Читать книгу El extenso camino hacia Bahía - Oscar Lizana Farías - Страница 10
*** Posé dos grandes maletas sobre mi cama para iniciar la labor del día: preparar el equipaje para retornar a Santiago de Chile. Parecía una tarea sencilla, pero no lo era. Le encargué a Norberto que vendiera mi auto y me enviara el dinero a Chile. Algo me presionaba el pecho como si no solo estuviera abandonando un país, sino más bien una etapa de mi existencia. La estadía en la ciudad alemana de Coburgo había sido una experiencia de dulce y agraz. Por mi cabeza pasaron en un instante, igual que pantallazos luminosos, mis vivencias más importantes. Recordaba la recepción que me brindaron las autoridades de la Sociedad Carl Duisbeg cuando arribé al aeropuerto de Frankfurt un helado día de diciembre de 1972, casi seis años atrás. No solo a mí. Más de cincuenta becados de países de los llamados "en vías de desarrollo " me acompañaban. Escuchaba una variedad increíble de lenguajes, pero predominaban los latinos. También recordé mi malogrado romance con Ingrid. Entonces, ya graduado de Ingeniero, estaba pronto a abandonar el hogar estudiantil, la ciudad y el país.
ОглавлениеMamá,
Llego a Santiago el 2 de septiembre en el vuelo 520 de la aerolínea SAS desde Frankfurt. Vayan a esperarme. Llego solo. No me casé.
Saludos,
Orlando