Читать книгу La esposa excelente - Martha Peace - Страница 5
ОглавлениеReconocimientos
Yo creo que el Señor me dio el deseo de escribir este libro. Después , me dio personas para ayudarme. Una de esas personas es mi esposo, Sanford. Yo había estado hablando de escribir un libro por un buen tiempo. El me dijo ¿deja de hablar, organiza tu vida, y escribe el libro! Como no me estaba pidiendo pecar, tuve que hacerlo. Sanford no solamente me dijo que lo escribiera, sino que me ayudó a hacerlo. El es mi experto de computadoras y mi consolador cuando estoy desanimada. Me ama y ha creído desde el principio que Dios quería que yo persevera en este proyecto. El fue maravilloso durante todo el proceso.
Tenemos dos pastores con quienes estoy endeudada. Uno es Howard Dial, quien me enseñó la Biblia y alimentó el amor que Dios me ha dado por Su Palabra. El otro es Ed Shewood. Ed fue el instrumento para guiarme al Señor. Mucho después, mientras estaba contemplando empezar el libro, Ed me exhortó mucho y además ofreció ayudarme. Por un año, nos reunimos semanalmente y me ayudó a organizar el material. Al mismo tiempo, él empezó a enseñarme cómo escribir. Estoy agradecida al Señor por el tiempo que Ed y yo trabajamos en La Esposa Excelente. ¿Fue tan emocionante cuando mandamos la propuesta y los capítulos de muestra! Si no fuera por Ed, yo probablemente todavía estaría hablando de escribir un libro algún día.
Además de Howard y Ed, el Señor me dio la Lou. Lou Priolo es el Director del Centro de Consejería Bíblica de Atlanta. El me enseño cómo aconsejar bíblicamente, y me hizo trabajar. Este material tiene tanto de lo que Lou me enseñó, que yo no sabría dónde empezar para darle crédito. Lou diligentemente editó cada palabra y ¿me soportó durante el proceso! Además de ayudarme con este libro, Lou ha tenido un impacto tremendo en mi crecimiento como cristiana. Yo estaré eternamente agradecida al Señor por traer a Lou a mi vida.
Stuart Scout es otro amigo querido, quien ahora es parte de mi familia. Nuestra hija Anna, se casó con Tom, hermano de Stuart. Me río cuando pienso en cómo tenía yo miedo de conocer a Stuart porque pensaba que probablemente él no aconsejaba a los miembros de su iglesia de una manera completamente bíblica. ¿No podía estar más equivocada! Stuart contribuyó de gran manera a este libro por medio de sus sugerencias, y también compartiendo generosamente su material e ideas conmigo.
Nuestra hija Anna ha sido un punto muy brillante en este proceso. Ella pudo leer y corregir los capítulos con una actitud alegre, antes de que se los mandara al editor. Ella hizo todo esto mientras cuidaba a su esposo y tres niños muy pequeños. Ella, como Ed, me enseño cómo escribir y me animó. ¡Ella perseveró en corregir todas mis referencias indeterminadas de pronombres!
Mort Patterson, nuestro amigo, dibujó todas las ilustraciones contenidas en este libro. Con paciencia, él me ayudó a pensar cuando estaba yo sin ideas. El me animó mucho de continuar en el proceso, contándome acerca de algunas de las cosas que su mamá halló al escribir un libro cristiano hace años. El estaba entusiasmado sobre este proyecto y siempre interesado en lo siguiente que pasaría.
John Crotts, nuestro nuevo pastor, se involucró casi al final. Estoy segura que él no tenía la menor idea en que se estaba metiendo cuando consintió leer el manuscrito y hacer un comentario. John ha sido una persona escrupulosa en cuanto al contexto, la claridad, y ver el proyecto en su totalidad. Amablemente él me ha explicado una y otra vez ciertos puntos. En pocas semanas, él me ha enseñado mucho, y anticipo trabajar con John, bajo su cuidado pastoral en el futuro.
Tenemos muchos otros amigos quienes han tenido un interés en este proyecto y han orado por mí, ¡Y también me han embromado mucho! Algunos de ellos son Maribeth Standring Franklin y Jane Lawrence, Cindy Waddell, Cindy Carson, Mike Robinson, y la entera familia de nuestra iglesia. Les quiero a todos y doy gracias a Dios por ellos.
Sería yo negligente al no mencionar las maravillosas personas en Focus Publishing. Don Winters y stan Haley me dieron una oportunidad. Don bromeaba sobre mis familiares expresiones sureñas de Norteamérica en el libro. Jan Haley y Barb Smith laboraron fielmente en editarlo. Ellas tenían mucho entusiasmo para el material y vieron una necesidad grande para el libro. He disfrutado trabajar con todos ellos.
También quiero agradecer a Jay Adams por leer el manuscrito y por sus comentarios provechosos. Estoy contenta de estar asociada con él a través de la Asociación Nacional de Consejeros Nutéticos. Su ministerio ha mejorado mucho al mío.
Estoy tan agradecida al señor por todos aquellos a quienes El ha mandado para ayudarme, enseñarme, y animarme. Me siento como el apóstol Pablo se debió sentir cuando escribió a la iglesia de Filipos:
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por
todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio,
desde el primer día hasta ahora; / Filipenses 1:3-5