Читать книгу El humor en el Antiguo Testamento - Milton Acosta - Страница 6
ОглавлениеAgradecimientos
Este libro ha sido posible gracias al apoyo de varias personas e instituciones. Gracias a Brad Palmer de John Stott Ministries, quien me sugirió que las conferencias sobre el tema las convirtieran en un libro. También gracias a Peter Kwant de Langham Partnership International, por una sugerencia parecida. Igualmente a Ian Darke de Letra Viva, quien ha servido como agente para encontrar una buena editorial.
A la Dra. Elizabeth Magba, directora de la Biblioteca Tyndale House en Cambridge, Inglaterra, por facilitarme el acceso a la biblioteca de la Universidad de Cambridge.
A Sylvia y Chris Akhurst en Cambridge, Inglaterra, quienes muy generosamente me hospedaron en su casa. ¡Qué gran sentido de humor de esta pareja! Gracias a Gerson y Angélica Donner en Cambridge quienes, en medio de sus ocupaciones, me recibieron como un hermano. A David y Olwen Ford, quienes me hospedaron en su casa en Glasgow, Escocia, y me facilitaron visitas a varias bibliotecas en Saint Andrews, Glasgow y Edimburgo. A mi hermana Jenny y su esposo Diego en Madrid, España, quienes con mucha diligencia me consiguieron libros que me fueron de mucha ayuda.
A Gregg Morrison, de la biblioteca de Wheaton College, y a mi amigo Eugenio Green, profesor de esta institución, quienes me facilitaron todo lo necesario para la investigación y el acceso a los recursos bibliográficos.
A José Antonio Moreno, quien como decano del seteca, propuso el tema del humor en el Antiguo Testamento para las conferencias bíblicas de seteca 2007.
A Manuel Reaño y Elizabeth Sendek, rector y vicerrectora del Seminario Bíblico de Colombia, quienes generosamente me facilitaron el tiempo para escribir y me dieron ánimo en el camino.
A todas las personas que habiendo participado en las conferencias sobre el tema me manifestaron sus sugerencias: seteca en Guatemala, los pastores en San Salvador, Seminario Evangélico de Lima, Seminario Bíblico de Colombia, Instituto Bíblico de la Iglesia Central Presbiteriana en Ibagué, Colombia, los biblistas de la Sociedad Bíblica Colombiana, y los pastores de la Iglesia Presbiteriana Cumberland en Colombia.
A mi esposa Laura por su compañía y apoyo en esta tarea. Junto con mi hija Beatriz sacrificaron vacaciones y soportaron de buena gana mis prolongadas ausencias, y me dieron ánimo para completar este libro. Dios se los recompense.