Читать книгу El Universo, su conciencia cuántica y tu cerebro - Pedro Blanco Naveros - Страница 5
Introducción
ОглавлениеCuando terminé de escribir “El Centinela que nunca duerme: el Cerebro”, publicado en Almuzara Editorial, en 2011, fui consciente que algún día debería escribir la segunda parte, dedicada a la Conciencia y es precisamente, “El Universo, su conciencia cuántica y tu cerebro”, el ensayo que aborda tan fascinante tema, después de muchas investigaciones y de contrastar las principales teorías vigentes en estos momentos.
Como escritor y como ensayista, he aprendido que el propio desarrollo de la creación literaria, es el que se encarga de dirigir el contenido final de la obra resultante, lo que a veces no deja de ser sorprendente.
En un principio, inicié el ensayo enfocado estrictamente en la conciencia, estudiando las diferentes teorías actuales, sobre todo las que tratan de encontrar el correlato neuronal de aquella, y pronto comprendí que si quería ofrecer una visión amplia del problema, tendría que viajar y adentrarme en los entresijos de la física cuántica. Qué duda cabe que todo lo que somos y todo lo que conocemos, incluida la conciencia, tienen un mismo origen, el extraño y fascinante mundo de las partículas y las antipartículas virtuales, que danzan en una especie de espuma cuántica.
La materia y la antimateria tienen unas propiedades intrínsecas, que en nuestra vida inteligente constituyen verdades fundamentales de la propia naturaleza y una de las teorías más coherentes y consistentes de la conciencia, “la teoría de la información integrada”, resucita el panpsiquismo filosófico y considera asimismo a la conciencia como un principio también fundamental, que está presente en toda la naturaleza y por tanto en todas partes, incluso en el propio cosmos: la conciencia cósmica. Sólo podemos conectar con ella a través de nuestras estructuras corticales, en las que cobran especial importancia los microtúbulos, unas estructuras tubulares que forman parte del citoesqueleto de las células y en cuyo entramado en forma de malla podría encontrarse el sustrato cuántico de nuestro cerebro, lo que haría posible que emergiera a través del mismo, la conexión con la conciencia universal.
Es posible encontrar dentro del sistema nervioso, los correlatos neuronales de las diferentes percepciones de los seres vivos, los correlatos neuronales de la percepción visual, de la percepción táctil, de la percepción acústica, de la percepción olfativa, etcétera, pero la conciencia es una propiedad intrínseca de la creación, al igual que tantas leyes fundamentales de la ciencia por las que se rige nuestra vida diaria.
Tal vez, quién descubra esto por primera vez, piense que lo que se dice va contra el sentido común o contra toda lógica, pero será porque desconoce los secretos, todavía no totalmente desvelados del mundo microscópico de donde procedemos.
Dada la gran complejidad que entraña la física cuántica, he redactado dos libros independientes pero que se complementan entre sí, éste referente a la Conciencia Cuántica y otro que abarca los principales paradigmas de la física cuántica y el origen desde la nada a los infinitos multiversos.
Al mismo tiempo, para hacer más amena y más comprensiva la lectura, he ido estableciendo supuestos diálogos entre mi cerebro y mi conciencia, en una especie de guiño literario y científico, en el que el soporte material, (el cerebro), sirve al mismo tiempo de vehículo de expresión (a la conciencia), representada por mi comprensión del conocimiento. La materia con su estructura, permite que aflore mi conciencia trascendente.
No puede faltar una amplia referencia a lo que denomino inteligencia cerebral y la enorme importancia, dentro de la configuración neuronal del ser humano, de los períodos críticos del desarrollo temprano.
También, tiene su cabida el estudio de la conciencia de los animales no humanos y una serie de técnicas de aprendizaje para aumentar nuestra capacidad de memorizar y nuestra capacidad de imaginar con el fin de conseguir alcanzar metas propuestas y superar trastornos de conducta, no olvidando así darle al libro una orientación de autoayuda muy interesante, citando otras técnicas como el tratak, la helioterapia, la fototerapia, la cromoterapia, etcétera, sin olvidar advertir del peligro que suponen ciertas creencias como el sungazing y sobre todo la inedia, que llevadas a extremos límites, pueden ocasionar serios problemas de salud e incluso la propia muerte por inanición, como es el caso de la alimentación solar sin ingerir ningún alimento sólido, ni líquido alguno.
Obligado citar a otro genio de la ciencia, a Santiago Ramón y Cajal, paradójicamente, en plena vigencia, pero no por su teoría neuronal, sino por su descubrimiento de las minúsculas espinas dendríticas, entre 10.000 y 20.000 en cada una de las dendritas, preferentemente de las neuronas piramidales, que intuyó debían actuar como los verdaderos receptores de la transmisión nerviosa, al ser, en el lugar que ocupa cada espina, donde se realizan las conexiones axodendríticas. Estas espinas son los “almacenes” de las unidades de memoria de la historia de cada ser vivo, por lo que su investigación es crucial para poder solucionar los problemas de determinadas enfermedades neuro-degenerativas, tales como la enfermedad de alzhéimer, en el que estas espinas desaparecen drásticamente según va evolucionando la dolencia.
Y es fundamental el estudio del pensamiento científico de uno de los más brillantes físicos contemporáneos, de origen inglés, Roger Penrose, por su teoría de la mente, (el objetivo principal al escribir este libro), que tal vez sea lo que más famoso le ha hecho y asimismo más polemizado, por afirmar que la mente es una manifestación de la naturaleza no explicable por las leyes físicas, basándose en el teorema de la incompletitud de Gödel, de que hay verdades incuestionadas para el entendimiento humano, imposibles de demostrar matemáticamente. Junto al profesor estadounidense Stuart Hameroff, médico anestesista, ambos postularon que tanto la conciencia como el cerebro son entidades separables.
Y dado a que uno de los propósitos de este ensayo es que sirva de autoayuda en cierto aspecto, para todos aquellos que puedan estar interesados en ello, se describe una técnica que se apoya asimismo en principios cuánticos de transmisión de energía, en el que los campos que interactúan son seres humanos, en el que uno o varios de ellos, transfieren energías positivas captadas del medio, hacia personas con cargas negativas, y conseguir así restablecerles su equilibrio energético y su simetría local, rota por trastornos diversos de conducta. Es lo que se denomina el “Quantum Touch”.
La Conciencia cuántica que salió del Big Bang, es el resultado final de esta obra, que pretende ayudar a descifrar los grandes interrogantes que persisten en el siglo XXI acerca de nuestros orígenes y el sentido que pueda tener que haya surgido una vida inteligente en medio del inmenso cosmos.