Читать книгу Manual de investigación en educación - Patricia Judith Moreno Fernández - Страница 9
Prólogo
ОглавлениеLa solicitud que me hace la autora de prologar esta producción académica me entusiasma, pues me permite hablar de la experiencia compartida con ella en el acompañamiento a grupos que inician la investigación formativa, en nuestra condición de tutoras y haciendo uso de algunos de los talleres allí propuestos. Antes de mostrarles los beneficios de un manual del profesor, quiero hablar de la investigación, pero sobre todo como experiencia profesional. Me inicio en la investigación en 1993, y el acompañamiento a los proyectos de investigación solo se da a partir del 2003, diez años después, tiempo largo que no es suficiente para considerar que hacer investigación suponga tener las habilidades pertinentes para acompañar la realización de investigaciones, es decir, el acto de dirigir o tutoriar proyectos de grado e investigación. Estas son, de hecho, dos cosas distintas. Ser un investigador avezado no implica dirigir adecuadamente proyectos de investigación, así se hayan realizado investigaciones en toda regla. Recuerdo cómo iba a tientas mientras investigaba durante la década del noventa, tiempo en que adelanté estudios de maestría. Inquieta por cómo mi tutor hacía su trabajo, pero terminé tutoriando, asombrada y a tientas por un camino que, en algunas ocasiones, me llevó a buscar afanosamente guías de ayuda, respuestas a preguntas referidas a los modos más convenientes de dirigir y tutoriar.
Debo confesar que muchas veces me encontré perdida, sensación que cuidé de expresarle a los estudiantes que acompañé en esa época, lo que no quiere decir que hoy tenga todo resuelto; no obstante, la experiencia y el conocimiento a base de ensayo y error —pero sobre todo de observación— me han dado elementos claros en varios aspectos del oficio de tutoriar, como también la certeza de que en este proceso existe un tanto de azar imprescindible, que aporta quien se inicia en este oficio, pero que emerge en la relación posible entre los nuevos investigadores y el tutor. La búsqueda a veces no condujo a ningún lado; un sinnúmero de textos presentan la investigación ideal, el deber ser de un ejercicio singular para el que se ofrece bastante bibliografía; hay un sinnúmero de tratados teóricos, principalmente materiales sobre experiencias investigativas y directrices de cómo investigar a partir de ciertos métodos.
Hoy, tanto para mí como para la autora, hacer investigación, antes que seguir modelos investigativos, consiste fundamentalmente en responder a una pregunta problema que se produce a partir del deseo del sujeto. Dicha pregunta se torna en un problema pertinente por investigar, que es justificado y resuelto mediante un proceso investigativo singular: hacer que el otro o los otros, desde su deseo por un problema en particular, se inclinen por cierta perspectiva investigativa y produzcan conocimiento en torno a este. De lo anterior se desprende que lo más importante de una investigación —y no interesa en qué perspectiva, enfoque o método se inscriba el oficio de tutoriar a un sujeto que quiere investigar— está en construir el problema de investigación a partir de unas preguntas que lo van constituyendo o que mejor expresan su deseo. Es importante señalar que los problemas no son temas, y las inquietudes de la enseñanza no son por sí mismas problemas de investigación.
Los problemas circulan de forma coherente con los antecedentes o estados del arte o de la cuestión, con los objetivos y con la metodología, y se sitúan además en un marco epistemológico y conceptual que direcciona lo metodológico, el modo de preguntar, los propósitos de la misma investigación y sus fuentes, sus poblaciones y sus análisis. En tal sentido, el libro-manual que Patricia Moreno nos ofrece es rico y potente en materiales imprescindibles a modo de talleres que facilitan la construcción de la pregunta, y ayudan a configurar, entre otros aspectos, el problema de investigación. El tutor aporta la postura epistémica y teórica pertinente al proceso de acompañamiento y se sirve de los talleres, producto de la experiencia de la autora como investigadora en pedagogía, para apoyar en el estudiante la búsqueda y la definición del problema de investigación. Esta resulta ser una ventaja del trabajo aquí presentado, ya que todo ha sido probado con sus distintos estudiantes en proyectos diversos, algunos de ellos publicados.
Si bien es cierto que se trata de un manual (algo instrumental), se inscribe dentro de un esfuerzo por resolver el problema de apoyar las tutorías con ejercicios que son producidos por la autora; es decir, aquí se cocinó, se coció, se produjo un saber de una maestra desde su oficio de tutoriar. De allí que lo que se haga con este material imprescindible dependa del tutor, de su experiencia como investigador y de una pertinente dirección de los proyectos que dirija, con apoyo de este valioso y práctico material.
Un recorrido por el libro-manual nos permite transitar por dos apartados: los conceptos básicos de la investigación en clave educativa y los talleres que orientarán la tutoría en los aspectos antes mencionados. Sin embargo, esta es una de las posibilidades del material aquí presentado: aunque pretende tener un orden, los trayectos en la investigación no son lineales; por ello, es posible desviarse, comenzar por donde se quiere o se necesite, tomar los ejercicios y transformarlos, limitarlos, ampliarlos, extrapolarlos.
Le auguro una amplia difusión a este trabajo que Patricia Moreno ofrece a la comunidad, pero sobre todo un uso concreto de los investigadores que ejercen el oficio de tutoriar.
Claudia Ximena Herrera Beltrán