Читать книгу Corruptorado - Mónica Beatriz Bornia - Страница 10
El bien es enseñable
ОглавлениеSegún Kant, en su Pedagogía, el ser humano es la única criatura que ha de ser educada, entendiendo por esto: los cuidados (sustento, manutención); disciplina e instrucción, juntamente con la educación. De este modo el niño/hombre siempre es, respecto a su trayecto vital, educando y estudiante. Lo es incluso en entornos contraculturales. La disciplina convierte la animalidad en humanidad. Claro está que la disciplina también puede deshumanizar.
Dice el filósofo: “Se ha de acostumbrar al hombre desde temprano a someterse a los preceptos de la razón. Si en su juventud se lo dejó a su voluntad, conservará una cierta barbarie durante toda su vida”.5
No debemos abandonar la idea de una sociedad cada vez más justa por medio de la educación transmitida de generación en generación. Pues, al fin y al cabo, una idea no es más que el concepto de una perfección no encontrada aún en la experiencia. Se puede trabajar en un plan de una educación tendiente a un fin y entregar a la posteridad una orientación para que, poco a poco, se la pueda alcanzar. Para ello debemos tener como sociedad el mismo fin valioso y compartir los mismos principios fundamentales.
Hay un tema previo que debemos abordar. El hombre nace con disposiciones naturales, las que aquí nos interesan se refieren al bien y a la justicia. Pero el ser humano no podrá desarrollarlas si no se le da un concepto para seguir, que lo obligue a ejercitarlas y a potenciarlas; para esto servirá la educación.
Si no damos por sentado que la humanidad se dirige al bien como finalidad, nada de lo que hablemos aquí tendrá sentido. Si no entendemos a las generaciones en constante progreso hacia lo mejor, nos quedaremos sin razones para educar.
5. Inmanuel Kant, Pedagogía, Madrid, Akal, 2003, p. 31.