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Capítulo 4: la Preparación para el bosque
ОглавлениеCon sus padres cauteloso aprobación, Karina y Chuck ansiosamente conjunto acerca de la preparación para su expedición en el bosque. La emoción traspasa en sus pechos, mientras estaban reunidos sus suministros y comprobaron sus mochilas, asegurando que tenían todo lo que necesitaban para su viaje a lo desconocido.
Su padre, Alex, lo miraban con una mezcla de orgullo y preocupación como sus hijos se ocuparon con sus preparativos. Él sabía que el bosque podría ser un salvaje e impredecible, pero también de confianza en su sentido de la responsabilidad y de la aventura.
– Recuerde que los niños, – Alex llamó, su voz suave pero firme,
– la seguridad es primero. Palo juntos, mantener un ojo hacia fuera para cada uno de los otros, y no divagar demasiado lejos.
– Vamos, Papá! – Karina chirrió, el parpadeo de él una sonrisa brillante como se ajustó las correas de su mochila.
Chuck asintió con la cabeza, sus ojos brillaban de emoción.
– No te preocupes, Papá. Vamos a tener cuidado.
Su madre, Amanda, salió de la cocina con una cesta de bocadillos y botellas de agua, su expresión una mezcla de aprensión y calidez materna. – Asegúrese de mantenerse hidratado y no se olvide de comer algo si le da hambre.-
– Vamos, Mamá, – Karina aseguró ella, tomando la canasta de la manos de la madre y estiba de forma segura en su mochila.
Con sus suministros de pic y su determinación armada de valor, Karina y Chuck oferta a sus padres de despedida y se marchó hacia el borde de la ciudad, el sol proyectando largas sombras a través de las calles empedradas.
Cuando se acercaban a la orilla del bosque, los árboles se alzaba alto e imponente ante ellos, sus ramas extendidas hacia el cielo como los nudosos dedos. Pero a pesar de la sensación de temor que flotaba en el aire, Karina y Chuck sentía una emoción de la emoción corriendo por sus venas.
– ¿Estás listo para esto, Chuck? – Karina le preguntó, su voz cargada de emoción.
Chuck asintió con la cabeza, sus ojos se iluminan con anticipación.
– Absolutamente, Karina. Vamos a ir a buscar algunos escarabajos!