Читать книгу Diario pinchado - Mercedes Halfon - Страница 27

Оглавление

Viernes 22 de mayo

Estamos por ir a la presentación de una antología de poetas latinoamericanos residentes en Berlín. Algunos de ellos participaron de la misma beca en la que estás vos y encontraron motivos para quedarse. Es en una casa particular y está organizada por un poeta ecuatoriano que vino a hacer su doctorado y debe querer fraternizar con el ambiente literario local.

Me puse una pollera de flores, botas y una campera de cuero que me compré ayer en H&M. No estoy especialmente arreglada. Es nuestra salida nocturna número uno. Mientras me pinto los labios, pasás por detrás de mí y decís algo así como «ah, bueno». Es una manera muy retorcida de expresar que estoy linda, casi invierte el significado de la frase. Pareciera que hubieras dicho: «¿Por qué te arreglaste tanto?». O: «¿Adónde pensás que vamos?». Me saqué el rouge con bronca y tiré el papel al inodoro. Lo miré un segundo como si fuera un jirón de sangre en el agua, sin saber contra quién hacía eso, si contra mí, contra vos, contra la poesía.

Dejo esto porque ya salimos.

Diario pinchado

Подняться наверх