Читать книгу Guitarrista de Cactus con Sombrero - Max Marshall - Страница 6

En el corazón de Texas, donde brilla el sol brillante y el aire se llena de risas, vivía un cactus llamado Javier. Ahora, Javier no era su ordinario de cactus. No señor, él era bastante extraordinario de hecho. Con sus puntiagudas de color verde brazos y con una alegre sonrisa que iluminó el cielo del desierto, Javier fue un espectáculo para la vista.

Pero lo que verdaderamente Javier aparte de el resto fue su impecable sentido del estilo. Usted ve, mientras que la mayoría de los cactus eran de contenido para integrarse en el paisaje, Javier le gustaba destacar entre la multitud. Y, ¿cómo hacer eso, usted pide? Bueno, déjame decirte un pequeño secreto – todo comenzó con un sombrero.

Sí, escuchó bien. Javier tenía un sombrero, un grande, audaz y hermoso sombrero que llevaba con orgullo la cima de su espinoso de la cabeza donde quiera que iba. Con su amplia visera y coloridos adornos, Javier del sombrero fue la comidilla de la ciudad, dibujando sonrisas y la admiración de todos los que vi de ella.

Pero eso no es todo. Además de su fabuloso sombrero, Javier también había otro preciada posesión – una guitarra. Sí, has leído correctamente. Nuestro querido cactus amigo tenía una guitarra, y lo llevó con él donde quiera que iba, tocando melodías dulces y la difusión de la alegría donde quiera que iba.

Para esta imagen, si se quiere – un cactus paseando por las calles de Texas, un sombrero posado con garbo en su cabeza y una guitarra colgada sobre su hombro. Eso, mis amigos, fue Javier en toda su gloria.

Ahora, usted puede pensar que un cactus con un sombrero y una guitarra sería un espectáculo poco común, de hecho. Pero en Texas, Javier era una cara conocida, un querido personaje muy conocido por su sentido del estilo y su habilidad para la difusión de la felicidad donde quiera que iba.

Desde las bulliciosas calles de la ciudad a los carriles tranquilo, Javier presencia fue sentido por todos los que se cruzaron en su camino. Niños de la onda y reír mientras él pasaba, mientras que los adultos guiño y una sonrisa, agradecido por el poquito de sol que Javier traído a sus vidas.