Читать книгу Guitarrista de Cactus con Sombrero - Max Marshall - Страница 5

En la amplia y soleada tierra de Texas, ahí estaba un notable cactus llamado Javier. Javier no era como las de cualquier otro cactus que usted puede encontrar en el desierto. No, él era especial. Con su verde brillante, estirar los brazos hacia el cielo y una sonrisa alegre en su espinoso cara, Javier tenía un espíritu tan vibrante como las flores silvestres que salpicaban el paisaje Tejano.

Ahora, usted podría preguntarse cómo un cactus terminó en Texas. Bueno, déjenme contarles el cuento. Javier era originaria de México, donde pasó sus días de sol en el sol caliente y se mecen suavemente en la brisa del desierto. Pero un día, Javier sentido un anhelo en su corazón para explorar nuevos horizontes. Así que, con un espíritu valeroso y una sed de aventura, decidió viaje hacia el norte a la tierra de las oportunidades, los Estados unidos de América.

Como Javier cruzado la frontera en Texas, se maravilló de la vasta extensión de las llanuras abiertas y el infinito cielo azul. El aroma de las flores silvestres y el sonido del canto de los pájaros llenaban el aire, darle la bienvenida a su nuevo hogar. A partir de ese momento, Javier sabía que Texas era donde él estaba destinado a ser.

Pero Javier no estaba contenta con simplemente asiente y se mezclan en el paisaje. Oh no, él tenía grandes sueños y un infinito sentido de la curiosidad. Usted ve, Javier encantaba viajar, explorar nuevos lugares y conocer nuevos amigos. Y qué mejor lugar para embarcarse en aventuras emocionantes que el gran estado de Texas?

Con un salto en su paso y un brillo en sus ojos, Javier salir a descubrir todo lo que Texas tenía para ofrecer. Desde las bulliciosas ciudades a los pueblos adormecidos, a partir de las ondulantes colinas de los ríos serpenteantes, Javier explorado todos los rincones del Estado de la Estrella Solitaria con un sentido de la maravilla y el asombro.

A lo largo del camino, de Javier encontrado con todo tipo de criaturas fascinantes – lúdico de los armadillos majestic longhorns. Él incluso se hizo amigo de un viejo y sabio búho que compartieron historias de Texas leyendas y el folclore. Juntos, ellos vagaban por el campo, sumergirse en la belleza de la tierra y la forja de crear recuerdos de por vida.

Como el sol se sumerge debajo del horizonte y se pintó el cielo con tonos de naranja y rosa, Javier sabía que había encontrado a su verdadero hogar en Texas. Y a pesar de sus aventuras estaban lejos de terminar, él sabía que con cada nuevo día vendría nuevos descubrimientos, nuevas amistades y nuevas razones para amar a la tierra que ahora se llama casa.