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Capítulo 1: Una Familia Feliz
ОглавлениеEn esta encantadora morada residía el Padre Anthony, un hombre alto, con una suave sonrisa y un corazón lleno de calor humano, la Madre de Jessica, cuyas risas podría iluminar el gloomiest de días; y su hijo Xavier, un joven con los ojos tan brillantes como el sol de la mañana.
El sol se asomaba a través de las cortinas, la pintura de las paredes con un tono dorado, el Andersson familia de resucitar con entusiasmo, ganas de abrazar las aventuras que les esperaba. Ellos se reunían en la cocina, donde el aroma del café recién hecho se mezclaba con el olor de las tortitas que chisporrotea en la estufa. Con el alegre parloteo llenando el aire, a compartir historias de sus sueños y aspiraciones, sus risas resuenan como la música en la mañana la brisa.
Después del desayuno, el Andersson familia le paso fuera en su pintoresco patio, donde el colorido de las flores bailaban en la suave brisa y los pájaros chirrió melodías de alegría. El padre Anthony iba a empujar Xavier en el columpio, su risa sonando como la más dulce de las sinfonías, mientras la Madre de Jessica tendido a su jardín, sus manos acariciando la tierra con amor y cuidado.
Juntos, ellos se embarcan en que camina alrededor de su vecindario, explorando todos los rincones con la curiosidad de aventureros en una misión. Se detenía a saludar a sus vecinos con sonrisas cálidas y amistosas ondas, repartiendo alegría y amabilidad por dondequiera que iban.
En la noche, como las estrellas cubrían el cielo con su luz brillante, la Andersson familia se reunía alrededor de la mesa de la cena, con sus rostros iluminados por el resplandor de la luz de las velas. Compartir historias de su día, reviviendo cada momento con alegría y amor, con el corazón rebosante de gratitud por las bendiciones que les rodeaban.
Y como la noche descendió sobre su pequeña casa, con la proyección de sombras que bailaban en las paredes, el Andersson familia se apiñan, sus manos entrelazadas en la unidad, sus corazones latiendo como uno solo. En cada uno de los otros abrazo, encontraron consuelo y fuerza, su vínculo inquebrantable, su amor eterno.