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Descripción

Con el fin de dar cuenta de la presencia efectiva de una cadena visceral, nos proponemos proceder a una descripción de la anatomía ab dominal y pélvica en el hombre y en la mujer. La descripción del peritoneo, de sus propiedades y sus prolongaciones es el punto de partida y, de alguna manera, el punto de referencia permanente. Puesto que nuestro propósito es hacer salir a la luz la verdadera continuidad –y no una simple contigüidad– entre el plano visceral y el plano musculoesquelético, las propiedades de esta membrana nos interesan particularmente. El peritoneo, como indica su origen etimológico (periteino), es lo que “se extiende alrededor”: en otras palabras, tapiza toda la cavidad abdominal. Así pues, en esta etapa de la descripción, y de ahora en adelante, aparece como el intermediario capaz de asegurar una verdadera continuidad entre el contenido visceral y el continente muscular.

Antes de precisar más nuestra descripción del peritoneo, podemos citar el análisis que hacen de él eminentes anatomistas:

Según el Sr. Rouvière, en Anatomie Humaine descriptive, topographique et fonctionnelle (tomo II, página 353): “Peritoneo visceral, peritoneo parietal, mesos, epiplones y ligamentos son partes de una misma membrana siempre continua y que limita una cavidad virtual: la cavidad peritoneal”.

Según los Srs. J. Brizon, I. Castaing y F.G. Hourtaulle en Le Péritoine; Embryologie,Anatomie (página 11): “Peritoneo visceral y peritoneo parietal mantienen siempre la continuidad”.

Según los Srs. A. Bouchet y J. Cuilleret en Anatomie topographique, descriptive et fonctionnelle (tomo IV, página 1868): “El peritoneo forma un saco completamente cerrado (a excepción de la línea de Farre en la mujer), cuya cara superficial parietal se ciñe a las paredes musculoaponeuróticas de la cavidad abdominopélvica”.

Según el Sr. P. Kamina en Anatomie clinique (tomo 3, 2ª edición, pág. 222): “El peritoneo visceral constituye la serosa de las vísceras y las une, bien sea entre sí o a la pared, para formar los ligamentos viscerales y los omentos o epiplones”.

Al leer estas opiniones, nuestra hipótesis de la interdependencia del sistema peritoneal y del sistema musculoesquelético ¿acaso no se ve reforzada?

Una vez planteado esto, y como nuestro proyecto de investigación parece pertinente, procedamos a un estudio detallado de la anatomía del peritoneo y de sus prolongaciones.

Las cadenas fisiológicas (tomo VI)

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