Читать книгу El libro tibetano de los muertos - Padma Sambhava - Страница 6
ОглавлениеInstrucciones para la segunda fase
del estado de transición del
momento de la muerte: la clara
luz secundaria vista inmediatamente
después de la muerte
Si la Clara Luz Primordial ha sido reconocida, se alcanza la liberación. Pero si existe el temor de que no ha sido reconocida, entonces brillará la Clara Luz Secundaria, que aparecerá aproximadamente “el tiempo necesario para una comida” a partir de la expiración.
Según el karma27 sea positivo o negativo, la fuerza vital desciende al nervio derecho o izquierdo y sale por una de las aberturas del cuerpo, produciéndose entonces un lúcido estado de conciencia.
Decir que la duración del estado en la Clara Luz Primordial puede durar el “tiempo de una comida” significa que esta depende de la sensibilidad o insensibilidad nerviosa y también de la práctica en meditación.
Cuando el principio consciente sale del cuerpo, se pregunta: “¿Estoy muerto o no?”. No puede saberlo; ve a sus allegados y familiares como los veía antes y oye sus llantos. Las terroríficas proyecciones del karma todavía no se producen, ni tampoco las apariciones o experiencias de los Señores de la muerte.
Durante este intervalo, el Maestro o lector debe seguir las direcciones del Thödol.
Existen los adeptos de la meditación perfecta y los de la meditación visualizada.28 En el caso de un adepto de la meditación perfecta, llamarlo por su nombre tres veces y repetir las palabras de confrontación con la Luz Primordial, leídas en el primer capítulo. Si es un adepto de la meditación visualizada, entonces leer las plegarias de introducción y el texto de la meditación sobre su divinidad tutelar29 y, a continuación, decir: “oh, noble hijo, medita sobre tu divinidad protectora (aquí, decir el nombre de la divinidad). No te distraigas. Concéntrate en tu dios tutelar. Visualízalo como una apariencia sin sustancia en sí misma, como el reflejo de la luna en el agua, pero no como si tuviera una forma sólida”.
Y si el muerto es una persona corriente: “Medita sobre el Señor de la Gran Compasión”.
Instruidos así, incluso aquellos que no han podido reconocer el estado de transición podrán hacerlo sin duda alguna.
Las personas que en vida experimentaron esta confrontación por medio de un Maestro, pero sin familiarizarse con ella, no podrán reconocer solos el Bardo. Un Maestro o un hermano de fe deberá ayudarles en estos momentos.
Puede haber también quienes, entrenados en la meditación, no pueden resistir a la ilusión, a causa de una muerte demasiado violenta. Para ellos también la instrucción es absolutamente necesaria.
Esta es también extraordinariamente imprescindible para aquellos que, aunque con experiencia en la meditación, entran en existencias más bajas por haber faltado a los preceptos o al cumplimiento honrado de sus obligaciones.
Es mejor si el reconocimiento ha sido realizado durante la primera fase, pero, en su defecto, con esta nueva llamada en la segunda etapa, el intelecto se despierta ante el recuerdo y puede alcanzar la liberación.
Durante esta segunda fase del estado de transición, la conciencia del individuo, no sabiendo si está muerto o no, llega a un estado de lucidez, llamado el cuerpo de ilusión.30 Si las instrucciones son aplicadas al difunto con éxito durante este estado, el karma no podrá impedirle su encuentro con la Madre-Realidad y la Realidad de descendencia.31 Como los rayos del sol disipan las tinieblas, así la Clara Luz del Camino disipa el poder del karma.
El llamado segundo bardo brilla entonces ante el cuerpo mental, y la conciencia es capaz de oír de nuevo como antes. Si las instrucciones son comprendidas ahora, el objetivo ha sido alcanzado, pues como las confusas proyecciones del karma todavía no han aparecido no pueden arrastrarle de aquí para allá.
Estas constituyen dos prácticas complementarias de meditación en el yoga tántrico. En la práctica de visualización, el sujeto contempla sus proyecciones en forma de deidades y se identifica con ellas; en la meditación perfecta, todo queda disuelto en el vacío sin forma, en la Pura Luz.
Contrapartida etérea del cuerpo físico a nivel terrestre: el “cuerpo astral” de la Teosofía.
La Realidad de Descendencia o Realidad Secundaria es la que se realiza en este mundo a través de la meditación profunda. La Madre-Realidad es la Realidad Primordial o Fundamental, experimentada únicamente después de la muerte.