Читать книгу Tiempos trastornados - Mieke Bal - Страница 6
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Este libro es, con suerte, un nuevo comienzo en mi continuada relación con el público de habla española, con el que tanto he disfrutado dialogando. Concebimos el libro originalmente como una «antología»: una selección de mis ensayos publicados en el transcurso de las décadas que he dedicado a trabajar en las artes visuales. El arte debía ser el denominador común. Mi intención era aportar técnicas y perspectivas a las artes visuales que resultaran más adecuadas como «análisis»: mirar de cerca, participar y responder a las imágenes visuales como elementos de una situación cultural. La visualidad subyace a la posibilidad de que las imágenes importen. Por ello, como argumentaré, la visualidad es en sí misma una cuestión cultural.
Pero, una vez que nos fijamos en mi producción sobre temas visuales, el editor de la serie y yo decidimos que sería más útil para los lectores de habla española hacer un libro más coherente, compuesto de fragmentos de trabajos anteriores pero conectados entre sí, actualizado y centrado en temas que consideramos relevantes en el clima actual, tanto en el ámbito político como en el académico, el filosófico y el estético. Esta idea hacía más difícil, si cabe, proponer una lista completa del origen de los textos, y los agradecimientos muestran indicios de esa dificultad. Pero así el libro tenía más sentido como libro.
Para ello seleccionamos juntos los ensayos que consideramos más adecuados a la realidad actual. Luego, cuando empecé a organizarlos, me sorprendí a mí misma desviándome cada vez más de la idea de llevar a cabo una colección de ensayos y simpatizando con la tarea de realizar un «nuevo libro» a partir de fragmentos, conexiones y dispersiones. Al igual que mi libro Conceptos viajeros en las humanidades, publicado en español en 2009, los capítulos siguen direcciones diferentes, aunque al final todos ellos tienen un enfoque común.
Este enfoque resultó ser, de manera más o menos imprevista, la temporalidad: los diferentes modos en los que las imágenes sacan a relucir cuestiones relacionadas con el tiempo. La relación paradójica entre las imágenes (fijas) y el tiempo siempre me ha intrigado, pero hasta hace poco no me había dado cuenta de la importancia del tiempo también como cuestión política. Parte de este conocimiento surgió de mi trabajo, junto con Miguel A. Hernández Navarro, en una exposición de vídeo cuyo fin era analizar y comprender la cultura «migratoria» en la que vivimos. Las analogías entre el vídeo y la migración hacían hincapié en la temporalidad, el soporte subyacente (en el mismo sentido en el que el lienzo es un soporte para la pintura) del movimiento, tan central en ambos.
Otro de los enfoques consiste en un grado variable de autorreflexión, que va desde la toma de conciencia sobre cuál es mi posición como académica con respecto a un tema más o menos alejado –ya sea en el tiempo o en el espacio, o en ambos– a un compromiso analítico con los artefactos en cuya realización me he involucrado yo misma. Hacia el final del libro, esta autorreflexión me lleva a lo que he llamado «autoteoría». Se trata de una reflexión teórica que surge de mi propio trabajo con artefactos (en el comisariado) o con personas (en la realización cinematográfica) del que yo misma soy cómplice.
Por último, lo que también une a todos los capítulos es un compromiso con los asuntos de Europa. Cuestiones tales como la migración, aun estando presentes en todos los tiempos y lugares, adquieren matices particulares en el contexto europeo. También me interesan los límites, los lindes o fronteras, no como muros erigidos para excluir a las personas, las cosas y las ideas sino como espacios de negociación y contacto. El movimiento hacia el exterior siempre ha sido de gran interés para mí. Considero la tendencia a mirar lo que ocurre a la vuelta de la esquina, por así decirlo, un camino tremendamente estimulante hacia el descubrimiento. El carácter interdisciplinar de mi obra refleja esa tendencia. No es casualidad que mis más estrechas colaboraciones con colegas hayan tenido lugar en Rusia (Este), Finlandia (Norte), Irlanda (Oeste) y, de la manera más intensa, en España (Sur), en particular en Murcia. Es, por tanto, un gran placer haber sido invitada por Miguel Ángel Hernández Navarro, uno de los directores de esta colección, a publicar un libro en español. Espero que este libro contribuya a reforzar mi vínculo con los colegas, artistas y activistas de habla hispana.