Читать книгу Tecnologías educativas para la inclusión - Matilde Bolaño García - Страница 9
Ciencia, tecnología, sociedad, educación y desarrollo
ОглавлениеEs incuestionable la gran influencia que tiene el avance de la tecnología y la ciencia en la sociedad, puesto que cobra suma importancia en la solución de las necesidades humanas. Los gobernantes deben invertir grandes recursos para poder desarrollar tanto científica como tecnológicamente a sus naciones y crear políticas eficaces para su promoción, innovación y desarrollo. Gracias al fenómeno de la globalización, podemos experimentar oportunidades y retos para el crecimiento económico y el bienestar social a través de las TIC.
Los grupos y comunidades en las cuales se investiga innova y crea han aumentado, anteriormente solo las personas que tenían acceso a las herramientas más avanzadas podían cultivar la ciencia, con la puesta en marcha de mecanismos que permitan compartir, recibir y crear información. Cualquier colectivo académico puede nutrir su corpus teórico, estar abierto a nuevas perspectivas nociones e interpretaciones, además se brinda la posibilidad de trascender y entender que lo que se concibe como realidad debe tener un significado puntual.
Este es el mecanismo de cambio y apropiación de la realidad, es el puente de interacción entre el ser humano y la interpretación real y universal que deja de lado cualquier connotación carente de lógica y coherencia, esta actividad se concibe de múltiples maneras. Bunge (1960) señala que la ciencia como actividad y como investigación pertenece a la vida social; en cuanto se aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología.
En la empresa en la cual el hombre adquiere inmortalidad y la batuta es pasada de maestro a estudiante, acción que ha de continuar mientras nuestra especie exista y tengamos preguntas por hacernos una vez que observamos con asombro nuestro entorno. Los contenidos devengados de esta acción cuando es validada, constatada y fidedigna pasan a ser denominados conocimientos científicos universales. En muchas actividades humanas existen barreras ideológicas, religiosa o políticas, pero es fácil ver un trabajo de forma mancomunada a personas con posturas evolucionistas y creacionistas, grupos culturales con roces históricos, por ejemplo, en las universidades es normal encontrar personas con tendencias políticas de izquierda y derecha aunando esfuerzos por un bien colectivo.
Una cualidad inalienable al ser humano como entidad que piensa, siente y vive es la incertidumbre en la cual se encuentra. Para dar respuesta a esta necesidad crea una serie de pasos rigurosos y metódicos, con los cuales se pretende dar respuesta a esos interrogantes que poco a poco retiran la paz de la mente, de aquellos que desarrollan la titánica labor de leer el libro de la naturaleza, esta acción tiene recompensas que en realidad hacen parte de un proceso cíclico e interminable, dado que con una respuesta surge un nuevo interrogante o más. Por ende, una temática abordada jamás deja se ser desglosada, por ejemplo, la física o la piscología son algunos de estos ejemplares donde una solución o respuesta hace parte de una pregunta con un mayor grado de complejidad.
Es importante resaltar que la imagen del científico solitario y confinado a cuatro paredes, mesas llenas de instrumentos y una pizarra llena de números y formulas quedo en pasado. La ciencia moderna tiene su origen y razón de ser en la interacción, comunicación y el compartir de saberes, experiencias, no es necesario que todas las personas inmersas en una investigación o proyecto científico estén cerca, de la mano con la tecnología las barreras espacio temporales han pasado a ser en muchas ocasiones una cuestión archivada en los anaqueles de la historia. Los sistemas utilizados para organizar, dar vida y continuidad al complejo cúmulo de culturas y concepciones, tiene su origen en la ciencia; de ella parten las bases teóricas y conceptuales.
Imaginar el mundo actual, en el cual la gran mayoría de sus sistemas están cubiertos por la casi mágica capa de tecnología es un panorama que en la mente de las personas del contemporáneo tendría una interpretación pos apocalíptica. El papel casi estelar que tiene la tecnología no tiene paralelismo alguno, se ha convertido en el pagamento que une las actividades humanas. Para Cazaux (2008), las tecnologías son componentes esenciales de la cultura de las sociedades modernas. Estas han cambiado la manera en que se conoce el mundo, no es necesario salir de la comodidad del hogar para conocer un monumento, paisaje o sitio turístico que se encuentra a miles de kilómetros de distancia.
Conceptos como la inteligencia artificial, la web, interfaz e internet, entre muchos, permiten que las personas estén constantemente interconectadas, interactuando, moviéndose en paralelo a un mundo que perece estar aislado en la realidad y que tiene su origen en una interminable cascada de unos y ceros, pero este universo ambiguo fisiológicamente a todo lo conocido se sustenta y alimenta de la realidad humana, la recolección de datos, el entrenamiento a softwares, que tienen como objetivo que la sociedad se mantenga organizada, teniendo presente que la información y las comunidades aumentan de forma exponencial.
Un ejemplo de cambio y confianza es el sistema monetario y de inversiones, los activos y pasivos representan para el ser humano desde tiempos inmemoriales un alto porcentaje de supervivencia, puesto que de estos depende la alimentación y continuidad genética, ahora bien, los movimientos bancarios a gran escala no requieren de las transacciones económicas palpables y tangibles, en donde grandes sumas de dinero son llevadas en maletas o bolsas negras, situación alusiva a el pasado y programas de televisión. Entre tanto, González y Herrero García (2019) afirma que las tecnologías han transformado de manera significativa las dinámicas sociales y el alcance individual de las personas. Y así, sectores de gran importancia como, el educativo, empresarial, agropecuario, la industria del entretenimiento y muchos otros que conforman la medula de nuestra sociedad han migrado lentamente y se encuentran en una transición, que se ha visto acelerada por el llegada de las restricciones que se desprenden de la Covid-19, este es un punto sin retorno, dar un paso atrás en los procesos ya digitalizados representa el quedarse rezagados en una pista donde todos avanzan a velocidades vertiginosas.
La educación se configura como el átomo que hace parte de la roca que sustenta los sistemas de los cuales se siente orgullosa la sociedad y que a su parecer es la diferencia de las demás especies. Pues está comprobado que las aves enseñan a sus polluelos a volar, los felinos a cazar, y el ser humano a vivir en sociedad, crear, fomentar la imaginación, investigar, etc. Con la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, estos eventos han subido de nivel. La digitalización representa para la sociedad actual una oportunidad si antecedentes para atacar alfabetización, los índices de pobreza tan elevados y la desigualdad social, la educación no es el acto de superarse, esta es una noción individualista y reduccionista, su concepción debe girara entorno a esta, como el mecanismo mediante el individuo se conoce así mismo y conoce a los demás, este es un objetivo loable y enmarcado en aspectos humanistas.
Los cambios a lo largo de la historia producto de la interacción con la tecnología resultan predecibles y familiares, pero jamás su influencia había sido tan trascendental, congruente y decisiva como en la época actual. Para Cabero (1994), la implantación en la sociedad de las denominadas “nuevas tecnologías” de la comunicación e información, está produciendo cambios insospechados respecto a los originados en su momento por otras tecnologías, como fueron la de la imprenta, y la electrónica. La permeabilidad y escalabilidad de estas nuevas herramientas que resultan ser una tentativa a panacea es inconmensurable, plataformas con un aforo inmenso, como, Zoom, Meet o teams, que sustituyen los grandes auditorios y brindan la posibilidad al anfitrión de llegar a un mayor número de personas y al espectador de culturizarse.
Este escenario de virtualidad se traslada al bloque educativo generando que los índices de pertinencia de la educación virtual suban, las denominadas clases mediadas por tecnologías, que antes se usaban, pero como paliativos, son abordadas como metodologías que permiten el acercamiento entre alumno y profesor, propiciando la interacción bilateral, la lúdica y la innovación educativa. De esta manera se cambia el paradigma tradicional rígido y poco ortodoxo implementado por muchas instituciones y se implementa un mecanismo bañado por las aguas de las TIC, con una pedagogía abierta, flexible, inclusiva y centrada en las necesidades del estudiante y el entorno inmediato.
Seis décadas atrás las situaciones sociales eran diferentes, los libros físicos fueron el mecanismo de estudio de muchos, la nueva generación experimenta un choque social y proxémico a la realidad completamente distinto. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) hacen parte de ser. Martínez y Prendes (2004) indican que se han convertido en algo habitual en el día a día de las personas, y los menores conviven con ellas desde que nacen, por lo que pronto se convierten en algo natural en sus vidas y pueden aportar elementos positivos en su desarrollo. Ayudando a la conformación de comunidades de estudio, grupos de trabajo, y dando la oportunidad de dar a conocer las ideas y recibir retroalimentación de personas con experticia en la materia. Por consiguiente, se podría pensar que la próxima revolución tendrá su origen en la virtualidad y los medios digitales e informáticos.
La educación es el mecanismo mediante el cual los países en vía de desarrollo crecen, la culturización de su personal humano es de gran importancia, pues la gestión de recursos y riquezas es imprescindible para esto sus dirigentes y comunidades deben tener bases sólidas en las cuales debe reposar la acción de crecer. Este proceso se da de forma individual, interiorizando y apropiándose del entorno, en muchos de sus escritos. Finalmente, Celorio y Celorio (1995) sostienen que la educación para el desarrollo tiene como misión la de generar un proceso de reflexión analítica y crítica de las informaciones difundidas.
Esto deja como resultado una cadena causal, en donde, políticas encaminadas a propiciar la ciencia, la investigación, la tecnificación, y la educación, repercute en la calidad de vida de sus integrantes ayudando a la mejora del tejido social, la equidad e igualdad de oportunidades. Situación que faculta al individuo para vivir en sociedad, crearla y protegerla, un ser holístico y abierto a nuevas posibilidades y se tenga en cuenta las necesidades sociales y su contexto.