Consuélelo al corregirlo.

Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos; y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. / Apocalipsis 2:2-3

En su carta a la iglesia en Éfeso, el Señor Jesucristo corrigió a los miembros de la iglesia por perder su primer amor. Él los amenazó con disciplina severa si ellos no se arrepentían. Pero es interesante notar que antes de corregir a los miembros de la iglesia, el Señor Jesucristo los consoló diciéndoles lo que habían hecho bien. De la misma manera, consuele a su esposo y alábelo por lo que pueda, antes de darle la amonestación. Le va a dar esperanza y hará que la corrección sea más fácil de aceptar para él. Un aviso: consolarlo o alabarlo no es un requisito y no debe ser hecho de una manera manipulativa. Simplemente, es un acto de bondad.

4. Sea específica en cuanto al pecado y ofrezca una solución bíblica. Ejemplos de las Escrituras que pueden ser apropiados:

Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.1 Tesalonicenses 5:18

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.Efesios 4:25

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,

con acción de gracias.Filipenses 4:6

Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.Santiago 1:19-20

Es más cómodo dar sugerencias vagas e indirectas que específicas, francas y claras referente al pecado de su esposo. Sin embargo, ¡las personas son inconscientes a las sugerencias vagas y no específicas! Hable la verdad en amor a su esposo, y será más probable que él entienda y se arrepienta. Dele esperanza ofreciéndole una solución bíblica. Por ejemplo, “Mi amor, he notado que has estado irritado y áspero con Susi últimamente. Yo sé que ella está en una edad difícil y necesita ser disciplinada, pero la ira del hombre no obra la justicia de Dios’(Santiago 1:20). ¿Hay algo que yo puedo hacer para facilitarte la situación? Si quieres, yo puedo decirte disimuladamente cuando empiezo a notar que te estás enfureciendo.” (Si él no recibe su corrección de manera cariñosa y humilde, vea el Capítulo Catorce.)

5. Comunique un espíritu de amor incondicional.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Dígale algo como, “Querido, yo siempre te amaré pase lo que pase.” Además, muéstrele su amor siendo paciente, bondadosa, etc. No es fácil dar una amonestación amorosa, sino que es más fácil solamente orar por el asunto. Sin embargo, las Escrituras dicen claramente que los cristianos deben ayudarse para ser como el Señor Jesucristo. Si su esposo es cristiano, usted es responsable, delante Dios, de indicarle su problema de una manera suave y afable. A fin de cuentas, el amor “no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad” (1 Corintios 13:6).

Aunque sea difícil dar una amonestación a alguien, por lo general es más difícil recibirla de manera humilde. Una medida de su madurez en Cristo es la manera en que recibe la corrección.

Usted sabe que recibe la amonestación de su esposo de manera pecaminosa cuando…

1. Usted se enoja y arremete contra su esposo.

Ciertamente la soberbia concebirá contienda; mas con los avisados está la sabiduría.Proverbios 13:10

2. Usted se siente herida, resentida y rehúsa perdonar.

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.Efesios 4:31-32

3. Usted se enfoca en las cosas malas que él hace.

¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.Mateo 7:5

4. Usted siente una herida personal intensa.

…pero éste para lo que nos es provechoso, para que

participemos de su santidad.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa

de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de

justicia a los que en ella han sido ejercitados.Hebreos 12:10-11, énfasis añadido

Cualquier amonestación puede ser humillante y hacerle sentir mal. Sin embargo, no añada más a su herida con una reacción pecaminosa. Si usted no responde con humildad y mansedumbre, va a agravar su pecado. Aun si su esposo la amonesta de una manera airada y áspera, usted todavía es responsable delante Dios por su reacción. (Para más información acerca de lo que debe hacer cuando él está enojado y áspero, vea el Capítulo Catorce, Recurso # 5.)

Nunca es placentero, sino humillante, darse cuenta de que otras personas la ven como algo menos que perfecta,. Sin embargo, ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” (Hebreos 12:11). La “cosecha” del fruto dependerá mayormente en cuán humildemente un esposo y una esposa se amonestan mutuamente. Si aman al Señor Jesucristo, participarán y se someterán al proceso de la santificación mutua. El propósito de Dios en el matrimonio es que se ayuden mutuamente a llegar a ser como Cristo para glorificarle más a Él.

La esposa excelente

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