Читать книгу Menos respeto que soy tu jefe - Melina Cao - Страница 9
Límite a las generalizaciones
ОглавлениеLas conclusiones de este libro son fruto del análisis de múltiples entrevistas y discusiones con, y, entre, especialistas. La expectativa es ofrecer un punto de vista y aportar a la discusión de un tema que impacta e impactará en la vida de quienes hacen parte de las organizaciones hoy, y que es el reflejo de nuestra época.
Sabemos que hacer generalizaciones sobre un grupo determinado siempre es una osadía, aun en este caso, en el que la materia prima es vasta, y en donde pusimos foco, no solo en registrar nuestra experiencia personal, tanto como especialistas en el área de RRHH e Investigación de Mercado, sino en el registro de primera mano de las entrevistas, focus groups y workshops, realizados con y sobre el target de investigación.
Creemos igual que, si bien toda generalización colabora enormemente para entender cambios a nivel macro, ayudando a entender cómo se recomponen valores, hábitos o costumbres de un grupo determinado, dicha riqueza convive con la limitación que implica generalizar, es decir, la forma en la que lo subjetivo queda por momentos relegados a los hallazgos generales.
Es una obviedad (que no queremos dejar de mencionar) que, más allá de las tendencias que encontramos en esta generación, existen diferencias individuales, marcadas por la subjetividad de cada persona, en las que no hemos incursionado por no ser el objeto de estudio.
El clima de época que marca a una generación es uno de los factores que existen cuando se desarrolla una personalidad y un estilo de trabajo o liderazgo. Las personas se diferencian porque tienen distintas educaciones, historias familiares, niveles socioeconómicos, capacidades propias, experiencias de vida, y un largo etc., que hace que cada persona sea única y distinta.
Las generalizaciones son posibles porque sí hay rasgos comunes en la experiencia colectiva. Las personas, que son muy distintas entre sí, crecen en el mismo mundo y aprenden a manejarse en él. Los factores comunes de época, que hacen que personas diferentes se entiendan y se diferencien de sus mayores, son los que permiten establecer que estamos hablando de una generación, de una época. Siempre hablamos de generación en términos macro, no como una forma de predecir los comportamientos individuales, sino como una forma de entender un momento de la sociedad.
Dentro de las personas entrevistadas, podemos mencionar, a modo de ejemplo, testimonios disímiles, tales como:
Soy muy amiguera dentro del ambiente laboral, pero me cuesta mucho salir fuera del trabajo.
Otra persona, en cambio, mencionó:
Fuera del trabajo genero espacios compartidos: asados, jugar al fútbol, más que nada para integrarnos.
Siempre podremos encontrar ejemplos y contraejemplos, porque no es una ciencia exacta. Pero esto no invalida las observaciones generales, sino que nos recuerda que el espectro es grande y que hay mucha diversidad cuando observamos a las personas una a una. Irónicamente, esto nos lleva a un punto que es una de nuestras observaciones sobre esta nueva generación de jefes y los valores de época: la importancia de valorar lo que hace que cada persona sea diferente, como una de las marcas del liderazgo de esta generación, el liderazgo uno a uno.
Del mismo modo que, dentro de una generación, las personas no son uniformes, sino que encontramos diferencias, esas mismas diferencias tienden a ser más marcadas cuando comparamos generaciones distintas. No obstante, la separación tampoco es clara. Existen puentes de continuidad entre distintas generaciones. Hay personas que, por edad, son de una generación, y se sienten más identificadas con otra.
Por este motivo, como queda plasmado en el comentario inicial, la metodología de investigación de la sociología pragmática nos brinda la llave para saber que estamos estudiando los patrones de comportamiento de los integrantes de una generación en uno de los espacios que se desenvuelven, es decir, como jefes en una empresa. No queremos realizar una pintura que quede a medida de cada ser, sino solo conocer los modos de conducción y comportamiento en el ámbito laboral.1
El concepto mismo de generación es útil en lo abstracto, pero en un punto es arbitrario. No se pueden marcar con precisión los límites: no es aconsejable buscar fronteras en gradientes. El punto exacto en el que se delimita una generación varía de acuerdo a los autores y es natural que así sea.
También varían con los autores las duraciones de las diferentes generaciones. Esto ocurre porque es un concepto subjetivo, sujeto al criterio propio de cada persona. Todas esas dimensiones (duración, límite, características) hacen que sea difícil definir qué es una generación. Y es porque esa definición ha cambiado con el tiempo.
Lo que sí podemos decir es que cada época es fruto de lo que la antecede y condición de la que le sigue, y que entender los valores y aspiraciones hoy vigentes siempre nos ayuda a pensar el pasado, el presente y a intentar anticipar el futuro.