Читать книгу Fluir en el deporte - Михай Чиксентмихайи - Страница 8
Оглавлениеagradecimientos
Escribir este libro, en sus varios estadios desde su concepción hasta su producción final, ha sido una meta ansiada que no hubiera sido posible sin el apoyo y la ayuda de numerosas personas. Mi gratitud va en primer lugar dirigida a Mihaly Csikszentmihalyi, con quien tengo el honor de ser coautora de este libro. Tener la oportunidad de escribir mi primer libro con un autor de best-sellers y la autoridad más prominente en la fluencia ha sido efectivamente un privilegio especial.
He sido también afortunada al conocer a mentores y amigos como Dan Gould, Jay Kimiecik, Herb Marsh, Ken Ravizza y Tara Scanlan, cada uno de los cuales me ha dado apoyo y ayuda a medida que desarrollaba mi trabajo en el área de la fluencia. Ha habido otros muchos pertenecientes campo de la psicología del deporte que me han aportado coraje, colaboración o feedback. En particular, quisiera mencionar a Steve Ford, Doug Newburg, Glyn Roberts, Gary Stein y Pat Thomas por su contribución en las investigaciones acerca de la fluencia en el deporte. El tiempo dedicado en la Universidad de Chicago me permitió interactuar con una serie de estudiantes de la fluencia, y me gustaría agradecer especialmente a Antonella Delle Fave (Universidad de Milán), Jeanne Nakamura, John Patton y Jennifer Schmidt por sus preciadas conversaciones y colaboraciones.
A los atletas y entrenadores que han participado en los estudios de la fluencia, y a los muchos amigos que he hecho a través del deporte que me han ayudado a observar y experimentar la fluencia en acción, gracias por sus percepciones.
Rainer Martens, quien respondió de manera entusiasta ante mi idea original de escribir este libro y me ofreció apoyo continuo a medida que éste tomaba forma, ha permitido la realización de este proyecto. Todo el equipo de la editorial Human Kinetics involucrado en el libro en sus diferentes fases me ha brindado una estimulante colaboración. Especial agradecimiento a Anne Heiles por su apoyo entusiasta y su atención al detalle, y a Laurie Stokoe por su ayuda concienzuda.
A mi marido Stephan, gracias por tu inagotable paciencia, estímulo y apoyo durante los tiempos de desafío en que el libro ha sido escrito; y gracias también a nuestro hijo Jack, mi fuente de alegría e inspiración.
Susan A. Jackson