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Capítulo Tres
El Entendimiento de la Esposa acerca del Pecado
ОглавлениеLa Provisión de Dios
Una vez conocí a una mujer que estaba en una relación adúltera. Ella me dijo que era cristiana. Cuando le pregunté por qué razón Dios debía dejarla entrar al cielo, ella declaró, “Porque he sido muy buena.” Tal vez había sido una persona bondadosa, pero estaba equivocada acerca de su pecado y de su salvación. La verdad es que ninguna persona puede ser suficientemente buena para merecer el regalo de la salvación de Dios. A pesar de lo que la “buena” mujer creía, ella no conocía al Dios de la Biblia ni Su provisión para el perdón de su pecado. Quizás usted es como ella y necesita un entendimiento bíblico del pecado y la provisión de Dios para la vida eterna. Si es así, este capítulo explica cuatro características del pecado y la provisión de Dios por medio del Señor Jesucristo para confrontarse con el pecado pasado y con el presente.
Cuando Dios creó a Adán y Eva, les dio la habilidad de pensar, sentir, responder a otros y distinguir lo bueno de lo malo.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.Génesis 1:27
Las habilidades que Dios dio a Adán y Eva fueron declaradas buenas por Dios.
Y vio Dios todo lo que había hecho,
y he aquí que era bueno en gran maneraGénesis 1:31, énfasis añadido
Así es como el hombre era hasta que Adán y Eva pecaron. Desde entonces, toda persona ha tenido el pecado en su vida y las buenas habilidades que Dios les dio han sido pervertidas por el hombre pecaminoso. Por ejemplo, Dios dio al hombre la habilidad de pensar, pero los hombres usan esta habilidad para planificar y llevar a cabo robos de bancos. Dios dio al hombre la habilidad de sentir y tener emociones, pero, muchas veces, las esposas se sienten tensas y nerviosas y, por eso, le gritan a sus niños. Dios dio al hombre la habilidad de responder de una manera bondadosa y paciente, pero la gente, muchas veces, responde de una manera dura, impaciente y dañina (Efesios 4:29). Dios dio al hombre una conciencia para distinguir el bien del mal (Hebreos 10:22), pero ¡cientos de cárceles llenas, y hasta sobre pobladas, nos muestran las opciones que algunas personas han escogido! La verdad es que no hay ninguna parte de la creación de Dios que el hombre pecaminoso no haya pervertido.
La tendencia pecaminosa del hombre ha afectado toda área de la vida incluyendo la relación entre esposo y esposa. Pero, antes de que podamos ver de manera práctica, cómo nuestra tendencia a pecar ha afectado a las esposas, tenemos que entender las características básicas del pecado.
Cuatro características del pecado
1. El pecado es universal. Ninguna persona es inmune.
. . . por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.Romanos 3:23
2. El pecado es abierto y obvio a otros.
Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os
amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican
tales cosas no heredarán el reino de Dios…
Gálatas 5:19-21, énfasis añadido
3. El pecado no puede ser escondido de Dios.
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo
grande de su estatura, porque yo lo deshecho; porque Jehová
no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que
está delante de sus ojos, pero Jehová mira al corazón.1 Samuel 16:7, énfasis añadido
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia;
antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos
de aquel a quien tenemos que dar cuenta.Hebreos 4:13
4. El pecado es castigado justamente.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.Romanos 6:23, énfasis añadido
. . . por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y
llevará las iniquidades de ellos.Isaías 53:11
Todo hombre peca. Su pecado puede ser obvio o con pensamientos y motivos secretos. Como Dios es omnisciente, Él conoce cada pensamiento y acción del hombre y, porque Él es santo, tiene que castigar el pecado. Afortunadamente para la humanidad, Dios, por Su corazón de amor y misericordia, proveyó un pago para la pena del pecado. Su provisión fue el Señor Jesucristo.
Nuestra provisión por medio de Cristo
Jesucristo recibió el castigo de Dios por el pecado por cuanto Él murió en nuestro lugar en la cruz del Calvario. Él es nuestro sustituto. Nosotros merecemos la muerte, pero en vez de eso, Cristo fue castigado por nosotros. El profeta Isaías lo expresó de esta manera, “el castigo de nuestra paz (el castigo que merecemos) fue sobre Él” (Isaías 53:5, comentario añadido en paréntesis). Cualquier persona puede ser perdonada de sus pecados y justificada (declarada “justa” por Dios por los méritos de la obra de Cristo) si “…cree en el Señor Jesucristo…” (Hechos 16:31). El apóstol Pablo especificó lo que quería decir cuando dijo “creyeres” en Romanos 10:9. Allí Pablo explicó que si “confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”
Quizás usted haya oído acerca de Jesús toda su vida. Tal vez es miembro de una iglesia y hasta ha sido bautizada. Tal vez hasta sea la superintendente de la escuela dominical, pero si nunca ha confiado en Jesucristo, solamente tiene una religión externa. Si desea, ahora mismo puede inclinar su rostro en actitud humilde ante Dios, pedirle que tenga misericordia de su alma, confesar su pecado, y pedir el perdón de Dios y, en sus propias palabras, confesar a Jesús como Señor y Maestro de su vida.
Si usted ha puesto su fe (confianza) en Jesucristo y sólo en Él como su Señor y Salvador, ahora no está bajo la ira de Dios. Todos sus pecados han sido perdonados – pasados, presentes y futuros. No solamente está limpia de su pecado, sino también ha sido puesta por Dios en una unión sobrenatural con Cristo. Ahora, Dios quiere que tenga la seguridad de su salvación.
Estas cosas os he escrito a vosotros
que creéis en el nombre del Hijo de Dios,
para que sepáis que tenéis vida eterna,
y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.1 Juan 5:13, con énfasis añadido
Si es cristiana, ¡qué gozo saber que ha sido perdonada por Dios de su pecado! Además de saber que ha sido perdonada de su pecado, necesita saber…
Cómo confrontar las consecuencias de sus pecados anteriores
Pero ¿qué si es que ha cometido un pecado muy vergonzoso en su pasado que nunca le ha dicho a su esposo? ¿Qué si ha sido inmoral? ¿Qué si ha tenido un aborto o haya sido homosexual o ladrona? Es importante que entienda la perspectiva de Dios sobre su pasado. El apóstol Pablo escribió su primera carta a la iglesia en Corinto, a una gente que había cometido muchos pecados morales. Acuérdese, él estaba escribiendo a los cristianos de esa iglesia.
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?
No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras,
ni los adúlteros, ni los afeminados,
ni los que se echan con varones, ni los ladrones,
ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados,
ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesucristo,
y por el Espíritu de nuestro Dios.1 Corintios 6: 9-11, énfasis añadido
Por supuesto, si usted es cristiana, necesita creer en Dios cuando dice, “…y esto erais algunos.” En él, “…las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Si es salva, usted ha sido perdonada de todo su pecado y declarada justa ante Dios; pero, si hay algo que posiblemente afecte su matrimonio, tal vez necesite limpiar su conciencia con su esposo. Si está en duda, consulte a su Pastor.
Si es cristiana y ha tratado con su pecado del pasado bíblicamente, estoy segura de que se da cuenta que todavía peca. Pero, ¿cómo quiere Dios que…
Trate con el pecado presente
El pecado penetra cada aspecto del comportamiento del hombre, incluyendo el matrimonio. Dios provee perdón del pecado por medio del Señor Jesucristo, por tanto, el hombre puede ser perdonado por Dios y puede vivir en armonía con los hombres (¡esto incluye a los esposos y esposas!). Los cristianos deben aceptar, con gratitud, el perdón que tienen en Cristo y también dar perdón, de gracia, a sus cónyuges “…perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32). (Para más información acerca del proceso de perdonar, vea al Capítulo Nueve). Dios ha provisto a Cristo para nosotros, pero ¿cuál es nuestra responsabilidad? Somos responsables de arrepentirnos. Si nuestro pecado ha llegado a ser un hábito, entonces nuestros frutos de arrepentimiento van a tomar tiempo y mucho trabajo para desarrollarse. De hecho, el arrepentimiento empieza con…
Un proceso diligente
No todo pecado es tan devastador para un matrimonio como los ejemplos, mencionados anteriormente, de inmoralidad sexual. Pero cualquier pecado corroerá la unidad que Dios quiere que las parejas cristianas tengan. Todo cristiano trae al matrimonio viejos hábitos pecaminosos en la forma de pensar y responder que dañan su matrimonio y afligen al Señor. El arrepentimiento es un proceso que normalmente incluye más que confesar el pecado a Dios y a su esposo. Puede ser que tome bastante tiempo y esfuerzo, y es por eso que somos instruidos en las Escrituras “…Ejercítate para la piedad” (1 Timoteo 4:7, énfasis añadido).
La palabra griega en el Nuevo Testamento para la disciplina es gymnazo, que quiere decir “ejercer o entrenar”. Es de donde viene la palabra gimnasio en español. En otras palabras, quiere decir practicar algo a menudo hasta que lo domine. Lo piadoso que llegamos a ser, dependerá de cuan diligentes seamos en esforzarnos por ello. Los viejos hábitos de pensamiento y las respuestas pecaminosas no desaparecen de repente, sino que tienen que ser reemplazados con maneras de pensar y responder piadosas. Los cristianos tenemos que ser transformados “…por medio de la renovación de nuestro entendimiento” (Romanos 12:2). Mientras luchamos contra tales cosas, el Espíritu Santo nos va a capacitar, sobrenaturalmente, para lograrlo. Eventualmente, la respuesta piadosa vendrá a ser la respuesta automática. Este proceso se explica en Efesios 4 y Colosenses 3, y se llama...
El Proceso Bíblico del Cambio
DEJAR | PONER |
“ . . .despojaos del viejo hombre”Efesios 4:22 | “ ...y vestíos del nuevo hombre...”Efesios 4:24 |
“ . . .desechando la mentir . . .”Efesios 4:25 | “. . .hablad verdad cada uno con su prójimo.” / Efesios 4:25 |
“ El que hurtaba, no hurte más...”Efesios 4:28 | “. . .sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.”Efesios 4:28 |
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”Efesios 4:31 | “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:32 |
El pecado empieza en su corazón, con lo que desea. Lo que desea, en parte, determina cómo habla consigo misma. Una persona puede ser exitosa en modificar su comportamiento externo, pero la única manera de glorificar al Señor Jesucristo es pensar de acuerdo a Su Palabra (Romanos 12:2). El siguiente cuadro muestra ejemplos de cómo una esposa puede tener pensamientos errados y pecaminosos en vez de “ponerse” pensamientos correctos y piadosos.
PENSAMIENTOSPECAMINOSOS Y MALOS | PENSAMIENTOSCORRECTOS Y PIADOSOS |
1. “¡Lo odio!” | 1. “No siento amor por él ahora, pero escojo amarle, respondiendo de una manera amable.” |
2. “¡No hay esperanza para este matrimonio!” | 2. “¡No hay esperanza para este matrimonio!” |
3. “ No puedo ser lo que Dios quiere que sea porque mi esposo no es un hombre piadoso.” | 3. “Quizás él es un fracaso total ante Dios, pero yo no tengo que ser igual. Yo puedo agradar a Dios a pesar de que él no lo haga.” |
4. “¡No puedo aguantarlo más!” | 4. “Yo puedo aguantar, ya que “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir…´” 1 Corintios 10:13 |
5. “Quisiera estar con el esposo de mi amiga. Él la trata muy bien.” | 5. “Gracias, Dios, por mi esposo. ¿Qué puedo hacer yo por él para mostrarle que él es especial para mí?” |
6. “Jamás le digo lo que estoy pensando. Si lo hago, él no va a pensar bien de mí.” | 6. “Yo puedo aprender a decir la verdad con amor. Dios me dará la gracia para responder a su reacción, sea la que sea.” |
7. “Quisiera que él no me molestara.” | 7. “Gracias, Dios, por un esposo que quiere estar conmigo.” |
8. “Si él me amara, sería más romántico.” | 8. “El amor” no busca lo suyo´. ¿Qué puedo hacer yo para mostrarle mi amor?” (1 Corintios 13:5) |
Cambiar los pensamientos pecaminosos empieza con el reconocimiento de los pensamientos egoístas y sin amor, los cuales están llenos de venganza y amargura o que no son bíblicos en ninguna manera. Cuando se dé cuenta de que su pensamiento es malo, confiéselo al Señor (esté de acuerdo con Dios que el pensamiento es pecaminoso). Sin embargo, como el arrepentimiento quiere decir que hay un cambio de opinión, el proceso de arrepentimiento no está completo hasta que usted lo reemplace con un pensamiento piadoso y justo. Allí es cuando usted ha “dejado” un pensamiento que le honra a usted misma y se habrá “puesto” un pensamiento que honre a Dios. Es un proceso que requiere esfuerzo. La cantidad de esfuerzo que usted muestra en ponerse los pensamientos y acciones correctas influirá directamente en su crecimiento a la imagen del Señor Jesucristo. Si se esfuerza en esto, se estará ejercitando “para la piedad” (1 Timoteo 4:7).
Resumen
Hemos visto que el pecado puede ser oculto o abierto. El pecado es una característica universal del hombre caído y sólo el Hijo de perfecto de Dios, Jesucristo, pudo proveer la manera de satisfacer la demanda justa de Dios contra el pecado. Dios hace todo el trabajo en la salvación del hombre. La salvación es por Su gracia y no está basada en ningún mérito del hombre (así sea “bueno”). La provisión de Dios por el pecado empieza con la cruz y continúa con gracia para el “oportuno socorro”, para crecer y madurar como cristianos (Hebreos 4:16). Con la gracia de Dios, podemos trabajar diligentemente en “dejar” los pensamientos pecaminosos y “ponernos” los pensamientos bíblicos y las acciones y correctas.
…conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera
de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas
corruptibles, como oro y plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminación.1 Pedro 1:17-19