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IV. Teoría de la Sociedad

1. EL HOMBRE, UN SER ESPECIAL

El ser humano se ha considerado siempre una especie singular y ha quedado de manifiesto en distintos textos de sociología, como el de Kingsley Davis, que reconociendo la singularidad del género agrega como elemento significativo “la aguda conciencia del gran abismo que los separa del resto del reino animal, abismo que no tiene igual en ninguna otra parte del mundo sensible. No sólo han tenido conciencia de su singularidad, sino que, como hombres que son, trataron de explicarla”42.

Sin duda alguna que hay tres características bastante peculiares, que a nuestro modo de ver, son de gran importancia para entender la figura del ser humano como un individuo único, totalmente distinto del resto de las especies, capaz de vincularse con otros de una manera totalmente propia y posibilitado, precisamente, para formar la sociedad:

A) Mundanidad

El hombre, como ser pensante y racional, siempre ha tenido conciencia de su existencia. Y a la vez ha tenido conciencia de que existe en un mundo físico que lo rodea, diferente de su mundo interior, y en el cual interactúa. Y de esta interacción obtendrá la satisfacción de sus necesidades básicas (alimento, vivienda y abrigo), gran parte de su experiencia animal, la satisfacción de su curiosidad intuitiva, etc.

Pero además, al estar en este mundo físico, se dará cuenta de que no se encuentra solo. Y es aquí donde encontramos la otra característica que nos interesa.

B) Sociabilidad

El hombre, al interactuar con el medio que lo rodea, también lo hará con sus semejantes. “El hombre no existe, sino que coexiste; no vive sino que convive”43.

La convivencia implica que entre todos los elementos presentes en el mundo del ser humano, hay algunos con los que la persona tiene que tratar de un modo diferente, porque cuentan para él, para su vida, de manera especial.

Dentro de este grupo de elementos “especiales”, “trascendentes” para la persona, encontramos a los otros hombres con los cuales se relaciona y a los cuales, en cierto modo necesita; ahora, si bien es un aspecto importante de la sociabilidad humana, al tener conciencia de este otro “semejante a mí”, el hombre no sólo verá satisfechas sus necesidades sociales o de simple convivencia, sino que además verá satisfechas otro tipo de necesidades como lo son las psicológicas (por ejemplo el sentirse apoyado y protegido por sus semejantes), las emotivas (que lo llevarán a formar su grupo familiar), las afectivas (ejemplarizadas al asumir los individuos su papel de padres), las espirituales (relacionadas con la idea de divinidad y tabú, conceptos que serán explicados con posterioridad), etc.

Se nos presenta la sociedad no como algo artificial y voluntario de la naturaleza humana, sino más bien como un modo específico de vivir del hombre.

La vida en sociedad sirve como modo de adaptación al ambiente, confiere la fuerza del número y de la especialización a los individuos asociados, y de tal modo los ayuda en lo que atañe a la protección, la nutrición y la reproducción, que no sólo es beneficiosa para sus miembros, sino también para la especie.

Llegamos entonces a la idea de que el hombre es un ser social.

Aristóteles expresó que “el hombre es por naturaleza un animal social, el cual no puede prescindir del contacto con otros hombres, condición que de ser posible lo convierte en un bruto (animal) o en un dios, en síntesis, algo no humano”44.

Sobre el mismo punto, indica Juan Antonio Widow, que “no se ha tenido noticia de la existencia de ningún individuo humano que haya podido vivir totalmente privado de vínculos con otros hombres. Por esto, para entender qué es la sociedad humana y por qué existe, hay que partir de la evidencia, de la observación de la realidad”45.

El carácter de ser imprescindible el contacto humano se debe, básicamente, a que el hombre es el único ser vivo dotado de un elemento de la racionalidad: la palabra, elemento condicionante para que los hombres se acerquen los unos a los otros, ya que sólo aquí adquiere real significado. Se fundamenta así la teoría de la comunicación, que es una necesidad del ser humano y se traduce en que desde su nacimiento, el individuo requiere y tiene el derecho a comunicarse con otros, y a la vez, el derecho a recibir información de los demás.

Se convierte entonces el hombre en el “único animal capaz de comunicar nociones a sus semejantes”46.

C) Politicidad

Desde el punto de vista que el hombre es un ser social, se le considera político: “El hombre es un animal político, (zoon politikon)”, palabras que pertenecen a Aristóteles, confirman esta idea, la que luego fue seguida por el pensamiento tomista, el cual estimó que el orden que da Dios a lo creado es perfectamente reproducible en la tierra a través de las relaciones de mando y obediencia que han de darse entre gobernantes y gobernados.

Pero ¿por qué el hombre es por naturaleza político?, Por la sencilla razón de que le es necesario organizar su convivencia con los demás; sus relaciones con sus pares; las relaciones de poder que nacen de esta interacción.

El hombre, para poder mantenerse en sociedad, para interactuar con su prójimo precisa de la comunidad política. Se toma entonces la politicidad como la forma perfecta que tiene el hombre de darse una forma de organización en este mundo: “Lo Social se manifiesta en el grupo. Sin grupo no hay hechos sociales. El hombre vive necesariamente en grupos; en los grupos es de donde recibe esa forma de vida que constituye su comportamiento social, y el grupo es el lugar de esa forma de vida (lo social), en la cual somos algo más que un conjunto de individuos aislados o reunidos”47.

Sin embargo, el carácter político de la naturaleza humana no ha sido compartido por todos los filósofos y autores. En efecto, para la teoría pactista, la politicidad no es un producto de la naturaleza humana, sino el resultado de un pacto social al que los hombres llegan mediante una elaboración racional: Tanto Hobbes48, Rousseau y Locke49, si bien estiman conveniente la idea de proteger los derechos, de salvar el orden, de evitar la guerra a través de un pacto que los resguarde, suponen la existencia previa de un modo de vida no político, es decir, los hombres pueden prescindir de la organización política. Para ello, el hombre vive políticamente organizado en un Estado porque quiere, porque se le ha ocurrido. O en otros términos, la sociabilidad es susceptible de darse y de mantenerse sin estructura política, en un plano espontáneo desprovisto de organización estatal.

2. EVOLUCIÓN DE LAS RELACIONES SOCIALES

A) La Familia

Podríamos denominar a la familia “como el tipo de sociedad más primigenio y connatural del hombre”50. En un sentido lato, la familia designa al conjunto de personas que viven bajo un mismo techo, sometidas a la dirección y con los recursos del jefe de la casa.

Al hablar de familia es fácil imaginar un hombre y una mujer unidos por sentimientos mutuos. Probablemente nacerán de esta relación los hijos.

Aunque quizá resulte extraño para algunos, además de la fuerte carga emotiva que conlleva este tipo de relación, resulta también esencial la relación sexual que naturalmente se da en este tipo de relación social. Esto implica profundas semejanzas pero a la vez diferencias entre los seres a los que concierne. Y esto es de extraordinaria importancia, pues si las personas fueran exactamente iguales, sus relaciones serían quizá tan limitadas como la de las hormigas o de las abejas.

Es importante destacar que en “la familia la persona se forja, adquiriendo las virtudes y costumbres básicas que le dan su sello; desde la familia, proyectando el carácter moral allí adquirido”51.

Pero naturalmente que el hombre buscó en esta relación perdurabilidad y estabilidad. Llegamos así al concepto de matrimonio, palabra derivada del latín matrimonium, que procedería de las voces matris munium, que significa carga o cuidado de madre. Según las Siete Partidas, esta institución se llama así y no patrimonium, puesto que es la madre quien debe sufrir los mayores trabajos con los hijos.

Claramente el primitivo concepto de matrimonio era bastante diferente al que tenemos hoy en día, es decir, de acuerdo a nuestro Derecho Civil, “un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”52. Ello se debía a que ciertas culturas aceptaban la poligamia, por razones de carácter económico-productivas y de descendencia, o consideraban válido el término del matrimonio, por ejemplo, por repudio, todo lo cual ha sido superado en occidente, por una manifiesta influencia de la cultura cristiana y de la consideración del matrimonio, mucho más que como un contrato, como un sacramento.

Sin embargo, la institución de la familia ha sufrido cambios substanciales en las últimas décadas, impulsados por las diversas transformaciones de la sociedad, variando su estructura y funciones, surgiendo nuevas configuraciones de familias, como parejas sin hijos, hogares sin núcleos, hogares unipersonales53 como las familias monoparentales (familias con un solo padre), además de transformándose los roles dentro del modelo familiar en el cual se ha ido quebrantando el modelo de patriarcados, provocados por el aumento de separaciones, nulidades y divorcios.

El hombre encuentra dentro de su núcleo familiar ciertas relaciones que le resultarán de vital importancia en futuro:

A.1) Relaciones entre los padres, que son de naturaleza eminentemente afectiva, y que se basan precisamente en la estabilidad del matrimonio, que implica mutuos deberes y derechos.

(a) En relación a la familia, referencia de la Constitución de 1980 versus las anteriores.

El texto constitucional de 1980 es el primer cuerpo fundamental en reconocer el valor que juega la familia en la sociedad. En el inciso segundo del artículo primero, la Constitución reconoce que “La familia es el núcleo fundamental de la sociedad” (Art. 1, inc. 2º Constitución). Constituye así, una innovación relevante con respecto a sus antecesores, al reconocerle una existencia anterior a la del propio Estado.

Ello porque, en las Constituciones anteriores, la palabra “familia” era utilizada de manera escasísima, y nunca de manera principal. En la Constitución de 1925, se utilizaba el concepto a propósito de los derechos de libertad de trabajo y su protección (Art. 10 nº 14 Constitución Política chilena de 1925) y a la seguridad social (Art. 10 Nº 16, Constitución Política chilena de 1925). Más escaso es aún su uso en la Carta Fundamental de 1833, que corresponde a la primera que tuvo Chile de manera estable; en ella, se utilizaba el concepto únicamente a propósito de los modos de adquirir la nacionalidad (Art. 6 nº3 Constitución Política chilena de 1833)

El hombre encuentra dentro de su núcleo familiar ciertas relaciones que le resultarán de vital importancia en futuro, lo que no impide que el concepto mismo de familia haya ido variando con el tiempo, desde ser una institución basada en el matrimonio, a comprenderse de un modo más laxo.

(b) Evolución de las relaciones de familia y Acuerdo de Unión Civil.

La institución de la familia ha sufrido cambios substanciales en las últimas décadas, impulsada por las diversas transformaciones de la sociedad, variando su estructura y funciones. Así, han surgido nuevas configuraciones de familia, como parejas sin hijos, hogares unipersonales,como las familias monoparentales (familias con un solo padre); además de la transformación que han sufrido los roles dentro del modelo familiar, en el cual se ha ido quebrantando el modelo de patriarcados, provocados por el aumento de separaciones, nulidades y divorcios.

Dentro de estos cambios podemos mencionar, en Chile, la promulgación en abril del 2015 de la ley de “Acuerdo de Unión Civil”. Esta consiste en la existencia de un contrato que busca reconocer efectos jurídicos al concubinato entre personas de igual o distinto sexo, mediante la creación de un nuevo estado civil (Art. 1 Ley N° 20.680). Si bien su constitucionalidad fue cuestionada por algunos parlamentarios, finalmente el Tribunal Constitucional rechazó dichos requerimientos54.

A.2) Relaciones entre padres e hijos, que además de ser afectivas, se proyectan al plano de la ordenación.

De estas relaciones, el individuo adquiere experiencias fundamentales para su desarrollo ulterior, tales como las que lo ayudan a formarse en relaciones de convivencia, de solidaridad y, en general, de naturaleza social. Además, aprende el desempeño básico de papeles tan trascendentes como los de marido, mujer, padre o madre; obtiene los aspectos esenciales de su educación, de su formación valórica y sentido patrio y los elementos que le permiten integrarse correctamente a la sociedad de la que es miembro. Por ello, resulta en extremo difícil la formación de una persona sin contar con la familia y es muy probable que el individuo que ha vivido aislado tenga dificultades para cumplir con las funciones que le corresponden, pues no tendrá los ejemplos ya citados, de primera mano a través del esquema familiar.

B) Tribu o Aldea

Podríamos referirnos a la Tribu o Aldea como la siguiente fase de organización social, es decir, la etapa posterior a la familia. Y es que muchas veces, la mayoría, la tribu resultaba de la reunión de familias: “La tribu tuvo también su religión, su altar y su divinidad protectora. Ordinariamente el dios de la tribu era de la misma especie que el de patria o de la familia, un hombre divinizado, un héroe, de quien la tribu tomaba su nombre, llamándole por eso los griegos el héroe epónimo. La tribu, como la patria, tenía su asamblea y expedía decretos a que debían someterse todos sus miembros, tenía tribunal y derecho a la justicia sobre ellos y un jefe llamado tribuno. En todo lo que nos ha quedado de las instituciones de la tribu, se observa que se constituye en su origen para ser una sociedad independiente y como si no hubiese tenido ningún poder social que le fuese superior”55.

La tribu o aldea primitiva contiene una serie de elementos que la identifican:

B.1) Idea de Divinidad: El hombre desde sus inicios ha tratado de explicarse los fenómenos de la naturaleza, interpretando las fuerzas que por sí solo no es capaz de manejar, acudiendo entonces a las ideas de magia y divinidad. A través de la primera, logra dar un sentido coherente a “su” realidad. Un sistema primitivo de magia constituye un universo de discurso coherente como la ciencia, en función del cual pueden discernirse una concepción inteligible de la realidad y claras maneras de decidir qué creencias concuerdan o no con esa realidad56.

Con la concepción de la Divinidad ocurre algo muy parecido. Surgían los Dioses, en primer lugar, como una “fácil” respuesta a todas aquellas situaciones y circunstancias que no tenían una explicación para el hombre primitivo, y en segundo lugar, como un bastión de seguridad “personal” al poder contar con el respaldo de entes superiores. Primero, estos dioses son un reflejo de las fuerzas de la naturaleza o de los aspectos misteriosos que el hombre no es capaz de explicar por sí mismo, como la procreación, y luego van tomando rasgos más humanos, llegando a reproducir incluso pasiones y vicios del ser humano: “Cuanto menos dominio técnico ejerce el hombre sobre la naturaleza, más se dirige con sus deseos, expresados en un peculiar lenguaje de signos, a seres sobrehumanos”57.

Sólo el hombre más evolucionado será capaz de centrar finalmente sus creencias en entes superiores racionalmente ordenadores y creadores, que son la base de las principales religiones del mundo.

Resulta entonces fácil imaginar que el hombre asociado en aldeas fue potenciando esta idea, alcanzando este fenómeno de divinización dimensiones mucho mayores; iniciándose así una serie de ritos y adoraciones con el objeto de atraer hacia sí la ayuda y protección de la divinidad.

B.2) Idea de Orden o Regulación: La idea de asociación (primero en familia y luego en tribu) implica la de orden, y éste se obtiene por un conjunto de reglas, escritas o no; morales y posteriormente, jurídicas, del cual depende en su totalidad el rendimiento, funcionamiento y administración de la aldea.

B.3) Idea de Prohibición: En la comunidad primitiva encontraremos figuras de prohibición o tabú, que deben ser entendidas como la prohibición de un tema, persona o tipo de conducta y las conductas contrarias a la prohibición establecida, se califican como una afrenta a creencias de mayor envergadura que se vinculan a ideas de divinidad o en el ámbito metafísico.

Se ha señalado que el Tabú es una prohibición –de acuerdo a la definición precedente– y opera en distintos ámbitos: En lo religioso –tabú religioso– “el tema prohibido se considera sucio o sagrado y el tabú se impone para protegerse contra su poder”58.

Otra perspectiva es el tabú de conducta y opera a través de prohibiciones sobre el matrimonio o incesto al interior de un grupo familiar. Aquí se sigue la idea de protegerse contra algo y en el caso del incesto, se busca resguardar la autoridad del padre de familia, la que se puede ver amenazada por el hijo varón que caiga en la conducta prohibida. Así se puede observar que no resulta de mayor importancia, inicialmente, el matar a individuos que no pertenecen a ella. Y es que el homicidio de un individuo que pertenece a la tribu es visto como una ofensa al grupo, puesto que la tribu es privada de un miembro útil59.

La evolución cultural ha contribuido a que se agreguen factores morales, estableciéndose la prohibición del incesto en diferentes culturas. Ello sin olvidar que también existen tabúes de orden social, como el de las diferencias entre clases o castas.

Dentro de estos aspectos, es importante considerar la idea del Totemismo.

¿Qué es el Tótem? Se entiende como un “complejo sistema de ideas, símbolos y prácticas basadas en una supuesta relación entre el individuo y un objeto natural conocido como tótem. Este puede ser una especie concreta de animal o planta, o un fenómeno natural o fisiológico al que un grupo se cree vinculado de determinada forma”60. El Tótem tiene una doble perspectiva: se le considera como antepasado del grupo y, a la vez, un espíritu protector.

Bajo la misma línea, se puede profundizar sobre las tendencias que presenta el Totemismo:

1. Dentro de estas sociedades el tótem es visto como un ayudante dotado de poderes sobrenaturales, quien goza de respeto y veneración. La colectividad se identifica con él, dándole nombres o significados especiales.

2. El totemismo ha tenido como fundamento la concepción presente en algunas sociedades, una relación directa entre los seres humanos y las fuerzas de la naturaleza y esta relación ha sido el pie para clasificarlos en distintos grupos.

Vale destacar que pocos conceptos antropológicos han sido afectados por fuertes cambios, como el Totemismo, respecto del cual se ha abandonado la costumbre de considerarlo como una religión, sin desconocer que en él puedan existir ciertos elementos religiosos.

Muchos autores han dedicado tiempo y energías al estudio del Totemismo, pero existen dos de ellos que reflejan lo dicho precedentemente sobre los cambios que ha experimentado el concepto y ellos son Claude Lévi-Strauss y Sigmund Freud.

Las distintas orientaciones en la materia han quedado plasmadas en el trabajo de Peter Worsley sobre el Totemismo, para lo cual cita a Lévi-Strauss: “el totemismo no es un rasgo “etnográfico” separable, peculiar de los australianos y de algunos otros pueblos, sino un ejemplo particular de un fenómeno mucho más general, que todas las sociedades deben encarar realmente, de un modo o de otro: el problema de cómo los hombres perciben, seleccionan, ordenan intelectualmente y natural, respectivamente, y cómo se establecen las conexiones entre esos dos órdenes”61.

Siguiendo la misma línea de argumentación, el autor citado concluye que “se relacionan el mundo de los objetos naturales y el mundo de los objetos culturales”62.

Un enfoque distinto es el que muestra Freud, señalando que “el totemismo enfrenta al hombre con la naturaleza porque implica una represión de la actividad natural”63.

Las diferencias entre ambos autores quedan de manifiesto a través del siguiente texto: “Para Freud el “totemismo” implica una relación entre las necesidades y las emociones humanas y el mundo de la naturaleza; para Lévi-Strauss implica una relación entre los procesos del pensamiento humano y el mundo natural”64.

Sobre la ubicación que tiene el Tótem en la estructura de estas sociedades, vale tener en cuenta lo señalado por Claude Lévi-Strauss, bajo el siguiente tenor: “El mundo animal y el mundo vegetal no son utilizados solamente porque se encuentren allí, sino porque proponen al hombre un método de pensamiento”65 .

Interesante resulta ver la relación entre Tabú y Totemismo, respecto de lo cual Freud indica que “los tabúes son un rasgo del clan totémico en el cual se heredan... son un fenómeno de descendencia... fueron generados en el hecho primario y luego se heredaron en el clan totémico... recalca que los tabúes deben haber tenido origen en el tiempo, y cómo los clanes alegan descender de animales a los que identifican con el pasado original66.

Muchos autores han criticado en Freud el hecho de haberse encargado exclusivamente de las tribus australianas para el estudio del totemismo y la razón de tal elección obedece a la necesidad de contar con un grupo que obedeciera a la estructura de sociedad unilineal que sea capaz de explicar la materia de análisis. Sobre este grupo pudo concluir que “el reconocimiento de que las motivaciones y las prohibiciones son parte integrante del sistema unilineal. No es que tengamos tales y tales tabúes y fobias porque seamos matrilineales, sino que somos matrilineales porque tenemos tales y tales tabúes y fobias”67.

B.4) Idea de Mando y Obediencia: En toda tribu o aldea se encuentra este tipo de esquema, fundado en algunos criterios como la reproducción del orden familiar, el mando religioso (sacerdote como gobernante), mando guerrero y otras formas mixtas de mando. Estas figuras resultan bastante estáticas y su designación obedece, en la mayoría de los casos, a criterios tradicionales.

Es básico para estructurar el concepto de Sociedad pues esta relación de mando y obediencia se configura cuando un número de personas llevan a cabo alguna empresa en común para conseguir beneficios a la comunidad y el obedecer se basa en respaldar el mando para lograr dicho objetivo.

C) Asociaciones o Grupos Intermedios

“Por asociación debe entenderse una relación social con una regulación limitadora hacia fuera cuando el mantenimiento de su orden está garantizado por la conducta de determinados hombres destinada en especial a ese propósito”68. De aquí que podemos decir que las asociaciones o grupos intermedios no son una comunidad, sino que se trata de organizaciones dentro de una comunidad. El nombre “grupos intermedios” se debe a que estas asociaciones se sitúan en un punto intermedio entre la persona y el Estado (Estado que también es una comunidad), sirviendo como canal para la realización de fines propios y de intereses particulares que no deben ser absorbidos por el sistema político, sino respetados y reconocidos.

La existencia de ciertos grupos o asociaciones y su reconocimiento como expresión de la sociabilidad humana es un factor extraordinariamente importante desde el punto de vista del Derecho Político para definir distintos regímenes políticos, entre los que desde ya podemos distinguir los republicanos, los autocráticos y totalitarios, esto según la tipología de Bernard Crick69.

El citado autor señala que: “Un sistema político puede estar lo bastante bien fundado en la historia, el hábito y la creencia, para resistir un comportamiento inconscientemente impolítico e incluso antipolítico. (Un estadista hasta puede pensar que está actuando de conformidad con ciertos principios ideológicos; pero si se halla sometido a las presiones políticas, su comportamiento real puede ser más razonable que su retórica). Las doctrinas políticas son producto del tiempo y de las circunstancias; hay coyunturas en que parecen requerirse todos sus elementos. Pero esto no significa que sea sensato intentar sistematizarlas en algún conglomerado político perfecto; porque representan intereses diferentes y su común aceptación de los métodos políticos no implica, en definitiva, un acuerdo sobre algo más fundamental que eso”70.

Es en los regímenes totalitarios donde encontramos la ausencia de estos grupos como intermedios e independientes del Estado, pudiendo ser considerados en realidad desde dos puntos de vista:

C.1) Punto de vista corporativo: Donde el grupo intermedio es querido y propiciado por el Estado para una mejor dominación de las fuerzas sociales, como es el caso del fascismo italiano.

C.2) Punto de vista de sujeción: En donde la asociación es orientada en su acción y dominación a todo sector dentro de la sociedad, como es el caso del nacionalsocialismo alemán.

D) Comunidad

Se le puede aplicar el término comunidad a donde se presente un conjunto de seres humanos pequeño o grande y sus miembros vivan juntos, de tal forma que todos participen no de este o aquel interés particular, sino de las condiciones básicas de una vida en común.

Podríamos entonces definir la comunidad como “una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción social se inspira en el sentimiento subjetivo de los partícipes de construir un todo”71.

Con una orientación más sociológica, se puede citar a Fichter, quien entiende la comunidad como “un grupo territorial de personas con relaciones recíprocas, que se sirve de medios comunes para lograr fines comunes”72.

En ningún momento debe confundirse la comunidad con la sociedad, porque la primera es un sector organizado dentro de la sociedad completa. Así podemos considerar a la comunidad como un paso más adelantado de sociabilidad humana donde tiene importancia la cohesión social que lleva un grado superior de abstracción, reflexión y acuerdo racional.

De lo cual se pueden extraer las siguientes características de la comunidad:

D.1) “una comunidad está esencialmente “ligada al suelo” en cuanto que las personas viven establemente en una zona determinada”73.

Según lo señalado, podemos indicar que entre los miembros de la comunidad surgen estrechos lazos a raíz de la estabilidad territorial.

D.2) “Tienen la conciencia de pertenecer tanto al grupo como al lugar y funcionan conjuntamente en los principales asuntos de vida”74.

Tal característica se materializa en el reconocimiento de una identidad común entre sus miembros.

D.3) “La comunidad se considera siempre en relación con el entorno físico”75.

D.4) “Los miembros de la comunidad tienen conciencia de las necesidades de las personas dentro y fuera de su grupo inmediato y tienden a cooperar estrechamente”76.

Lo que lleva al surgimiento de compromisos por parte de los miembros de la comunidad hacia ella misma, muestra de la solidaridad entre sus componentes.

E) La Sociedad

Entre otros tipos de sistema social, la sociedad es el que se caracteriza por su elevado nivel de autosuficiencia respecto del ambiente. Una sociedad es autosuficiente en la medida en que las realizaciones de sus miembros contribuyen a su funcionamiento; no puede decirse que sea autosuficiente si la mayoría de sus integrantes está enajenada.

Bajo este tenor, es muy claro lo sostenido por Juan Antonio Widow en torno a las razones por las cuales el Hombre constituye la sociedad indicando que “busca una perfección que es por naturaleza común a él y a los otros, y al participar, mediante la comunicación con estos otros, de los distintos modos de la perfección humana que en él, individualmente, no existen ni pueden existir”77.

En las primeras sociedades modernas, la base más firme de solidaridad se estableció cuando los factores de raza, religión y territorialidad coincidieron con la nacionalidad. Sin embargo, con el correr del tiempo, las sociedades totalmente modernas han ido mostrando diversidad de esos factores debido a que el estatus común de ciudadanía se ha convertido en fundamento suficiente de la solidaridad nacional.

E.1) Concepto:

El concepto de sociedad tiene una basta sinonimia dependiendo del aspecto desde el cual se le estudie. Así, la sociología habla de sociedad, el derecho internacional de nación; el derecho político de pueblo; y el derecho administrativo de población.

Sociedad se dice de la población cuando se la estudia regida por las leyes naturales. Población se dice de la sociedad cuando se la considera regida por leyes administrativas. Nación es una población constituida en Estado y que, o pertenece a una misma raza, o se compone de varias razas que se han asimilado moralmente y están animadas de un espíritu común.

En lo que se refiere a la palabra pueblo, tiene tres acepciones: La primera, como aquella parte de la población que por medio del voto y de la palabra, dirige la vida política del Estado; la segunda, como sinónimo de nación, como cuando se dice “el pueblo chileno; la tercera, en el sentido de una pequeña comunidad urbana78”.

Sin embargo, y sin desmerecer la importancia de la distinción anterior que nos acerca a una serie de conceptos que desarrollaremos posteriormente, la definición de sociedad que entrega Joseph Fichter aparece como más completa al señalar que “desde el punto de vista de las personas que la constituyen, una sociedad es un gran número de seres humanos que obran conjuntamente para satisfacer sus necesidades sociales y que comparten una cultura común”79.

De esta definición podemos extraer los elementos que hacen de la sociedad el tipo de asociación humana más complejo y completo de los ya revisados, y por ende, el que exige un mayor grado de desarrollo.

E.2) Elementos.

(a) “Las personas de una sociedad constituyen una unidad demográfica, es decir, pueden considerarse como una población total”80.

Este punto hace referencia al sustrato humano que conforma toda la sociedad. El grupo humano es tomado aquí en el sentido de la población total, es decir, en un aspecto cuantitativo: a cuanto asciende el número de habitantes que componen la sociedad, sin darle una connotación valórica ni igualitaria dentro de una sola categoría social.

(b) “La sociedad existe dentro de una zona geográfica común” 81

La sociedad es, dentro del conjunto de las agrupaciones humanas, la más compleja, comprendiendo una relación directa entre la sociabilización con la sedentarización.

Una sociedad se constituye como tal cuando se asienta de modo permanente en un territorio determinado. Esta idea de territorio se proyecta en forma trascendente a la Teoría del Estado y va más allá de la idea de territorio como superficie física, es decir tierra firme.

(c) “La sociedad está constituida por grandes grupos que se diferencian entre sí por su función social” 82

El objetivo es el bienestar de la sociedad toda, en su afanosa búsqueda del bien común; para esto se organiza a través de representantes escogidos de entre sus propios miembros y apoyado siempre en los llamados grupos intermedios.

(d) “La sociedad se compone de grupos de personas que tienen una cultura semejante” 83

El rasgo más notorio de este elemento es que la mayoría de sus miembros hablan el mismo idioma y así se inicia la identificación de las personas con su sociedad.

Tal proceso no se agota al nivel de la lengua, porque existen ciertas prioridades entre los subsistemas societarios ya señalados. Estos dependen de un sistema superior de orientación “cultural” que, por encima de todo, es la fuente principal de legitimación para su orden normativo. “Este sistema consiste en valores superiores e íntimos compartidos por ellos de los cuales dependen los subsistemas políticos y económicos que pasan a ser de carácter secundario”84.

(e) “La sociedad debe poderse reconocer como una unidad que funciona en todas sus partes” 85

Se reconoce a la sociedad como una unidad de corte social que cuenta con un cierto grado de cooperación y acción, independiente de que existan diferencias internas de carácter funcional.

Esta idea se basa en cierto sentido en lo ya expuesto anteriormente, por cuanto una sociedad está compuesta por un conjunto de miembros dirigidos por una parte que hace las veces de guía, se pone a la cabeza de la sociedad pero que es ayudada en su gestión a través de la acción de los “grupos intermedios”, los cuales son entendidas como agrupaciones de diverso carácter cuyos fines principales son apoyar al grupo directivo en su gestión y dirigir su labor en la búsqueda de las mejores condiciones que permitan el desarrollo de la sociedad, independiente de los fines propios que persiga.

(f) Principios orientadores de la participación en sociedad

Dentro de los principios orientadores de la participación en sociedad, los principales consagrados por nuestra Constitución son:

1. Principio de participación de todos los ciudadanos: en el Artículo 1, inciso final, la Constitución ordena al Estado asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional. También, en el Artículo 19 Nº 17 se garantiza el libre acceso a los cargos y funciones públicas, cumpliendo con los requisitos que establezcan la Constitución y las leyes.

2. Principio de autonomía de los grupos intermedios: En el Artículo 1, inc. 3, de la Constitución se señala:“El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus propios fines específicos”.

Con esto, la Constitución llama a los distintos órganos del Estado, en sus distintas funciones, a respetarlos y darles la libertad suficiente para que puedan alcanzar sus distintos objetivos.

E.3) Funciones

Reconociendo a la sociedad como una unidad estrechamente relacionada con la persona humana, de la definición de Fichter se pueden distinguir dos tipos de funciones propias de la sociedad:

(a) Funciones generales:

a.1) “La sociedad reúne a las personas en el tiempo y en el espacio haciendo posibles las mutuas relaciones humanas. Esta condición temporal y espacial es un pre-requisito para la actuación de la sociedad” 86

Es en la sociedad donde cada uno encuentra su posibilidad de vincularse con otros seres humanos. Resulta fundamental para la propia estructura de la sociedad que sus miembros se relacionen y al mismo tiempo se reproduzcan, estableciendo vínculos de parentesco a fin de que la sociedad se renueve y crezca en forma constante. Por otra parte, el ser humano es un ser social no sólo para satisfacer necesidades materiales sino que también busca llenar su vacío espiritual y así dar respuesta a sus inquietudes, las que sólo encuentra en otro ser humano o ayudado por éste.

a. 2) “Les proporciona medios sistemáticos y adecuados de comunicación entre ellos, de modo que por medio del idioma y otros símbolos comunes se hallen en condiciones de entenderse” 87

El idioma junto con signos comunes se vuelven capitales para la sociedad, en atención a la fluidez de la comunicación.

a.3) “Ahorra tiempo y energía de los individuos, desarrollando y conservando ciertas pautas comunes de comportamiento que los miembros de la sociedad comparten y practican” 88

Este es un elemento subjetivo propio de cada sociedad y que dice relación con su cultura y grado de desarrollo, permitiendo a los individuos desarrollar y conservar un comportamiento común entre los integrantes.

a.4) “Proporciona un sistema de estratificación de status y clases, de modo que cada individuo tenga una posición relativamente estable y reconocible en la estructura social” 89

En él se da el objeto no sólo de poner en marcha la estructura de la economía social, sino también de posibilitar que el individuo asociado reciba como retribución a su aporte la posibilidad y los medios para ascender dentro de la estructura social.

(b) Funciones Específicas.

Respecto del tema de las funciones específicas de la sociedad, podemos decir que éstas versan en torno a las soluciones que los distintos grupos buscan para las necesidades básicas y primarias de sus integrantes:

b.1) “La sociedad tiene una forma ordenada y eficiente de renovar sus propios miembros. Los distintos grupos formados por el noviazgo, el matrimonio, la familia y la parentela constituyen el sistema normal por el que los nuevos seres humanos vienen a ser miembros de la sociedad”90.

Lo señalado precedentemente indica que la sociedad es un ente vivo, que cuenta con una forma acertada y eficiente para renovar a sus propios miembros.

Junto con lo anterior, el hombre se asocia porque tiene intrínseco sentido de la supervivencia y busca a través de estas asociaciones la continuidad y subsistencia de su medio social.

b.2) “La sociedad cuida de la socialización, desarrollo e instrucción de sus miembros por medio de su sistema fijo y organizado de educación formal e informal.

El primero es el sistema educacional en sí, que tiene por objetivo llenar las expectativas educacionales y culturales de los individuos, de modo que éstos se conviertan en elementos que hagan aportes eficientes al aparato productivo de la misma sociedad. Respecto de la educación informal, el ser humano tiene por naturaleza la necesidad de conocer aquello que lo rodea, y esta necesidad debe ser satisfecha no sólo por la familia sino que por toda la sociedad.

b.3) “ En sus variados grupos económicos la sociedad produce y distribuye los bienes materiales y físicos necesarios para el mantenimiento de la vida de los individuos” 91

Esta tarea la realiza mediante prestaciones sociales cuyo objeto básico es la redistribución de los ingresos, para que aceptando al interior de la sociedad la existencia de clases, la diferencia entre una y otra esté atenuada de tal manera que puedan desarrollarse en forma completa y acorde a sus necesidades esenciales.

b.4) “La administración política y los diversos grupos cívicos satisfacen la necesidad fundamental de orden y seguridad externa que sienten todos los individuos” 92

La sociedad se organiza a través de sus representantes –elegidos entre sus miembros– que están encargados de guiar al grupo. Otro pilar importante es la idea de orden tanto a nivel interno, el que se garantiza por la existencia de cuerpos legales que organizan a la sociedad y de cuerpos armados que velen por el cumplimiento de las disposiciones legales y mantengan, y restituyan en su caso, el orden social. En cuanto a la idea de orden externo, la sociedad debe darse también representantes que actúen a nombre de ésta ante otros grupos externos.

b.5) “En la sociedad las diversas formas de religión organizadas atienden socialmente las necesidades religiosas y espirituales de las personas” 93

Por ello es importante que se garantice efectivamente la libertad de conciencia y la libre manifestación de culto con un cierto grado de tolerancia, de modo que quienes componen la sociedad no se sientan marginados o restringidos en el ejercicio de sus creencias.

b.6) “En todas las sociedades existen también grupos sociales y disposiciones sistemáticas que están destinadas al descanso y a la diversión de sus miembros” 94

(c) Cultura política

El término “cultura política” fue acuñado por Almond y Verba, en su obra titulada The Civic Culture. Con ella pretenden definir “orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema político y sus diferentes elementos, así como actitudes con relación al rol de uno mismo dentro de dicho sistema”95. Es decir, la cultura política corresponde a ciertos elementos comunes a los individuos de una determinada sociedad, relativos a la forma de organización del Estado y la configuración del sistema político. Los autores plantean que es similar a la referencia a la cultura religiosa o económica que tienen los distintos pueblos. Desde la perspectiva de los gobernantes, se podría decir que corresponde al contexto cultural en el que deben ejercitar el poder.96

Así, los pueblos tendrían una cierta inclinación natural hacia una determinada forma de Estado. Por ejemplo, históricamente Chile ha sido un país organizado como Estado Unitario (Art. 3, inc. 1 Constitución Política de 1980; Art. 1, Constitución Política de 1925; Art. 3 Constitución Política de 1833), y excepcionalmente se buscó una forma federal, la cual fracasó. También, ha predominado un sistema de gobierno presidencialista durante gran parte de la vida como país independiente; existiendo de manera excepcional un sistema de corte parlamentarista entre los años 1891 y 1925, el cual terminó con una crisis institucional que derivó en la redacción de una nueva Constitución en 1925.

3. EL MANDO Y LA OBEDIENCIA

El mando es un fenómeno social que se ubica en el ámbito de las relaciones de dominación que supone cierta desigualdad entre las partes existiendo un sujeto que se pone en un plano superior a otro que queda subordinado. Por lo tanto, el que manda ejercita un poder en virtud del mando, el cual supone siempre alteridad, porque quien manda siempre tiene en vista al otro. No hay que olvidar que en este esquema “el poder abarca la habilidad para mandar – exigir obediencia a las órdenes que damos– y para tomar decisiones que afecten directamente a la vida o a los actos de los demás”97.

El mando, más que un acto unilateral, es una relación. Se necesita que haya dos sujetos: quien manda y quien resulta sometido a ese mando. Existe también en esta relación un objeto: lo que se manda al mandado, que es una orden de carácter imperativa.

El papel que juega el destinatario del mando es importante porque dependerá de su reacción o respuesta ante lo que se manda para determinar la índole del mando. La actitud del mandado frente al que manda es una actitud de “toma de obediencia” lo que significa tomar en cuenta lo mandado, decidir si obedecerá o no. Tiene que tomar una posición de la cual depende en último término la eficacia del mando.

Si se obedece, la relación de mando se origina normalmente y subsiste. La obediencia actualiza el mando no importando el motivo y la forma en que se presta. Si el mandado desobedece, la relación no funciona bien, pudiendo producirse dos situaciones: Que el que manda insista, reprimiendo la desobediencia y actualizando lo mandado, por lo que la relación subsiste en principio, o que desista, en cuyo caso la relación de mando fracasa ya sea porque no ha llegado a configurarse o se ha extinguido.

A) Situación intermedia entre el acatamiento y la desobediencia

El no querer cumplir el mandato en su totalidad, sino que sólo parcialmente, importa que en principio se reconoce la orden como legítima y también la intención de infringirla solapadamente. Sólo la desobediencia abierta implica no reconocer el mandato como legítimo. La relación de mando necesita la apertura a la obediencia por parte del que es mandado, es decir, se necesita que esté dispuesto a obedecer cualquiera que sea el motivo por el que preste la obediencia.

B) La obediencia y sus motivos

Muy importante resulta conocer los motivos de “la obediencia milagrosa de los agregados humanos, de miles o millones de hombres que se doblegan ante las reglas y ante las órdenes de unos pocos”98. Son dos los grandes motivos que explican la obediencia:

B.1) Por adhesión íntima:

Esta obediencia es prestada por el sujeto con el íntimo convencimiento que lo mandado debe ser cumplido de esa manera.

En este caso existe la concordancia entre el que manda y el que siendo mandado, obedece. Esta es una relación de mando perfecta.

B.2) Por razones externas:

En este caso pueden plantearse distintas situaciones: por un lado, se puede reconocer el mando pero sin prestarle una total e íntima adhesión, como quien obedece a la autoridad para evitar el caos y la anarquía. Por otro lado se llega a la obediencia por la fuerza o violencia, como cuando se reprime una rebelión sangrientamente. Aquí se incluye también la obediencia prestada por el temor a la aplicación inmediata de dicha fuerza o violencia. Generalmente, la obediencia que se presta por la fuerza denota una debilidad en la relación de mando.

El acatamiento por la fuerza mantiene la vigencia del mando pero es menos perfecto que el obtenido espontáneamente porque hay una potencial desobediencia que podría hacerse efectiva de no mediar la coacción. Cuanto más espontánea es la adhesión más perfecto es el mando y esto porque el mando tiene por finalidad que el subordinado cumpla un mandato.

C) Mando y obediencia en el Estado

Mando y obediencia son dos categorías fundamentales dentro del plano social. En el Estado, la convivencia social y política se articula sobre la dicotomía de éstas. El mando político que se centra en el poder del Estado no puede subsistir por sí solo sino que requiere de la obediencia de los destinatarios; su consentimiento, adhesión o por lo menos su no resistencia.

Por esto, Herman Heller99 considera que “la acción objetiva del poder del Estado no se puede atribuir ni a los súbditos exclusivamente ni a un gobernante”. Sostiene que para que alguien tenga poder y sus órdenes sean cumplidas de modo constante, es preciso que quienes lo sostienen estén convencidos de la legitimidad de su poder. El punto de apoyo del poder radica en la obediencia consentida. Bajo este tenor, indica que “en toda sociedad humana: el que la dirige –y se ha visto, nunca puede faltar quien la dirija– tiene el título para hacerlo si su nominación y sus actos responden al principio según el cual esa sociedad está constituida”100 El Estado, para contar con los medios necesarios para mandar, necesita del sujeto mandado y que éste preste un mínimo de colaboración. Si esto no ocurre, un gobierno puede llegar a ser derrocado.

Con relación al tema, Juan Antonio Widow señala:

“Sin gobierno es imposible que exista sociedad. Lo que da unidad a una multitud de personas no puede ser el criterio o iniciativas propias de cada una. Si hay unidad, ésta es la de la dirección a un fin, es decir, la de una intención, que no puede ser sino de uno, la de quien gobierna, si el gobierno es ejercido por varios, éstos deben actuar como uno, para lo cual es necesario que haya entre ellos un orden.

“Gobernar no es imponer la propia voluntad sobre los gobernados. Si esto fuera, el efecto resultante no sería una sociedad sino un campo de concentración. Al gobierno corresponde como contraparte, en el gobernado, la obediencia, y al saber gobernar, el saber obedecer. Son éstas las virtudes básicas sobre las que se conforma la unidad del organismo social, cualquiera que ésta sea. Lo que indica que la razón de gobierno no es la fuerza o el poder que posee el que gobierna, sino en nombre de lo cual puede ejercerse el poder con justicia. Esto es lo que se denomina autoridad”101.

D) El Control Social

“El control social hace presión en las personas para que se conformen con las pautas, papeles, relaciones e instituciones que son consideradas de alto valor en la cultura”102. Se refiere a los distintos métodos empleados por una sociedad para que sus miembros actúen al tenor de las pautas establecidas y poner de nuevo en línea a sus miembros recalcitrantes.

Ninguna sociedad puede existir sin un control social aunque se debe tener presente que estos medios varían de acuerdo a la situación social, el propósito y carácter del grupo en cuestión, siempre teniendo por fin eliminar al personal indeseable y estimular a los demás.

En el cambio social es posible distinguir dos direcciones sobre las que actúa: La primera de ellas se observa desde la sociedad al individuo (pluralidadindividuo), en segundo término se puede observar desde la autoridad que influye en el grupo (jefe-pluralidad).

D.1) Clases de Control

Inicialmente diremos que el medio de control social más antiguo es la violencia física. Hoy en día aún se mantiene vigente incluso en las sociedades gobernadas bajo el sistema de democracia moderna, debido a que ningún Estado puede existir sin una fuerza policíaca o su equivalente en poder armado. La expresión más extrema en este cuadro es la del ostracismo sistemático de alguno de sus miembros.

(a) Controles positivos o negativos: Los controles positivos son aquellos que están acompañados de mecanismos de igual cariz, entre los cuales podemos distinguir las recompensas, instrucciones. Son los que buscan inducir a los miembros a adoptar determinadas conductas o comportamientos.

Los controles negativos son los que cuentan con mecanismos negativos como el ridículo y la murmuración. Muchas sociedades se valen del ridículo como uno de los principales sistemas de control sobre los niños: el niño obedece no por temor al castigo, sino para que no se rían de él. La murmuración resulta especialmente eficaz en comunidades pequeñas en donde la mayoría de la gente pasa su vida en un alto grado de notoriedad social y sujeta a inspección por parte de sus vecinos.

(b) Controles formales e informales: El control formal se refiere a los decretos, ordenanzas y leyes públicas que han emanado de la autoridad competente y cuentan con una elaboración metódica.

Los controles informales son de índole más sutil pero gozan de gran efectividad como la moral, las costumbres y los modales. La mayoría de ellos no cuentan con una sanción legal, salvo aquellos que tienen un ribete más apremiante son acreedores de sanciones legales. Lo dicho no implica que podamos ser inmorales, excéntricos o groseros sin límite alguno, porque la inmoralidad y la excentricidad pueden ser castigadas con la pérdida de empleo, como la falta de educación puede implicar el veto para participar en grupos sociales relevantes.

(c) Controles institucionales: Se pueden definir como “la influencia efectiva del ambiente cultural estandarizado, en cuanto se manifiesta en la respuesta subconsciente de las personas del grupo o de la sociedad”103. A este género pertenecen los controles políticos y legales, debemos colocar también como un elemento de control social a la presión económica. Existen pocos medios de coacción tan efectivos como los que amenazan nuestra subsistencia o nuestras ganancias.

La oposición extrema a las costumbres de nuestra sociedad particular puede, además, acarrear una consecuencia más: la de que se nos defina, de común acuerdo, como enfermos.

E) La dinámica y la estática social

Toda sociedad y toda cultura, aun la más tradicional o conservadora está sujeta a cambios.

El cambio se define en pocas palabras como “una variación de un estado o modo precedente de existencia”104. Sin embargo, debemos distinguir el cambio que es cíclico (como el cambio estacional de las modas), o esperado (como los que experimenta un niño al nacer).

Llevando el análisis a la esfera de la sociedad, se debe atender el trabajo de Kingsley Davis, quien sostiene que el cambio social comprende “sólo las alteraciones que se producen en la organización social, es decir, la estructura y funciones de la sociedad. El cambio social constituye, pues, sólo una parte de lo que en esencia es una categoría más amplia denominada “cambio cultural”. Este último abarca todos los cambios que ocurren en cualquier rama de la cultura... así como los cambios en las formas y reglas de la organización social”105.

En esta línea se puede sostener que el cambio que es verdaderamente un cambio cultural, ocurre cuando algún elemento cultural es aceptado como una nueva norma y compartido por muchas personas.

E.1) Condiciones y factores del cambio

Respecto de los conceptos anunciados es importante tener presente lo que significa cada uno de ellos: “Por condiciones del cambio entendemos sencillamente las circunstancias en que es probable que éste ocurra, y por factores del cambio las causas que pueden producirlo”106.

Todos los cambios se efectúan bajo ciertas condiciones necesarias: debe ocurrir en algún tiempo, en algún lugar o ambiente concretos y, para que tenga relevancia en nuestro estudio, debe afectar a las personas. Sin embargo, el cambio social no abarcará ni afectará nunca de la misma manera y al mismo tiempo a todos los miembros de una población, ya que siempre existirán grupos más proclives a éste o que se adaptarán antes a sus nuevos desafíos107.

Existen además diversas condiciones sociales y culturales en las que suele ocurrir el cambio social; la aparición de nuevas necesidades sociales, la existencia de un caudal de conocimientos previos, la mayor complejidad de la estructura social y la existencia de valores dominantes que favorezcan al cambio.

Debido a que estas condiciones se presentan de modo desigual entre las distintas sociedades y los factores son distintos entre los grupos sociales, las direcciones y ritmos de los cambios son también diferentes.

E.2) Dirección y ritmo del cambio

Los cambios sociales pueden darse de dos maneras, ya sea en la forma de progreso o también como un retroceso social.

Por progreso entendemos, en términos generales, un movimiento en una dirección consciente y deseable. Esta dirección estaría determinada por los fines que la sociedad se haya propuesto y logra alcanzar a través de los medios de que dispone. Si estos fines se concretan se podría hablar de progreso.

En cuanto al ritmo, hay que tener presente que un cambio acelerado no es siempre sinónimo de progreso.

E.3) Cambio deliberado e imprevisto

Tanto el ritmo como la dirección dependen en gran medida de si éste es deliberado o no. Por cambio deliberado entendemos aquel “que se efectúa con control social, con planes y proyectos, ya sea por parte de gobernantes, inventores, reformadores o grupos de presión”108. Esto ocurre cuando los miembros visualizan la dirección en que les gustaría que se moviese la sociedad y la cultura, llevando a cabo los esfuerzos para lograr el cambio deseado.

El cambio no deliberado “es generalmente imprevisto. Con frecuencia ocurre a consecuencia de catástrofes naturales, como inundaciones, sequías y terremotos”109. Su importancia se ciñe al hecho de la capacidad de la sociedad para reaccionar y superar las consecuencias que acompañan a esta situación inesperada.

E.4) Cambios y estabilidad

Si bien es cierto que el cambio es un fenómeno universal, debemos recordar que las sociedades son relativamente permanentes y estables. Las estructuras sociales no cambian de la noche a la mañana y como “toda obra humana, están sujetas a modificaciones, pero las modificaciones institucionales son relativamente lentas”110.

Existen algunas de ellas, como las normas, que cuando son ampliamente aceptadas ofrecen una gran resistencia a la innovación. Lo mismo ocurre con las instituciones mayores, en las que están muy enraizadas las costumbres como son las instituciones religiosas y matrimoniales.

E.5) Instituciones y cambio social

La estabilidad, es decir, la permanencia en el tiempo, es la característica de todas las instituciones, pero esto no implica que se excluya el cambio. Estas duran un período más o menos largo, atendiendo a si responden a las necesidades del medio social y sus ideas interpretan o no el sistema de valores imperantes en la sociedad.

Las relaciones entre las necesidades humanas y las instituciones creadas para satisfacerlas pueden ser inestables y provocar el cambio o desaparición de una institución.

Cuando una modificación de las necesidades que subyacen a la institución no va acompañada del cambio de las instituciones o de sus formas, se produce la decadencia natural de ésta, y cuando una institución es modificada sin que varíen las necesidades que le dieron origen ya no responderá a su objetivo y morirá.

Es un constante desafío para el hombre ir readecuando sus instituciones a las necesidades reales de la sociedad para que éstas puedan subsistir y permitir el progreso.

E.6) Instituciones políticas y comunidad jurídica

En las instituciones políticas el factor de estabilidad adquiere una importancia aún mayor, puesto que por su propia naturaleza debe proyectarse hacia el futuro con la intención de subsistir. Sin este objetivo carecerán de sentido.

“La estabilidad institucional” es una tendencia característica de todo régimen político y de todo orden jurídico, que se apoya en la continuidad jurídica. Pero ello no significa excluir el cambio de orden normativo sino que más bien éste debe realizarse en conformidad a las normas jurídicas existentes, de modo que la validez de las nuevas se funde en las anteriores.

Con relación al tema del cambio y de la estabilidad social “Platón edifica una teoría de la sociedad sorprendentemente realista, capaz de explicar las principales tendencias del desarrollo histórico de las ciudades griegas, así como también las fuerzas sociales y políticas que obraron en su propio tiempo. Platón considera que si el punto de partida de todo cambio es perfecto y bueno, entonces el cambio sólo puede constituir un movimiento de alejamiento de lo perfecto y lo bueno y de acercamiento hacia lo imperfecto y lo malo hacia la corrupción”111.

TEMARIO DEL CAPÍTULO IV:

Teoría de la Sociedad

1. El Hombre, un ser especial.

A) Mundanidad.

B) Sociabilidad.

C) Politicidad.

2. Evolución de las relaciones sociales.

A) La Familia

A.1) Relaciones entre los padres.

(a) Referencia a familia en Constitución de 1980 versus anteriores

(b) Evolución relaciones de familia. Acuerdo de Unión Civil

A.2) Relaciones entre padres e hijos.

B) Tribu o Aldea.

B.1) Idea de Divinidad

B.2) Idea de Orden o Regulación

B.3) Idea de Prohibición

B.4) Idea de Mando y Obediencia

C) Asociaciones o Grupos Intermedios.

D) Comunidad.

Características de la comunidad:

D.1) Estrechos lazos entre sus miembros.

D.2) Compromiso con la misma comunidad.

D.3) Solidaridad entre sus miembros.

D.4) Reconocimiento de identidad comunitaria.

E) La Sociedad.

E.1) Concepto

E.2) Elementos

(a) Es una unidad demográfica de personas que forman parte de una sociedad.

(b) Existe dentro de una zona geográfica común.

(c) Constitución de la sociedad por grandes grupos que se diferencian entre sí por su función social.

(d) Cultura semejante.

(e) Reconocimiento de la sociedad como unidad social.

(f) Principios orientadores de la participación en sociedad.

E.3) Funciones

(a) Funciones generales

a.1) La sociedad reúne a las personas en el tiempo y en el espacio

a.2) Les proporciona medios adecuados y sistemáticos de comunicación entre ellas.

a.3) Permite a los individuos desarrollar y conservar formas comunes de comportamiento.

a.4) Proporciona un sistema de estratificación.

(b) Funciones Específicas

b.1) Renovación de sus propios miembros.

b.2) Cuidar de la socialización, desarrollo e instrucción de sus miembros por medio de su sistema fijo y organizado de educación formal e informal.

b.3) Producir y distribuir los bienes materiales y físicos necesarios para el mantenimiento de la vida de los individuos.

b.4) Satisfacer la necesidad fundamental de orden y seguridad externa que sienten todos los individuos.

b.5) Satisfacer las necesidades religiosas y espirituales de las personas.

b.6) Satisfacer el descanso y a la diversión de sus miembros.

(c) Cultura política.

3. El mando y la obediencia.

A) Situación intermedia entre el acatamiento y la desobediencia.

B) Motivaciones de la obediencia y sus motivos:

B.1) Por adhesión íntima.

B.2) Por razones externas.

C) Mando y obediencia en el Estado.

D) El Control Social.

D.1) Clases de Control.

(a) Controles positivos o negativos.

(b) Controles formales e informales.

(c) Controles institucionales.

E) La dinámica y la estática social.

E.1) Condiciones y factores del cambio.

E.2) Dirección y ritmo del cambio.

E.3) Cambio deliberado e imprevisto

E.4) Cambios y estabilidad.

E.5) Instituciones y cambio social.

E.6) Instituciones políticas y comunidad jurídica.

CUESTIONARIO DEL CAPÍTULO IV:

Teoría de la Sociedad

1. ¿Cuál es la importancia de vivir en sociedad?

2. ¿Por qué “el hombre es por naturaleza un animal social”?

3. ¿Por qué el hombre es por naturaleza político y cuál es la importancia de eso?

4. Señale las principales características de:

a) Familia.

b) Tribu o aldea.

c) Asociaciones o grupos intermedios.

5. ¿Qué cambios ha experimentado la familia con el paso del tiempo?

6. ¿Cuál es la diferencia entre comunidad y sociedad?

7. Indique la relación que existe entre el mando y la obediencia en el Estado.

8. Señale y defina los métodos de control que existen en un Estado.

9. CASO: Cree una variación en el estado o modo de existencia de nuestro país señalando:

a) Las condiciones y factores del cambio.

b) La dirección y ritmo del cambio.

c) Si fue deliberado o imprevisto.

Curso de Derecho Constitucional. Tomo I

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