Читать книгу Guitarrista Sordomudo - Max Marshall - Страница 6

El sol de la mañana se asomaba a través de las cortinas, arrojando un resplandor cálido a través de la Andersson hogar. La emoción burbujas en el aire como el Padre Anthony, la Madre de Jessica, y Xavier bullía, se prepara para sus muy esperadas vacaciones a Miami.

En el corazón de su acogedor hogar, maletas estaba abierto como cofres del tesoro, a la espera de ser llenado con los recuerdos de sol y playa y la brisa salada del mar. La madre de Jessica tarareaba una alegre canción mientras ella doblado de la ropa con la practica manos, sus ojos brillando con anticipación. El padre Anthony, con una expresión determinada, maletas apiladas con precisión, asegurando que todo lo que necesitaban para su aventura estaba lleno cómodamente en el interior.

Mientras tanto, Xavier se precipitó alrededor de la casa como un torbellino de emoción, recogiendo sus juguetes favoritos y libros de llevar en el viaje. Con cada artículo cuidadosamente elegido y colocado en su mochila, no podía contener su alegría, de su cara, iluminando con la promesa de nuevas aventuras a la espera de ser descubierto.

Como los minutos pasaban, el Andersson familia trabajaron juntos como una máquina bien engrasada, cada miembro que contribuye con su propio toque especial a las preparaciones. El padre Anthony doble marca en el coche para asegurarse de que estaba en perfectas condiciones para el largo viaje por delante, mientras la Madre de Jessica preparado un delicioso almuerzo de picnic para disfrutar a lo largo del camino.

Finalmente, con todo empaquetado y listo, el Andersson familia se reunieron en frente de la puerta, con el corazón rebosante de emoción y anticipación. El padre Anthony colgada la última maleta en el maletero con una satisfecha sonrisa, mientras la Madre de Jessica mano de Xavier de un refrigerio para el camino, sus ojos brillando con amor.

Con una última mirada alrededor de su amado hogar, la Andersson familia intercambiaron sonrisas de emoción antes de pilotaje en el coche. Xavier se instaló en su asiento, sus ojos con asombro como él imaginó las aventuras que les esperaba en Miami.