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Capítulo 5: Senderismo en el bosque
ОглавлениеCon sus mochilas de forma segura y sus herramientas de exploración en la mano, Karina y Chuck se aventuró más en el bosque, sus pasos haciendo eco suavemente contra el suelo del bosque. La luz del sol filtrada a través del denso follaje, de fundición moteado de las sombras en el camino por delante, a medida que presiona adelante en el corazón de la naturaleza del parque.
El aire estaba vivo con la sinfonía de la selva – el susurro de las hojas, el canto de los pájaros y el suave zumbido de los insectos zumbando en la cálida brisa de la tarde. Karina respiró profundamente, el olor a tierra de musgo y de pino llenando sus fosas nasales como ella se maravilló de la belleza que le rodea.
– ¿No es increíble, Chuck? – Karina exclamó, con los ojos bien con asombro como ella miró a su alrededor a los altos árboles y frondosa maleza.
Chuck asintió con la cabeza, su expresión de uno de silencioso asombro como él la tomó de las vistas y los sonidos de su entorno.
– Es como hemos entrado en otro mundo, – murmuró, su voz apenas por encima de un susurro.
Juntos, ellos siguieron el sinuoso camino más profundo en el bosque, sus sentidos de vida con la emoción del descubrimiento. Se pausa cada ahora y después de inspeccionar un muy interesante de la hoja o examinar los patrones intrincados de una tela de araña, su curiosidad les conduce hacia adelante con cada nuevo hallazgo.
Mientras caminaban, Karina y Chuck charlaban animadamente, compartiendo historias y chistes que hicieron su camino a través del bosque. Las horas parecían pasa inadvertido cuando perdieron a sí mismos en las maravillas de la naturaleza, su risa haciendo eco a través de los árboles como el jubiloso canto de la selva misma.
Pero cuando el sol empezó a bajar el horizonte, emitiendo un resplandor dorado sobre las copas de los árboles, Karina y Chuck sabía que era el momento para iniciar su búsqueda en serio. Con renovada determinación, se encaminó por un estrecho camino que llevaba más profundo en el corazón de la selva, sus ojos bien abiertos para detectar cualquier signo de la elusiva escarabajos que habían ido a estudiar.